Primeras planas

El virus máster, Casado y una mani melancólica

Montón se cae del Gobierno de Sánchez y la dimisión afecta más a Casado que al presidente. Joaquín Luna propone en 'La Vanguardia' que la próxima Diada se celebre en Girona

12 septiembre, 2018 10:22

La nueva ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo (1953), pertenece a una generación que fue a la Universidad de verdad, aquella que proporcionaba estudios de diplomatura, licenciatura y doctorado repartidos en asignaturas que duraban cursos de nueve meses durante tres, cinco y siete años. Punto. Así es que no hay riesgo de que pueda dimitir por un máster patatero cuajado de itinerarios, créditos, cuatrimestres y demás mandangas de la universidades de ahora, que son una de las catástrofes más agudas de este país junto al ladrillo, los bancos y las bicicletas.

Tercera baja en el gabinete de Pedro Sánchez. Primero se fue Màxim Huerta por viejos desajustes con Hacienda, cayó después la directora general de Trabajo, Concepción Pascual, por lo del sindicato de prostitutas y cesó anoche Carmen Montón, extitular de Sanidad, Consumo y Bienestar Social. El Diario se anota su cabeza, segunda muesca en la culata tras Cristina Cifuentes: "Los españoles y las españolas tienen un magnífico presidente y para que esta situación no influya le he comunicado mi dimisión". Ha sido la frase con la que Montón ha confirmado su renuncia en una rueda de prensa en la sede del ministerio pasadas las 21 horas. Apenas cuatro horas antes, Sánchez había descartado su renuncia: "Está haciendo un gran trabajo y lo va a seguir haciendo", había dicho el presidente en los pasillos del Senado. La ya exministra le ha agradecido el "cariño y el apoyo"".

Parecía que Montón podía resistir, pero el corta y pega del trabajo de fin de máster fue tan determinante como las cremas antiedad de la expresidenta de Madrid. Del mismo El Diario: "La relevación de que Montón copió hasta 19 páginas de su proyecto de fin de máster ha acabado con la pretensión del Gobierno de que siguiera en su puesto. El contenido de su trabajo de fin de máster, avanzado por La Sexta, y al que ha tenido acceso eldiario.es, revela el motivo por el que Montón se negó en todo momento a distribuir ese documento, pese a las peticiones de los periodistas".

El documento ya está al alcance del común en formato descargable en El País: "Reproducción asistida. Una liberación o un retroceso en la igualdad".

La onda expansiva de la dimisión alcanza de pleno al nuevo líder del Partido Popular, Pablo Casado, según refiere una crónica del mismo diario de Prisa: "Si Montón aguanta, nos liberamos de un problema. Si dimite, tenemos uno enorme”, decía, el lunes, un dirigente del PP. La investigación del máster de Pablo Casado, pendiente de la decisión del Tribunal Supremo, provocó que, por primera vez, el PP deseara la supervivencia de una ministra socialista en apuros. No pidieron su dimisión en ningún momento y cuando empezaron a temer su caída, se volcaron en señalar "las diferencias" entre ambas polémicas para tratar de proteger a su líder: “El caso Montón y el caso Casado se parecen como un huevo a una castaña”, declaró el secretario general, Teodoro García. El presidente del PP no dimitirá si es imputado por su máster".

No sólo no dimitirá sino que trata de acumular munición. Los letrados del Congreso descartan que el presidente Sánchez tenga que presentar su tesis doctoral en la cámara baja, tal como ha pedido el grupo popular, que se malicia que el trabajo de doctorado es una camama en toda regla. Lo cuenta Voz Populi en una nota en la que se detalla el supuesto contenido de la presunta tesis: "La tesis, denominada "Innovaciones en la diplomacia económica española: análisis del sector público (2000 a 2012)", sólo puede consultarse acudiendo a la Universidad Camilo José Cela y previa petición cursada al autor, es decir, al propio Sánchez, tal y como publicó este diario. Además del freno al reclamo del diputado popular, esta semana se ha producido otra 'maniobra' para evitar el acceso a los trabajos de fin de máster, grados y tesis doctorales".

Qué tiempos aquellos cuando las tesis doctorales se publicaban para general conocimiento de colegas y doctorandos. 

Pedro Sánchez, de momento, lo aguanta todo, hasta que Borrell cambie su propio guión y diga que le gustaría que los independentistas presos estuvieran en libertad condicional. Claro que sí. ¿A quien no le gustan los gatitos? Ada Colau también es partidaria, de modo que por la mañana se puso un lazo amarillo en solidaridad con el Govern en Lledoners. Por la tarde ya no. Distensión en el ambiente, suavidad en las formas. El otoño caliente empieza más bien frío. Las notas destacadas de la Diada son el "discurso" de Aamer Anwarel himno nacional en la Diagonal (El Español) y la retirada de los lazos (La Vanguardia) en la Diagonal a cargo de espontáneos a cara descubierta. 

Anwar estuvo épico (Crónica Global). Subsiste la leyenda negra, de modo que el atildado caballero del imperio británico tuvo a bien recordarnos que Franco vive en cada español recalcitrante y que los jueces practican el terrorismo de Estado. Qué tío más bien vestido, qué porte, qué corbata del Barça y vaya chaleco pijo. Anwar, otro letrado línea Boye.

¿Mucha o poca gente ayer en la Diagonal? Selección de artículos sobre el fenómeno recurrente del 11 de septiembre. Arcadi Espada señala en El Mundo la sustancia de los esfuerzos estériles: "En seis años de obstinado asalto a la democracia la calle ha perdido solamente un ojo. El que lo perdió me escupirá con toda razón y naturalidad: «Era mi ojo, ¡fill de ta mare!». Pero en términos generales un ojo es poca cosa. ¡Compárese con los accidentes de tráfico, con los suicidios, con el crimen de pareja! Aun siendo poca cosa es lo máximo que se han mostrado dispuestos a pagar. ¡Una revolución cuesta un ojo de la cara! Pero estrictamente. (...) La calle ya ha establecido sus condiciones. La revolución ha de ser en domingo, preferentemente soleado. Deben poder ir los niños y los viejecitos, porque las sudacas tienen el día libre. La revolución ha de ser bonita y en terreno llano. Ha de empezar a su hora y, sobre todo, acabar a su hora para que los autocares puedan hacer fluidos la vuelta a Comarquinal".

Sergi Doria firma un artículo en el ABC sobre la consistencia intelectual del consejero de Interior, TV3 y Pla: "Ayer, a primera hora, nos desayunamos con los balbuceos del consejero Buch: afirmaba que la Diada conmemoraba cuando «el Estado Español invadió Cataluña en 1714». Respondía así a Carlos Herrera en la COPE y este daba por concluida la entrevista para no romper en carcajadas. Sostenía también Buch que no es lo mismo poner lazos que quitarlos, pero no decía nada de cuando él se vanagloriaba, como alcalde de Premià, de quitar la bandera española en vísperas del 12 de Octubre. (...) Y tantos días repetidos componen la crónica de un cansancio. La salud mental aconsejaba obviar la programación de TV3 consagrada --es pertinente el verbo teológico-- a esta Diada del 47% de los catalanes. A las 11.30, «Els Matins (Las Mañanas) de la Diada»; 13.55, «Telenotícies» monográfico; 16.10, programa especial... de la Diada; 18.30, directo de la manifestación independentista (toda la tarde). 21, «Telenotícies» noche (¿adivinan sobre qué?); 22.30, «Històries del Palau» (no es precisa la traducción). Un amigo --de los que no se dejan «enredar»-- nos envió un pasaje de Josep Pla escrito el 11 de septiembre de 1918. Ni rastro de Diada. Solo otoño, lúcido y fecundo. Nada que ver con el Ampurdán de 2018: árboles manoseados con lazos amarillos. A las 20.45, unos contaban manifestantes y otros veíamos el España-Croacia".

En La Razón es Sabino Méndez es que descose la Diada en una pieza titulada "Un día cualquiera en Tabarnia": "Los separatistas paradójicamente han autolesionado su ideario: Pujol se pasó cuarenta años intentando que el eslogan «somos una nación» fuera aquí dogma indiscutible. Pero, si aplicamos la canónica definición de Renan sobre nación, los hechos afloran que los catalanes no tenemos una única voluntad. Para empezar, hay como mínimo dos, si no más. Un millón de catalanes quiere hacer excursiones con tractores, desde el campo a Barcelona, en los días de fiesta. Y otro millón se va a la playa a esperar que, en veinticuatro horas, los visitantes abandonen la ciudad para volver a sus obligaciones, mientras las palabras «república» y «represión» les parecen simples delirios. O sea que, al final, no somos una nación e incumplimos todas las definiciones en ese sentido. Es como si un líder se hubiera pasado cuatro décadas repitiéndoles a una bandada de avestruces que son mamíferos y una gran parte de ellos vivieran convencidos de serlo".

Para terminar, Joaquín Luna propone en La Vanguardia descentralizar la Diada y que la próxima se celebre en Girona: "Los ciudadanos de Barcelona somos unos privilegiados. Ayer, una Diada más, pudimos disfrutar de una jornada cívica, democrática y reivindicativa sin necesidad de pasar horas en un autocar, tener que gritar “ho hem tornat a fer!” o viajar en tractor, símbolo universal del siglo XXI. No es justo que Barcelona sea cada año la capital mundial de la libertad porque ya es capital mundial de la paz --al decir del Ayuntamiento-- mientras que tantos pueblos, comarcas y ciudades de Catalunya se quedan despobladas cada Onze de Setembre con tal de tomar Barcelona".

Sigue: "¿Qué diría George Orwell del centralismo barcelonés? Que hay que premiar Girona con la Diada porque allí no hay cómplices con su silencio. La contribución de Girona al procés y, sobre todo, la impronta de su hijo adoptivo, Carles Puigdemont, la hacen merecedora de esta y otras muchas distinciones".

12 de septiembre, santoral: Dulce Nombre de María, Estíbaliz, Autónomo de Bitinia, Curonato obispo y Poncio de Serrancolin.