La bolsas de tela para la compra pueden ser un nido de bacterias si no se limpian.

La bolsas de tela para la compra pueden ser un nido de bacterias si no se limpian.

Vida

Las bolsas reutilizables para la compra también tienen inconvenientes

El uso cada vez más generalizado de estos recipientes pueden tener efectos inesperados sobre la salud

19 enero, 2016 20:53

La sociedad española está cada vez más concienciada del impacto negativo que tienen las bolsas de plástico sobre el medio ambiente. Las campañas y políticas destinadas a erradicar las “bolsas de un solo uso” han sido un éxito rotundo, sobre todo en los grandes comercios, que en su mayoría las han sustituido por bolsas reutilizables y han aplicado el pago obligatorio para su adquisición.

El pequeño comercio, por su parte, presenta unos avances menores debido a que son más reticentes a aplicar el cobro por bolsa a un tipo de cliente más cercano, además del coste mayor que implica para ellos la producción de bolsas reutilizables.

Pese a estas reticencias iniciales se ha avanzado mucho, siendo Cataluña la autonomía pionera en la materia.

Acuerdo para una nueva normativa

A raíz del llamado pacto por la bolsa, que integra tanto a la Agencia Catalana de Residuos como a las grandes superficies y a los pequeños comercios, se ha alcanzado un acuerdo para una nueva normativa. Así lo explican desde el Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat.

El Govern tenía tenía previsto implementar desde el 1 de enero de este año la normativa, consistente en la prohibición de la distribución gratuita de las bolsas de plástico en todo el territorio catalán. Sin embargo, y debido a la demora en la formación del nuevo Ejecutivo y la consecuente parálisis parlamentaria, su aplicación tardará un poco más de lo anunciado.

Datos para el optimismo

La Agencia Catalana de Residuos presentaba unos datos muy optimistas sobre la reducción de las bolsas de un solo uso. Desde 2007, los supermercados e hipermercados redujeron su uso en un 92,2% y un 96,6%, respectivamente.

Miguel Ángel Fraile, secretario general de la Confederación de Comercio de Catalunya, explica a Crónica Global que las "grandes superficies e hipermercados están aplicando desde hace ya un año el pago por las bolsas”, aunque reconoce que no hay una homologación en el tipo de bolsas. “Cada uno da las que quiere”, reconoce Fraile, siendo el cobro, pero no el tipo de bolsa, el común denominador principal. Un cobro que oscila entre 1, 2 o 5 céntimos por bolsa.

Desde la asociación de grandes distribuidores, Anged, sí que han observado una sustitución en el tipo de bolsa: “Hace muchos años que en el sector de la distribución se sustituyeron las bolsas de un solo uso por las bolsas reutilizables”.

Reducción del consumo

Esta política de pago ha repercutido positivamente en el consumo de las bolsas, que se ha reducido a la mitad en cinco años, según el informe de la Agencia de Residuos.

En concreto, cada catalán consume 156 bolsas de un solo uso al año, un 52% menos que hace cinco años; mientras que el consumo por hogar ha retrocedido un 55%, hasta las 405 unidades anuales.

Bolsas de tela, ¿la solución?

La mayoría de los clientes prefieren pagar por las bolsas de plástico, aunque cada vez son más los que utilizan recipientes de tela reutilizables para no tener que desembolsar dinero cada vez que van a comprar.

Este hábito plantea una nueva cuestión, que es si estas bolsas pueden tener un efecto negativo aún desconocido debido a su poco recorrido.

El precedente americano

En España son pocos los que han puesto el foco de atención en los efectos inesperados que podrían originar estos contenedores reutilizables. Los estudios más fiables que han salido en este sentido son de Estados Unidos, donde se aplicaron medidas similares desde muchos años antes.

Un estudio del Property and Environment Research Center reveló que tras la prohibición de las bolsas de plástico corriente en San Francisco en 2007 se habían incrementado los ingresos hospitalarios por contaminación alimentaria por bacterias.

El estudio, liderado por Jonathan Klick, profesor de Derecho de la Universidad de Pennsylvania y experto en los efectos causales que tienen las leyes y las regulaciones, sostenía que las bolsas reutilizables no suelen lavarse y, por esta razón, se encontraban con más facilidad colonias de bacterias coliformes. Incluso también --en un 8%-- se halló la bacteria asesina E.Colli. Las muertes y las visitas a urgencias relacionadas con estas bacterias se dispararon en cuanto la prohibición de las bolsas corrientes en San Francisco entró en vigor.

Ni tan blanco, ni tan negro

Desde las instancias públicas y los agentes comerciales optan por resaltar el avance logrado, que ha contribuido, dicen, a fomentar un cambio en la conducta de los consumidores. 

“Cada vez hay más consumidores que no piden bolsas y que no ponen pegas por que, de lo contrario, se les cobre”, añaden desde Anged.

La sustitución de las bolsas de un solo uso por las de plástico reutilizable que se ha producido en la mayoría de comercios es un primer paso de sensibilización medioambiental. Además, estas bolsas ya advierten de que tras un “amplio uso” se depositen en el “contenedor amarillo”.

Una recomendación que, en caso de observarse una proliferación de nuevas bacterias como arrojan los estudios estadounidenses, tendría más validez que nunca y representaría un punto intermedio entre la bolsa de un solo uso --la más contaminante-- y las bolsas de tela duradera --menos contaminantes--, pero con contrapartidas aún poco conocidas.