Vistas del parador de Lleida que era un convento

Vistas del parador de Lleida que era un convento

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Este es el parador más visitado de Cataluña: está en Lleida y era un antiguo convento

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Lleida se ha puesto en el mapa del turismo en Cataluña. A pesar de que siempre se habla de Barcelona, de la Costa Brava en Girona o incluso de la romana Tarragona, la única capital catalán de interior se ha ganado el título de tener el parador más visitado de toda la comunidad y el sexto de toda España. Y no es un parador cualquiera.

Este espacio tiene algo que recuerda al monumento más visitado de la capital del Segrià, la Seu Vella. Porque este hotel respira aires de iglesia. Algo que ya se puede intuir por el nombre.

El Convent del Roser es la joya arquitectónica que combina historia, cultura y gastronomía en el corazón de Cataluña. Un emblemático edificio, que si una vez sirvió como convento dominico ahora es punto de reunión de viajeros sibaritas de la historia y la cultura.

De convento a hotel

Desde que se inaugurara como convento en pleno siglo XVIII, este convento ha pasado por etapas muy diversas. Ha sido un refugio espiritual y residencia de clérigos, museo, universidad e incluso biblioteca. Y, a pesar de todo, mantiene buena parte de su estructura original, también como parador.

El nuevo local de hostelería ha sabido conjugar las antiguas paredes de la construcción y añadido a ellas servicios modernos como una buena sala de reuniones para eventos, gimnasio e incluso la cocina de un exquisito restaurante.

Hall del Parador de Lleida

Hall del Parador de Lleida PARADORES

Cómo fue el cambio

La transformación ha sido un viaje emocionante no solo para los visitantes, sino también para los lugareños, algunos de los cuales recuerdan el edificio como el lugar donde cursaron sus estudios universitarios. Muchos de ellos, al entrar, sienten que el tiempo no ha pasado entre esas cuatro paredes.

El mismo director del reconvertido Parador de Lleida, Miquel López Llena, revela que le resulta “fascinante ver la emoción en los rostros de aquellos que vuelven como huéspedes, recordando sus días de juventud aquí”. Se refiere a los años en que el espacio era un centro educativo, obviamente.

El incendio que marco la historia del parador

Esos eran los años felices para sus habituales y para el mismo edificio. Construido en 1669 con el nombre de convento de Santo Domingo por alojar a la orden de los Predicadores de la orden de los Dominicos, al poco tiempo se sucedió la tragedia.

No pasaron ni 40 años cuando, en medio del sitio de Lleida, durante la Guerra de Sucesión, que el convento ardió en llamas. Perdieron la vida más de 700 personas que allí se alojaran. Pero rápidamente, entre 1723 y 1752, se llevó a cabo su reconstrucción.

Bien Cultural

Poco más de un siglo pasó hasta que otro hecho histórico sacudió al convento. La famosa desamortización de Mendizábal obligó al templo a pasar de templo religioso a edificio de uso civil. El primero, la facultad de Derecho de Lleida. Eran los inicios del siglo XIX.

Ha pasado mucho tiempo, desde entonces, la facultad de vino, museo y biblioteca, fue declarado Bien Cultural de Interés Local y, en 2003, pasó a manos de un inversor privado, Paradores de España. La reforma ha causado estragos.

Pasillo del Parador de Lleida

Pasillo del Parador de Lleida PARADORES

Cómo es el parador

Los temores iniciales a que el edificio perdiera su vieja forma se disiparon rápido. El Convent del Roser brilla nuevamente, rehabilitado meticulosamente para combinar la solemnidad de su arquitectura original con las comodidades modernas de un alojamiento de lujo.

La rehabilitación, que se extendió por más de 15 años, ha sido fiel a la estructura original del convento, preservando su iglesia y claustro mientras se adaptaba a las necesidades contemporáneas. El resultado es un parador que ofrece 53 habitaciones amplias y luminosas, una cafetería encantadora y salas de reuniones, todo dispuesto alrededor del claustro cubierto, que ahora sirve como un atrayente patio central.

Qué comer

Pero es en el antiguo edificio de la iglesia donde el Parador de Lleida verdaderamente distingue. La recepción y el comedor del restaurante L'Aplec se sitúan aquí, separados por una delicada celosía de madera que armoniza con el entorno.

En una época en que la alta cocina y el postureo parecen ir de la mano, este local se ha convertido en estrella. El renombrado chef Paco Vidal se ha puesto al frente de la cocina y deleita a los comensales con platos que celebran la riqueza de la gastronomía catalana, desde escalivadas y xatonadas hasta pescados frescos del Mediterráneo y carnes selectas, sin olvidar los tradicionales caracoles a la llauna.

Habitación del Parador de Lleida

Habitación del Parador de Lleida PARADORES

Los platos, además, brillan en un entorno del que muy pocos restaurantes pueden presumir. Ubicado en la nave principal de la antigua iglesia, el comedor es realmente impresionante. Los ábsides y capillas sirven de reservados, y la antigua sacristía, adornada con frescos originales, alberga el buffet de desayunos.

El convento también mantiene parte de ese legado cultural del que siempre ha gozado. Los muros se engalanan con cartones de la Real Fábrica de Tapices, una decoración que añade un toque cultural único al ambiente.

Cómo llegar

Desde Barcelona, llegar al Parador de Lleida en coche toma aproximadamente 1 hora y 45 minutos. El trayecto más directo es por la autopista AP-2, en dirección a Lleida.

Si uno va en transporte público llega antes. El servicio de AVE conecta Barcelona-Sants con Lleida en aproximadamente 1 hora. Una vez en la estación de Lleida-Pirineus, el Parador está a unos 10 minutos en taxi o a 20 minutos a pie.