El diminuto pueblo del Pirineo que desafía las fronteras, Puente de Montañana

El diminuto pueblo del Pirineo que desafía las fronteras, Puente de Montañana TURISMO DE ARAGÓN

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El diminuto pueblo del Pirineo que desafía las fronteras: iglesias, puentes y calles medievales en el límite de Cataluña y Aragón

Declarado Bien de Interés Cultural y Conjunto Histórico-Artístico, el municipio conserva su entramado urbano original

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Las fronteras son inventos políticos que los humanos han decidido trazar sobre la tierra. Aun así, estas delimitaciones causan muchas guerras.

Cataluña ha sido uno de esos territorios que, por su cercanía con Aragón y con Francia ha sido testimonio de este tipo de enfrentamientos. Dan fe la cantidad de castillos y torres de defensa que se encuentran en su territorio.

Curiosamente, hay una infraestructura que, a día de hoy, podría ser testimonio del entendimiento y el sinsentido de las fronteras: el Puente de Montañana. Este nombre define una construcción y un municipio de lo más curioso.

La toponimia no deja lugar a dudas. Hay un puente que cruza el río Ribagorzana y, alrededor de él, se fueron edificando casas que han dado lugar al municipio actual. Una localidad que tiene otras particularidades.

Un pueblo de frontera

Si bien, en lo legal, pertenece a Aragón; sobre el mapa, se podría decir que algunas calles de Puente de Montañana ya están dentro de Cataluña. Y aun así, por suerte, ya diferencia de otros partes del mundo, no reina el conflicto.

Los vecinos de este municipio trabajan entre Huesca y Lleida y, sobre todo, mantienen en vida un pequeño rincón del Pirineo que parece al borde de la extinción.

Un pueblo protegido

Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el pueblo cuenta sólo con 95 habitantes. Menos de 100 personas para un rincón cargado de historia y atractivo.

Declarado Bien de Interés Cultural y Conjunto Histórico-Artístico, Montañana conserva su entramado urbano original. Solo hace falta ver como las calles empedradas desafían la naturaleza y se elevan montaña arriba, en cuestas de lo más empinadas.

Vistas de las casas de Montañana

Vistas de las casas de Montañana MONTSEC DE ARAGÓN

A lado y lado de la calzada (aquí pocas calles tienen acera), se elevan las casas que parecen casi la extensión de las calles en vertical. La piedra solo se interrumpe por las puertas y las ventanasde las viviendas y la pizarra del tejado que protege a las casas de las inclemencias meteorológicas.

Sólo las casas más recientes están hechas de ladrillo en el núcleo original. Aquí apenas destaca la plaza Mayor y la plaza de Arriba, de donde parte la calle Tremp, que se inmiscuye en el mapa en terreno catalán.

Carreteras que son calles

Hace lo contrario la calle Arrabal. Extensión de la carretera C-1311 esta vía se mete de lleno en la plaza Mayor, y cuando cruza Aragón ya deviene calle.

En cualquier caso, lo más destacado del municipio es el puente que cruza el río para cruzar el Ribagorzana uy seguir hacie el resto de núcleos urbanos pertenecientes al municipio.

Otros pueblos

El más importante de todos es Montañana, a tres kilómetros del pueblo original. Allí, en lo alto del cerro y dentro del antiguo recinto fortificado se encuentra la iglesia de Nuestra Señora de Baldós. 

El templo actual, de finales del siglo XII o comienzos del XIII, se levantó sobre otra iglesia anterior consagrada en el año 1026. Destaca su portada románica, situada en el muro sur y la torre del campanario, del siglo XV, y un tímpano esculpido con la figura de Cristo Pantocrátor flanqueado por dos ángeles. 

El conjunto defensivo de Montañana incluye también la llamada Torre de la Cárcel, uno de los vestigios más significativos del sistema de fortificaciones bajomedievales. Situada en el borde del barranco de San Juan, esta construcción está fechada entre los siglos XV y XVI y está declarada monumento dentro del conjunto histórico.

Junto a la torre se conservan lienzos de muralla y el arco de acceso al recinto superior, que formaban parte del sistema defensivo del núcleo fortificado. Este conjunto protegía el barrio alto, donde se situaban la iglesia y los edificios principales. 

Qué ver

Las murallas, construidas con mampostería irregular y reforzadas en las zonas de mayor pendiente, se adaptaban al relieve del terreno y cumplían una función tanto militar como de delimitación del espacio urbano.

El recorrido por Montañana permite identificar los restos de estas estructuras defensivas en distintos puntos del pueblo. Desde la entrada, tras cruzar el puente medieval, la calle Mayor asciende hacia la parte alta y atraviesa el arco de ingreso al recinto superior.

A lo largo del camino se suceden los pasadizos cubiertos, los arcos de piedra y los tramos de muralla que conforman la imagen característica del lugar. Pero todo ello ya se encuentra algo más lejos del núcleo original. El que da nombre al pueblo, el Puente de Montañana.

Cómo llegar

A pesar de ser un pueblo fronterizo, su acceso es relativamente sencillo. Desde Lleida es sólo una hora y 20 minutos y desde Barcelona no llega a las dos horas y 50 minutos.

Se toma la A-2 hasta la capital del Segrià, y desde allí se va en busca de la A-4 en dirección Alfarràs, que enlaza con la N-230, hasta la salida a Puente de Montañana.