Nos encantan los pueblos que tienen playa porque combinan lo mejor de dos mundos: la tranquilidad de un entorno rural con la belleza de la serenidad del mar. Hay algo especial en la atmósfera de estos lugares, donde el sonido de las olas se mezcla con el ritmo pausado de la vida cotidiana, creando un espacio perfecto para desconectar y disfrutar de la naturaleza.
Y si, además, tiene edificios modernistas le da un toque especial de arte y de elegancia que lo distingue. Caminar por sus calles y encontrarse con estas joyas arquitectónicas es como viajar en el tiempo y descubrir la creatividad y el ingenio de otra época. Hoy descubrimos los encantos del pueblo de Canet de Mar.
El pueblo del Maresme
Canet de Mar es un encantador pueblo costero de la comarca del Maresme, conocido por su rica herencia modernista y su ambiente tranquilo. Sus calles están adornadas con impresionantes edificios, que reflejan la influencia de arquitectos como Lluís Domènech i Montaner.
Canet de Mar se encuentra entre el Mediterráneo y el Parque Natural del Montnegre y el Corredor. El terreno es de tipo granítico y la erosión ha ido modelando las montañas y los valles formando unas pendientes muy suaves. La cima más alta se encuentra en Pedracastell y tiene unos 300 metros de altitud, desde donde se puede ver el Montnegre, el Montseny y gran parte de la Costa del Maresme y barcelonesa.
La costa de Canet de Mar se extiende a través de 2.100 metros de longitud. En esta zona costera, se encuentran dos playas: la Playa de Canet, con 1.500 metros de largo, y la Playa del Cavaió, con 600 metros. El litoral está, predominantemente, formado por arena, originada por la descomposición de las rocas graníticas del subsuelo de Canet. Ambas playas son de terreno llano y ofrecen un acceso fácil, tanto a pie como en bicicleta.
Modernismo en Canet de Mar
Canet de Mar es una de las villas más modernistas de Cataluña, gracias a la figura -del mencionado anteriormente- Lluis Domènech i Montaner. ¡Apúntate a la ruta modernista de este pueblo del Maresme!
Castillo de Santa Florentina: fue escenario de la serie Juego de tronos. Se construyó sobre una antigua villa romana: en el siglo XI fue una masía fortificada para defenderse de los piratas, en el siglo XIV alcanza su máximo esplendor y a finales del siglo XIX, Ramon de Montaner i Vila encarga a su sobrino Lluis Domènech i Montaner restaurarla y ampliarla.
Se dice, que el nombre del castillo hace honor a la mujer de Ramon de Montaner, Florentina Marató i Flurinyach.
Casa-Museo Domènech i Montaner: esta casa-museo está conformada por dos edificios diferenciados: la Masia Rocosa y Can Domènech. La Masia Rocosa fue la casa que heredó la esposa de Domènech i Muntaner, Maria Roura, y Can Domènech es una vivienda que el arquitecto adquirió para convertirla en casa de veraneo o como vivienda de retiro profesional. Ambas edificaciones están separadas por un patio y, actualmente, funcionan como museo y punto de información de la localidad.
Casa Roura: al poco de subir por la riera Sant Domènech encontrarás este edificio modernista construido en el año 1891. Fue la vivienda de veraneo de Francesca Roura, la hermana de la esposa de Domènech i Jacint de Campmany. En ella se pueden comprobar varias de las técnicas habituales del modernismo: el ladrillo visto, el hierro forjado y la cerámica.
Ateneu Canatenc: justo al lado de la Casa Roura y haciendo esquina con la calle Ample, está el Ateneu de Canet, construido entre los años 1884 y 1885. Fue el primer edificio que diseñó Domènech i Muntaner en esta localidad. En él se observa algún rasgo del primitivo modernismo. Está considerado como edificio de Bien de Interés Nacional y actualmente es la Biblioteca Gual i Pujades.
Santuario de la Madre de Dios de la Misericordia: dedicado a la patrona de esta villa y del Maresme. Es uno de los primeros edificios construidos en Cataluña de estilo neogótico y fue levantado, a mediados del siglo XIX, por el arquitecto Francesc Daniel Molina.
Restaurante del Santuario de la Misericordia: Este edificio, obra del arquitecto Josep Puig i Cadafalch, funciona como restaurante. Se ubica justo al lado del Santuario de la Misericordia, en una zona tranquila y rodeada de un parque. Son especialistas en arroces, paellas y fideúas y es ideal para organizar banquetes y comuniones.
Escala del Sant Crist: es un estrecho pasaje cuya pendiente contiene 40 escalones, proyectados por el 1914 por Josep Cabruja, que dan entrada al antiguo barrio de pescadores. Lo encontrarás en la calle Lledoners.