Iglesia de Barruera

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Viajes

Más allá de Boí y Taüll: el pueblo menos conocido de Lleida con un Patrimonio de la Unesco

El municipio destaca por su estratégica ubicación y su arquitectura pirenaica

Más información: Ni escudo ni bandera: este es el desconocido pueblo de 129 habitantes de Tarragona con una peculiar historia

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Hay zonas que tienen la fama que merecen. No nos engañemos, si un lugar es de una belleza sobrecogedora no se puede decir lo contrario. En Lleida, esa provincia no siempre suficientemente valorada, hay un valle que tiene a casi todos enamorados, el Vall de Boí.

Allí se encuentra, por un lado, el único parque nacional de toda Cataluña, el de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, un paraje natural con más de 200 lagos y una naturaleza exuberante. Por el otro, un conglomerado de pueblos donde se encuentran auténticas joyas del arte románico.

Un lugar especial

De estos pequeños municipios, hay dos que se llevan siempre toda la atención: Boí y Taüll. Estas localidades son las protagonistas de cualquier visita al valle por sus iglesias románicas, por la arquitectura de sus casas de piedra y todo el entorno paisajístico que le rodean.

La fama de estos pueblos es merecida. De allí salió uno de los frescos románicos más conocidos del mundo, el Pantocrator de Taüll, pero claro, esto eclipsa a otros pequeños municipios que también merecen la pena conocer.

Nombre curioso

Uno de ellos es un pueblo con un nombre más que particular. Su significado en catalán vendría a ser “grosera”, una paradoja en toda regla, teniendo en cuenta su increíble belleza. El lugar en cuestión es Barruera.

Bajo este nombre tan particular, se oculta una joya con una historia rica y un patrimonio arquitectónico envidiable. Sobre todo, gracias a un elemento clave,  la iglesia románica de Sant Feliu, una de las joyas del conjunto patrimonial de la Vall de Boí, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000.

Dónde está

Barruera se encuentra a orillas del río Noguera de Tor y es el pueblo central de la Vall de Boí. Central por su ubicación, ya que su población es inferior a las de Taüll y Boí. Aun así, destaca por su dinamismo y su oferta de servicios. 

El pueblo cuenta con una variada red de comercios y establecimientos que lo convierten en un centro de referencia para los habitantes de la zona. Eso se debe a que su calle principal, el Passeig de Sant Feliu, no es otra cosa que la carretera L-500, un lugar repleto de restaurantes, supermercados y otros comercios.

Barruera

Barruera SPAIN INFO

Qué tiene el pueblo

Aunque si hay algo que destaca en Barruera, no es su actividad comercial. O no solo. Alejada de la carretera local se erige su iglesia parroquial, Sant Feliu. una construcción románica que se alza imponente al sur de la L-500, separada del casco antiguo del pueblo. 

Este templo forma parte del conjunto de iglesias románicas de la Vall de Boí y comparte con ellas una historia fascinante y un diseño arquitectónico singular y la catalogación de patrimonio de la UNESCO.

Una iglesia románica única

La iglesia aparece documentada desde el siglo XI en diversos escritos vinculados al monasterio de Lavaix, aunque el edificio que hoy se conserva fue construida entre los siglos XI y XIII. Y es que, a lo largo de los siglos, ha experimentado numerosas reformas y restauraciones. 

Estas mejoras o adecuaciones no siempre han jugado a favor. Tal y como apuntan los expertos estas obras han modificado su fisonomía original, dificultando su análisis histórico. Sin embargo, su importancia patrimonial sigue intacta.

Iglesia de Sant Feliu de Barruera

Iglesia de Sant Feliu de Barruera WIKIPEDIA

Sant Feliu es una iglesia de nave única con un ábside semicircular decorado en su exterior con arquillos ciegos y lesenas, elementos típicos del románico lombardo. En el lado sur sobresale un transepto cuadrangular, junto al cual se abre una absidiola semicircular, que fue añadida en el siglo XII. 

La cubierta, a pesar de su belleza, ha sido alterada con el tiempo. Aun así, impresiona ver cómo se eleva por encima de su nivel inicial creando un falso techo que oculta parte de su estructura primitiva.

Cuatro campanas de bronce

Por su parte, el campanario, de planta cuadrada, se encuentra adosado a la esquina suroeste del edificio. Cuenta con ventanales de medio punto en sus plantas superiores y una cubierta a cuatro aguas que descansa sobre una estructura piramidal de madera. Cuatro campanas de bronce completan el conjunto, con inscripciones que datan de 1641, 1767, 1784 y 1836.

Por último, no se puede pasar por alto la entrada principal. Situada en la fachada occidental, está enmarcada por un arco de medio punto con molduras y un guardapolvo, característico del gótico del siglo XIII-XIV.

El interior de la iglesia

En su interior, Sant Feliu alberga un valioso patrimonio mueble, entre el que destacan dos imágenes del Cristo talladas y policromadas, varios frontales de altar del siglo XIX y una predela de madera tallada. Además, cuenta con elementos de forja como un escudo de cerrajería, una cerradura del siglo XIX y dos candelabros de hierro forjado. 

El interior del templo, de gran sobriedad, está pavimentado con códolos que forman diseños geométricos en el ábside y la capilla lateral norte. El resto de la iglesia conserva un suelo de madera. Sobre la nave principal, un coro de madera situado en el tramo inferior proporciona una vista privilegiada del conjunto.

Qué más ver en Barruera

Más allá de su impresionante iglesia, Barruera cuenta con un interesante casco histórico en torno al Carrer Major, donde se pueden encontrar antiguas casas de piedra con balconadas de madera y tejados de pizarra. La arquitectura tradicional pirenaica sigue presente en la localidad, con casas y bordas que conservan la esencia de tiempos pasados.

El municipio también alberga otros elementos religiosos de interés, como la capilla de Sant Salvador, situada en una elevación sobre el pueblo, y la iglesia de la Puríssima Concepció, ubicada en el centro histórico.

Cómo llegar

Para llegar a Barruera desde Barcelona en coche, se debe tomar la autopista AP-2 en dirección a Lleida hasta la salida 5, que conecta con la autovía A-22 en dirección a Binéfar. Desde allí, se continúa por la N-230 en dirección a Vielha y, tras pasar Pont de Suert, se toma el desvío por la carretera L-500, que conduce directamente a Barruera. El trayecto tiene una duración aproximada de tres horas y media.

Media hora más se tarda por otra vía. Si se va la C-16 son unas cuatro horas de viaje. Se va por esta vía, en dirección a Manresa y Berga y se continúa por la C-14 hasta Adrall y enlazar con la N-260, que atraviesa Sort y El Pont de Suert. Desde este punto, se sigue por la L-500 hasta Barruera.