La "Catalunya del Nord" ha votado a la extrema derecha, Le Pen, Rassemblement National, el apocalipsis ultra. El catalanismo, siempre atento a los sucesos del sur mediterráneo de Francia, consigna el auge de la derecha pura y dura frente al macronismo y el Frente Popular. La victoria del joven Jordan Bardella parece asegurada aún a falta de una segunda vuelta. El mundo se está llenando de líderes exóticos. Un chaval de 28 años puede ser el próximo presidente del país vecino mientras el estadounidense Biden deambula presa de la desorientación y en Argentina votaron a un tipo que salía en los mítines con una motosierra. Puede que haya riesgo de contagio en España, aunque ni Sánchez ni Feijóo parecen dados a tales excesos.
Sea como fuere, es Vilaweb quien repara en los resultados de las elecciones francesas en los territorios de parla catalana y dice que la "extrema derecha tiene prácticamente asegurados tres de los cuatro escaños catalanes". El próximo domingo se celebra la segunda vuelta.
Mientras tanto y en el solar ibérico, El Mundo celebra el lunes primer día de julio con una encuesta de Sigma Dos. El titular principal de la pieza es el "Rechazo frontal a la 'financiación singular' para Cataluña: el 68% de los españoles la rechaza y abre en canal a los votantes del PSOE". En uno de los sumarios se añade que "Un 36% opina que Salvador Illa será investido 'president' mientras que el 33% cree que habrá repetición de elecciones". El análisis corre a cargo de Marisa Cruz: "Según el sondeo, un 67,6% se manifiesta en contra (de la 'financiación singular' de Cataluña), frente a sólo un 24,6% que está a favor. La idea no gusta al 55% de los votantes del PSOE. Esto supone que en el electorado socialista los que dicen no a privilegiar financieramente a Cataluña superan en 20 puntos a los que dicen sí (34,6%). El rechazo es masivo entre los votantes del PP (91%) y de Vox (81,4%) para los que, tal y como defienden sus partidos, esta propuesta implica no sólo romper la solidaridad territorial y la igualdad entre ciudadanos sino, sobre todo, ceder nuevamente, a cambio de apoyo político, ante quienes atentaron contra la unidad del Estado. En este análisis coinciden también importantes baronías socialistas, la más destacada Castilla-La Mancha cuyo presidente, Emiliano García Page, ha condenado con rotundidad la posibilidad de que Cataluña tenga un trato diferenciado".
Líneas después Cruz apunta que "el segundo dato que se desprende del sondeo evidencia el desconcierto de la ciudadanía respecto a la conformación de un nuevo Gobierno en Cataluña. Salvador Illa, el candidato del PSC, ganó los comicios con claridad pero con un resultado insuficiente. Su investidura requiere del apoyo de ERC, un partido que se debate entre colaborar con los socialistas o pujar por las tesis radicalmente independentistas. Las opciones que hay son dos: investir a Illa y que gobierne haciendo equilibrios con pactos puntuales o volver a las urnas. Un 36,5% opina que la primera posibilidad es la más factible frente a un 33,1% que cree que habrá nuevas elecciones. Sólo el 11,7% cree que el futuro president será el líder de Junts, Carles Puigdemont".
De Carles Puigdemont escribe Carmen Morodo en La Razón. "Puigdemont ofrece a ERC un «pacto nacional» con cuota generosa en listas y cargos" se titula su pieza, que arranca así: "La negociación en Cataluña se va a jugar a dos bandas. El PSC dice que es optimista, aunque, al mismo tiempo, Junts han puesto ya en marcha una campaña de aproximación a ERC. Puede resultar inconcebible si se tiene en cuenta de dónde parten en la ruptura personal y política, pero en este momento se impone por encima de todo la estrategia de Carles Puigdemont para buscar el encaje de una fórmula de reedición de un «pacto nacional», ya sea con listas conjuntas o separadas, que lleve a unas nuevas elecciones en Cataluña. En las listas conjuntas, Puigdemont ofrece barra libre a ERC, salvo el primer puesto que se lo reservaría para él. Otra alternativa sería la de las listas separadas, pero con un programa nacional conjunto, y con el compromiso de ser también generosos en el reparo de cargos si consiguen una mayoría que deje al PSC sin opción de aspirar a la Presidencia de la Generalitat".
Continúa la nota: "Este acercamiento tiene además el poder de encarecer la negociación del PSC con ERC y dificultarla. Si hay otra pareja de baile, con una oferta también generosa, a los de Esquerra les resultará más difícil justificar que en esta tesitura abandonan su tendencia tradicional a elegir la vía de la apuesta nacional por encima de las consideraciones ideológicas de izquierdas. Hay contactos previstos para los próximos días y, tras el pacto para lograr una Mesa del Parlamento independentista, Junts se ha marcado ahora como objetivo ganarse los votos de los republicanos para un debate de investidura de Puigdemont (55 votos frente a los 48 de PSC y comunes) que atribuya a una supuesta intransigencia del PSC la repetición electoral".
Y: "El expresidente de la Generalitat conoce bien los resortes internos de ERC y sabe que se enfrenta también a la tentación de un sector de la dirección republicana de intentar sacarle del tablero de juego por la vía de un acuerdo con el PSC que coloque a Junts en el ostracismo, y a él, ante su compromiso de no ser el líder de la oposición en la Cámara catalana si no saca adelante su intento de investidura. Hacienda trabaja en el terreno de explorar fórmulas imaginativas en financiación para acompasar su oferta a las exigencias de ERC sin dar la impresión de que desbordan el Estatut. La situación de debilidad de los republicanos no ayuda a un pacto, aunque pueda parecer lo contrario, y los socialistas tienen que manejarse con pies de plomo para no pisar ninguna bomba que les estalle en el camino".
En El Confidencial anuncian por su parte que "Illa se someterá a final de agosto a la investidura para ser president o como inicio de campaña". Escribe Marcos Lamelas: "En el PSC afrontan la espinosa negociación con ERC para intentar investir a Salvador Illa presidente de la Generalitat, conscientes de la dificultad para llegar a un acuerdo en las actuales circunstancias. El socialismo catalán asume que tendrá que darles a los republicanos tiempo, que necesitará el consenso de todas las facciones de un partido en guerra interna y que deberá ser flexible. Y que, aun así, puede que se vaya a una repetición electoral, según reconocen fuentes de la formación socialista".
Sigue el texto: "Primera cuestión: Salvador Illa acabará acudiendo a un debate de investidura, cuente o no con los apoyos necesarios. Si la negociación culmina con éxito, para llegar a la Generalitat; en caso contrario, como primer acto de campaña electoral. De uno u otro modo, ERC no le podrá recriminar tener menos coraje político que Pere Aragonès, como sí hizo el presidente del grupo parlamentario de los republicanos, Josep Maria Jové, en el Parlament esta semana, recordando que el actual president también se sometió a una investidura fallida. Ese debate de investidura sería el 25 de agosto o el 26 de ese mes. Porque el factor tiempo resultará determinante. Por tanto, la semana clave de la negociación será la del 19 de agosto. No por dejarlo a última hora, sino para dar tiempo hasta que llegue esta fecha para que ERC acepte que el precio de no pactar pasará por acudir a unos comicios sin candidato, divididos y con malas perspectivas electorales".
En cuanto a las condiciones, Lamelas apunta que "el PSC acepta que Cataluña pueda tener una cierta "singularidad", dentro de lo que recoge el Estatut: una Agencia Tributaria propia que actúe consorciada con la española. Y una cierta reforma del sistema que implique que Cataluña perciba entre 3.000 y 4.000 millones más que los que recibe en este momento. Pero eso está muy lejos del cupo catalán que está pidiendo ERC. La consellera de Economía, Natalia Mas, va a ir al Consejo de Política Fiscal y Financiera a presentar su propuesta de salida del régimen común. Pero difícilmente conseguirá nada más que soliviantar al resto de CCAA. Y no solo a las del PP: La vicepresidenta de Hacienda, María Jesús Montero, no podrá hacer concesiones en ese sentido, que es lo que esperan los cuadros de ERC para justificar una cesión. No queda claro si la visita de la consellera a un foro al que antes siempre se había negado a acudir es para vender la propuesta o para sabotear la investidura de Illa".
Más noticias. El acuerdo para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) ha descolocado a los socios de investidura del PSOE. Y a tenor de ese acuerdo entre socialistas y populares que no estaba en la agenda, "ERC i Junts es resignen a quedar-se sense incidència als organismes reguladors estatals", según anuncia Nació Digital. Según la información que firman Carme Rocamora y Oriol March, no habrá nombres a propuesta de los nacionalistas ni en RTVE, el Banco de España o la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Así comienza el texto: "Hi va haver una etapa, abans del procés, en què les formacions nacionalistes tenien influència a l'hora de situar figures afins a les principals institucions i organismes reguladors de l'Estat que controlen i acorden el PSOE i el PP. Convergència havia situat vocals al Consell General del Poder Judicial, des de Lluís Pascual Estivll a Ramon Camp passant per Alfons López Tena, per exemple. Fins i tot havien promogut noms al Constitucional, com ara Carles Viver i Pi-Sunyer, que en va arribar a ser vicepresident, o Encarna Roca. Josep Manuel Silva, exdirigent d'Unió, i el cineasta Francesc Bellmunt, promogut per ERC, van ser consellers de RTVE. Els republicans també havien situat, en els anys de Zapatero, Marcel Coderch a la Comissió Nacional de l'Energia i, amb el suport de CiU, havien aconseguit situar Guillem López Casasnovas de conseller al Banc d'Espanya".
Y: "Això, però, sembla que no tornarà malgrat que molts d'aquests reguladors, com ara la Comissió Nacional del Mercat de Valors, la Comissió Nacional de Mercats i Competència, la Comissió Nacional de l'Energia, o el Banc d'Espanya, són clau també per a l'economia catalana, a més dels que són de tipus més polític o judicial. I la renovació del CGPJ, així com la sacsejada pendent en aquests altres organismes estatals, als que cal afegir el consell de RTVE, ha servit per constatar que ERC i Junts es miren aquest tipus de procediments des de la barrera. Si no és que revisen les seves prioritats ja han assumit que no tenen marge per incidir-hi malgrat el valor dels seus vots al Congrés".
Más historias. Ojo al análisis de Iván Redondo en La Vanguardia. Una pieza ya de referencia en los lunes del decano de la prensa de papel catalana. En el primer párrafo predice la celebración de un referéndum por la vía del artículo 92 de la Constitución, el que señala que "las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de todos los ciudadanos. El referéndum será convocado por el Rey, mediante propuesta del Presidente del Gobierno, previamente autorizada por el Congreso de los Diputados".
Ahí va el párrafo prometido, que hay que leer varias veces: "Fue amnistía por convivencia y nunca por investidura. Para algún día, activar el artículo 92, como escribimos tras el 23-J. Porque, de lo contrario, saldadas las cuentas tácticas, todos ya estarían en paz. ¿No? Pero… no lo están, ni en Madrid, ni en Barcelona ni en Waterloo, aunque disimulen. La moción de censura, los indultos, la amnistía, todo este enhebro en el tiempo tenía un propósito noble: todos dentro, la convivencia entre todos y la gobernabilidad de Catalunya singularmente en primer lugar, que será fruto del acuerdo entre diferentes".
Líneas después, el que fuera asesor de García Albiol y del mismísimo Sánchez sostiene que "habrá investidura de Illa si la militancia de Esquerra la aprueba. Y para ello, PSC y ERC deberán concretar en julio una propuesta sólida, ilusionante y realizable, un nuevo status para Catalunya que hasta despierte el interés de buena parte de la militancia de Junts. Porque lo de la moción de censura, los indultos y la amnistía tiene que continuar con una gran propuesta de convivencia, sin miedos, a través de un acuerdo fiscal y plurinacional".
Pues vale.
1 de julio, santoral: Esther, Aarón, Carilefo de Anille, Domiciano de Bebrón, Eparquio de Angulema, Golveno de León, Martín de Vienne, Oliverio Plunkett, Teodorico de Mont-d'Or y Zhang Huailu.