El Rey Felipe VI ha defendido, este martes en Cascais (Portugal) que en un mundo tan complejo como el actual "la diplomacia es más necesaria que nunca" pero no bastan sus herramientas tradicionales, sino que hace falta "mayor audacia, creatividad y pragmatismo" sin caer en la temeridad.
Así lo ha trasladado durante su intervención con motivo de la inauguración del X Foro Global de la Alianza de Civilizaciones, una iniciativa que puso en marcha España junto con Turquía hace 20 años y que posteriormente asumió como propia la ONU, que tiene al frente de la misma al exministro Miguel Ángel Moratinos.
"Vivimos en un mundo de complejidad creciente, donde la información, de todo tipo (valiosa y fiable o no) y en volúmenes difíciles de imaginar y de asimilar, se propaga instantáneamente y de manera desestructurada por prácticamente todo el planeta", ha ilustrado el monarca, reconociendo que esto somete a la capacidad de comprensión y de juicio crítico así como a la toma de decisiones "a una tensión constante y sin precedentes".
Un mundo sometido a "un cambio trepidante"
Estamos, en palabras del Rey, en "un mundo que se nutre del cambio trepidante y que, al mismo tiempo, lo genera" y donde "las semillas del desencuentro anidan a veces en los pequeños detalles de las relaciones humanas: en el desconocimiento, el prejuicio y la desconfianza".
"Si no se detectan a tiempo y se abordan con atención, con sutileza y sensibilidad, pueden trocarse en conflictos abiertos y acabar afectando a la población de regiones enteras del globo", ha prevenido Don Felipe.
Por ello, ha añadido, "es precisamente ahora, en este mundo del siglo XXI, cuando la diplomacia, esa herramienta pacífica que busca el entendimiento, y a ser posible la concordia, y que desde tiempo inmemorial ha encauzado las relaciones entre los pueblos, es más necesaria que nunca".