Explorar los pueblos de Cataluña y sus gorgs en otoño es una experiencia mágica que atrae a muchos visitantes. A medida que las hojas cambian de color y el aire se vuelve más fresco, el paisaje se transforma en un espectáculo de tonalidades cálidas que invitan a la aventura. Cada pueblo tiene su propio encanto, desde las estrechas calles empedradas hasta las antiguas plazas llenas de historia. La arquitectura, muchas veces, bien conservada cuenta historias de épocas pasadas y brinda un aire de nostalgia.
Los gorgs, esos pozos de agua cristalina rodeados de naturaleza, son perfectos para disfrutar de la tranquilidad del entorno. Aunque el clima puede ser más fresco, en esta época, ofrece igualmente una belleza única. Sabemos que recorrer los municipios y los gorgs del territorio catalán es una forma de conectar con la naturaleza y la cultura local, disfrutando de momentos de paz y descubrimiento.
Descubriendo Sant Joan de les Abadesses
Sant Joan de les Abadesses, situado en la comarca del Ripollés, en Girona, es uno de esos pueblos que has de visitar sí o sí. Gran parte de su encanto se encuentra en su casco antiguo, conocido como la Villa Vieja.
En el centro podremos encontrar la Plaza Mayor, rodeada de casas con porches, que está considerada el corazón de la villa. Además, desde aquí podrás llegar a todos los puntos importantes de la población.
Para empezar, siguiendo la calle mayor está la casa donde veraneaba el poeta Joan Maragall, donde escribió algunas de sus obras, como La Vaca Cega o los Goigs de la Verge Núria.
También, en una casa solarial cerca del centro podrás ver la vivienda natal de Jaume Nunó: El Palmàs. Es un símbolo del hermanamiento con el pueblo mexicano, aunque hoy en día acoge diferentes funciones, entre ellas una exposición del propio Nunó.
Edificios con historia
En Sant Joan de les Abadesses también se encuentra el Palacio de la Abadía, construido a inicios del siglo XIV, que fue el antiguo palacio de los abades. Aunque ha ido pasando por muchas reconstrucciones a lo largo del tiempo, ahora alberga diferentes servicios turísticos y culturales, entre ellos la Oficina de Turismo.
También, encontrarás el Parque de la Muralla donde podrás ver un trozo que todavía se conserva y los restos de una de las torres. Al lado de aquí, podrás observar diferentes puntos históricos de la ciudad como el antiguo lavadero del pueblo y la esclusa, cerca de la pasarela del Ter.
Visita obligada es, también, la iglesia San Pol, que data del siglo XII, y que ha sufrido varias reformas, pero se ha convertido en un original conjunto pedagógico.
No puedes marchar del pueblo sin cruzar el Pont Vell, de estilo románico y con un solo arco, del siglo XII Desde el que puedes contemplar la belleza del pueblo, el antiguo Molí Gros y el río Ter.
El gorg de Malatosca
El Gorg de Malatosca es uno de los mejores escondites que tiene la ciudad de Sant Joan de les Abadesses. En él encontrarás una balsa con una cascada rodeada de naturaleza, donde podrás pasar un rato, ya que hay una mesa para realizar un picnic.
Además, cuenta una antigua leyenda, que era punto de encuentro de las brujas y escondite de varios seres mágicos. Una de ellas pagó a una comadrona, después de que le ayudara con unas lentejas, pero la comadrona, disgustada, las tiró al fondo del río Ter. Un día más tarde, la comadrona se encontró una de esas lentejas pegada a su delantal y por sorpresa se había convertido en oro. Así, el gorgojo también es nombrado gorgojo de las Brujas.
Para llegar al Gorg de la Malatosca, debes incorporarte a la Ruta de Hierro y Carbón en el km 9. Desde este punto encontrarás todo el rato indicaciones para acceder a él y podrás disfrutar de su belleza en poco menos de 30 minutos.