Primeras planas

Soraya, hasta el moño de Rajoy, y la hoguera del 11S

El caso Soria provoca una fractura de confianza entre la vicepresidenta y el inquilino monclovita. Puigdemont se pone al frente de la manifestación

8 septiembre, 2016 09:45

Pedro Sánchez no tira la toalla y trastea con una alternativa a Rajoy que no parece preocupar lo más mínimo al inquilino de La Moncloa. El tiempo es circular, decía Einstein, y el presidente en funciones es capaz de dotar al crono de otras particularidades, como la elasticidad. Ya no hay prisas. Los protocolos y reglamentos parlamentarios han detenido el reloj en la segunda votación de investidura.

El 'caso Soria' sigue y sigue y Luis de Guindos, el Neorato de la economía española ha quedado para el arrastre. Las derivadas del escándalo impulsan a Sánchez, pero crece la reacción en el seno del PSOE. En Ok Diario abren con una información de Luz Sela en la que se perfila una revuelta en las baronías: "La llamada del líder socialista a las “fuerzas del cambio” ha provocado un profundo desconcierto, en cuadros y líderes regionales, incluso entre los afines al secretario general".

Sigue Sela: "Hasta el momento, en cambio, la respuesta ha sido más bien tibia para no perjudicar los intereses electorales en las autonómicas. Pero una vez pasado el 25S, el partido volverá a abrir su caja de los truenos. Se espera que, esta vez sí, los barones exploten contra Sánchez, a quien exigirán que deje de “marear la perdiz”, en palabras de uno de estos dirigentes, y renuncie a aferrarse a una fórmula “imposible”, pactando con Podemos e incorporando además a ese acuerdo a Ciudadanos".

Todo conspira a favor de la repetición de las elecciones, una ruleta rusa para Ciudadanos y Podemos, una prueba tan vez definitiva para Sánchez, que es un corcho y por tanto, flota, y una reválida para Rajoy, que chino-chano se dispone a cumplir cinco años al frente del Gobierno.

El 'caso Soria' ha dejado muy tocado a Rajoy y ha provocado una fractura en el Gobierno menguante en la que indaga Antonio Martín Beaumont en la crónica que firma en Es Diario. Soraya está que trina y no en Twitter precisamente: "Salía por el pasillo del Congreso, tras el debate de no-investidura de Mariano Rajoy, con cara de “puede ser mi gran noche”. Debió de pensar: “A mi jefe le han dado nones, pero yo ahora voy a tomarme la revancha poniendo a caldo al egoísta Pedro Sánchez, que tiene bloqueada España por su interés particular”. Soraya Sáenz de Santamaría dirigió sus pasos directamente hacia donde estaban apostadas las cámaras de La Sexta. Llegó en un santiamén. Era su gran momento. La cara es el espejo del alma.

Pero hete aquí que la pregunta de sopetón de Cristina Pardo la dejó descolocada. La periodista no le preguntó por el debate de investidura que se cerraba. Nada de eso: “¿Qué me dice de la propuesta del Gobierno de José Manuel Soria para director ejecutivo en el Banco Mundial?” ¡Tierra, trágame! La pregunta cortocircuitó su sonrisa".

Se conoce que la vicepresidenta no tenía ni idea de lo que se había tramado y de la que iba a caer. El Ejecutivo marianista ya ha resuelto el entuerto y el afortunado es un funcionario. En El País, Miguel Ángel Noceda se ocupa del texto: "Fernando Jiménez Latorre ha sido el elegido para ocupar el cargo de director ejecutivo del Banco Mundial previsto para José Manuel Soria como solución de urgencia a punto ya de cerrarse el plazo para presentar la candidatura y que Economía comunicó a través de la agencia EFE. Según fuentes gubernativas, Jiménez Latorre, que presentó su candidatura tanto al FMI como al Banco Mundial, era el que mejor currículum presentaba después de Soria. Se da la circunstancia de que la semana pasada la misma Comisión de Evaluación que le ha designado le había propuesto para director alterno del Fondo Monetario Internacional (FMI), organismo del que había sido los dos años anteriores director ejecutivo dentro de la silla que España comparte con Colombia, Costa Rica, Salvador, Guatemala, Honduras, México y Venezuela (la dirección general es rotatoria entre España, Venezuela y México y se cambia cada dos años). El mandato es por dos años y comienza en noviembre de 2016".

En el ombligo del mundo, las fuerzas soberanistas tratan de agitar a las masas, insuflar ánimos en las bases y azuzar los bajos instintos estelados. Primero echaron al fuego el discurso de la fiscal general Madrigal y ahora ceban los cañones con el rechazo del Registro de Partidos al pinturero nombre de la nueva Convergència. Tamaña felonía alumbra las portadas del Ara, El Punt Avui y La Vanguardia, que alarman a los lectores con la inserción de las chapuzas burocráticas de CDC en el ámbito de la 'Operación Cataluña' y el malvado Fernández Díaz.

En El Mundo, Daniel G. Sastre firma la crónica del toque de corneta de los austracistas: "Carles Puigdemont quiere demostrar este domingo que el poder no le ha cambiado. Llegó a la Generalitat siendo un independentista acérrimo, y como tal participará en las manifestaciones soberanistas de la Diada. Será el primer presidente catalán que lo haga; Artur Mas siempre renunció para preservar una apariencia de cierta distancia institucional".

Continúa Sastre: "Los independentistas han tocado a rebato esta semana ante las sospechas de que el continuo aplazamiento de la secesión podría desanimar a sus partidarios. Inmersa en una hoja de ruta que prevé dejar a Cataluña el año que viene «a las puertas» del Estado propio -aún no se sabe por qué vía-, la Generalitat no podía permitirse un pinchazo en los actos de la Diada, que en los cuatro años anteriores han reunido siempre a cientos de miles de personas".

Mucho se habla de la excelente coreografía de masas con la que la ANC regala a los catalanes desde hace ya cinco años. Este domingo volverá a suceder el prodigio, todos a una, cual Fuenteovejuna, con las gargantas rotas y las consignas habituales. Y como cada año, será el último de Cataluña bajo la bota del Borbón, que para más inri también se llama Felipe, como su antepasado.

El 11S es la manifestación folklórica más importante de cuantas se celebran en Cataluña. Ni la danza de la muerte de Verges (en la que Pla animaba a la orquesta al grito de "¡bufeu, bufeu, cagon d...!") ni el tres per cent amb folre i manilles de los xiquets de Queralbs superan en magnitud, dificultad y mérito a lo de cada Onze de Setembre, que este año contará además con la participación estelar de Ada Colau, el sindicato de manteros por la independencia, los lateros de honor de Gracia y con Carles Puigdemont y su mapache de gala sobre la cabeza.

8 de septiembre, santoral: Natividad de Nuestra Señora, Nuestra Señora de Nuria, Adriano de Nicomedia y Sergio I, papa.