Primeras planas

El olor a napalm por la mañana y el CIS

Angustia general ante la eventualidad de un triunfo de Trump. El barómetro de otoño hunde al PSOE. Podemos, contra el Rey

8 noviembre, 2016 09:17

Houston, tenemos un dilema. Clinton vs Trump. En el rincón de la izquierda, la señora de Bill. A la derecha, Donald, el Tupé, Trump. El futuro del mundo está en juego. Los mercados tiemblan, las bolsas caen y las élites se acojonan a pesar de que tanto Hillary como el pato son de los suyos, poderosos, ricos y famosos. La política se decanta por la candidata demócrata. El encanto de Trump es precisamente que detesta la política, como millones de personas en su país.

Las previsiones en el caso de que gane Trump van de lo caótico a lo tenebroso. Si el multimillonario alcanza su objetivo, los planes de Montgomery Burns para destruir el planeta serán un juego de niños al lado de las maquinaciones del rijoso.

En El Confidencial, Ángel Martínez selecciona una pieza del Post de Washington sobre el futuro que nos puede estar esperando a la vuelta del córner con Donald: "Si finalmente llegase a la Casa Blanca, ¿cómo serían los primeros 100 días de Trump en la presidencia? Entre las medidas que cabría esperar, el columnista del The Washington Post Dana Milbank destaca las siguientes: iniciar una guerra comercial con China y México; reiniciar las negociaciones sobre el programa nuclear de Irán; ordenar deportaciones masivas de indocumentados; un enfrentamiento militar con Pekín en el Mar del Sur de China; la reanudación de 'técnicas' de interrogatorio como el 'waterboarding' y ordenar a las agencias federales que vayan a por Clinton y otros enemigos del magnate; la Fed sería auditada y se permitirían las armas en los colegios. Milbank también subraya 'el espectáculo de un comandante en jefe demandado por mujeres que le acusan de agresión sexual y una crisis constitucional provocada por un presidente de Estados Unidos que intenta inhabilitar a un juez federal en un caso de fraude en su contra porque dicho juez es latino'".

Apasionante panorama geoestratégico. Nada que no pueda resistir un mundo ya de suyo inseguro, hostil y en franca decadencia moral. Todos los medios coinciden. Más vale Hillary que Trump, circunstancia que da alas a quienes apuestan por el sujeto que se frota con las mujeres y admira al personaje de Robert Duvall en Apocalipsis Now: "¿Hueles eso? ¿Lo hueles muchacho? Es Napalm, hijo. Nada en el mundo huele así. ¡Me encanta el olor a napalm por la mañana! Un día bombardeamos una colina durante 12 horas. Cuando todo acabó, subí. No encontramos ni uno. Ni un sólo cadáver apestoso de esos jodidos chinos. ¡Ese olor, ese olor a gasolina quemada! Olía a… victoria".

En El País, Marc Bassets firma la previa del martes del siglo: "Estados Unidos entrará este martes en la dimensión desconocida, o vivirá sin ilusión un hito en su historia: situar por primera vez a una mujer al mando del país. Un hombre sin experiencia política —errático y xenófobo y con un olfato formidable para captar el ánimo de la clase trabajadora blanca— puede ganar este martes las elecciones presidenciales de Estados Unidos. Con el republicano Donald Trump el viraje sería abrupto: un salto a la incertidumbre. La alternativa es la esposa de un expresidente, una veterana de la política que ofrece continuidad. La demócrata Hillary Clinton confía en el apoyo masivo de la minoría latina para convertirse en la primera presidenta. Clinton, de 69 años, y Trump, de 70, son baby-boomers, miembros de la generación de la explosión demográfica de la posguerra. Sus coetáneos se están jubilando. Quien gane sucederá, cosa extraña en un mundo y un país que venera lo juvenil, a alguien más joven que él. Ambos son abuelos y se identifican como neoyorquinos. Aquí acaban las semejanzas".

La pieza concluye así: "Hay dos escuelas a la hora de imaginar qué ocurriría en caso de una victoria de Trump. Algunos creen que, por muy extremista que sea Trump en campaña, el sistema de contrapoderes funcionará y limitará su capacidad de acción. La otra posibilidad es que, con su personalidad arrolladora e impulsiva, conduzca a EE UU hacia una deriva autoritaria. Las elecciones decidirán si, después de tener al primer presidente negro, los estadounidenses ponen en la Casa Blanca a la primera mujer, una política experimentada que cuenta con el apoyo de las clases con más nivel de estudios y con las minorías raciales. O si eligen a alguien que llevará un mensaje identitario y populista a la sala de control del país más poderoso y reordenará el mapa geopolítico global. El mundo contiene la respiración".

A la espera del fin de los tiempos, el barómetro de otoño del CIS pinta bastos para el PSOE. David Martínez refleja la encuesta en Voz Populi: "El Partido Popular volvería a ganar las elecciones generales con el 34'5% de los votos, un punto y medio más del apoyo que cosechó el 26-J y casi trece por encima de la segunda fuerza, Unidos Podemos (21'8%). La coalición que encabeza Pablo Iglesias logra el 'sorpasso' ante un PSOE lastrado por su crisis interna y hundido en un pobre 17%. En cuarto lugar aparece Ciudadanos, que cede dos décimas desde las últimas generales (12'8%)".

De El Español destaca la crónica real de Ana Romero. El Rey se va a Arabia Saudí y los morados bolivarianos de la televisión iraní le reprochan la visita a un régimen impresentable: "Felipe VI retoma esta semana su oficio de Jefe del Estado tras diez meses de interinidad política con una misión política y económicamente delicada: su primer viaje a Arabia Saudí como monarca para desatascar el mayor contrato de la historia de los astilleros españoles en un momento en el que la monarquía absoluta de los Saud está inmersa en dos guerras- Yemen y Siria-. El Gobierno saudí exige la presencia del Rey en Riad para dar el visto bueno a un acuerdo cerrado y firmado por Navantia de 2.000 millones de euros para construir cinco fragatas. Esto dará trabajo al menos a 3.000 personas en Ferrol (A Coruña) y Puerto Real (Cádiz) durante cinco años, según fuentes conocedoras del contrato".

Sigue: "Podemos ha criticado la visita este lunes poco antes de que Exteriores anunciara oficialmente un viaje en el que Zarzuela trabaja con discreción tras la polémica del pasado enero, cuando el primer intento de visitar Riad fue cancelado tras la ejecución de 47 personas y las protestas del partido de Pablo Iglesias. 'Nos desconcierta que el Rey- que se supone, nos representa a todos- vaya a sacarse fotos con dictadores sanguinarios', han señalado a El Español fuentes oficiales del partido morado".

Ensalada catalana. Carles Puigdemont sigue con sus visionarios planes mientras la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría promete simpatía, empatía y alegría en su estreno como encargada del caso proceso. Xavier Vidal-Folch expone la urdimbre de la hoja de ruta en una información de El País: "Solo si lo ven impracticable (el referéndum) reemplazarán en último extremo esa convocatoria por otra de unas 'elecciones constituyentes', pero ya 'para ratificar una declaración de independencia', algo complicado con la mayoría social actual. Y, en todo caso, adecuarán la táctica a los imponderables de la coyuntura: la principal de las tres leyes llamadas de 'desconexión', la de 'transitoriedad jurídica' —que opta a operar como una suerte de barniz jurídico a la secesión unilateral—, es 'muy clara y taxativa', dicen fuentes del Ejecutivo catalán. 'No está acabada', precisan, 'pero los escasos detalles pendientes pueden terminarse en muy breve plazo': si es en tres días, tres semanas, tres meses o años, dependerá solo de la conveniencia de sus patrocinadores".

Algo pasa en Italia. Después de los terremotos, un tornado. Han expedientado al cura que aseguró que las catástrofes eran un castigo divino por la legalización del matrimonio homosexual.

8 de noviembre, santoral: Godofredo y el beato Juan Duns Escoto, de quien se cuenta que fue enterrado vivo al confundir un coma con la muerte. En una exhumación del cadáver se hallaron rascaduras en el interior de la tapa del ataúd.