Error no forzado, tiro en el pie, voladura controlada... La última acepción es la que se maneja en el PP para justificar las deambulaciones y elucubraciones de Alberto Núñez Feijóo en torno a la figura de Carles Puigdemont y los términos jurídicos amnistía e indulto. La impresión generalizada es que el partido conservador se ha metido en un embrollo colosal en el peor momento posible, con las elecciones gallegas el domingo y las encuestas augurando la pérdida de la mayoría absoluta y un avance espectacular del Bloque Nacionalista Galego (BNG).
El presidente del PP se juega buena parte de sus opciones y su futuro político en unas autonómicas que ha diseñado como una ratificación de su liderazgo y su figura. La arrojada estrategia empieza a percibirse ahora como un error mientras el BNG rompe su techo según los sondeos y pone en jaque al candidato popular, Alfonso Rueda, cada vez más gris y oscurecido por una polémica que martillea sobre la cúpula de su partido, ese sanedrín de fenómenos que van por ahí dando titulares a cambio de reserva de identidad.
Este martes en El País se chotean del PP explicando las interioridades de la tenida con periodistas de un dirigente en la que habría saltado el gol en Las Gaunas que ha puesto patas arriba la campaña gallega. "El PP sobre Junts, a los periodistas en la reunión que desató el incendio político: “Si quieren reconciliarse de verdad, hablamos”", se titula la pieza que firma Elsa García de Blas: "Viernes, 9 de febrero. La campaña de las reñidas elecciones gallegas del 18-F enfila su ecuador. Un grupo de 16 periodistas de medios de comunicación con distintas líneas editoriales, entre ellos El País, asiste a un encuentro informal con una fuente del PP al más alto nivel. La invitación ha sido cursada días antes por el partido. Una práctica habitual entre partidos y periodistas: conversaciones off the record en las que el dirigente político aporta contexto y claves para que puedan elaborar con mayor conocimiento sus informaciones, con la autorización de publicarlo a condición de no identificar la fuente. Lo pactado de antemano entre el PP y los periodistas invitados fue que lo que allí manifestara este alto dirigente podía publicarse, sin identificar a la fuente, a última hora del sábado. El partido que convocó a los periodistas los acusa ahora de "manipulación"".
Y: "A la pregunta de un periodista sobre cómo lograr un reinicio político en Cataluña, la fuente dijo que el PP "analizó 24 horas" la posibilidad de una amnistía, cuando supo que esa era la exigencia de Junts en los contactos entre ambos partidos el pasado agosto, y la descartó por inconstitucional. Preguntado por las alternativas a una amnistía, la fuente del partido dijo que "el indulto es una posibilidad". "Si es legal y hay un compromiso explícito de volver al Estado de derecho se podría haber visto. Si tienen interés de reconciliarse de verdad, si quieren, hablamos", abundó. Feijóo declaró ayer: "Yo no soy Pedro Sánchez, yo no acepto la amnistía ni la aceptaré. Yo no acepto los indultos ni los aceptaré"".
El tormento pepero es constante. Y Junts amenaza con contarlo todo, si bien en El Diario se matiza que el partido de Puigdemont "evita romper los puentes con Feijóo". Escribe Arturo Puente: "Hubo rechinar de dientes en sectores del soberanismo cuando, el verano pasado, Carles Puigdemont dio la consigna de que a Junts no debía importarle si en España gobernaba el PSOE o el PP y que solo debía prestar sus votos a quien se comprometiese a resolver el conflicto en Cataluña. ¿Cómo podía ser lo mismo el Gobierno que había hecho todo lo posible para que los líderes independentistas entrasen en prisión que el que los había sacado?, se preguntaban. Pero a Puigdemont los indultos no le habían alcanzado y, una vez tomada la decisión de negociar en el Congreso, su cálculo era que los votos de Junts subirían de precio si en vez de un posible comprador tenían dos. Si bien la estrategia del expresident no tuvo un efecto claro en cuanto al precio de sus apoyos, sí ha servido para provocar, medio año después, un inesperado enredo del PP. Todo ello a cuenta de las negociaciones que mantuvo con Junts en aquel agosto de desesperación en el que, por muchas puertas que tocase, a Alberto Núñez Feijóo no le salían los números para una investidura".
Sigue la pieza: "Este fin de semana hasta 16 medios, incluido elDiario.es, citaron fuentes de máxima solvencia del PP que revelaban que el partido estudió durante 24 horas la propuesta de la amnistía que les había hecho llegar Puigdemont y también que estaban abiertos a concederle un indulto, condicionado a que el expresident diese unos pasos inasumibles para Junts. Aún con la duda de quién tiró la piedra que ha abierto un boquete en el PP este fin de semana, Junts ha optado este lunes por esconder la mano. Tras la reunión de la Ejecutiva ampliada de Junts, el portavoz de la formación, Josep Rius, ha repetido más de media docena de veces la misma fórmula para esquivar las preguntas: “Ya hemos dicho todo lo que teníamos que decir [sobre los encuentros con el PP], si tenemos que añadir algo, lo haremos”. Esa última parte, la que abre la posibilidad de dar más detalles sobre la negociación que mantuvieron con el PP, es la que Junts tenía más interés en subrayar. Una advertencia velada, pero sin romper la consigna de Puigdemont de que Junts ha de ser un partido capaz de negociar sin miramientos con PP o PSOE, bajo la idea de que ambos son poco más que amos de llaves ('masovers', en catalán) de las instancias que realmente tienen el poder en el Estado. En la misma comparecencia de este lunes, Rius ha repetido que Junts tiene “las manos libres para pactar” ya que “no forma parte de ningún bloque de partidos español”".
La polémica y el caos tienen un reflejo en la debilitada organización catalana del partido conservador. "Malestar en el PP catalán con Feijóo: “Hay gente cagada con posibles cosas que pueda decir Junts”", titula al respecto Vozpópuli. La nota viene con la firma de Jorge Sáinz: "El PP ha intentado taponar la vía de agua abierta este fin de semana por los contactos con el entorno de Carles Puigdemont. Los principales barones del partido han cerrado filas con Alberto Núñez Feijóo. Y los territorios han pasado página para centrarse en las elecciones gallegas del domingo. El malestar más significativo por este "desliz" está en Cataluña. Los populares catalanes se opusieron a cualquier diálogo con Junts per Catalunya (JxCat) en las semanas previas a la investidura fallida de Feijóo. "Estamos, al igual que el resto de españoles, muy sorprendidos", dicen fuentes del PP catalán a Vozpópuli. "Es evidente que hay gente cagada con posibles cosas que pueda decir Junts"".
Continúa la pieza: "Génova ha invertido las últimas 72 horas en apagar el incendio declarado por fuentes de su propia cúpula, que han aprovechado sobre todo el PSOE y Vox en el inicio de la última semana de campaña electoral en Galicia. Feijóo ha negado que el PP esté abierto a un "indulto condicionado a Puigdemont". Y el PP ha restado importancia a que desechase en "24 horas" la petición de amnistía que hizo Junts al PP antes de la investidura de Feijóo. "¿Qué es más grave dar un margen de 24 horas para responder o decir a todo que sí 10 minutos de una votación?", dicen fuentes populares en referencia a acuerdos surrealistas como el del Gobierno con Junts para los decretos económicos. "No hay más polémica que la que se quiera forzar. Nuestra postura es clara: ni amnistía (porque es inconstitucional) ni indultos (porque son injustos y arbitrarios) para aquellos que desafiaron al Estado y que lo volverían a hacer". (...) Las explicaciones no han convencido del todo al PP catalán, que no acaba de comprender esos comentarios. El entorno de Feijóo no ha querido confirmar a este diario si el líder del PP había telefoneado o no al presidente del PP de Cataluña, Alejandro Fernández, para comentar lo sucedido. "No tenemos nada más que añadir", han dicho. Fernández fue el dirigente del PP más crítico con los contactos que se establecieron con JxCat en las semanas previas la investidura fallida de Feijóo. La relación entre Feijóo y Fernández nunca sido la mejor. No sólo por estas críticas, pero también, Génova alentó un cambio en la dirección del PP de Cataluña con la convocatoria de un congreso del partido en 2024. Pero Feijóo aparcó este relevo semanas después tras el apoyo que Cayetana Álvarez de Toledo y José María Aznar, entre otros, brindaron al líder de los populares catalanes. Fernández se perfila para repetir como candidato en las elecciones catalanas, previstas para la primavera de 2025 que viene pero que podrían adelantarse a finales de este año".
Y: ""Junts sí es mi rival, un partido cuya tesis esencial es que España es una dictadura dirigida por un rey fascista, con el que se niegan a 'hablar'. Que alguien me diga de qué hay que 'hablar' con ellos...", escribió Fernández en las redes sociales en agosto. Dirigentes de Junts y del PP exploraron la posibilidad de un entendimiento para la formación de un nuevo Gobierno en España en una reunión que tuvo lugar durante la primera quincena de agosto del año pasado. El encuentro se celebró en el hotel Alma de la capital catalana. Y participaron el presidente de Junts en el Parlament, Albert Batet (hombre de confianza de Puigdemont), el concejal barcelonés Josep Rius y, por parte del PP, el líder en Barcelona, Daniel Sirera, y el asesor político Xavier Domínguez, que participó en la campaña de Feijóo".
Los vientos soplan a favor de los socialistas. "El PSOE da por hecho que la presión interna obligará a Puigdemont a apoyar la amnistía", titula El Mundo. En esa pieza, el sumario es muy relevante: "Para nosotros ya no tiene desgaste pero él puede perder todo su capital político". Escribe Raúl Piña: "En el Gobierno y en el PSOE andaban hace días expectantes con el PP. La carta de Carles Puigdemont advirtiendo de que «todo se sabrá» sobre las negociaciones de Junts con los populares les sentó delante del sofá con palomitas. Esperaban movimientos. La constatación de que Alberto Núñez Feijóo valoró la amnistía, durante 24 horas según el PP, y sería partidario de un indulto condicionado a Puigdemont ha levantado en armas a los socialistas para legitimar su «política del reencuentro», como lo llama Pedro Sánchez, desacreditar al líder del PP y tratar de tomar oxígeno en una campaña gallega en la que les falta fuelle. Pero mientras todo esto ocurre, los socialistas también se sientan a tomar palomitas esperando movimientos internos en Junts. La negociación entre socialistas e independentistas vive un parón. El canal de comunicación sigue abierto, pero se vive un stand by, pese a que hay una primera fecha límite para retomar la Ley de Amnistía que Junts tumbó momentáneamente en el Congreso: «Queda tiempo. Ya iremos viendo, no hay prisa. Estamos centrados en el Gobierno y en las gallegas», admiten fuentes del PSOE al más alto nivel. Los socialistas creen que los secesionistas están en «el rincón de pensar» y que la presión interna que sufre Carles Puigdemont por su negativa es grande, tanto en su partido como en el mundo independentista, y que eso le obligará a rectificar su posición y apoyar el perdón".
Pues eso, palomitas para todo el mundo que la serie de la amnistía va para largo y por barrios.
Sociedad. "El cambio de Cataluña en 40 años: del 2% al 21% de residentes extranjeros", apunta La Vanguardia. El texto es de Mayte Rius: "Mucho más numerosa, diversa y envejecida. Esa es la conclusión que se extrae sobre cómo es la población de Catalunya cuando se compara la primera radiografía que hizo el Centre d’Estudis Demogràfics (CED), que acaba de cumplir 40 años, con la actual. Del informe que desgranó ayer su actual director, Albert Esteve, durante el acto institucional organizado para celebrar estas cuatro décadas del organismo, se extrae que, si en 1984 Cataluña tenía poco menos de seis millones de habitantes, con una edad media de 35,2 años y un porcentaje de extranjeros inferior al 2%, hoy suma más de ocho millones de residentes, con una edad media de 43,4 años y más del 21% nacidos en otros países. “La gran sorpresa sobre la evolución demográfica de estas cuatro décadas es haber llegado a los ocho millones; nadie esperaba alcanzar ese volumen de población, no era una cifra que saliera en las predicciones”, explica Albert en conversación con La Vanguardia. Y enfatiza que esta fuerte expansión se produce en un contexto en el mueren más personas de las que nacen, con varios años seguidos de crecimiento natural negativo. “Fue solo a partir de 2020-2021, tras ver en los datos de migraciones de 2019 la llegada de muchas personas, cuando se rehacen las proyecciones; y los datos más recientes indican que podemos seguir creciendo al menos unos años más gracias a la inmigración porque llegan más personas de las que se van”, apunta Albert, que también es profesor de Sociología en la UAB".
Líneas después Rius añade que "dos tercios de los censados en 2021 son inmigrantes o descendientes de inmigrantes. “Y si miramos la tercera generación, tres de cada cuatro catalanes serían producto directo o indirecto de la inmigración del siglo XX y XXI, porque tienen algún abuelo nacido fuera de Cataluña”, detalla Esteve en su informe. En concreto, de los 7,8 millones de personas empadronadas en Catalunya en 2021, 2,8 millones (el 35,9%) habían nacido fuera de esta comunidad: 1,18 millones en otras autonomías españolas y el resto en el extranjero. Sólo a mediados de los 70 se había registrado un porcentaje superior de personas nacidas fuera de Cataluña (38,4% en el padrón de 1975)".
La cuestión es si los nacidos en otras comunidades autónomas de España tienen la misma consideración a efectos demográficos que los nacidos en el extranjero, cosa que según el estudio sería así, sin más matices. De modo que todos inmigrantes.
Ojo al día en la calle y en las carreteras. "Los tractores bloquearán Mercabarna y el puerto de Tarragona este martes", avisa El Periódico. Del texto de María Jesús Ibáñez: "La segunda semana de movilizaciones agrarias en Cataluña tiene un objetivo claro: los productos que llegan de países de fuera de la Unión Europea (UE). Son alimentos, denuncian los agricultores, que en España (y en casi todos los mercados europeos) se comercializan a precios más baratos, pero que en sus países de origen no han sido cultivados bajo los exigentes criterios ambientales y de mano de obra que aquí.
"Suponen una competencia desleal en toda regla", denuncia Carles Vicente, responsable de Organización de Unió de Pagesos (UP), el sindicato convocante de estas protestas. Los payeses han elegido este martes dos puntos clave en la distribución de estos alimentos extracomunitarios: el mercado central de Mercabarna y el puerto de Tarragona, donde llegan muchos de ellos. No se descarta que los tractores se acerquen también al paso fronterizo de La Jonquera, "por donde buena parte de ese producto extracomunitario pasa hacia Francia en camiones, procedente de Marruecos, uno de los principales competidores en este sentido", señala Vicente. De momento, la convocatoria para los productores de Girona es en dos puntos de la carretera N-2, en Santa Llogaia d’Àlguema y en el pueblo de Orriols (en Bàscara), ambos en el Alt Empordà".
13 de febrero, santoral: Benigno de Todi, Cástor de Aquitania, Esteban de Lyon, Esteban de Rieti, Fulcrán, Gilberto de Meaux, Gosberto, Guimera, Martiniano, eremita, Pablo Le-Van-Loc y Pablo Liu Hanzou.