La piscina natural catalana que enamora a National Geographic, el Gorg de la Malatosca

La piscina natural catalana que enamora a National Geographic, el Gorg de la Malatosca CATALUNYA TURISME

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La piscina natural de Girona que enamora a National Geographic: "Una balsa con cascada, rodeada de bosques y leyendas"

El entorno está rodeado por bosques de vegetación frondosa que recuerda a un cuento de hadas

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Las playas atestadas de gente es sinónimo de calor y de atractivo turístico, pero lo cierto es que también pueden resultar muy agobiantes. Irse a la montaña siempre es una alternativa y si, además, por allí cerca hay una piscina natural, mejor que mejor.

En Cataluña hay varias donde elegir, pero pocas llaman tanto la atención como el llamado Gorg de la Malatosca, Esta poza, ubicada en el Ripolllès, ha despertado la atención de senderistas y curiosos, que se acercan interesados por los misterios que la rodea, y por la mismísima revista National Geographic, que la describe como "una balsa con cascada, rodeada de bosques y leyendas".

Casi todo juega a su favor. Por un lado, estar a un paso de Sant Joan de les Abadesses, una localidad con un rico pasado medieval, que se desarrolló alrededor de su monasterio benedictino, y que hoy forma parte de la red de destinos de naturaleza más visitados de la zona.

Por el otro, su formación. Esta piscina natural bebe de un increíble salto de agua escondido entre bosques y formaciones rocosas que lo asemejan al escenario de un cuento de hadas. Aunque, en este caso, también podrían ser brujas.

Qué cuenta la leyenda

El Gorg de la Malatosca es conocido por su belleza, sí, pero la tradición popular dice otra cosa. Según la leyenda local, este paraje era un escondite de hechiceras y seres mágicos que realizaban sus rituales en el entorno del bosque que lo rodea. 

En una de esas reuniones, una bruja dio a luz con la ayuda de una comadrona, a la que pagó con lentejas. La partera, disgustada por el pago, arrojó las legumbres al río Ter. Al día siguiente, descubrió que una lenteja se le había quedado prendida en su delantal, pero se había transformado en oro

Una piscina sin oro, pero con brujas

¿Hay oro en esta increíble piscina natural y de allí la leyenda? No, pero gracias a este relato sí que la poza adquiere un sobrenombre. Se la conoce también como Gorg de las Brujas.

Aunque si esta historia ya es curiosa, el entorno de este pequeño paraje no es menos singular. Su nombre: valle de la Malatosca, del que esta balsa toma el nombre.

Gorg de Malatosca

Gorg de Malatosca CATALUNYA TURISME

La ruta para alcanzar la poza

Precisamente, para llegar a esta piscina natural se ha de recorrer el bosque. El sendero más frecuente para llegar es la Ruta del Hierro y el Carbón, una vía verde de 8,5 kilómetros que une Ripoll con Sant Joan de les Abadesses. 

El itinerario es fácil y está bien señalizado. Aprovecha el antiguo trazado ferroviario y el terreno está tan bien preparada que permite hacerlo a pie o en bicicleta, siempre siguiendo el curso del río Ter.

Un paseo por puentes de madera

El punto de partida más habitual es la antigua estación de tren de Sant Joan de les Abadesses, desde donde el camino discurre inicialmente por la carretera de Ogassa y se adentra en el valle de Malatosca. Las indicaciones de madera que jalonan la ruta marcan el desvío hacia la poza. 

Llegar hasta ella no requiere caminar mucho, un recorrido sencillo de unos tres kilómetros ida y vuelta, con un desnivel suave, hace que sea apto para la mayoría de visitantes. Durante el camino, además, se cruzan varios puentes de madera sobre el Ter, que facilitan la llegada al gorg mientras ofrecen panorámicas del entorno fluvial.

Así, poco a poco, se llega a destino. El arroyo de la Malatosca, afluente del Ter nacido en la sierra Cavallera, es el origen de la poza. El sonido del agua al precipitarse desde la cascada sirve de guía natural hasta llegar a ella. 

Qué hacer en el Gorg de la Malatosca

Una explanada situada a los pies del salto de agua ofrece la mejor perspectiva del charco y su caída, además de mostrar la construcción del antiguo molino situado en la parte alta del torrente.

El entorno está rodeado por bosques de vegetación frondosa que enmarcan la poza y contribuyen a darle un carácter recogido. Alrededor se han habilitado mesas de madera, que facilitan realizar pícnics con vistas a la cascada y la balsa. 

Cómo llegar

Cabe decir que en verano siempre hay más gente, pero disfrutar de un baño en el Gorg de las Brujas vale la pena. Está apartado de todo, pero no más que una hora y 20 minutos en coche desde Girona.  Se va por  la C-66 en dirección Olot hasta enlazar con la C-26 en dirección Ripoll. 

Si se va desde Barcelona, la carretera C-17 es la más directa hasta Ripoll. Allí se continúa por la C-26 hasta desviarse por la C-38 que llega a Sant Joan de les Abadesses. Claro que desde la ciudad condal es de hora y 45 minutos.