Calle de un pueblo medieval

Calle de un pueblo medieval PEXELS

Viajes

Ni Rupit ni Taüll: así es el pueblito medieval más desconocido y bonito de Cataluña

Un municipio próximo a la Costa Brava permite descubrir parte de la historia de Cataluña y las montañas menos exploradas

7 junio, 2024 11:28

Entre los pueblos del interior de Cataluña que más aparecen en las guías hay dos que no fallan: Taüll y Rupit. Sí, también podríamos añadir Castellfollit de la Roca, Horta de Sant Joan o Besalú. Pero hay otros que pasan mucho más desapercibidos y, en cambio, tienen un encanto hipnótico

Uno de estos municipios está en el Empordà, pero por ello da a la costa. Tal vez eso y la proximidad con Palafrugell hacen que siempre quede en la sombra, pero estamos aquí para reivindicar sus encantos y ofrecer la posibilidad de realizar una escapada que se aleje de los caminos trillados y turísticos.

Dónde está

Situado en el corazón del Baix Empordà, Mont-ras es un encantador pueblo medieval que se extiende desde las montañas de Les Gavarres hasta las proximidades cristalinas aguas del mar Mediterráneo. Se trata de un verdadero tesoro escondido que ofrece una rica combinación de historia, naturaleza y gastronomía.

La parte de la historia se descubre con los paseos por sus calles en las que se pueden observar edificios que transpiran pasado y cultura. Allí también se encuentran varios restaurantes donde degustar platos típicos de la gastronomía catalana. Por último, su entorno respira paz, montaña y senderos donde refugiarse del mundanal ruido. Pero vamos por partes.

La historia de Mont-ras

Antiguamente conocido como Torroella de Mont-ras, el municipio formaba parte del dominio de la Vizcondesa de Bas, bajo la jurisdicción del castillo de Palafrugell. Posteriormente, el pueblo pasó al Monasterio de Santa Ana de Barcelona y continuó bajo el dominio de los priores, que ostentaban el título de Barones de Palafrugell, hasta la abolición del régimen señorial. En el siglo XVIII, Mont-ras obtuvo su independencia municipal, consolidando su identidad única

A pesar de todo, su proximidad con Palafrugell es tal que muchos piensan que forma parte de este municipio. En realidad no es así, Mont-ras es un pueblo con carácter propio.

Arquitectura

Un claro ejemplo de esto se puede ver con una caminata por el casco antiguo, coronado por la majestuosa iglesia parroquial de Sant Esteve, un ejemplo impresionante del gótico tardío. Aunque sus muros originales datan de 1196, el templo actual comenzó a construirse en el siglo XVI, como lo indica la fecha de 1599 grabada en el dintel de una puerta interior. 

Este templo religioso, que originalmente dependía de la iglesia de San Martín de Palafrugell, presenta una estructura de una sola nave con capillas laterales y un ábside poligonal. Destacan su puerta de inspiración clásica, el rosetón en la fachada occidental y la torre cilíndrica adosada.

Dónde comer

Pero visitar el pueblo también requiere tomar un poco de fuerzas y nada mejor que hacerlo en algo de los restaurantes del municipio. Hacerlo es una disfrutar de celebración de ingredientes naturales y de alta calidad, influenciada por su ubicación en la Costa Brava

Mont-ras

Mont-ras WIKIPEDIA

Uno de los platos más emblemáticos es el Es Niu, una receta tradicional de Cuaresma que combina tripa de bacalao, huevo duro, bacalao desalado y patata. Este plato requiere una cocción lenta de unas cinco horas, lo que resalta el cuidado y la dedicación en su preparación. Durante la Fiesta Mayor en julio, la degustación de este y otros platos típicos se convierte en un evento gastronómico muy popular en la comarca.

Las afueras

La visita a Mont-ras no acaba en la iglesia y la restauración. El paisaje está salpicado de torres de vigilancia que se erigen como testigos silenciosos de su turbulento pasado. Entre ellas, la Torre Simona es especialmente notable. Construida con bloques de granito bien tallados, esta torre de planta rectangular servía como defensa contra los ataques piratas, una amenaza constante en épocas pasadas.

Mont-ras también alberga yacimientos romanos que evidencian su larga historia. Estos sitios arqueológicos añaden otra capa de interés al patrimonio cultural del pueblo, ofreciendo una ventana al pasado remoto de la región.

Qué hacer: playas

Y ya que hemos empezado a explorar el entorno, nada mejor que ir al mar y a la montaña. Las playas más cercanas a Mont-ras son calas prácticamente vírgenes como Font Morisca y del Vedell, a las que se llega por un breve trayecto en coche.

Pero estos no son los únicos rincones paradisíacos cercanos. Próxima al municipio, también está la legendaria cala del Crit, conocida por sus impresionantes vistas a las islas Formigues, cuyas traicioneras aguas fueron la perdición de muchos marineros.

Rutas de senderismo

Quien sea más de montaña también tiene qué ver y hacer por los alrededores de Mont-ras, porque son ideales para los amantes del senderismo. Las rutas bien señalizadas llevan a través de paisajes impresionantes.

Y es que a pesar de estar cerca de la costa mediterránea, Mont-ras se encuentra entre las montañas de Les Gavarres. Por allí, hay varios senderos que ofrecen oportunidades para observar la flora y fauna local, así como para disfrutar de vistas panorámicas que te dejarán sin aliento.

Cómo llegar

Mont-Blanc no tiene estación de tren. Se puede ir en bus desde Girona o incluso desde Barcelona, aunque entonces la parada es en Calella. Lo más práctico y rápido es el transporte público.

Desde la capital catalana se tarda menos de hora y media en arribar al municipio. Se ha tomar la AP-7 y salir hacia Palamós por la C-31 hasta Palafrugell.