Semana de Selectividad y maniobras poselectorales
Más de cuarenta mil chicos y chicas se enfrentan a las pruebas de acceso a la Universidad con grandes diferencias territoriales. Junts intenta forzar una repetición electoral e Illa pide "generosidad"
3 junio, 2024 07:56Noticias relacionadas
Como la vida está fuera de la política, esta semana no sólo es la recta final de la campaña para las elecciones europeas sino que además se celebran los exámenes de Selectividad, que ahora se llaman Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) o Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU). Semana de estrés, nervios, insomnio y examen, rito de paso de la vida adolescente a la Universidad, que en teoría es el marco del comienzo de la vida adulta, cuando ya no llaman a tus padres si no vas a clase.
De modo que una parte de nuestra alegre juventud está frente a una prueba que puede marcar su futuro porque determina qué estudios superiores puede acometer. En La Vanguardia cifran en 42.535 los estudiantes de Cataluña que se enfrentarán a partir del martes a la primera prueba. La previa del evento académico viene con la firma de Carina Farreras y arranca así: "Una investigación neurocientífica publicada recientemente por el Instituto Leibniz (Frankfurt) refutaba la teoría de la “hipótesis de la interferencia”, que sugiere que la ansiedad afecta a la memoria en un momento de fuerte tensión emocional y física. El estudio concluía que el estrés no afecta a la demostración del conocimiento si este está bien adquirido. En todo caso, lo que sí puede afectar es el sentimiento de miedo al pensar que no se ha estudiado los suficiente para una prueba de la que depende el futuro del estudiante".
Sigue la nota: "Cabe recordar este estudio mañana, martes, en que unos 42.535 estudiantes se enfrentarán a las pruebas de acceso a la universidad (PAU, también EBAU), con el ejercicio de castellano. Durante tres días se someterán a la presión de estos exámenes. La mayoría tiene entre 17 y 18 años. Llevan todo el curso con la sombra de estos exámenes planeando sobre su mesa de estudio y ahora, ya, llega la hora de la verdad. Para ellos es un momento importante, pero también lo es para la sociedad, que pone una atención especial en esta información".
Líneas después Farreras entra en matices: "Pero ¿qué se juegan? ¿Se juegan verdaderamente su futuro? En realidad, si han llegado hasta aquí, lo verdaderamente importante ya lo han superado: el bachillerato. La mayoría de los que se presentan procede de esta etapa. Cabe recordar que las PAU no validan estos estudios, solo ordenan de forma equitativa el acceso a la universidad. Y la nota de bachillerato es importante. Se considera que se ha superado la prueba de acceso a la universidad si se obtiene una nota superior a 5 como resultado de la media ponderada del 60% de la nota media de bachillerato y el 40% de la calificación de la fase general de las PAU. Luego está el asunto de aprobar. Se aprueba si se obtiene una media igual o superior a 4 de la fase general, compuesta de cinco materias obligatorias (catalán, castellano, lengua extranjera, historia o filosofía, y la materia de modalidad, correspondiente al bachillerato realizado). Por lo tanto, una nota baja puede ser compensada por otra alta. La fase específica no es obligatoria, sirve para subir la puntuación. Los resultados de la selectividad de este año se conocerán el 19 de junio".
Y: "El año de peor rendimiento fue el 2017. Aun así, aprobó el 94% de los presentados. El resto de los años gira en torno al 97%. Esto es así porque los encargados de elaborar las pruebas, bajo la supervisión del Consell Interuniversitari de Catalunya (CIC), tienen en cuenta los estudios que han realizado los jóvenes e introducen las posibles novedades. Por ejemplo, este año, se han incluido preguntas sobre educación literaria en lengua y literatura o probabilidades y estadística en matemáticas".
La Selectividad también se celebra en el resto de España con curiosas diferencias entre territorios, según una pieza de El Periódico de la edición de ayer sobre los criterios ortográficos de cada región. "Cinco faltas penalizan medio punto en Catalunya y dos en Madrid", señala el encabezamiento de una información que firma Olga Pereda: "¿Qué pasa si cometes faltas de ortografía en los exámenes de selectividad? Depende. No del docente que corrija la prueba sino de la comunidad en la que vivas. Si tienes cinco errores de grafía (las tildes no están incluidas porque se penalizan de otra manera), en Extremadura te suspenden, en Catalunya te quitan medio punto y en Madrid te restan dos puntos. En Euskadi, mientras, no hay un descuento específico. Si en lugar de cinco errores, cometes 26 (o más) en un examen, en Extremadura te suspenden, en Catalunya te quitan 2,6 puntos, y en Madrid, tres. En Euskadi sigue sin haber un descuento específico. Respecto a las tildes, los estudiantes catalanes que cometan cinco errores de acentuación en algún examen de las PAU (Pruebas de Acceso a la Universidad), tendrán medio punto menos, igual que sucede en Madrid. Si las erratas suben a 40, la penalización es de 4 puntos menos (frente a un punto que perderían los estudiantes madrileños)".
Es decir, más o menos lo comido por lo servido, pero con folklóricas diferencias autonómicas, no vaya a ser que no se note de dónde son los chicos.
Tras los apuntes de sociedad, la política, el ingrediente esencial de los medios, el pan de los periódicos y la sal de las emisoras. La ley de amnistía está en barbecho, aprobada en el Congreso pero a la espera de su publicación en los boletines de las Cortes y del Estado. Según una encuesta de El Periódico, "el 59,2% de los españoles están en contra de la amnistía y el 31,2% se declaran a favor. Esta es la tercera vez desde que se presentó la ley, en noviembre pasado, que el GESOP pregunta por ella a sus entrevistados, y en estos seis meses la ventaja de los detractores del texto se ha reducido 11 puntos, de 39 puntos en noviembre a los 28 actuales. El no a la norma ha retrocedido 2,3 puntos desde febrero y 6,7 puntos desde noviembre, mientras que el sí ha sumado 2,5 puntos desde febrero y 4,5 puntos desde noviembre".
En El Mundo aportan novedades sobre la compleja y farragosa elaboración de la norma. "Puigdemont censuró los elogios a la Constitución de la primera versión del PSOE sobre la amnistía" es el titular de una pieza que firman Esteban Urreiztieta y Raúl Piña: "Junts per Catalunya eliminó innumerables alusiones en defensa de la Constitución y al Estado de Derecho incorporadas por el PSOE en su primera versión de la Ley de Amnistía e incorporó al texto su tradicional discurso secesionista subrayando la existencia de un «conflicto político». El Mundo ha tenido acceso en exclusiva al primer documento enviado por los socialistas a los negociadores independentistas el pasado 13 de septiembre que constituyó la primera piedra de toque para la confección del texto definitivo de la ley, que acaba de ser aprobado por el Congreso de los Diputados y enfila ahora el complicado proceso de su aplicación en los tribunales. En ese documento el PSOE enfatizó, en el marco del preámbulo, que la amnistía se convertiría en una herramienta encaminada a «fortalecer la legitimidad de nuestro marco constitucional y el ordenamiento jurídico que de él se deriva».
Asimismo, se aludía a que iba a contribuir a la «unión y a la concordia nacional» y que el «interés superior» debía pasar por «la convivencia y la concordia que representa la Constitución»".
Continúa el texto: "Algunas de estas referencias a la Carta Marga fueron censuradas por Carles Puigdemont, sustituyéndolas por menciones genéricas a la «convivencia democrática». El ex presidente catalán también eliminó acotaciones continuas del PSOE a que el «valor de los poderes del Estado reside en el pueblo español» o que se pretende con la nueva norma «cohesionar a la sociedad española, así como a abrir nuevos caminos de entendimiento dentro del ordenamiento jurídico». Ocurrió lo mismo con elogios hacia la «generosidad y grandeza del Estado de Derecho» o la «fortaleza de la democracia española», sustituyéndose por alusiones genéricas al «sistema democrático». Asimismo, fueron cambiadas la denominación del PSOE de «proceso soberanista» por «independentista» y fueron retiradas varias menciones a que la amnistía constituye una «medida de gracia». Pero también que esta nueva ley buscaba «garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y las leyes». O recordatorios que aludían a la «primacía de la Constitución española, a la que todas y todos debemos obediencia». De manera paralela se incorporó por parte de los secesionistas que «desde la perspectiva de la Unión Europea la institución de la amnistía está perfectamente homologada» así como resoluciones dictadas por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea o del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que «reconocen la posibilidad de la existencia de amnistías». Siempre con el objetivo de sustituir la legislación española como referencia por la europea".
Y: "Además, se amplió al máximo la cobertura fijada inicialmente por el PSOE. Así, mientras los socialistas aludían en su primera versión a que el proceso soberanista había sido «impulsado por determinados actores e instituciones de la Generalitat», Junts añadió que sus promotores fueron «las fuerzas políticas al frente de las instituciones de la Generalitat de Cataluña [Parlament y Govern] y apoyados por parte de la sociedad civil, así como los representantes políticos al frente de un buen número de ayuntamientos». Se sustituyó también que hubo una «tensión institucional» porque medió un «intenso debate sobre el futuro político de Cataluña abierto a raíz de la sentencia del Tribunal Constitucional 31/2010» sobre el Estatuto de Cataluña. También se agregó por parte de Junts en el «ámbito objetivo» de la ley que quedarían borrados los actos de desconsideración vertidos contra las autoridades públicas llevados a cabo incluso «a través de la prensa, de la imprenta, de un medio de comunicación social, de internet o de mediante el uso de redes sociales»".
En fin, que Junts (Boye mediante) le metió chapa y pintura al artefacto jurídico. Los posconvergentes ya han pasado pantalla de la amnistía aunque la aplicación se prevé compleja y tortuosa. El nuevo afán de los de Puigdemont es lograr una repetición de las elecciones. "La formación presiona a ERC para que no facilite una investidura de Illa que, de producirse, abriría un complicado escenario en las filas posconvergentes por la promesa de su líder de abandonar la política", destaca un sumario de El Diario. El texto es de Arturo Puente: "“No podemos perder el liderazgo de Puigdemont”. Con esta contundente declaración se despachó hace unos días Xavier Trias en una entrevista en el Punt Avui. Una frase con la que abría al público un debate que ha estado soterrado en Junts desde la noche de las elecciones: ¿Puede el partido sobrevivir a Puigdemont? Los antecedentes no son especialmente atractivos, ya que la última vez que el expresident hizo amago de desparecer de la primera línea de la política, la formación quedó enterrada en las encuestas y solo se recuperó cuando él volvió a tomar las riendas. Pero la promesa que Puigdemont hizo durante la campaña no deja lugar a interpretaciones. “Tiene poco sentido que yo me dedique a hacer de jefe de la oposición”, aseguró en una entrevista en Rac1, en la que confirmó que dejaría “la política activa” si no era investido president de la Generalitat. Puede que fuera un buen gancho para la campaña pero, con la aritmética parlamentaria surgida del 12 de mayo, el compromiso de marcharse se ha convertido en un problema para su partido".
Sigue Puente: "Por el momento, en Junts no piensan demasiado en la transición al post-puigdemontismo, más allá de los movimientos de algunas figuras relevantes del partido que desean desterrar cuanto antes la idea de un posible adiós del líder. En la formación impera por ahora el clima de que, si bien la presidencia de la Generalitat se les ha escapado, sí podrían llegar a forzar una repetición electoral y, con ello, tirar los dados de nuevo. La apuesta de Junts por la repetición electoral se fundamenta en varias razones. De entrada, es una forma de presionar a ERC para hacerle pagar el precio más alto si acabase permitiendo, con un sí o con una abstención, la investidura de Salvador Illa. Pero hay más. En el partido también hay quien cree que los resultados del 12M están condicionados por la llamada “españolización del debate”, que el PSC tendría difícil repetir en una nueva campaña, y que la debacle del independentismo responde más a un bache circunstancial que a una tendencia de fondo. Tan convencidos están de esto que, incluso, hay quien tienta a ERC con la posibilidad de volver a conformar una lista electoral conjunta del independentismo, siempre que bloqueen la investidura de Illa y empujen la legislatura a unas nuevas elecciones. Esta es una oferta que cada vez más dirigentes de Junts repiten fuera de micrófonos, pero que en Esquerra desoyen, entre otras cosas, por el trauma con el que recuerdan la lista de Junts pel Sí en 2015".
En eso de la lista conjunta está el flamante nuevo presidente de la ANC, don Lluís Llach Grande, según una información de El Nacional de Vicenç Pagès: "El nuevo presidente de la ANC tiene los objetivos claros, como recuperar la unidad entre fuerzas y entidades independentistas. Después de que el independentismo perdiera la mayoría absoluta en el Parlament de Catalunya en las pasadas elecciones del 12 de mayo, Llach apuesta por presionar para formar un gobierno independentista, consiguiendo la abstención del PSC. "Esquerra y Junts tienen cogidas las partes íntimas del PSOE. Lo que pasa es que el PSOE tiene un trilero muy bueno. Y si no vamos a toda prisa y somos muy definitivos, nos dejará fuera de juego", ha dicho el presidente de la ANC, en la línea de lo que quiere el líder de Junts, Carles Puigdemont, que es el partido independentista con más apoyos".
A todas estas, "Illa pide 'generosidad' en las negociaciones para ser investido presidente de la Generalitat", según anota Ricard López en Crónica Global. De su información: "Salvador Illa ha apelado este domingo a la "generosidad" de ERC y Junts per Catalunya -socios parlamentarios del PSOE- para ser investido presidente de la Generalitat de Cataluña. El candidato del PSC reclama "humildad", "paciencia" y "tocar de pies en el suelo" en las negociaciones postelectorales con estos partidos para constituir el Parlament y, a continuación, el Govern. Y ha remarcado que "nadie tiene derecho preferente a nada". Illa ha intervenido en un mitin en Lleida junto a la cabeza de lista del PSOE a las elecciones europeas, Teresa Ribera, y el candidato del PSC Javi López a la Eurocámara. El líder de los socialistas catalanes se ha pronunciado de este modo sobre la dificultad de formar gobierno en la autonomía al no haber alcanzado ningún partido la mayoría absoluta el pasado 12 de mayo. Y sabedor de que, pese a haberlas ganado, necesitará el apoyo de al menos ERC o Junts".
En el caso de que Illa logre su propósito de convertirse en presidente de la Generalitat, Junts tiene un plan B para retener a su líder. "Junts ofrece a Puigdemont un retiro dorado: presidir el partido con un sueldo de 90.000 € al año", destaca El Confidencial. El texto es de Marcos Lamelas y esto es todo lo que se puede leer en abierto: "El núcleo duro de JxCAT está intentando preservar el liderazgo de Carles Puigdemont en el caso, altamente probable, de que el socialista Salvador Illa alcance la presidencia de la Generalitat. Fuentes de Junts explican que para ello le están ofreciendo a su candidato presidir el partido, un cargo que supone un retiro dorado con un sueldo de 90.000 euros al año. Así podría cumplir su promesa de retirarse de la primera línea política y renunciar al acta de diputado en el Parlament, como prometió en campaña electoral".
3 de junio, santoral: Juan XXIII papa, Carlos Lwanga y compañeros, Cecilio de Cartago, Clotilde, Cono de Lucania, Davino armenio, Genesio de Clermont, Hilario de Carcasonne, Juan Grande, Kevin de Glendalough, Lifardo, Morando, Oliva de Anagni y Pedro Dong.