La guerra de Israel quiere extenderse a Irán, “madre” de los movimientos palestinos de Resistencia –o de terrorismo, llámeselos como cada uno quiera: el nombre no cambia la cruda realidad– en Gaza, Cisjordania y Líbano. Las amenazas del Gobierno israelí a Irán no son a humo de paja. Leemos en The Wall Street Journal que El FBI está investigando una filtración de informes ultrasecretos de inteligencia estadounidense que muestran preparativos militares israelíes para un esperado ataque contra Irán.
“Las capturas de pantalla de los dos documentos comenzaron a circular en la aplicación de mensajería Telegram el viernes. Ninguno de ellos indica los posibles objetivos de Israel. Exfuncionarios de inteligencia dijeron que parecía que la filtración provenía de un empleado gubernamental con acceso a los archivos, y no de un hackeo a los servidores clasificados del Gobierno”, dice el WSJ.
Seguimos la inquietante noticia a través de la National Public Radio (NPR), el servicio de radiodifusión pública de Estados Unidos, con más de mil estaciones de radio en los 50 estados. La emisora ha hablado con un exfuncionario de inteligencia de EEUU que le ha confirmado que los documentos de inteligencia altamente clasificados que aparecieron en un sitio proiraní son auténticos. Los documentos describen los preparativos de Israel en anticipación a un posible ataque a Irán.
Traducimos y abreviamos para nuestros lectores la conversación radiofónica entre Rob Schmitz, locutor de NPR, con su corresponsal en el Pentágono.
ROB SCHMITZ: Todo indica que Israel se está preparando para un posible ataque a Irán. Esto ocurre tras la lluvia de misiles de Irán contra Israel el 1 de octubre. Pero ahora han aparecido documentos filtrados de EEUU online, documentos que aparentemente describen los preparativos militares de Israel para el ataque esperado. Tom Bowman, se une a nosotros para aportar detalles. Hola, Tom, ¿qué sabemos sobre estos documentos y esta aparente filtración?
BOWMAN: Bueno, Rob, en primer lugar, NPR ha confirmado que son legítimos, dos documentos de máxima seguridad que aparecieron en Telegram y en la cuenta de algo o alguien llamado Middle East Spectator, que tiene vínculos con Irán. Este tal Spectator dice que los documentos provienen de alguien dentro de la comunidad de inteligencia de EEUU. Ahora, uno de esos documentos lo dice todo en la parte superior: “La Fuerza Aérea Israelí continúa los preparativos para ataques a Irán”. El documento menciona fotos por satélite y conversaciones interceptadas por EEUU que indican que Israel está preparando docenas de misiles y aeronaves lanzadas desde el aire, realizando ejercicios de entrenamiento en los últimos días con lo que llaman grandes fuerzas, también utilizando operaciones encubiertas de drones. Y menciona tres aeródromos israelíes, además de hablar sobre aviones de búsqueda y rescate, aviones de vigilancia y aviones de reabastecimiento, que serían clave para una operación de largo alcance; por supuesto, también aviones de combate F-15. Y dice que esta gran fuerza, por cierto, es similar a la que atacó a los hutíes en Yemen el mes pasado, así que el informe es bastante detallado.
SCHMITZ: Wow.
BOWMAN: Y ha estado claro, como todos sabemos desde hace un tiempo, que Israel está planeando atacar a Irán en represalia...
SCHMITZ: Cierto.
BOWMAN: ...por el ataque de Irán a Israel a principios de este mes. Pero no obtenemos detalles sobre posibles objetivos en Irán, aunque el presidente Biden ha instado a Israel a no atacar sitios relacionados con el programa nuclear de Irán. Las personas con las que hablo esperan que Israel ataque principalmente objetivos militares, pero claramente, estos documentos indican una gran operación contra Irán y tal vez incluso más intensa de lo que muchos han estado anticipando.
SCHMITZ: Esto es mucha información interesante. Quiero decir, ¿hay alguna idea de por qué se filtraron estos documentos y cuál es la preocupación mayor?
BOWMAN: Mira, no hay idea de por qué se filtraron. Los funcionarios dicen, por supuesto, que “estamos investigando”, pero no hay claridad sobre quién o por qué. Ahora bien, hay especulaciones. Tal vez fue una forma de advertir a Irán de que Israel atacará. Otros dicen que podría ser un intento de EEUU de interrumpir alguna operación israelí. Claramente, filtrar documentos de máxima seguridad es preocupante, y provienen de una organización de inteligencia que pocas personas conocen. Todos conocemos la CIA, la NSA. Esta es la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial, que mantiene satélites y toma fotos detalladas. Pero no hay fotos en los documentos filtrados, al menos nada publicado hasta ahora. Y otra preocupación podría ser, bueno, ¿hay algo más que alguien esté filtrando?
Un funcionario con el que hablé, por cierto, dice que no hay mucho aquí que realmente sea dañino o preocupante, pero la preocupación es que alertará a la gente sobre qué capacidades tiene EEUU. También hay una nota en los documentos que indica que parte de la información contenida provino de inteligencia de señales, básicamente interceptando conversaciones telefónicas. Eso es algo increíblemente sensible porque un objetivo puede cambiar números de teléfono, encriptar mejor. Y, por supuesto, simplemente es embarazoso que esto salga a la luz. Estás espiando a un aliado. No creo que a Israel le sorprenda que EEUU esté vigilando sus operaciones. Pero, insisto, puede resultar eNo razoso.
SCHMITZ: Finalmente, Tom, esto obviamente ocurre en el contexto de la guerra entre Israel y Hamás y los temores de un conflicto regional más amplio. Y como dijimos, parece haber un consenso general de que Israel atacará a Irán. ¿Qué más sabemos sobre eso?
BOWMAN: No mucho. Nuevamente, los posibles objetivos militares podrían ser los sitios de lanzamiento de misiles utilizados para atacar a Israel, cuarteles militares, sitios de radar, tal vez también apuntando, ya sabes, a instalaciones petroleras. Eso también se ha mencionado, pero principalmente estamos adivinando y escuchando sobre objetivos militares.
SCHMITZ: Ese fue Tom Bowman de NPR. Tom, gracias.
BOWMAN: De nada.
Le Grand Continent, la revista del Groupe d'études géopolitiques, analiza los resultados de las elecciones en Moldavia –como Ucrania, esta república al este de Rumanía cuenta con una notable minoría étnica rusa– y la incómoda situación del Gobierno europeísta de Chisinau. (“Nadie podrá reprochar a Chisinau”, decía con mordacidad una guía turística inglesa, “de abrumar al visitante con demasiadas cosas interesantes que ver”).
Coincidiendo con la primera vuelta de las elecciones presidenciales, el Gobierno había planteado un referéndum sobre adhesión a la Comunidad europea, pero los resultados no han sido tan positivos como esperaban; el Gobierno se queja de interferencias rusas, y Moscú le acusa de manipular los resultados.
“Moldavia: tras una ajustada victoria en el referéndum sobre la Unión”, titula Le Grand Continent el excelente análisis de Florent Parmentier. Del que extractamos lo más sustancial: “En su conferencia de prensa de la noche del referéndum del 20 de octubre de 2024, la presidenta Maia Sandu, que al mismo tiempo aspiraba a un segundo mandato como presidenta, declaró que Moldavia se había enfrentado a ‘un ataque sin precedentes contra la libertad y la democracia el día de las elecciones y en los últimos meses’. Refiriéndose a un robo de 300.000 votos, afirmó también que ‘grupos criminales que trabajan en concierto con fuerzas extranjeras hostiles a nuestros intereses nacionales han atacado a nuestro país con decenas de millones de euros’. En el punto de mira: Ilan Shor, político moldavo escandaloso y líder del bloque Victoria, lanzado en abril de 2024 en Moscú, que actualmente vive en Rusia. Objeto de varias investigaciones por corrupción y fraude, la policía informó unos días antes de las elecciones de que había sobornado a cerca de 130.000 votantes. Coincidiendo con la presidenta Sandu, el portavoz de la Comisión Europea, Peter Stano, declaró que ‘esta votación tuvo lugar bajo una injerencia e intimidación sin precedentes por parte de Rusia y sus apoderados, con el objetivo de desestabilizar los procesos democráticos en la República de Moldavia’”.
“Por parte de la oposición, el mismo Shor puso en duda la limpieza de la votación: ‘Vimos estos datos hacia medianoche. Luego empezaron a contar los votos de la diáspora. Nos dijeron que habían votado unas 250.000 personas (…). Al mismo tiempo que estos colegios electorales estaban vacíos, veíamos en la página web de la CEC [Comisión Electoral Central] un aumento ficticio de la participación en los colegios electorales extranjeros’. La oposición también pudo criticar el hecho de que sólo se abrieran dos colegios electorales en Rusia, sólo en Moscú, frente a los cinco solicitados por la CEC; este escaso número de colegios contrasta con el mucho mayor de los Estados miembros de la Unión y Norteamérica. El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, calificó la campaña electoral moldava de ‘no libre’, quejándose de que la oposición no había podido hacer campaña y había sido objeto de represión por parte de las autoridades”.
“La idea de celebrar un referéndum constitucional el mismo día que las elecciones presidenciales fue lanzada por la propia presidenta de Moldavia a finales de 2023, cuando anunció su intención de presentarse a otro mandato. La presidenta y los miembros del PAS (partido gubernamental) invirtieron un considerable capital político en el referéndum, considerándolo un medio de afianzar definitivamente la orientación europea del país, pero también de utilizar recursos administrativos para hacer campaña. En este contexto, una participación de apenas uno de cada dos votantes para un resultado tan estrecho parece un relativo fracaso, sobre todo teniendo en cuenta que los miembros de la oposición habían llamado al boicot, lo que paradójicamente permitió la victoria del sí. En realidad, esto significa que sólo una cuarta parte de los inscritos votó a favor de la integración europea”.
“En concreto, el referéndum consistía en insertar el siguiente texto en el preámbulo de la Constitución:
«REAFIRMANDO la identidad europea del pueblo de la República de Moldavia y la irreversibilidad de la trayectoria europea de la República de Moldavia,
DECLARANDO que la integración en la Unión Europea es un objetivo estratégico de la República de Moldavia».
En otras palabras, el objetivo del referéndum era constitucionalizar una orientación de la política exterior a favor de la Unión Europea. Por tanto, la cuestión no es sólo jurídica, sino también política, siguiendo los ejemplos de Georgia y Ucrania. Debido a la neutralidad consagrada en la Constitución, el referéndum no afectaba a la OTAN –cuyo índice de popularidad es muy inferior al de la Unión Europea–. Para ser válido, un tercio del censo electoral debía participar en la votación”.
“El sí ganó finalmente con el 50,38% de los votos –unos 750.000 votos frente a 739.000, lo que supone una ventaja de 5 votos por colegio electoral–. Este resultado oculta grandes variaciones en los resultados de un colegio electoral a otro: la diáspora desempeñó un papel clave en la victoria del sí”.
“Los ajustados resultados del referéndum han llevado a algunos observadores a hablar de un síndrome Gorbachov en relación con Maia Sandu: extremadamente popular en el extranjero, sobre todo en la Unión Europea, es rechazada por una parte notable de los habitantes de Moldavia. Explicar cualquier fracaso electoral en términos de influencia rusa pasa por alto las cuestiones económicas (inflación, pobreza) y el fracaso de las reformas (por ejemplo, en el sistema judicial). Esto nos lleva de nuevo a lo que Giovanni Orsina llamaba la dialéctica de ‘lo rumoreado’ y ‘lo palpable’: ‘lo rumoreado’ habla de los beneficios de la integración europea para separarse de la energía rusa, mientras que ‘lo palpable’ observa que los precios de la energía han subido desde el comienzo de la guerra en Ucrania. En términos económicos, la percepción cuenta al menos tanto como la realidad, ya que los actores moldavos exportan ahora más a los mercados europeos que a Rusia”.
“Así, aunque el referéndum, que no era en absoluto obligatorio, pretendía garantizar la reelección de Maia Sandu y contribuir a reforzar su legitimidad, ha salido debilitada de esta secuencia política. Una victoria ajustada puede ser más fácilmente impugnada por la oposición y convertirse en otro blanco de la desinformación rusa que un plebiscito. Aunque Maia Sandu se impuso en la primera vuelta de las elecciones presidenciales con el 42,45% de los votos, prácticamente no dispone de ninguna reserva de votos. El impulso de la oposición y, en menor medida, la movilización de la diáspora son, por tanto, los dos factores clave de la segunda vuelta, ya que el resultado del referéndum no puede ser utilizado por ninguno de los dos bandos. (…) El bando de Maia Sandu afronta la segunda vuelta (el 3 de noviembre) con menos seguridad de la que esperaba”.
“Por último, no hay que olvidar que las elecciones legislativas se celebrarán como muy tarde en julio de 2025. Como ocurrió en 2021, obtener la mayoría en el Parlamento será una tarea difícil para el PAS, incapaz de ampliar su audiencia y de establecer alianzas, incluso con partidos proeuropeos. En caso de que Maia Sandu logre ser reelegida el 3 de noviembre, en un sistema parlamentario seguirá necesitando apoyo en el Parlamento, sin el cual no podrá aplicar sus políticas. Como bien señala Dionis Cenusa, el poder legislativo es un elemento esencial para fijar la agenda de asuntos exteriores. Vemos entonces que la aprobación del referéndum es sólo una etapa en el acercamiento de Moldavia a Europa, que dependerá también de la evolución futura en el seno de la Unión, del desenlace de la guerra en Ucrania y del futuro de las reformas internas iniciadas por Moldavia”.