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El refugio idílico en plena Costa Brava: con pueblos medievales y sin agobio de turistas

Esta zona de Cataluña invita a la relajación y a disfrutar de las vacaciones a otro ritmo, lejos de las multitudes 

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¿Te gustaría encontrar un lugar donde el tiempo parece detenerse, donde las calles guardan historias medievales y el aire huele a mar y a campo? Ese lugar existe. Ubicado en el corazón de la Costa Brava, este rincón de Girona ofrece una escapatoria única fuera del bullicio turístico.

En estas tierras los pueblos medievales se alzan sobre suaves colinas, rodeados de campos de manzanos, bosques de pinos y calas escondidas. Es un destino que invita a respirar profundo, caminar sin prisa y redescubrir la esencia de una vida tranquila.

Entre el Mediterráneo y la historia

El Baix Empordà no es un punto más en el mapa, es un territorio que late al ritmo del mar y la tierra. Sus pueblos, suspendidos en el tiempo, conservan la huella de épocas medievales en cada piedra, cada plaza y cada torre.

Baix Empordà

Baix Empordà Agencia Catalana de Turisme

Desde lo alto de sus murallas, la vista se pierde entre colinas cubiertas de viñedos, campos de manzanos y bosques que susurran con el paso del tiempo. El Mediterráneo baña pequeñas calas escondidas que parecen pensadas para el descanso del alma.

Baix Empordà

Baix Empordà Agencia Catalana de Turisme

Aquí, la belleza está en los detalles: una puerta de madera centenaria, una calle estrecha iluminada por faroles o el aroma de pan recién horneado que se cuela entre las casas.

Pueblos con alma (y calma)

Al recorrer Baix Empordà, uno se siente como un viajero en el tiempo. Pueblos como PalamosPals, Peratallada, Monells o Palau-Sator conservan su arquitectura medieval intacta.

Palamos

Palamos Catalunya Turisme

Esta comarca responde a una zona de gran riqueza en cuanto a espacios naturales, destacando la gran biodiversidad que ofrecen los parques naturales como Montgrí, Baix Ter, Gavarres o les Illes Medes.

Asimismo, presenta una amplia variedad de restos arqueólogicos y museos, de oferta gastronómica y de eventos culturales como fiestas y tradiciones propias, que convierten a esta parte de la región en un enclave único y característico.

Baix Empordà

Baix Empordà Agencia Catalana de Turisme

Municipios compuestos por calles empedradas, plazas con encanto, castillos de piedra y murallas que abrazan la historia. Cada rincón invita a detenerse, a admirar los detalles y a dejarse envolver por la magia del pasado.

Por ejemplo, Pals ofrece vistas panorámicas desde sus murallas, mientras que Peratallada deslumbra con su castillo y calles adoquinadas.

Calella de Palafrugell

Calella de Palafrugell Catalunya Turisme

Monells, por su parte, es un lugar donde el tiempo parece haberse detenido, con su plaza porticada y ambiente sereno. Y Palau-Sator, con su Torre de las Horas, es un testimonio vivo de la historia medieval de la región.

La artesanía como identidad

En el corazón de la comarca, La Bisbal d’Empordà se alza como capital artesanal de la cerámica en Cataluña. Pasear por sus calles es descubrir escaparates llenos de formas y colores, desde piezas tradicionales hasta diseños contemporáneos que reinterpretan el oficio.

La Bisbal d'Empordà

La Bisbal d'Empordà Catalunya Turisme

Muchos talleres permiten al visitante ver de cerca cómo el barro cobra vida entre manos expertas, un proceso que combina técnica, paciencia y creatividad.

Más que un recuerdo: llevarse una pieza de cerámica es llevarse una parte del alma del Empordà, un fragmento de su historia modelada con cuidado y fuego.

Cultura viva en escenarios históricos

El pasado medieval del Baix Empordà convive con propuestas culturales de hoy. En Torroella de Montgrí, el Museo Palau Solterra alberga exposiciones de fotografía contemporánea en un palacio del siglo XVII, uniendo arte actual y arquitectura histórica.

En Sant Feliu de Guíxols, el Museo del Salvamento Marítimo rinde homenaje a quienes dedicaron su vida a rescatar a navegantes y marineros, exhibiendo embarcaciones originales y documentos de la historia naval de la región.

Estas propuestas no son meros espacios expositivos: son experiencias que conectan al visitante con la identidad y la memoria colectiva.

Naturaleza que inspira

El Baix Empordà es también un santuario natural. El Parque Natural del Montgrí, las Islas Medes y el Baix Ter ofrecen un mosaico de acantilados, playas y humedales que invitan a recorrerlos a pie, en bicicleta o en kayak.

En primavera, los campos se llenan de amapolas y en otoño, los tonos dorados tiñen los viñedos. Los Aiguamolls de l’Empordà, segundo humedal más importante de Cataluña, son un paraíso para los amantes de las aves, con flamencos, garzas y una multitud de especies que encuentran refugio en sus aguas tranquilas.

Junto al mar, rincones como Cala s’Alguer muestran la Costa Brava de antaño, con casitas de pescadores alineadas frente a un mar azul intenso.

Y es que más allá de sus pueblos, Baix Empordà ofrece una naturaleza exuberante. Bosques de alcornoques y pinos piñoneros se entrelazan con campos de cultivo y senderos que invitan a la caminata.

Las calas de la Costa Brava, como Platja de l’Illa Roja, ofrecen aguas cristalinas y paisajes impresionantes, lejos de las multitudes. Es el lugar perfecto para desconectar y sumergirse en la belleza natural.

Alojamientos con encanto

Para vivir la experiencia completa, Baix Empordà ofrece alojamientos que combinan confort y autenticidad. Plataformas como Viu Empordà ofrecen casas singulares en pueblos como Begur o Calella de Palafrugell.

Calella de Palafrugell

Calella de Palafrugell Catalunya Turisme

Estas viviendas, seleccionadas por su diseño cuidado y respeto por el entorno, permiten una inmersión total en la región.

Además, ofrecen experiencias personalizadas como excursiones o talleres con artesanos locales, fomentando el turismo sostenible y de calidad. 

Sabores de mar y montaña

Asimismo, la cocina del Baix Empordà es un reflejo de su tierra: auténtica, sabrosa y arraigada a la tradición. Restaurantes locales ofrecen platos elaborados con productos frescos de la región, como arroces marineros, pescados del día y embutidos artesanales. Es una oportunidad para saborear la esencia de la Costa Brava en cada bocado.

La gastronomía del Baix Empordà es una celebración de su diversidad geográfica. Las recetas tradicionales combinan productos de la costa y del interior, dando lugar a platos como el suquet de pescado, los arroces caldosos o las carnes guisadas con setas.

Los mercados locales rebosan de frutas, verduras, aceites y embutidos artesanales, mientras que las bodegas familiares producen vinos con denominación de origen Empordà, conocidos por su carácter y personalidad.

Sentarse a comer en una terraza con vistas a un pueblo medieval o a una cala escondida es, en sí mismo, una experiencia que se guarda en la memoria.

Cómo llegar

Baix Empordà está estratégicamente ubicado a solo 128 km de Barcelona, lo que lo convierte en una escapada perfecta para un fin de semana o unas vacaciones más largas.

Se puede acceder fácilmente en coche, y la región cuenta con una excelente red de carreteras que facilitan el recorrido entre sus encantadores pueblos.

En definitiva, Baix Empordà es un destino que ofrece mucho más que paisajes hermosos: es un refugio para el alma. Es un lugar donde el tiempo se detiene, donde la historia se vive en cada rincón y donde la naturaleza abraza al viajero.

Si buscas una escapada auténtica, alejada de las multitudes, este rincón de la Costa Brava te espera con los brazos abiertos.