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Más allá de Barcelona: este es el destino catalán que 'The Times' recomienda visitar este verano

El diario británico habla de este lugar como "un pequeño pueblo" en las alturas

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Cuando The Times habla de España muchos se ponen a temblar. ¿Más turistas? Puede ser, pero también supone un reconocimiento a un país que no siempre valoramos.

Un claro ejemplo es la última lista que ha elaborado en la que menciona los 13 lugares que hay que visitar este verano si uno viene a España. Obviamente, aparece Barcelona, Sevilla, Formentera o San Sebastián y, junto a estas ciudades un paraje único en Cataluña, Montserrat.

La montaña más mágica del territorio, aquella que estuvo bajo el mar y esconde una virgen de tez negra, es un icono catalán, pero no tan conocido por la gente que viene de fuera. Un lugar donde el turismo de borrachera no tiene nada que hacer.

Esta montaña está hecha para el recogimiento y para los deportes de montaña. Incluso para el conocimiento de la tierra, gracias a las cuevas que en ella hay y que pueden visitarse. Pero si por algo es conocida es por La Moreneta.

Qué dice 'The Times'

Esta imagen religiosa hallada hace siglos, se ha convertido en un lugar de peregrinación y catalanidad, sobre todo por las leyendas y en hechos que allí se sucedieron que no hacen otra cosa que dar un aura majestuosa a esa formación rocosa.

¿Qué tiene Montserrat? Espiritualidad, arte, política, paisaje y resistencia cultural. Pero, sobre todo, un monasterio benedictino encajado en las rocas que, para The Times, es como “un pequeño pueblo”.

La historia de la abadía

La historia de la abadía se remonta al siglo XI, pero la tradición religiosa en la zona se remonta aún más atrás, al siglo IX, cuando ya existían ermitas en la montaña. Con el tiempo, este enclave se convirtió en el santuario más importante de Cataluña y en un símbolo religioso y cultural de primer orden. 

La imagen de una virgen de rostro negro tallada en madera la hicieron famosa y la elevaron a patrona de Cataluña. Sin embargo, Montserrat no es solo un lugar de recogimiento. También es un escenario de memoria y épica. 

La montaña de eMontserrat

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La leyenda del 'timbaler'

Durante la Guerra del Francés, en el siglo XIX, la montaña fue testigo de uno de los episodios más populares del imaginario catalán: la batalla del Bruc, en la que un joven tamborilero, el mítico “timbaler del Bruc”, ayudó a sembrar el desconcierto en las tropas napoleónicas haciendo resonar su tambor entre los riscos. 

Su eco se amplificaba de tal manera que los franceses creyeron enfrentarse a un ejército mucho mayor. Aquella leyenda alimentó un mito de resistencia que aún hoy perdura y que de alguna manera marcó a sus habitantes.

Refugio durante el franquismo

Buena prueba de ello es el papel que esa abadía y sus monjes tuvieron durante el franquismo. En este periodo de la historia de España, Montserrat fue refugio simbólico del catalanismo cultural y espiritual. 

Aunque la dictadura trató de someter a todas las instituciones religiosas, los monjes de Montserrat mantuvieron una posición discreta pero firme en la defensa de la lengua catalana y de las libertades fundamentales. La abadía fue punto de encuentro de intelectuales, artistas, jóvenes opositores y militantes culturales. 

Brazo del catalanismo

La publicación de la revista Serra d’Or, editada por los monjes benedictinos, se convirtió en una de las pocas plataformas donde la lengua catalana podía seguir viva en plena represión. Incluso en los años más duros, Montserrat ofreció una sensación de amparo, de resistencia sin estridencias, profundamente enraizada en la fe y en la historia.

Pero más allá de su papel como símbolo de identidad, Montserrat es también un lugar de gran riqueza artística y natural. El museo, inesperadamente sofisticado para un enclave monástico, alberga obras de autores como Picasso, Dalí, Monet o Caravaggio. 

La Moreneta, Virgen de Montserrat, de vuelta a la Basílica en procesión el 27 de abril de 2025

La Moreneta, Virgen de Montserrat, de vuelta a la Basílica en procesión el 27 de abril de 2025 Luis Miguel Añón / CG

Qué hacer

Por su parte, La Escolania de Montserrat, es uno de los coros de niños más antiguos de Europa. Son muchos los que se acercan a verlos. Ofrecen dos actuaciones diarias, excepto los sábados, que no solo son un privilegio musical, sino una forma de experimentar la espiritualidad viva del monasterio. 

Por último, destacar la naturaleza de la montaña, declarada parque natural, Montserrat, por su particular morfología, es también un paraíso para senderistas, montañeros y amantes de la fotografía.

Dónde dormir

Hay rutas que conducen a ermitas excavadas en la roca, miradores espectaculares como el de Sant Joan, o ascensos más exigentes como el de Sant Jeroni, el punto más alto de la sierra, desde donde en los días claros se puede divisar desde el Pirineo hasta el mar. 

Y si uno necesita un lugar para descansar, The Times menciona el Hostal Abat Cisneros, situado junto al monasterio. Una oportunidad para dormir literalmente al borde del acantilado, con vistas a los riscos y la posibilidad de vivir el silencio de Montserrat cuando ya se han marchado los visitantes del día.

Cómo llegar

Más allá del artículo de la prensa británica, Montserrat bien merece una visita. Y es fácil llegar allí, Se puede llegar perfectamente en tren, por ejemplo. La  línea R5 de FGC lega hasta los pies de la montaña en una hora y ofrece la posibilidad de adquirir un billete combinado para subir o con el cremallera o con el teleférico.

En coche, la ruta también es sencilla. Se toma la autovía A-2 en dirección a Lleida hasta salir en Monistrol de Montserrat, donde es posible dejar el vehículo y subir en cremallera o continuar en carretera hasta el aparcamiento superior. En media hora o 40 minutos se alcanza la cima.