El independentismo ha emprendido la fase final de la banalización del exilio. En Cataluña el exilio se ha convertido en una especie de rito sustentado en vagas percepciones de supuestas persecuciones. El público muy aficionado a las peripecias del "Procés" recordará, por ejemplo, cuando Eduard Pujol, ahora diputado de Junts en el Congreso, denunció que un espía del CNI le seguía en patinete por las calles de Barcelona. Esa psicosis ha aumentado en los últimos tiempos. Hay gente que ve policías de paisano en la mesa de al lado, agentes encubiertos tras las cortinas, informantes del Estado malayo a las doce en punto.
La última movida es el "exilio" de los citados en el sumario sobre el caso Tsunami que instruye en la Audiencia Nacional el juez Manuel García-Castellón. Algunos de los personajes que en octubre de 2019 sacaban pecho de la reacción del independentismo contra las sentencias del Tribunal Supremo han decidido anunciar que se han ido al "exilio", que temen ser detenidos en cualquier momento, que no se sienten seguros en España y que se han agrupado en Suiza, el Puerto Pirata de los Alpes donde curiosamente encuentran acomodo los más feroces anticapitalistas de Cataluña. El mundo al revés.
Así es que es Òmnium quien está al frente de esta "operación exilio" que podría ser el canto del cisne del "Procés" o el primer capítulo de una segunda temporada. Total que si el miércoles la entidad anunciaba que uno de sus vocales llevaba en el "exilio" varios meses por su aparición en el sumario del Tsunami, ayer fue el turno de un empresario gerundense y de un periodista de La Directa, quienes se han establecido en Ginebra junto a Marta Rovira y Ruben Wagensberg. La colonia española en la ciudad suiza es cada vez más amplia. Faltan dos semanas para que se abra un restaurante de pan con tomate y butifarra con secas.
"Al menos siete de los 12 investigados por su vinculación con Tsunami residen ya fuera de España", señala un titular El País. La información es de Bernat: "Dos investigados más por su vinculación con Tsunami Democràtic han confirmado que han trasladado su residencia a Suiza. El periodista de La Directa Jesús Rodríguez y el empresario Josep Campmajó se suman a otras personalidades de la docena de investigados que también han dejado España. El miércoles, el dirigente de Òmnium, Oleguer Serra, reveló desde Perpiñán (Francia) que también siguió el mismo camino hace seis meses. Los anuncios llegan días después de la providencia del juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón para conocer el paradero de los investigados por terrorismo y citarles a declarar junto a una decena de investigados. Los dos investigados se han trasladado con la voluntad de protegerse de la investigación, ya que el país helvético ha rechazado hasta ahora colaborar con la instrucción. En total, al menos siete de los 12 encausados por el caso Tsunami viven actualmente fuera de España. Además de los tres citados, residen en el extranjero el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont (ahora en Francia tras vivir inicialmente en Bélgica); la secretaria general de ERC, Marta Rovira (Suiza); el diputado de ERC Ruben Wagensberg (Suiza) y el banquero Nicola Flavio Giulio Foglia (Suiza). También están investigados el empresario Oriol Soler, el jefe de gabinete de Puigdemont, Josep Lluís Alay; el ex secretario de organización de ERC Xavier Vendrell; la militante de ERC Marta Molina; y el considerado tesorero de Tsunami, Jaume Cabaní, que se trasladó inicialmente a Bélgica".
Líneas después, Coll da cuenta de la situación de los últimos "exiliados". "Los dos últimos en abandonar España, Rodríguez y Campmajó, han denunciado la “instrumentalización” del poder judicial. El periodista ha asegurado en una entrevista en Catalunya Ràdio y en La Directa que tomó la decisión porque “la cúpula del poder judicial español hace de partido político y pretende instrumentalizar un procedimiento penal para boicotear la tramitación de la ley de amnistía”. El comunicador decidió en las pasadas Navidades fijar su residencia en Suiza y ha defendido que “la causa del Tsunami es política” y las acusaciones contra él, “inconsistentes”".
Y: "Campmajó, por su parte, ha asegurado que su decisión está motivada por el seguimiento policial y por el miedo a una posible detención y entrada en prisión. “Veía a la policía vigilándome por la calle. La veía la encargada de la cafetería a la que iba cada mañana, que me decía: ‘Ya los tienes allí’. Les veías, les reconocías y solo les faltaba saludar”, ha explicado. El empresario ha negado un papel de liderazgo en Tsunami: “Cuando dicen que al frente de Tsunami estaba fulanito, no tienen ni idea de qué va, y en parte lo entiendo, porque en España no se puede entender nada sin que haya alguien que les mande".
Curioso comentario este último del que se desprende un cierto tufillo de desprecio por ese ser español sometido al patrón, sojuzgado por el señorito, tan sólo apto para seguir órdenes. En cambio Campmajó es de otra estirpe, verdad. El pueblo unido...
El caso es que la precampaña viene marcada por los "exiliados" que llegan en masa a ese paraíso del secreto bancario que oculta las fortunas de sangre del mundo, pero hay políticos y partidos empeñados en pasar página. Es el caso del candidato del PSC, Salvador Illa, que según reporta La Vanguardia promete ampliar el autogobierno y mejorar la financiación. Escribe Luis B. García: "El candidato del PSC expuso el esquema de gobierno que tiene en mente si asume la presidencia del Ejecutivo catalán en la conferencia “Unir y servir”, celebrada en les Dressanes de Barcelona. Ante una asistencia desbordada por la amplia representación de la sociedad civil y económica catalana, Illa desgranó su propósito de liderar “la tercera gran transformación de Catalunya”, basada en “unir y servir a todos los catalanes” bajo el denominador común de la gestión, rehuyendo las ideologías, para recuperar la excelencia en los servicios públicos y estimular el progreso. Para ello, la disposición de más recursos será imprescindible, por eso apuntaló su compromiso y el del Gobierno central en mejorar el sistema de financiación de Catalunya. De esta forma, la política del reencuentro del presidente Sánchez tendrá continuidad más allá de las medidas de gracia. En la financiación, Illa defiende la posición que se ha venido a llamar principio de ordinalidad, es decir, que Catalunya no quede perjudicada tras el reparto que hace el Estado de los recursos que recauda, de manera que si es la tercera en aportar, no quede relegada a la hora de recibir. “No estamos de acuerdo en esto” y “prometo trabajar para revertir esta situación” con un “pacto de financiación justo y social”, es decir, para “reducir las desigualdades”. Además, “pactaré la propuesta con los agentes sociales”, aseguró".
Un par de párrafos después, la crónica continúa así: "En el caso de llegar a la presidencia de la Generalitat, el candidato del PSC cree que hay asuntos perentorios de gestión. Uno de ellos es “transformar los servicios públicos”. Illa se propone hacer un diagnóstico de situación previo, por eso prevé crear un comisionado por el autogobierno de Catalunya, con dependencia directa de la presidencia, que tendrá como primera tarea realizar una auditoría sobre los servicios públicos en Catalunya en los últimos 10 años de gobiernos independentistas, cuyo balance “no es bueno”. Su primera iniciativa como president será aprobar un decreto ómnibus con medidas a corto, medio y largo plazo para hacer frente a la sequía y dotado con 3.500 millones de euros. Este decreto extraordinario incluirá un plan de choque, “de la mano de ayuntamientos”, con recursos para las infraestructuras de riego y desalinización de agua necesarias “para no estar pendientes del cielo”".
Luchar contra fantasmas mientras se juega al exilio o luchar contra la sequía, esa parece la cuestión. Pero no para el independentismo, aferrado a sus ensoñaciones y batallas. De esas pugnas se ocupa La Razón en una crónica de Carmen Morodo que lleva este título: "ERC se descalabra y Puigdemont ultima su «golpe final»". Del texto de la referida periodista: "Sobre ERC empieza a instalarse la sombra de que sufrirá un importante descalabro en las próximas elecciones de mayo. Una debilidad que podría favorecer al exministro de Sanidad Salvador Illa, salvo que también se confirmen los temores sobre el ascenso de Junts en unos comicios en los que el protagonismo lo acapara inevitablemente en todo momento el expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont. Los datos que manejan en La Moncloa apuntan en esta dirección y abren un agujero de incertidumbre sobre hasta dónde puede estar dispuesto a llegar Puigdemont para conseguir su objetivo de regresar por la puerta grande a la Generalitat. Hasta ahora, siempre se ha impuesto el criterio de su seguridad personal en todas sus decisiones, y los rivales de ERC le han caricaturizado como un «cobarde», pero la amnistía abre ahora un marco político que está haciendo que en el círculo de poder socialista se instale el miedo a que Puigdemont llegue a «montar el número» de regresar a Cataluña en la recta final de la campaña del 12M para de esta forma ser detenido e intentar cambiar el signo de las elecciones".
Sigue la nota: "El expresidente ya ha dicho que este examen electoral se lo juega a un todo o nada: supuestamente dejará la política si no vuelve a tomar el mando de la Generalitat, y la amnistía le abre un colchón de seguridad que no tuvo en las dos anteriores elecciones autonómicas, en las que concurrió como candidato, pero sin poder pisar terreno español porque tenía por delante la amenaza de someterse al mismo recorrido judicial que Oriol Junqueras y demás líderes independentistas juzgados por el Tribunal Supremo. En el nuevo contexto político y judicial que surge de la tramitación de la ley de amnistía hay interpretaciones jurídicas que apuntan a que, en el caso de que se produjese esa entrada de Puigdemont en Cataluña, y en plena campaña, podría ser detenido, pero que «en cuestión de 24 horas» saldría a la calle porque no habría manera de sostener su mantenimiento en prisión en plena contienda electoral y cuando sería ya cuestión de días que entrara en vigor la polémica norma, por mucho que se alarguen los plazos en el Senado. En todo caso, sería una decisión competente al Tribunal Supremo. En el PSOE ven en este hipotético marco todo un golpe de efecto de consecuencias hoy incalculables en el ámbito demoscópico, porque todavía queda mucho hasta la campaña y porque no se puede tampoco adelantar cómo evolucionará emocionalmente el electorado".
ERC anda desnortada, con Aragonès tratando de reponerse a cada instante. Cualquiera diría que fue el presidente de la Generalitat quien anticipó las elecciones para coger a Junts con el paso cambiado. Parece todo lo contrario. "Junts convocarà los mítines de Puigdemont en Argelers y llevarán al público", señala El Nacional sobre un texto de Marta Lasalas: "Con el president en el exilio, Carles Puigdemont, instalado en la Catalunya Nord, Junts per Catalunya pone en marcha lo que denomina Operación desconectar pantallas, con una campaña en que deja finalmente de lado las comparecencias telemáticas de su candidato. En esta ocasión los actos serán presenciales y serán los asistentes quienes se desplazarán fuera del Estado español. Junts ha preparado una flota de 5 o 6 autocares que diariamente llevarán al público a los actos que se convocarán esencialmente en Argelers, en el espacio Jean Carrère. Los autocares serán gratuitos, aunque se abrirá la posibilidad de aportar un donativo, dado que Junts tiene previsto compensar la huella de carbono que esta operación represente. Este viernes empiezan las inscripciones para todos los actos de campaña. Junts asegura que los dos actos organizados las últimas semanas en Elna, para la presentación de Puigdemont como candidato y para la presentación de las listas, han servido para comprobar el funcionamiento de esta experiencia y aseguran que han detectado interés de la gente por participar y no solo entre la militancia del partido".
Y: "La propuesta de Junts es que los asistentes se apunten, como se hizo en la Vía catalana, para participar en los diferentes actos, y se destinará cada jornada de la campaña, a partir del viernes 26 de marzo, a una parte del territorio. Solo el acto previsto el último día de campaña se celebrará en Barcelona con intervención telemática del candidato, con la voluntad de dejar claro que el exilio todavía continúa".
Sí, sí, el "exilio"...
12 de abril, santoral: Julio I papa, Alferio, Basilio de Pario, Constantino, Damián de Pavía, David Uribe, Erkembodone, José Moscati, Sabas Godo, Sofía y Visia de Fermo y Zenón de Verona.
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