Vista panorámica de Camprodón

Vista panorámica de Camprodón

Viajes

Ni Cuenca ni Castellfollit: este es el pueblo del Pirineo catalán con casas colgantes

El municipio catalán es también conocido por sus innumerables fuentes

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Las casas colgadas de Cuenca son un icono del municipio y de España. Hay incluso bebidas alcohólicas embotelladas con una cerámica que reproducen estas viviendas. Pero este tipo de construcción no es solo típica de La Mancha.

En Cataluña también existen algunos ejemplos de localidades que tienen una estructura no idéntica, pero sí similar. Una de las más típicas son las de Girona, aunque sólo queda colgando alguno de los balcones que se asoman al río Onyar.

Dónde está

Ya en los Pirineos, hay un pueblo que no sólo destaca por las casas colgadas que hay al lado del río, sino por su impresionante belleza, natural y arquitectónica. Es uno de los pueblos más bonitos de Cataluña y su historia se cuenta a través de su gente y sus edificios.

El municipio en cuestión es Camprodón. Se encuentra en la comarca del Ripollès, en el encuentro de los ríos Ter y Ritort y combina historia, arquitectura y naturaleza. Se encuentra en medio del valle que le da nombre y los paisajes que lo rodean impresionan a los más urbanistas por su verdor.

Senderos e historia

Son diversas las rutas que parten desde el municipio para explorar el valle que hacen las delicias de su entorno. Más allá de sus manantiales, los diferentes riachuelos, vertientes y construcciones de época que pueblan el Pirineo son una caja de sorpresas.

Aunque quien quiera arquitectura impresionante no tiene porque salir de Camprodón. El pueblo es conocido por su legado medieval. Uno de los grandes símbolos de la villa es el Monasterio de Sant Pere, construido en el siglo X por Wifredo II de Besalú para la orden benedictina. 

Qué ver

De estilo románico, presenta una planta de cruz latina, con un ábside central y un cimborrio octogonal que sostiene la torre del campanario. Es un testimonio imponente del esplendor medieval de la región.

Otro monumento clave es el Convento del Carmen, una edificación gótica que en su origen fue un convento de los frailes carmelitas calzados, fundado en el siglo XIV y dedicado a la Purísima Concepción. 

Paisaje del valle de Camprodón

Paisaje del valle de Camprodón VISIT CAMPRODON

Un puente monumental

Aunque estuvo en funcionamiento hasta 1835, su iglesia aún se conserva y alberga los pasos de la Procesión de los Sants Misteris cada Viernes Santo. La iglesia está conectada por un puente cubierto, ahora cerrado, con el casal conocido como Cal Marqués, la antigua residencia de Pere Ribas.

Entre los elementos más característicos del municipio se encuentra también el Puente Nuevo, una imponente estructura medieval declarada Monumento Histórico-Artístico levantada sobre el río Ter en el siglo XII. Aunque sufrió modificaciones en los siglos XVI y XVII, sigue siendo uno de los accesos más pintorescos a la villa y el mejor lugar para contemplar las casas colgadas.

Cuna de artistas

Otro templo de relevancia es la Iglesia de Santa María, un edificio que combina elementos románicos con modificaciones góticas y barrocas. En su interior se conserva la arqueta de Sant Patllari, que, según la tradición, alberga los restos del santo.

Por último, un dato curioso. Camprodón es también el lugar de nacimiento del célebre compositor Isaac Albéniz, nacido en 1860. En su honor, el Ayuntamiento mantiene un museo dedicado a su vida y obra, y cada año se celebra el Festival de Música Isaac Albéniz, que atrae a músicos y melómanos de todas partes.

Un rincón con historia

Más allá del dato histórico, a finales del siglo XIX y principios del XX, Camprodón se convirtió en un destino favorito de la burguesía catalana. La llegada de veraneantes promovió la creación de espacios residenciales exclusivos, como el Paseo de la Font Nova 

De esa época es también el Paseo Maristany, diseñado por el arquitecto Bernardino Martorell y finalizado en 1927. Esta zona de la villa se convirtió en una de las primeras urbanizaciones turísticas de la región. Por él pasearon ilustres veraneantes como el banquero García-Nieto, el empresario Dionisio Conde, el alcalde de Barcelona Bartomeu Robert y el presidente de la Segunda República Española, Juan Negrín.

Camprodón

Camprodón

El pueblo de las fuentes

Y ya, la gran curiosidad. Camprodon no solo está rodeado de manantiales. Su riqueza acuífera es tal que uno de sus atractivos es visitar sus aguas. 

La villa es famosa por sus numerosas fuentes, que han atraído a visitantes durante generaciones. Entre las más destacadas se encuentran la Font Nova, la Font de Sant Patllari, la Font del Vern y la Virgen de la Fuente.

Cómo llegar

El viaje a Camprodon es largo, pero bonito. Al encontrarse muy cerca de la frontera con Francia el trayecto suele ser largo. Desde Girona son una hora y 10 minutos en coches. Se debe tomar la C-66 en dirección a Banyoles y continuar por la C-38.

Desde Barcelona, el trayecto en coche dura más, cerca de una hora y 45 minutos. Se debe salir de la ciudad por la C-17 en dirección a Vic y seguir hasta Ripoll. Una vez en la capital del Ripollés, se coge la N-260 hasta llegar a Sant Joan de les Abadesses, donde se enlaza con la C-38, que conduce directamente a Camprodón.