Un antiguo tren minero convertido en camino

Un antiguo tren minero convertido en camino VÍAS VERDES GIRONA

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Un antiguo tren minero convertido en camino: la vía verde perfecta para recorrer este otoño

Este sendero por el Pirineo conecta pueblos, historia y paisaje

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El ferrocarril entró en España por Cataluña. Hace más de 175 años de la inauguración de la línea ferroviaria Mataró-Barcelona y la situación ha cambiado mucho.

La llegada del tren supuso una revolución social y económica sin precedentes. Permitió crecer a muchos municipios que, gracias a las nuevas conexiones, se hicieron más fuertes. También benefició a pequeñas localidades del interior del territorio.

Algunas de estas vías no se construyeron únicamente para conectar a los vecinos, sino para enlazar industrias. Muchos de esos trazados siguen activos; otros, con el progresivo descenso del peso del sector secundario en Cataluña, desaparecieron junto con las fábricas. Pero quedaron los raíles.

Numerosas montañas de Cataluña esconden entre la vegetación largas vías de hierro que recuerdan el pasado del lugar. Reconvertidas y renombradas ahora como vías verdes, ofrecen al senderista la posibilidad de pasear por la montaña y por la historia.

Sendero minero

Una de estas rutas de interior que aprovecha las antiguas vías es la que une Ripoll con Sant Joan de les Abadesses, dos localidades religiosas con un pasado industrial considerable.

Conocida como la Ruta del Ferro i del Carbó, esta vía verde sigue el antiguo trazado ferroviario destinado al transporte de carbón y hierro procedente de las minas de Ogassa. Se puede recorrer en bicicleta o a pie.

Ruta histórica

El camino permite atravesar varios municipios del valle del Ter siguiendo una infraestructura que explica la evolución industrial de la región entre los siglos XIX y XX, pasando también por Sant Pau de Segúries.

La construcción del ferrocarril, a finales del siglo XIX, respondió a la necesidad de transportar grandes cantidades de carbón desde Ogassa y mineral de hierro desde explotaciones de montaña.

Gorg de Malatosca

Gorg de Malatosca VÍAS VERDES GIRONA

Ripoll, con una fábrica metalúrgica activa y conexión ferroviaria hacia Barcelona desde 1880, se convirtió en el nodo donde se centralizaba el transporte hacia las principales industrias del país.

Ese mismo año se inauguró la línea férrea que conectaba Ripoll con Sant Joan de les Abadesses, pero no sería hasta 1887 cuando se completó la extensión hacia Ogassa, construida específicamente para canalizar la producción de las minas de carbón.

Por dónde pasa

En sus primeros kilómetros, el itinerario sigue el valle del Ter por su margen izquierda. El trazado conserva curvas amplias, pendientes suaves y una geometría estable diseñada para las locomotoras de vapor.

El camino atraviesa áreas de ribera y zonas agrícolas que históricamente abastecieron a Ripoll y a los núcleos colindantes. Aunque la vegetación es hoy dominante, el recorrido mantiene elementos propios del pasado ferroviario, como muros de contención, terraplenes y canalizaciones laterales.

Puntos clave

La llegada a Sant Joan de les Abadesses constituye uno de los puntos más destacados desde el punto de vista histórico e interpretativo. El municipio fue, desde finales del siglo XIX, el centro logístico del transporte minero.

Aquí aún se conserva la antigua estación y parte de las estructuras vinculadas al ferrocarril, hoy reutilizadas como equipamientos públicos. Estos elementos permiten identificar cómo funcionaba la cadena extractiva: desde la carga de vagonetas en Ogassa hasta su transferencia a los convoyes que se dirigían hacia Ripoll.

Ruta del Ferro i el Carbó

Ruta del Ferro i el Carbó VÍAS VERDES GIRONA

Antes de llegar al destino, el caminante pasa por Ogassa, uno de los principales centros mineros del Pirineo catalán, que mantuvo explotaciones activas hasta 1967.

El trazado que ascendía hasta las minas incluía planos inclinados y apartaderos específicos para locomotoras, aunque parte de estas infraestructuras desapareció tras el cierre de la actividad.

Mejoras de comunicación

El camino permite reconocer la organización del territorio industrial: zonas de extracción, áreas de carga, antiguas edificaciones auxiliares y restos de instalaciones vinculadas a la explotación del carbón.

Además de su interés minero, la Ruta del Ferro i del Carbó conecta con elementos históricos de épocas anteriores. En Sant Joan se encuentra el Pont Vell, una construcción medieval documentada desde el siglo XII que facilitó las comunicaciones entre ambas márgenes del Ter.

Excursión extendida

La extensión más reciente de la ruta hacia Sant Pau de Segúries sigue un antiguo trazado de la carretera general, hoy en desuso. Este tramo complementa el itinerario ferroviario y amplía su función interpretativa hacia un paisaje marcado por la actividad agroganadera.

Aunque no guarda relación directa con la minería, su integración permite ofrecer un recorrido más completo del valle medio del Ter y proporciona una visión más amplia del desarrollo territorial en la comarca.