Ni Taüll ni Esterri dÀneu, este es el pueblo de Lleida que enamora a Jason Momoa: "Está en mi corazón"

Jason Momoa ya ha demostrado que es mucho más que Aquaman, personaje que lo catapultó a la fama. De hecho, para muchos es el Khal Drogo de Juego de Tronos. En definitiva, es una estrella del cine internacional que pocos imaginaron poder ver en un pueblo de Lleida de poco más de 800 habitantes.

Mal pensado. El actor hawaiano causó sensación hace unos años cuando se dejó ver por Camarasa y sus inmediaciones. Una presencia que no pasó desapercibida para los vecinos, que vieron cómo esta estrella de Hollywood se movía entre las montañas del Prepirineo catalán con total naturalidad.

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No fue por un rodaje de ninguna gran producción. El actor se sintió, aficionado a la escalada, se sintió atraído por las espectaculares paredes de roca que rodean el embalse y el congost del Segre.

Lo hizo acompañado del escalador profesional Chris Sharma, con quien mantiene una amistad cercana desde hace años. Fue en el marco del programa The Climb, un reality de escalada extrema producido por HBO Max.

Una visita discreta

Momoa redescubrió en esta filmación este lugar de Cataluña en el que pareció disfrutar. Lejos de los focos y las alfombras rojas, el actor se dejó ver en cafeterías, por senderos e incluso en zonas de baño del río Segre y llegó a confesar que esta zona "está en mi corazón".

Su visita no fue publicitada, pero sí captada por algunos aficionados y deportistas locales que reconocieron al intérprete entre vías y arneses y recogida por la prensa local. Fue entonces qué muchos se preguntaron qué tiene Camarasa.

Un paraje natural de excepción

El atractivo de este municipio leridano es notable para deportistas. La zona cuenta con más de 600 vías de escalada deportiva y tradicional, muchas de ellas consideradas entre las mejores de Europa. 

Sectores como "Marcant Estil" o "La Selva" combinan roca calcárea de gran calidad, desplomes y vistas al embalse, lo que las convierte en lugares ideales tanto para principiantes como para atletas de alto nivel.

Montañas de Camarasa

Tampoco faltan las zonas de kayak, travesías por pasarelas de roca y tramos de vía ferrata. Durante los meses cálidos, las orillas del Segre y el pantano de Camarasa se llenan de visitantes que buscan naturaleza, agua y tranquilidad en un entorno que no ha caído aún en la masificación turística.

El embalse, construido en los años 20 del siglo pasado, es uno de los puntos neurálgicos del paisaje. A lo largo de sus orillas se extienden bosques de ribera, tramos de acantilado, y zonas habilitadas para la observación de aves. 

Un patrimonio de la UNESCO

Pero más allá del componente natural, Camarasa es también un enclave histórico de primer orden. En su término municipal se encuentran vestigios que abarcan desde el paleolítico hasta la Edad Media. Uno de los yacimientos más importantes es la Cova del Tabac, un enclave neolítico declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por sus pinturas rupestres.

La presencia humana también dejó huella en el medievo, con la construcción del Castillo de Camarasa, del que aún se conservan algunos muros y la base del torreón. Otro punto destacado es la Baronía de Sant Oïsme, fortaleza románica en alto, que, además, ofrece una panorámica completa del embalse y las montañas. También destaca la Iglesia de Sant Miquel, en el núcleo principal, que combina trazas románicas con añadidos góticos.

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Un pueblo que sale en los libros de Historia

Pero si hay un hecho histórico destacado en salamanca es la mítica empresa La Canadenca, epicentro de uno de los hitos laborales más importantes de la historia contemporánea de España: la huelga que en 1919 logró la jornada laboral de ocho horas.

Lo más curioso de todo, en cambio, es que este municipio pase ahora desapercibido. No es un pueblo turístico y, en cambio, su atractivo turístico es más que notable y diverso. Para deportistas y amantes de la cultura y la historia.

Cómo llegar 

Quien quiera acercarse puede ir desde Lleida por la carretera C-13 hacia Balaguer, que llega a directo Camarasa. En 35-40 minutos se llega

Desde Barcelona, ya es 1 hora y 45 minutos. Se puede tomar la autopista A-2 y salir a la altura de Tàrrega o Agramunt para conectar con la L-303 y luego con la C-13 en dirección norte. Otra alternativa es tomar la AP-2 hasta Lleida y continuar como en la ruta anterior.