Vida

El pequeño Nicolás, le petit Oleguer y el del medio de los Chichos

Prego destroza en El Mundo a la familia del ex president: "Lo que tiene montado Pujol es una auténtica banda de delincuentes". La prensa local se queja de que a Rato no le han soltado los perros en el jardín.

24 octubre, 2014 10:53

El telegrama es que el pequeño Oleguer ha sido humillado, escarnecido, paseado, detenido y liberado con oprobio y cargos (blanqueo de capitales y fraude fiscal) por orden del juez Santiago Pedraz, el fiscal Fernando Bermejo y los mandos policiales que dirigieron el registro de su casa en Barcelona, la "zona cero" del oasis pujolista, en feliz expresión de Janot Guil en el Abc. En La Vanguardia, en el Ara y en El Punt-Avui, la indignación es mayúscula. Escuece la irrupción de la Policía Nacional en plena Barcelona pija, el alboroto de la canallesca y la impertinente coincidencia con el proceso soberanista.

Como ya no hace falta pensar para escribir según qué y según dónde (de hecho, no pensar es requisito imprescindible), la conclusión del columnismo soberano es que lo de Oleguer Pujol es un cañonazo contra el 9N ordenado por Mariano Rajoy. Y a otra cosa... Obvian un par de detalles. Primeramente, el procedimiento, causa, investigación o "imputamiento" del menor de los Pujol Ferrusola se debe a las denuncias de Podemos (Pablo Iglesias, Monedero y Errejón, que es el que más dará que hablar) y de Guanyem, de doña Ada Colau. Nada de Manos Limpias, UPyD o Vox. Segundo y no menos importante, Santiago Pedraz es quien da las órdenes aquí, un magistrado de la Audiencia Nacional, instancia particularmente afecta a tocar las pelotas al poder, no a seguir sus instrucciones. ¿O es que Ruz también cumple órdenes de Mariano cuando imputa a Acebes en el caso Bárcenas?

Las formalidades y los detalles son lo de menos en la corriente soberanista. Van a por los Pujol porque son independentistas. Y punto. Los más ponderados se dan golpes en el pecho mientras mezclan tarjetas opacas, exvicepresidentes de Aznar en la picota y sombras sobre la familia Pujol. Es la misma sustancia aquí y allá, sólo que cuando es allá no se habla de aquí, pero si es aquí, también es allá. Típico. El resumen es que Rahola pide que los perros se vayan a mear al jardín de Rato o al patio de Blesa. Eso y que el socio de Oleguer es yerno de Zaplana.

No toda la prensa de Madrid es inclemente con Pujol y sus herederos. En El País tamizan en portada el asunto Oleguer y se centran en delatar las presiones de Mas a los alcaldes para que habiliten locales electorales para el 9N. Consignada la excepción, la sentencia periodística de los Pujol está en El Mundo y corre a cargo de Victoria Prego. Hubo un tiempo en que Jordi Pujol no se dejaba entrevistar por ningún periodista de Madrid, salvo por Victoria Prego, la única profesional por la que mostraba respeto. Han pasado los años y han cambiado mucho las cosas. Prego titula su pieza así: "Una familia modelo". El texto es demoledor: "Lo que tiene montado Jordi Pujol es una auténtica banda de delincuentes cuyo núcleo lo forman su mujer y sus hijos, pero que sin duda está compuesta por muchas más personas, que irán apareciendo según vayan avanzando las investigaciones judiciales".

Una banda de delincuentes. Al asunto se ha incorporado también el pequeño Nicolás, personaje rabiosamente de moda en Madrid. Es el chavalito que se colaba en todas la fotos, como Forrest Gump más o menos. Ely del Valle es la autora de la genialidad del día. No titula el pequeño Oleguer, sino "El pequeño de los Pujol", que suena al del medio de los Chichos de Estopa y a Francisco Nicolás haciéndose fotos hasta con el Papa. Escribe Del Valle en La Razón: "Así de injusta es la vida: llevamos una semana poniendo en un pedestal al pequeño y bien apadrinado Nicolás cuando resulta que el pequeño Oleguer le da mil vueltas en el arte de ir haciéndose un capitalito a base de chanchullos..." En el mismo periódico, Pilar Ferrer escribe que a Oleguer le llaman "Rasputín" los coleguis porque le gusta la literatura rusa. Y Zuloaga y Planes afirman que el defendido de Cristóbal Martell ya sabía que le iban a registrar la casa, por lo que lo primero que encontraron los agentes de la casa fue al citado letrado. Esto es que lo más in en Barcelona es incorporar al servicio a un abogado que pernocte en casa. Nunca se sabe cuando se puede necesitar asistencia letrada...

Lo que es propiamente la noticia sale en El Mundo explicado por Inda y Urreiztieta: "Primer Pujol detenido. El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz arrestó este jueves a Oleguer, el hijo menor del ex president, convencido de que es el encargado de lavar las comisiones ilegales que conforman la multimillonaria fortuna del clan. La Policía Judicial irrumpió a primera hora de la mañana en su vivienda de Barcelona y en la de su socio Luis Iglesias, en Valencia, con perros especializados en la detección de billetes e intervino todo el material informático que custodiaban. Los agentes también registraron las oficinas del grupo Drago Capital, a través del que han llevado a cabo inversiones inmobiliarias por valor de 2.500 millones de euros desde paraísos fiscales, tal y como desveló EL MUNDO en enero de 2013. Oleguer Pujol y su mano derecha quedaron en libertad con cargos. Los fiscales Anticorrupción, coordinados por Fernando Bermejo, les atribuyen blanqueo y delito fiscal. (...) En este sentido, los investigadores consideran que la familia Pujol está jerarquizada como una auténtica organización criminal en la que existe un reparto diferenciado de papeles, y han determinado que el rol de Oleguer es el de invertir buena parte de la fortuna familiar a través de una «estructura societaria claramente opaca», radicada en paraísos fiscales y que habría sido diseñada con el único objetivo de «ocultar el origen de los fondos» de los que se nutre".

En el Abc destacan las fotografías de Inés Baucells, que reflejan una mezcla de estupor y abatimiento en la cara del personaje del día. El trío reporteril formado por Cruz Morcillo, Pablo Muñoz y Janot Guil da cuenta, entre otros detalles, del asunto del botón del pánico: "La principal preocupación para los agentes encargados del caso era que durante la operación pudiera borrarse documentación por la acción de uno de los implicados. Precisamente por esa razón, tanto Oleguer Pujol como Luis Iglesias fueron detenidos desde el momento en que comenzaron los registros en sus viviendas hasta que fueron llevados ante la Policía para prestar declaración. Fuentes consultadas por ABC señalaron que los dos socios contaban con uno de estos dispositivos en sus teléfonos móviles, pero precisaron que solo servía para borrar archivos, «no para destruirlos, por lo que se hubiera podido recuperar la información en caso de haberse utilizado»".

Carlos Herrera, en el mismo periódico, llama al orden en el caso catalán: "Algunos observadores se malician que el caso Pujol, desde el padre hasta el último de los hermanos –detenido unas horas ayer mientras se procedía al registro de sus oficinas y viviendas–, no es más que una moneda de cambio en los complicados equilibrios a realizar para evitar males mayores en esa soberbia estupidez colectiva que se vive en Cataluña a cuenta de su hipotética e imposible independencia, esa que jamás se podrá obtener por la exclusiva voluntad de los políticos del Parlamento catalán por mucho que vociferen y salgan al balcón con la antorcha y el trabuco. Ignoro si es así, pero en el caso Pujol, que es el caso de una familia entera, se esconden los peores vicios de un «país petit» acostumbrado a callarse y mirar hacia cualquier lado menos hacia el que se debería mirar si se tuvieran las agallas de las que tanto se presume. Menos salir a los balcones a hacer el tonto y más levantar las alfombras para descubrir a los listos".

Hay más cosas, en el diario monárquico, le dan juego a Sociedad Civil Catalana. No sólo les elogia Herrera, que también, sino que Àlex Gubern recoge la presentación del estudio económico realizado por la entidad: "Frente a un discurso soberanista sostenido casi siempre sobre la emotividad, la plataforma Sociedad Civil Catalana (SCC) presentó ayer un informe económico en el que se anticipa el «colapso» de la economía de Cataluña en caso de secesión. Números frente a «pensamiento mágico» o «racionalidad frente a sentimiento», como dijo el vicepresidente de la entidad antisecesionista, Joaquim Coll.

El estudio, elaborado por una treintena de expertos y economistas para calibrar las consecuencias de una hipotética independencia de Cataluña, es demoledor, empezando por las previsiones de caída del PIB – entre un 7,4% y un 23,5%, según el escenario– y de aumento de la tasa de desempleo, que podría alcanzar el 34%".

En lo que viene siendo el proceso, El País aporta la perspectiva de las presiones del 9N. Pere Ríos y Miquel Noguer firman la crónica sobre las peculiares y nada sutiles maniobras de la Generalidad para acogotar a los alcaldes: "La Generalitat está desplegando en los últimos días todos sus recursos para conseguir que los alcaldes de Cataluña le cedan locales municipales en los que instalar las urnas el 9 de noviembre y lograr que el sucedáneo de consulta sea un éxito. Los 700 regidores de los municipios menos poblados de Cataluña han recibido desde el viernes pasado correos electrónicos y llamadas telefónicas de diversos cargos del Gobierno catalán en los que se les reclama, de manera más o menos imperativa, que faciliten la relación de esos locales y las personas que se harán cargo de ellos. (...) El inmenso poder territorial que CiU y, en menor medida, ERC tienen en los municipios ha facilitado la labor. En la mayor parte de las localidades los alcaldes son firmes partidarios de la consulta y han apostado por colaborar, pese a las advertencias en contra que ha lanzado la Delegación del Gobierno en Cataluña. En otros municipios, especialmente los del PSC o aquellos donde el ayuntamiento tiene poca capacidad de organización por su reducido tamaño, las presiones para garantizar la colaboración han sido constantes en los últimos días".

Continúa la pieza: "En Cataluña hay 947 municipios y solo en 251 hay institutos públicos. Se trata de las ciudades más pobladas de Cataluña y en ellas la Generalitat, como titular de los centros, podrá habilitar las mesas electorales sin necesidad de reclamar la colaboración de los ayuntamientos. Pero quedan otros 696 pueblos de menos de 5.000 habitantes en los que, si los ayuntamientos no colaboran cediendo sus locales, no se podría celebrar la consulta".

La mirada particular es la del alcalde de Pontons, un señor del PP. Firma Ríos: "Lluís Fernando Caldentey, alcalde del PP en Pontons (Barcelona), explicó ayer a EL PAÍS que no piensa ceder a las presiones y que en los últimos días ha recibido tres llamadas de otras tantas personas reclamándole la cesión de espacios. “No paran de llamarme. Este jueves aún insistían en que dejara locales, pero no cambiaré. Mi Ayuntamiento no colaborará con este teatro que es el 9 de noviembre”, explicó el alcalde de Pontons, una localidad de 500 habitantes. El edil asegura que no se opone a la consulta, si es pactada, y recuerda que hace unos meses cedió un local municipal a la Asamblea Nacional Catalana, la entidad independentista convocante de las últimas tres diadas. “Yo no puedo pretender hacer el ridículo”, insiste el alcalde de Pontons, quien no piensa cambiar de opinión. “Si me cuesta la alcaldía, que me cueste. Yo actúo en conciencia”, explicó".

Sobre todo esto, José Antich dice en La Vanguardia que "un treinta por ciento de participación del censo en el 9N sería un éxito". Lo malo (o lo mejor, según se mire) es que no hay censo.

24 de octubre. San Antonio María Claret, Proclo, Senoco, Aretas, Nicéforo, Poncia y Séptimo.