El hotel de los poetas que sobrevive en Cataluña CRÓNICA GLOBAL
El hotel de los poetas que sobrevive en Cataluña: se alojaron Lorca y Machado, entre otros
El alojamiento tiene varios recuerdos del paso por sus instalaciones
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Por Barcelona han pasado grandes figuras nacionales e internacionales, personajes históricos que han hecho de la capital catalana una ciudad de referencia: Hemingway, Sinatra, Duchamp…
Su paso por aquí todavía es recordado por muchos. Se habla de los restaurantes que frecuentaban o los rincones que los inspiraron. También de dónde se alojaron.
En pleno corazón de Barcelona, sin ir más lejos, hay un hotel que todavía sigue en pie y que ha alojado a los grandes escritores de este país. Tanto es así, que guarda placas conmemorativas al respecto y una cámara conocida como la suite de los poetas.
Inaugurado en 1918, el hotel Majestic fue uno de los primeros en dar fama a un recién inaugurado Paseo de Gràcia. Por aquellos días, la calle comenzaba a consolidarse como el bulevar de referencia de la burguesía barcelonesa.
Una fecha clave
Su construcción coincidió con la transformación de la ciudad en capital moderna y cosmopolita. Si en el entorno de plaza Cataluña estaba el hotel Colón, entre dos obras de Gaudí se ubicaba este lujoso alojamiento con mucha historia.
Uno de los más recordados tuvo lugar en diciembre de 1935. Esa fecha es recordada en el hotel como un honor, pero también con cierta tristeza.
Lorca en el Majestic
Durante ese mes, Federico García Lorca se alojó en el Majestic. El poeta había viajado a la capital catalana para el estreno de su obra Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores en el Teatro Principal, con la compañía de su amana Margarida Xirgu.
La ocasión sirvió también para que un grupo de escritores catalanes organizara en el Majestic una cena de homenaje. La velada se celebró en los salones del hotel con un menú de ocho platos acompañado de vinos, champán y licores. Un menú que hasta hace poco se continuaba sirviendo.
Habitación del hotel Majestic de Barcelona HOTEL MAJESTIC
Hay imágenes de esa noche. En las fotografías que se conservan se ve a Lorca con una flor en la solapa, declamando con los brazos en alto, rodeado de ramos de rosas blancas que decoraban las mesas.
Entre los asistentes se encontraban Josep Maria de Sagarra, Carles Soldevila, Joaquim Ventalló y Joan Puig i Ferrater, entre otros. Ese homenaje sería la última gran celebración que Lorca viviría en Barcelona y también su última Navidad en la ciudad. El poeta sería asesinado en Granada en agosto de 1936, por las tropas de Franco.
Otro poeta en el hotel
La Guerra Civil marcó también al hotel. Fue intervenido por las autoridades republicanas y pasó a ser un refugio para intelectuales y escritores que buscaban un lugar seguro en la ciudad.
En la primavera de 1938 llegó a alojarse allí Antonio Machado, que había abandonado su residencia de Rocafort, en Valencia, huyendo del avance de las tropas franquistas. El poeta sevillano se instaló en el hotel con su madre, su hermano, su cuñada y tres sobrinas.
Placas homenaje
Durante tres semanas Machado y su familia ocuparon dos habitaciones. Por aquel entonces, todo era muy distinto en el hotel. Nada que ver con la cena de homenaje a Lorca. Había tensión.
En cualquier caso, esta visita, como la de Lorca sería recordada. Junto a la entrada principal, bajo los arcos del vestíbulo, se colocó en 1989 una placa de mármol sufragada por la sociedad cultural andaluza Almenara en su memoria.
Placa en homenaje a Lorca
Un poco más allá, en el salón que hay previo a los ascensores, hay otra placa conmemorativa “en recuedo de la estancia de Federico García Lorca en el Majestic donde vivió, escribió y amó durante el otoño de 1935”.
El homenaje, realizado por el Centro Cultural Federico en Granada, incluye también unos versos del poeta hacia la ciudad: “Barcelona ya es otra cosa, ¿verdad? Allí está el Mediterráneo, el espíritu, la aventura, el alto sueño de amor perfecto”.
Machado y otros escritores
Las palabras, no solo permiten viajar a ese momento, recuerdan de alguna manera la estrecha amistad que unió al literato andaluz con dos grandes genios catalanes: Dalí y la Xirgu.
Y allí están esos poetas, como también pasaron por allí, León Felipe y José Bergamín, que llegaron a coincidir con Machado en el hotel. Tres figuras que marcarían la difusión de la cultura española en el exilio.
La habitación de Machado
Las huellas de Machado de todos ellos quedaron impregnadas en las paredes del Majestic. Más allá del menú de la última Navidad de Lorca, durante algunos años el establecimiento dedicó una de sus suites a Machado, la única con nombre propio.
En esa habitación se expusieron dibujos y retratos que recordaban su estancia en 1938 hace unos años. Y es que Machado, como Lorca, escribió algunos de sus textos en esta habitación.
Placa en recuerdo de Machado en el hotel Majestic
Por esas fechas, Machado publicó casi una treintena de artículos en la prensa barcelonesa. En ellos abordaba la política internacional y criticaba la postura de neutralidad de Francia y el Reino Unido frente al conflicto español.
Machado se escondía en el Majestic, pero siguió advirtiendo de los riesgos de los movimientos de Hitler en Europa y de Franco en España. Hoy, el hotel mantiene viva esa memoria a través de su archivo y de los elementos conmemorativos que se han incorporado a lo largo de los años.
