Un censo de catalanes puros y el drama de comer en castellano
Una entidad promueve un censo para los catalanes de pura cepa y la profesora que critica que no se denuncie la falta de cartas en catalán en los restaurantes
17 febrero, 2024 08:46Noticias relacionadas
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El "Procés" es historia antigua, pero aún llegan a la playa restos del naufragio. Sobreviven grupos, entidades y organizaciones que se resisten a bajar los brazos y muestran gran empeño en mantener vivas las brasas del ideal independentista. Enarbolan la idea de la Cataluña catalana, la república del porrón y las butifarras, el viejo mundo del siglo pasado en el que la inmigración extranjera era una nota de color en la región del sifón y las colecciones de chapas de cava.
De una de esas organizaciones fantasmagóricas habla El Mundo en su edición sabatina. "El 'censo del pueblo catalán' que discrimina a los inmigrantes: 20 años de residencia y un registro de ciudadanos 'de pleno derecho'", se titula una entrega cuya sustancia queda mucho más clara en el subtítulo: "Una entidad independentista aboga por elaborar un listado para identificar a la población de 'generación primera' e imponer requisitos al resto". Así, sin anestesia.
La pieza es de Víctor Mondelo y destacan estas líneas: "Promovido por Patrimoni Català, una asociación creada en julio de 2023 con sede en Suiza y que asegura no tener 'ninguna filiación política', este censo dice tener como objetivo 'preservar la nación', que 'sólo pertenece a los catalanes'. 'No hemos podido ni parar ni integrar las diversas oleadas migratorias que Cataluña ha sufrido por falta de un Estado propio. Ahora nos encontramos en una situación de minorización y de diglosia lingüística que amenaza la existencia de la nación catalana. Es urgente y necesario el censo del pueblo catalán para convertirnos en un sujeto político', defienden los impulsores de esta herramienta segregacionista. 'Los ocupantes reservan el mismo destino para todos los Països Catalans si no restablecemos nuestra soberanía: sustitución demográfica y como consecuencia empobrecimiento', remachan, al tiempo que se preguntan: '¿Las personas no integradas en la nación catalana tienen que poder decidir políticamente sobre nuestro futuro?'".
Sigue la nota: "Las reglas para poder inscribirse en el censo que supuestamente identificará a los verdaderos miembros del pueblo catalán, y que fue habilitado el pasado mes de noviembre, son estrictas. Pueden registrarse sin necesidad de cumplir ningún otro requisito lo que los promotores denominan miembros de 'la generación primera', de la que formarían parte sólo los nacidos en Cataluña, Valencia, Menorca, Ibiza o Formentera antes de 1950; los nacidos antes de 1955 en lo que denominan la Cataluña Norte o antes de 1960 en la ciudad italiana de Alguer. Sus descendientes también tienen un lugar reservado en el censo, pues pueden inscribirse en él los hijos, nietos o bisnietos de un miembro de esa 'generación primera' de catalanes. Pero las trabas empiezan a llegar cuando se carece de un nexo de consanguineidad con los elegidos. Los que no puedan acreditarla sólo podrían formar parte del selecto club de los verdaderos catalanes por la vía del matrimonio o de lo que los promotores del censo denominan 'naturalización', una suerte de asimilación documentada".
Y: "Para inscribirse por la vía del matrimonio, reclaman acreditar un mínimo de 10 años de residencia y cinco de unión legal con uno de esos miembros de la 'generación primera'. Además de certificar el nivel C1 de catalán -el mismo que se necesita para opositar- y firmar lo que denominan 'reconocimiento de la nación catalana', un documento por el que los censados reconocen 'la existencia de la nación cultural catalana, nación europea de origen medieval con lengua propia, instituciones propias, costumbres propias y una tierra histórica' y se comprometen a 'defenderla'. La 'naturalización' es la vía reservada para el resto. Podrán censarse los establecidos en Cataluña hace un mínimo de 20 años, que prueben su conocimiento del catalán y entreguen dos 'cartas de recomendación' de inscritos al censo como 'miembros de la generación primera' o como sus descendientes. Los inmigrantes o españoles procedentes de otras comunidades autónomas con menos de 20 años de residencia en Cataluña quedan excluidos del censo".
Pues muy bien, un club muy selecto el de la catalanidad catalanista catalana auténtica. Otro ejemplo de esa corriente identitaria es el caso de la profesora gerundense que amenaza a sus alumnos con bajarles la nota si se dirigen a ellos en el idioma del invasor, el castellano o español. Cuenta su caso Antonio Fernández en El Confidencial y no tiene desperdicio: "Una profesora de Girona ha levantado una oleada de protestas tras amenazar a sus alumnos con bajarles la nota si se comunicaban en castellano. En un escrito en un foro, la profesora alardeaba: 'Soy una profesora de un instituto de Secundaria de Girona. Este curso hago tercero de ESO y tengo a mis cinco clases asignadas absolutamente enfadadas conmigo. ¿Por qué? Porque les he dicho que si se dirigen a mí o me preguntan lo que sea en castellano, les bajaré la nota del trimestre'".
Sigue Fernández: "La profesora, de nombre Àngels Alsina i Bosch, cuenta algunas de las reacciones de sus alumnos, que opinan que tienen derecho a utilizar el idioma que más les convenga y que dicen, según la versión de la profesora, que le seguirán hablando en castellano. 'Si en los años 90 me dicen que ni en las clases de Lengua Catalana hablarían en catalán, de verdad que no me lo hubiese creído. Y ahora me está pasando… ¡y en Girona!'. Lo cierto es que su clase de Lengua Catalana es para practicar ese idioma. Pero la profesora va más allá en su reivindicación. 'Ya no sé de qué sirve explicar la historia de Cataluña, de qué sirve explicar a los inmigrantes que nuestro país fue importantísimo en la Edad Media, de qué sirve explicarles la dictadura de 40 años que padecimos… De qué sirve si, cuando acabamos la clase, el catalanito de turno le dice al inmigrante que tiene a su lado: '¿Me dejas tu boli?'. Aquí no hay bilingüismo, aquí hay una diglosia como una casa de payés. Nuestro alumnado ha entendido que con el castellano hay suficiente y con eso se quedan. Y la culpa es nuestra, de los catalanohablantes: culpa por pasarnos al castellano a la primera de cambio, culpa por comer en un restaurante donde solo hay la carta en castellano y no pedir la hoja de reclamaciones, culpa por no valorar suficiente nuestra lengua ni nuestra tierra'".
Claro, claro. Ese gran país de la Edad Media que se sentaba de igual a igual en la Tabla Redonda del Rey Arturo, tierra media cuatribarrada cuyas cruzadas asolaron Narnia en las guerras de los Juegos de Tronos. Y cómo se ha de ver ahora, sin carta en catalán en los restaurantes. ¿Puede haber mayor acto de represión y tortura?
Cambio de tercio. Ningún día sin amnistía. Este sábado el protagonista es el ministro de Transportes y azote de infieles Óscar Puente, quien se ha despachado en Cataluña con unas declaraciones a favor de indultar a los que no quepan en la amnistía. "El Gobierno no descarta indultar a los que queden fuera de la amnistía: 'No es ningún disparate'", titula al respecto La Vanguardia. El texto es de Josep M. Calvet: "Si el diagnóstico es pasar página del procés y hay que acabar indultando, ¿por qué no amnistiar antes y ahorrar el trabajo a la justicia?. Esta es la tesis que sostiene el Gobierno y que ha expresado este viernes el ministro de Transporte y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, en Barcelona. El ministro, que ha comparecido este viernes en la inauguración del nuevo tramo de la B-40 entre Olesa de Montserrat y Viladecavalls, no ha descartado la concesión de los indultos para aquellas personas que puedan quedar excluidas de la ley de Amnistía, como planteó ayer el conseller de Drets Socials, Carles Campuzano, pero ha pedido aprobar la ley para 'ahorrar trabajo a la justicia' y evitar así juicios que acaben desembocando en un indulto".
Continúa Calvet: "El ministro se ha referido a las palabras de Campuzano, quien ayer dijo que el Gobierno contemplaba las medidas de gracias para aquellas personas a las que no les alcanzara la amnistía, para indicar que 'no son ningún disparate'. No obstante, ha opinado que si la voluntad del Ejecutivo es 'pasar página' de los hechos del 2017 para 'seguir avanzando' no tiene sentido hacer un proceso judicial para acabar indultando. Por ello ha considerado que la ley de Amnistía es la solución en este momento 'más necesaria, más conveniente y más útil', porque, a su juicio, evitará 'un peregrinaje judicial que acabe en indulto'. 'Ahorrémosle el trabajo a la justicia, que sobrada de recursos tampoco está', ha justificado el titular de Transportes. 'Queremos sacar la situación de los tribunales, que no haya consecuencias penales para las personas que participaron en estos hechos', ha insistido Puente, para quien la amnistía 'ahorra esfuerzos' al sistema judicial español".
Magnífica propuesta, ahorrar trabajo a los jueces. Total, si no van a servir para nada los juicios...
Más curiosidades catalanas. La Generalitat que estaba en contra ayer de que los hoteleros de la Costa Brava se compren una desaladora portátil para llenar las piscinas hoy está a favor. Grande Mascort, el consejero de Acción Climática y Cambio de Opinión. "Mascort asegura que hará lo posible para autorizar la desalinizadora móvil de los hoteles de Lloret", asegura El Nacional. Escribe Alba Solé Ingla: "El conseller de Acció Climàtica, David Mascort, ha asegurado que 'hará lo posible' para autorizar el proyecto de la desalinizadora que comprarán los hoteleros de Lloret de Mar (Selva) para poder llenar las piscinas este verano. 'Lo hacemos con todas las iniciativas del sector privado: analizarlas, estudiarlas y si es posible, hacerlas', ha argumentado el conseller. Ahora bien, Mascort ha avisado que primero tienen que recibir la propuesta y 'analizar si legal y jurídicamente se puede hacer'. En este sentido, ha reconocido 'los esfuerzos del gremio' por reducir el consumo de agua a sus instalaciones, y ha insistido en que el Govern 'evaluará todas las acciones que se puedan hacer para alargar los recursos'".
Actualidad condal. "Jaume Collboni anuncia que el proyecto del tranvía hasta Francesc Macià estará listo en julio, pero no pone fecha a las obras", señala El País, que abunda en el sumario de ese titular en que "El alcalde de Barcelona pide a la Generalitat 3.000 millones de inversiones en 10 años para ampliar la red de metro". La nota es de Clara Blanchar: "El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha lanzado este viernes dos mensajes políticos vinculados a las infraestructuras de la ciudad. En genérico, ha pedido inversiones en infraestructuras para Barcelona y su área de influencia. En concreto, ha hablado del tranvía y de la red de metro. El primer edil ha reafirmado que es partidario de culminar la unión de las dos redes del tranvía, pero ha insistido que no será de forma inmediata. Collboni llevaba además una noticia bajo el brazo: ha anunciado que el proyecto ejecutivo del último tramo para unir las dos redes del tranvía de Barcelona (entre Verdaguer y Francesc Macià), estará acabado este verano, en julio. De hecho, el encargo es una herencia del pasado mandato, con Ada Colau de alcaldesa y cuando Junts gobernaba en materia de infraestructuras en la Generalitat. Pero el primer edil sigue sin poner fecha al inicio de las obras. La ciudad, defiende, debe recuperarse del actual frenesí de obras (primera fase del tranvía, L9 del metro, L8 de los ferrocarriles, Via Laietana, Rambla) antes de abrir otro melón y poner patas arriba otra zona de la ciudad. El socialista también ha reclamado a la Generalitat que acelere todos los frentes previstos de ampliaciones de la red de metro: 3.000 millones en 10 años".
Y: "Collboni ha pronunciado una conferencia en el World Trade Center del Puerto organizada por el Círculo de Infraestructuras. Tanto el presidente del Puerto, Lluís Salvadó, como el del Círculo, han celebrado su gestión en contraste con la de su sucesora, Ada Colau, a quien no han nombrado explícitamente. 'Haremos cosas importantes para la ciudad como la Copa del América, y que no tenga titulares es positivo', ha dicho el primero. Vila le ha recibido de forma entusiasta: 'Llegamos al final del mandato pasado exhaustos, por fin afrontamos un mandato de discusión serena y poco dogmática, sin arrebatos'. 'La ciudad vivió un momento extraño en reputación, cuando alguien te preguntaba era difícil de responder. La agenda se ha podido revertir', ha aplaudido el exconsejero. Sobre el tranvía y su inicio de obras, ha concretado: 'Habrá que ir viendo, tenemos muchas obras en el Eixample, mi compromiso es dejar que respire y ver las obras también de los ferrocarriles [la unión de la L8 entre plaza de Espanya y Gràcia]. Es importante que tengamos proyecto, estamos acabando la primera fase del tranvía y hemos de ver cómo. Un año y medio o dos, y luego decidiremos'. Un calendario que hace difícil, aunque no imposible, que las obras del tranvía entre Verdaguer y Francesc Macià arranquen antes de las elecciones de 2027".
17 de febrero, santoral: Teodoro de Bizancio, Alejo Falconieri y compañeros, Bonoso, Constable, Evermodo, Fian, Fintán, Flaviano, Mesrob, Pedro Yu Chong-nyul, los siete santos fundadores de la Orden de los Siervos de María y Silvino de Auchy.