"Hace falta que provoquemos al Estado de forma creativa para que vuelva a quitarse esta careta que se ha podido poner a ojos internacionales gracias a los indultos, la amnistía y todo el resto de farsas que nos venden como pactos". Esta es una de las frases proferidas ayer en el desangelado acto en conmemoración del séptimo aniversario del referéndum ilegal sin garantías, sin censo, sin control y sin actas que el independentismo ha elevado a la categoría de "mandato".

Provocar al Estado de forma creativa e indultos y amnistía como farsa. El "procés" provocó graves alteraciones en la percepción de la realidad que aún perduran en algunas cabezas. Disonancia cognitiva. Es el caso de Julià de Jòdar, estratega de la ANC, un intelectual varado en octubre del 17 y de quienes aún a día de hoy reivindican el 1-O como un triunfo del independentismo.

De los discursos y consideraciones relativos a las celebraciones del 1-O cabe inferir que el procesismo discurre en una realidad paralela, alternativa, en la que Cataluña es una colonia y los catalanes son esclavizados por el Estado malayo, lo que no impide a sus representantes cobrar auténticas fortunas del Estado que sojuzga a los ciudadanos. Un delirio en este apacible rincón del Mediterráneo ajeno a los ataques de los ayatolas.

"'Pinchazo' del independentismo en el séptimo aniversario del 1-O: la ANC y los CDR apenas reúnen a 350 personas", destaca un titular de Crónica Global. El texto es de Ricard López y arranca así: "La Assemblea Nacional Catalana (ANC) y los autodenominados Comitès de Defensa de la República (CDR) apenas han congregado a 350 seguidores -según la Guardia Urbana- en la movilización convocada este martes en Barcelona con motivo del séptimo aniversario del referéndum ilegal y unilateral de secesión de Cataluña del 1 de octubre de 2017. La concentración se ha iniciado a las 20:00 horas en la plaza de Sant Jaume, ante de la sede de la Generalitat, en cuya fachada los organizadores han proyectado imágenes de las cargas policiales del 1-O, y un fragmento de una entrevista al actual presidente catalán, Salvador Illa (PSC), de hace años, en la cual éste defendía la aplicación del artículo 155 de la Constitución que suspendió temporalmente la autonomía".

Sigue López: "Entre los concentrados se encontraban dirigentes secesionistas como la presidenta de Junts, Laura Borràs, el diputado de la formación posconvergente Francesc de Dalmases y el también diputado en el Parlament Dani Cornellà (CUP), que una hora antes habían asistido a otra convocatoria similar para pedir el cierre de la comisaría de la Policía Nacional de la Vía Laietana. Los asistentes han coreado consignas ultranacionalistas e hispanófobas como "puta España, y puta PSC", "Esquerra, Junts per Cat, la paciència s'ha acabat" ("Esquerra, Junts per Cat, la paciencia se ha acabado") o "Catalunya no es ven" ("Cataluña no se vende"). Asimismo, se ha cantado en varias ocasiones el himno Els Segadors y han proferido críticas a la nueva Generalitat del PSC presidida por Illa".

Y: "El comunicado de la concentración lo han leído, por parte de la ANC, el exdiputado de la CUP Julià de Jòdar y la miembro de los CDR, Pepa Arenós, reivindicando lo que consideran "valor revolucionario" del 1-O. De Jòdar y Arenós consideran que la sociedad catalana -aludiendo como tal a la minoría independentista- vive una situación de "desengaño" que ha derivado en un abstencionismo de castigo a los partidos secesionistas. "Hace falta que provoquemos al Estado de forma creativa para que vuelva a quitarse esta careta que se ha podido poner a ojos internacionales gracias a los indultos, la amnistía y todo el resto de farsas que nos venden como pactos", han manifestado".

El 1-O es una especie de mito fundacional de la resistencia independentista, una fecha ajada que los independentistas más recalcitrantes recuerdan con honda afectación. "El independentismo se niega a enterrar el 1-O pese a su debacle: Junts y ERC exprimen sus últimos acuerdos con Sánchez e Illa para forzar un referéndum", apunta El Mundo. El texto es de Víctor Mondelo: "Por primera vez desde que tuvo lugar el referéndum del 1 de octubre de 2017, el independentismo catalán ha afrontado la efeméride del conato fallido de secesión desde fuera del Govern de la Generalitat. Privado del mando tras su derrota en las autonómicas del 12 de mayo y la investidura del socialista Salvador Illa, el separatismo ha tenido que renunciar a los habituales actos conmemorativos de la votación ilegal y ha reivindicado, por separado y sin la pompa de antaño, su inconcluso hito, llegando a admitir su incapacidad para aplicar el resultado de esa consulta sin garantías jurídicas y de resultado no vinculante, pero también insistiendo en su voluntad de celebrar una nueva votación secesionista. «En estos siete años no hemos sabido, por la falta de unidad, y no hemos podido, por la brutal represión del Estado español, materializar aquella victoria en la independencia de Cataluña», ha alegado Junts en un manifiesto publicado este martes, en el que aceptaba la endémica desunión del secesionismo y pasaba por su su particular tamiz la eficaz respuesta judicial ante el 1-O".

Continúa la nota: "En el afán de no dar por enterrado el referéndum, los neoconvergentes han llamado, también, a «conjurarse para avanzar hacia la independencia». El argumentario de Junts aduce que el mandato del 1-O sólo podrá ser sustituido por el de otro referéndum de independencia de resultado aplicable. Y es esta nueva votación la que pretende negociar con el PSOE en la mesa clandestina que se reúne periódicamente en el extranjero bajo la supervisión del mediador salvadoreño. Así lo recoge el Acuerdo de Bruselas, en el que se condicionó el apoyo a la investidura de Pedro Sánchez al análisis de esta salida al «conflicto». Exprimir la debilidad de Sánchez para avanzar hacia esa nueva votación es el horizonte que se marca la formación heredera de Convergència, ahora ocupada por asuntos más apremiantes como la negociación de un nuevo botín para decidir su voto a los Presupuestos Generales del Estado, el traspaso de las competencias de inmigración o la reformulación, a su antojo, del concierto económico pactado entre ERC y el PSOE".

Líneas después, Mondelo aborda la situación de ERC en estos términos: "La descabezada ERC se ha limitado a difundir un vídeo con imágenes del referéndum, acompañado de una llamada a «volver a llenar las urnas de coraje y libertad». La organización de un nuevo referéndum también figura en la hoja de ruta de los republicanos, que llegaron a diseñar un itinerario jurídico para poder promoverlo e iniciar una negociación con el Gobierno de Sánchez. Aferrado a la diagnosis de un grupo de expertos reclutados a tal efecto y a la del Institut d'Estudis de l'Autogovern -una suerte de Consejo de Estado catalán-, Pere Aragonès anunció en la precampaña electoral del 12-M su plan para impulsar una nueva votación secesionista".

Más cosas de independentistas. Ese titán de la república, el héroe del Gran Hotel Lledoners, el gigante de Terrassa, el ínclito Rull (no confundir con Turull) acaba de perpetrar otro golpe de audacia que hará las delicias de los amantes de los gestos vacíos. "Rull incorpora la bandera de Arán en el Parlament pero desprecia la de España", titula el Abc. En el sumario se abunda en que "Los miembros de la Mesa, con tres diputados del PSC, respaldan una iniciativa de Rull para que la bandera comarcal y la de Cataluña presidan la sala de reuniones". Escribe Daniel Tercero: "La bandera de Arán, sí, pero la de España, no. Aunque eso sea, probablemente, incumplir varias normas, entre ellas el Estatuto de Autonomía y la ley de banderas de 1981. Los miembros de la Mesa del Parlamento de Cataluña, tres del PSC, dos de Junts y dos más de ERC, acordaron el pasado 10 de septiembre que la bandera de Arán (Lérida) presidiera, junto con la de Cataluña, sus reuniones en la sala de mesa. La reunión ordinaria de este martes ha sido la primera en la que se han podido ver las dos enseñas, a falta de la de España que, sin embargo, sí se exhibe en el hemiciclo y preside el Palacio los días de pleno".

Sigue Tercero: "A iniciativa del presidente del Parlament, Josep Rull (Junts), la sala en la que se reúnen los miembros de la Mesa cuenta desde este martes con la bandera de Arán, además de la de Cataluña. Según el máximo responsable de la Cámara autonómica, con esta decisión se reconoce «la realidad plurinacional de Cataluña y la singularidad de Arán», una comarca ilerdense de frontera en la que, además de español y catalán, también se habla el aranés y está reconocido oficialmente en el Estatuto de Autonomía. Sin embargo, seguirá sin exhibirse la bandera de España, a pesar de que así lo establecen las distintas normas que regulan el uso de las enseñas oficiales. Por ejemplo, el Estatuto de 2006, en su artículo 8, sobre los símbolos de Cataluña, reconoce que estos símbolos tendrán la misma «protección jurídica» que los que tienen los «símbolos del Estado». Y en relación a la bandera y su uso, la enseña de España, así como las autonómicas y locales, están reguladas en la ley de banderas de 1981".

Tremendo este Rull. No se explica cómo fue posible que el independentismo no lograra independizarse teniendo en su filas fenómenos tan bizarros, hombres tan arrojados, espíritus tan temerarios como el de Josep Rull. Inaudito.

Más cosas en del circo catalán. "Carles Puigdemont publica la foto inédita de la reunión con Jimmy Carter antes del 1-O", titula El Nacional. Ojo, Jimmy Carter, el centenario expresidente de los Estados Unidos del que se dijo que no sabía andar y comer chicle a la vez. El texto es de Berto Sagrera y dice así: "Carles Puigdemont ha publicado la foto inédita de la reunión con Jimmy Carter antes del 1-O, justo el día que coinciden el séptimo aniversario del referéndum de autodeterminación y el 100 aniversario del expresidente de Estados Unidos. "Gracias al admirado y añorado Ambler Moss, tuve la oportunidad de conocer al presidente hace más de siete años", ha explicado Puigdemont en un tuit de este martes, en el cual ha añadido que le pudo explicar "los motivos de nuestra lucha y nuestro deseo de convertirse en una nación catalana libre". El president en el exilio ha recordado que Carter "fue extremadamente atento" en aquel encuentro del 2017 y "acabó con grandes palabras de afecto por la ciudad de Barcelona y el monasterio de Montserrat que había visitado". "¡Le deseamos un feliz 100 aniversario, señor presidente!", ha concluido Puigdemont, después de considerar que el líder estadounidense "es un verdadero símbolo de la democracia en Estados Unidos y en todo el mundo"".

Sagrera apunta líneas después que "la reunión supuso un revés a la voluntad del ejecutivo español de aislar Puigdemont y su gabinete exterior, con el fin de eliminar el conflicto catalán de la agenda política internacional. Un ejemplo es el de Xavier García Albiol, que acusó al presidente de haber pagado miles de dólares para reunirse con el expresidente de los EE.UU. Sin embargo, Moss desmintió la acusación y la tildó de "fake news". En un correo al secretario general del Diplocat, Albert Royo, el diplomático dijo el siguiente: "Puedes estar seguro de que nadie ha pagado nada por la entrevista con el expresidente Carter. Es absurdo y, como decimos aquí, es fake news sin credibilidad"".

Pues sí, Puigdemont se reunió con Carter, uno de cuyos ayudantes advirtió al entonces presidente catalán que mejor que no diera publicidad al encuentro.

Noticias normales. "Resignación y deserción en el primer día del corte de trenes en el corredor sur", señala El País. En el sumario incide en que "el despliegue de una gran flota de autobuses y la búsqueda de opciones alternativas evita el “caos” en el bloqueo de la circulación ferroviaria en Tarragona". Escriben Marc Rovira y Pedro Pinos: "El primer día del corte ferroviario que va a paralizar durante cinco meses el tráfico de trenes en el corredor sur ha puesto en evidencia que los planes, a menudo, no salen como se preparan. Ni mejor ni peor. Diferente. Lo resumía un chófer de los 80 autobuses que se han tenido que habilitar para suplir la falta de trenes entre Tarragona y Sant Vicenç de Calders. “Todo el dispositivo va sobre la marcha, un poco improvisado”. El conductor, de primera pese a que confiesa ser un novato en el oficio, maneja el volante de un mastodonte que ofrece 58 plazas disponibles y que ha iniciado la ruta con solo tres butacas ocupadas. La sensación generalizada es que, quien ha podido, se ha buscado la vida para encontrar alternativas y evitar la incertidumbre que conlleva quedar en manos del parche diseñado por Renfe. El presidente de la compañía, Raül Blanco, ha reconocido que habrá que hacer “ajustes” a medida que se concrete qué demanda tiene el servicio".

Sigue la nota: "“No ha sido un caos”, ha manifestado el secretario de Movilidad de la Generalitat, Manel Nadal. Sin embargo, los “ajustes” ya se han puesto en práctica durante el estreno del plan. Uno de los buses que tenía que salir de la estación de Tarragona y hacer parada en Altafulla y en Torredembarra antes de llegar a Sant Vicenç, y esa era la ruta que anunciaba un cartelito en su parabrisas, ha evitado las escalas. “Tira pitando para la autopista y hasta Sant Vicenç, directo”, le ordenaba al conductor quien parecía ser un encargado de la logística, al menos así lo hacía pensar el chaleco amarillo fosforito que portaba. “Yo hago lo que manden”, respondía el autobusero. ¿Y la gente que espera en Altafulla o Torredembarra? “Ya los recogerá algún otro bus”, explicaba con flema un informador. Por autobuses no quedará. Ha hecho falta constituir una Unión Temporal de Empresas (UTE) para poder dar cobertura a lo que técnicamente se denomina “servicio alternativo por carretera” mientras duren las obras del túnel de Roda de Barà. Siete compañías distintas para poder abastecer la flota necesaria de buses en un contrato que roza los 30 millones de euros".

Y: "“Lo bueno que tiene esto es que ha dado trabajo a un montón de gente”, indica un chófer. “El problema es que cubriendo este servicio no hacemos horas extra, y luego el sueldo te queda muy justo, apenas 1.500 euros”, apostilla. También se juegan el salario parte de los 15.000 usuarios, según datos de Renfe, que sufren el inconveniente de quedarse sin tren para cubrir el trayecto hasta Barcelona. Si uno se fía del dispositivo mixto, bus-tren, de Rodalies, cubrir los 90 kilómetros que hay entre Tarragona y Barcelona implica no menos de dos horas. Desde Tortosa y las Terres de l’Ebre son unas tres horas y media de aventura".

Economía. "El BBVA ajusta el canje de la opa al Sabadell para recoger el reparto de dividendos anunciado", indica La Vanguardia. El texto es de Iñaki de las Heras: "El BBVA ha ajustado la ecuación de canje de su opa sobre Banc Sabadell para recoger el efecto del pago de dividendos que ambas entidades abordan estos días. El banco catalán lo hace hoy y el vasco, el próximo 10 de octubre. El canje pasa de valorar cada acción del BBVA en 4,83 acciones del Sabadell a hacerlo en 5,0196 acciones. La relación podría parecer peor para el accionista del banco opado, pero se debe a que ya se le ha distribuido un dividendo desde el Sabadell que debe ser descontado. Al mismo tiempo, al canje se le añadirá un pequeño incentivo, que no es más que el efecto del pago del dividendo del BBVA, al que los accionistas del Sabadell también tendrían derecho. Es de 0,29 euros por cada 5,0196 acciones del Sabadell, o de 0,0578 euros por cada acción, para contemplar el efecto del dividendo del BBVA. En términos económicos, implicaría el desembolso de 311 millones de euros por parte del BBVA en caso de que todas las acciones del Sabadell fuesen al canje".

Y: "A efectos prácticos, desde ambas entidades indican que se trata de un ajuste ya contemplado en la oferta planteada el 9 de mayo y que no cambian los términos. No hay en suma una mejora de la opa. El dividendo que distribuye este martes el Sabadell, a cuenta de los resultados del 2024, es de 0,08 euros por acción y provoca el ajuste automático de la contraprestación de la opa, hasta 5,0196 acciones del banco catalán por cada una del BBVA, explica este último en una nota remitida a la CNMV. Al mismo tiempo, el BBVA ha anunciado el pago el día 10 de octubre de un dividendo a cuenta también de los resultados del 2024 por importe de 0,29 euros por acción, del que podrán disfrutar los accionistas del Sabadell".

2 de octubre, santoral: Santos Ángeles Custodios, Beregiso de Andage, Eleuterio de Nicomedia, Saturio de Numancia, Teófilo de Constantinopla y Ursicino de Chur.

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