Vida

Jordi Pujol, Segunda Parte: Operación Reconquista de Cataluña

Como la saga de una familia de Corleone, el caso Pujol tiene segunda parte y arranca de forma trepidante. Pujol reaparece con un humor excelente y en plena forma. La estatua y el basurero.

8 agosto, 2014 09:52

Decíamos ayer que remitía el "temporal Pujol", que salvo La Razón en un suelto ningún periódico aludía en portada a las peripecias del ex líder nacionalista, que Joan Rigol le había dado la absolución y tal... ¿Remitir? Pujol ha resucitado y a algunos se nos ha helado la sonrisa de memos con la que augurábamos el "pospujolismo" y nos choteábamos de Pilar Rahola. El telediario de Toni Cruanyes, el presentador-editor del telenoticias nocturno de TV3, es una referencia imprescindible para seguir el caso Pujol. Se informa sin ambages sobre el "fraude fiscal" del ex "president", sobre su fundación y los honores retirados y sobre su paseo por Queralbs, en la casa de su mujer, Marta Ferrusola. Y se muestran unas imágenes de la estatua de Pujol que el PP y el PSC de Premià de Dalt quieren retirar.

Las imágenes no son aptas para menores. Pujol, sobre un elevado pedestal, está totalmente cagado por las gaviotas, las palomas, los murciélagos y los cuervos. La estatua es un vertedero, un pozo negro para los más tóxicos especímenes aéreos, un aliviadero de aves carroñeras, un desastre mayúsculo y tercermundista que debería hacer reflexionar al ayuntamiento de Premià de Dalt en pleno. ¡Cuánta dejadez! Ya están tardando en enviar una brigada municipal a limpiar y abrillantar el bronce. Tanto si se queda la estatua como si se retira, el acto, una cosa u otra, se retransmitirá por televisión y no es lo mismo echar abajo un gran zurullo que un "monumento" limpio, bien conservado y presentable, cuestiones de estética al margen.

A Pujol le está pasando en vida lo que a Franco traspasado, pero visto el paseo y el posado de ayer del "president" (mejor será ir restaurándole los honores y dejarse de coñas) pudiera ser que lo de comparar a Pujol con Mobutu Sesé Seko, con Kim Jong Il y con Batista no haya sido una buena idea. Dicen que Pujol está un poco teniente, pero ayer mostraba una lozanía envidiable. Le llaman anciano, pero da la impresión de tener la misma marcha que hace veinte años, en pleno apogeo de poder, prestigio y popularidad. Está fenomenal o es un as del disimulo. O las dos cosas más bien.

Bailábamos sobre su tumba y brindábamos como horteras, con sidra El gaitero, famosa en el mundo entero. ¿El Verano de la Verdad? Esto de la "perestroika" y la "glasnost" catalana empieza a tener los mismos visos que la invasión por el Valle de Arán del maquis, en el 44. "Operación Reconquista de España" bautizaron uno de los desastres más románticos de la belicosidad ibérica irregular, el paroxismo serbocroata de la carne española de cañón, oficio tan mal pagado como prestigioso a título póstumo.

La Confesión podría no tener sobre el régimen ni los parcos efectos de la Huelga de Tranvías sobre el franquismo. A veces, la naturaleza pendular de la historia es, además de pendular, velocísima, como el hacha del verdugo o la guillotina, más eficaz, limpia y humanitaria. Ayer, día de San Cayetano y San Mamés, 7 de agosto, 13 jornadas después de La Confesión, el 25 de julio, Santiago y cierra España, Pujol dio la cara, rompió su silencio, salió del búnker y se solazó con la presencia de una nueva generación de periodistas, algunas de ellas venidas hasta de Madrid. Qué sabrán ellas -debió pensar- de paraísos fiscales, de Banca Catalana y del pasado cuando están en la flor de la vida. Y volvió el Pujol de siempre, ese súper "transformer" que lo mismo te habla de la función de la tenora en la sardana que de la situación en el este de Ucrania, el del "avui no toca", pero sin los tics, sin los carraspeos gorgojeantes y con punto menos de arrogancia. Su publicista es un genio.

Trece días ha durado nuestra primavera de Praga. Queda la esperanza de que Pujol, tras sobrevivir a su harakiri y al golpe de los coroneles, se lleve por delante lo que quede de Convergència antes de tener una conversación con el consejero Santi Vila, por eso de ir conociéndose, que dijo el figuerense que a él, Pujol le suena vagamente pero que no cree necesario que comparezca en el Parlamento autonómico.

Por lo demás, como Pujol está en buena forma, los demás estamos perdidos. Puede que hasta su biógrafo esté en peligro. Por hablar más de la cuenta. Manuel Cuyàs, el hombre que se tomó la paciencia de verter al papel las divagaciones memorialísticas del "Molt Honorable" durante seis años, escribe en El Punt Avui un documento realmente valioso sobre los últimos días y horas de Pujol, sobre la familia, sobre la redacción de los tres volúmenes de memorias y "tot plegat". El titular es un entrecomillado: "Esto me pasa porque soy más burro de lo que todo el mundo piensa".

Como el artículo es previo a la salida del armario de Pujol, Cuyàs desvela el trance más amargo del patriarca:

"La confesión ha venido para Pujol en el peor momento posible. El grado de irritabilidad por la corrupción entre la gente que paga impuestos y lo pasa mal es muy alto. En esa conversación telefónica me añadió: 'No puedo ni salir a la call'. Él, que había hecho de la exposición pública un acto vivificante porque todo el mundo lo conocía, admiraba y saludaba. Cuando se retiró de la política activa, en 2004, pareció que todo el mundo en este país era pujolista. También sus adversarios más virulentos, que reconocían en él la obra hecha, el hombre de Estado... Así que Pujol ha "confesado", han emergido muchos resentimientos acumulados. En un pasaje de las Memorias explica que el político con poder muchas veces debe ejercer de killer, que quiere decir que tiene que sacrificar a personas cercanas si impiden alcanzar los objetivos marcados. El Pujol que últimamente conocíamos era un anciano amable y entrañable, pero cuando mandaba había sido un auténtico killer. Algunas de sus víctimas han corrido ahora a vengarse en frío. Pujol fue también un intervencionista. Llamaba a los diarios para decir cómo debían hacerlo, entraba en las casas por el conducto de la radio y la televisión para impartir lecciones morales y de valores y usaba su inteligencia y su cultura enciclopédica "insultante" para explicar episodios históricos de Cataluña y del mundo a todos. Ahora, los "insultados", los "presionados" y muchos "aleccionados", que de 2004 a esta parte no habían piado o figuraban en las filas de los "pujolistas" ("No le he votado nunca, pero le admiro"), se le han echado encima con cuchillo y tenedor. Los amigos a veces fallan, pero los enemigos son de una gran y perenne fidelidad".

Es decir, que experiencia de "killer" no le falta al constructor de la Cataluña del proceso, al "anciano amable y entrañable", al hombre que, salvo las tareas del hogar (incluyendo la gestión de la "cartilla", escribe Cuyàs), jamás delegaba, al Moisés catalán. Cuenta muchas más cosas el significativo texto del biógrafo oficial de Pujol y se permite una dura crítica a la redacción del comunicado "expiatorio", con lo que queda claro que él no ha tenido nada que ver en el colofón de las memorias. No se lo pierdan, es periodismo.

En La Razón aventuran un pinchazo independentista merced a un sondeo de "NC Report" realizado al hilo del cataclismo pujoliano del 25 de julio. En El Mundo afirman que la Generalidad no sacará las urnas si el TC se lo prohíbe; en Abc que la oposición cree que Mas estaba al corriente de los tejemanejes del clan y en La Vanguardia, que el PP quiere cambiar la ley electoral antes de las municipales.

Lo más curioso está en el Ara. Se trata de una información de Sara González en la que se afirma que el sindicato Manos Limpias se jacta de tener topos en la Assemblea Nacional Catalana y en los partidos. Espeluznante. En lo de Pujol, todos coinciden en subrayar que está a disposición de la justicia (los demás se conoce que no) y que aún no ha decidido si comparecerá en el Parlamento autonómico. Tiemblan los diputados que se pensaban que La Confesión había hundido al "bisabuelo". Le tienen pánico a Pujol. Y no es para menos. Se trata del gran sofista frente a señorías criadas en modo Barrio Sésamo, arriba, abajo.

Hay más noticias. España solidaria. Los comecuras han logrado que el Gobierno diga que le colocará la factura del traslado del religioso Pajares al seguro de la Orden de San Juan de Dios. El hombre podría salvarse y vivir para contarlo, el ébola. En el caso ha salido la vena quemaiglesias nacional.

Otra noticia "tipycal spanish". Los periódicos registran un repunte del mercado inmobiliario de segunda mano. ¿Vuelven los noventa? De momento, son tendencia los "shorts", que lucen dos de las tres reporteras que envuelven en una nube al sonriente, ufano y feliz Pujol en la portada de La Vanguardia, obra de un gran expresionismo firmada por el fotógrafo de Efe David Borrat.

Pues eso, que regresa Pujol y más de uno se va a comer toneladas de papel y gigabites y esas gracietas sobre los Pujolone, el clan, la onorata società y el jajajá sobre el "President", su señora y la famiglia.

8 de agosto, Santo Domingo de Guzmán, San Emiliano, San Eusebio y San Marino.