No todo es irse de vacaciones a la playa o a la costa, los pueblos de interior también ofrecen experiencias únicas y encantadoras que merecen ser descubiertas. Estos destinos, muchas veces subestimados, tienen un encanto propio que los convierte en lugares ideales para desconectar del bullicio de la vida urbana y sumergirse en un entorno más tranquilo y auténtico.
Es bonito pasear por las calles empedradas de estos pueblos y poder contemplar la arquitectura tradicional, que nos permite hacer un viaje en el tiempo. Además, estos lugares suelen albergar festividades y tradiciones locales que ofrecen una perspectiva auténtica de la cultura y de las costumbres de la región.
El pueblo de interior más bonito de España según National Geographic
La revista National Geographic destaca el pueblo de Rupit y Pruït como uno de los diez pueblos más bonitos de España y lo destaca, entre muchas otras cosas, por su puente colgante de madera que atraviesa la riera de Rupit y que solo admite 10 personas a la vez. La metáfora del municipio es perfecta ya que surgió de unir Rupit y Pruït en 1977.
La riera de Rupit es un afluente del río Ter por su izquierda. Después de cruzar el pueblo de Rupit -la cascada del Rodó y la Pomareda- sus aguas se despeñan por el salto de Sallent, el elemento más importante de su recorrido. Bajo el salto se forma la poza del Diablo y luego, el río atraviesa un tramo boscoso de las Guillerías para desembocar en el embalse de Susqueda.
Reiteran que no hay que obsesionarse con seguir un rumbo determinado, es preferible deambular a partir de la calle Barbacana, que funciona como eje vertebrador del pueblo. La antigua herrería, la casa del boticario o la notaría Soler son ejemplos de las tres de casas con solera del municipio.
Los encantos de Rupit y Pruït
El municipio de Rupit y Pruït se encuentra al norte de la comarca de Osona, que destaca por su ubicación a 845 metros de altitud. Después de atravesar el puente podrás adentrarte en sus calles, admirar las fachadas de las piedras de las casas y descubrir las fechas en las que fueron construidas.
También, se encuentra la Bauma Molera, unas cuevas formadas naturalmente por la erosión del macizo de Collsacabra, unas rocas muy curiosas de ver.
En definitiva, un lugar ideal en el que también se puede ir en verano. ¡Piensa que lo mismo no hay nadie porque todo el mundo está en la playa!
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