
Ni museo ni restaurante: la fábrica textil que pasó a ser una biblioteca central en este pueblo catalán
Ni museo ni restaurante: la fábrica textil que pasó a ser una biblioteca central en este pueblo catalán
Transformar los espacios industriales en bienes culturales habitables es una manera de darle una nueva vida a un lugar manteniendo su memoria y esencia
Más información: Se vende aldea en Cataluña: más de 30 hectáreas ideales para un resort del Pirineo por 450.000 euros
En lugar de seguir construyendo edificios por toda la ciudad, ¿Por qué no dar una segunda vida a los que ya están y han quedado en el olvido? ¿Cuántas veces no vemos edificaciones sin habitar que fueron pero ya no son más? ¿Y por qué convertirlas todas en museos? Hay un pueblo catalán a menos de una hora de Barcelona que responde a todas estas preguntas con una única respuesta: transformando su fábrica textil en un espacio cultural accesible para todos y todas.

Biblioteca Central de Igualada
De motor industrial a centro del conocimiento
Durante más de medio siglo, Igualada fue un referente de la industria textil en Cataluña, con fábricas que marcaron el ritmo económico y social de la comarca de l’Anoia. Entre ellas, destacó Cal Font, un complejo fabril que se especializó en tejidos de algodón, satén y lonas. Fundada en 1915, fue la última gran fábrica algodonera en construirse en la ciudad, consolidando una tradición manufacturera que se remontaba al siglo XIX.
Sin embargo, la crisis textil de los años 80 supuso un golpe letal para muchas de estas industrias. En 1982, Cal Font cerró definitivamente sus puertas, dejando un vacío en el paisaje urbano y en la vida de cientos de familias que dependían de su actividad.

Interior de la actual biblioteca central
Pero en lugar de caer en el olvido o ser demolida para dar paso a nuevas construcciones, la antigua fábrica encontró un nuevo propósito. En 1990, el Ayuntamiento de Igualada inició un ambicioso plan de transformación urbana para integrar este espacio en la vida moderna de la ciudad. Así nació la idea de convertir la fábrica en la Biblioteca Central de Igualada, un proyecto arquitectónico que supo respetar su historia mientras le daba una nueva identidad.
La restauración que preserva la memoria industrial
La restauración de Cal Font fue un desafío arquitectónico liderado por Pau Carbó, Josep Xavier García y Carles Crespo, quienes apostaron por conservar los elementos más emblemáticos del edificio original.
Uno de los mayores cambios fue la ampliación de su superficie útil, que pasó de 1.140 m² a 2.346 m². Para lograrlo, se añadieron un altillo en la planta baja y una nueva planta en la cubierta, que se resolvió con un cerramiento de vidrio que potencia la entrada de luz natural.

Chimenea de la antigua fábrica textil Calfont
A nivel estructural, se mantuvieron los pilares de fundición y las cerchas de madera, elementos que dan un carácter singular a la biblioteca. Pero si hay un símbolo que define este espacio es su imponente chimenea, construida en 1920 por el ingeniero F. Vives Pons. Esta estructura no solo marca el paisaje urbano, sino que actúa como un recordatorio tangible del pasado industrial de Igualada.
Un espacio cultural abierto a la comunidad
Desde su inauguración en mayo de 1999, la Biblioteca Central de Igualada se ha consolidado como un punto de referencia cultural en la comarca. Además de su función bibliográfica, el espacio suele realizar actividades, talleres y encuentros que fomentan la vida cultural de la ciudad.
Un ejemplo reciente de lo mencionado es que, para este mes -en el que se conmemora el Día Internacional de la Mujer-, la biblioteca ha creado un especial titulado "Dones d’ahir, d’avui i de sempre". En este, seleccionaron literatura femenina de todo tipo de género hasta las bandas de punk conformadas por mujeres. El especial del mes tiene como objetivo resaltar y destacar a mujeres pioneras del mundo literario, musical, teatral y cinematrográfico.
Dónde está
Su ubicación en la plaza de Cal Font, creada durante la reestructuración del complejo, ha permitido que la biblioteca se integre en el día a día de los igualadinos. Donde antes había ruido de telares y máquinas de vapor, ahora hay zonas de lectura infantil, juvenil y de adultos, encuentros literarios y actividades formativas.

Salón de Cinema y Cómic
Este proyecto es un ejemplo de cómo la rehabilitación del patrimonio industrial puede generar un impacto positivo en la vida urbana, transformando espacios en desuso en puntos de encuentro y aprendizaje.
Igualada, un modelo de reconversión urbana
El caso de la Biblioteca Central de Igualada demuestra que es posible dar una segunda vida a las infraestructuras industriales sin renunciar a su esencia. En lugar de convertirse en un museo estático o en un restaurante temático, como ha ocurrido en otras ciudades, este edificio ha sido adaptado para cubrir una necesidad real de la comunidad, convirtiéndose en un espacio de cultura y conocimiento accesible para todos y todas.

Biblioteca Central de Igualada
Con más de dos décadas de historia en su nueva etapa, la Biblioteca Central de Igualada sigue siendo un símbolo de cómo el pasado y el presente pueden convivir en armonía, recordándonos que el progreso no tiene por qué borrar la memoria de las ciudades, sino integrarla de forma inteligente en su futuro.