El 'expresident' catalán fugado, Carles Puigdemont, en una comparecencia anterior

El 'expresident' catalán fugado, Carles Puigdemont, en una comparecencia anterior EP

Primeras planas

Un 2024 amarmotado con Puigdemont al cubo

Amnistía, sequía y autonómicas anticipadas, en las predicciones para los próximos meses. Especulaciones en torno al regreso de Puigdemont. Adiós a Colita, fotógrafa excepcional

2 enero, 2024 07:42

Nochevieja de contrastes. Muertes en accidentes de tráfico, un parto en el andén de la estación de Sants, violencia machista desatada y unas 120.000 personas reciben 2024 en la avenida de María Cristina de Barcelona. Poco nos pasa. Las restricciones y la distancia social de la pandemia son ya un viejo recuerdo, un punto de nostalgia por las noches del toque de queda y las reuniones familiares con las ventanas abiertas en pleno invierno. Que corra el aire.

El año empieza y acaba con la política varada en la cuestión de la amnistía. Enero, que tradicionalmente es mes de vacaciones para los diputados, se ha declarado hábil en este bisiesto preñado de incertidumbres, entre ellas la que afecta al cumplimiento cotidiano de la magia de que salga agua por el grifo. Parece ser que el próximo viernes podría llover en el área de Barcelona. Milagro.

Los medios se afanan en señalar a los personajes con más proyección y Puigdemont gana por goleada. Es el hombre del momento desde el pasado verano y ahí sigue, en lo alto del candelero o del candelabro, como decía la pensadora Mazagatos. "El regreso de Puigdemont y las urnas anticipan un 2024 intenso en la esfera política", proclama el Abc. El texto es de Emilio V. Escudero y arranca así: "Si 2023 se convirtió en uno de los años políticos más intensos de la democracia, su sucesor en el calendario anticipa también un alto voltaje, pues además de los tres procesos electorales previstos –Galicia, País Vasco y Europa– se espera que la aprobación de la ley de amnistía desemboque en el regreso de Carles Puigdemont a España. Una vuelta muy distinta a la que durante años pregonó el Gobierno, pues no lo hará con grilletes para rendir cuentas con la justicia sino en libertad y con el visto bueno del actual Ejecutivo. Imagen que marcará el año político y que influirá de manera decisiva en esos tres procesos electorales, que podrían ser cuatro si Pere Aragonés, actual presidente de Cataluña, decidiera adelantar las autonómicas unos meses y llevarlas a finales de 2024. Fin de fiesta para un año que se anticipa intenso, con la posible reforma del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en el horizonte".

Continúa la nota: "Por primera vez en los últimos siete años, Puigdemont se tomó las uvas con la seguridad (casi plena) de que en solo unos meses podrá volver a casa. El líder de Junts, fugado de la justicia española en 2017, vislumbra su regreso tras lograr lo impensable. Lo que era una quimera para todos –incluidos los dirigentes del PSOE– hasta las elecciones generales del 23 de julio. Aquel día todo cambió y meses después, Junts obró el milagro. Un pacto con el PSOE de Pedro Sánchez para aprobar una ley de amnistía que exonere a los líderes del 'procés' de toda responsabilidad penal por la preparación y ejecución del referéndum ilegal en Cataluña. Acuerdo que, si no hay imprevistos durante la tramitación de la ley, desembocará para él en un 2024 feliz.

De nuevo en casa y con la hoja de servicios intacta. Listo para volver a poner en jaque al Estado, como ya ha dejado entrever su portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras. Para ralentizar todo lo posible ese regreso de Puigdemont, el Partido Popular quiere utilizar su mayoría en el Senado, que ha redoblado su protagonismo en los últimos meses y que aspira a ejercer de dique contra los desmanes del Gobierno. Será la Cámara Alta la encargada de exigir informes y opiniones a expertos en la materia con el objetivo principal de llamar la atención de Europa, único salvavidas que los populares ven factible para frenar la amnistía".

Ah, Europa. También fue el objeto de deseo de los independentistas que creían que la UE miraba con admiración aquella revuelta de las sonrisas en la que lo mismo se gritaba que las calles eran suyas que se instaba a no tirar ni una colilla al suelo.

Portada de 'El País' del 2 de enero de 2024

Portada de 'El País' del 2 de enero de 2024 KIOSKO.NET

El País también predice un año complejo, el más complejo tras el "Procés", según la crónica de Camilo S. Baquero: "El momento político en Cataluña tiene los ingredientes para el año más intenso y complejo tras el fracaso del procés independentista en 2017. El año 2024 es el último de la actual legislatura y, sumándole las elecciones europeas en junio, será inevitable que la dinámica electoral impregne los movimientos de los partidos. Este contexto explica en parte las prórrogas presupuestarias en el Ayuntamiento socialista de Barcelona y la Generalitat, ahora pilotada en solitario por Esquerra. La situación gana complejidad con PSC, Junts y ERC intentando compaginar la pugna por liderar el Gobierno catalán y su convivencia en el bloque que dio la investidura a Pedro Sánchez. En la fluidez de esa relación los socialistas se juegan los apoyos independentistas catalanes para seguir en La Moncloa y el secesionismo, además de lograr la ley de amnistía, que se cumplan acuerdos claves como el traspaso de Rodalies, los Cercanías de Cataluña, y la mejora en la financiación autonómica".

Y: "El resultado de esas negociaciones y también el impacto de las restricciones por la peor sequía desde que hay registros serán determinantes en términos electorales. Que no se ejecutaran las infraestructuras proyectadas tras la sequía de 2008 o los malos resultados del informe educativo PISA permiten a los constitucionalistas, especialmente al PSC, incidir en la idea de que el independentismo fue irresponsable al “parar el país” por el procés. “El balance de los últimos 10 años no da para triunfalismos”, dijo el líder del PSC, Salvador Illa, esta semana".

El independentismo controla muchos resortes de la política nacional en acusada contradicción con su pérdida de fuelle electoral. "El 'invierno demográfico' independentista: el apoyo a la secesión cae 17 puntos entre los jóvenes desde el 1-O", afirma El Mundo en titular relativo a una pieza de Gerard Melgar: "La posición de fuerza que el independentismo catalán tiene hoy en las Cortes Generales contrasta con la notable mengua de su músculo electoral. Los 700.000 votos perdidos por Esquerra Republicana, Junts y la CUP [que se quedó fuera del Congreso] en las elecciones del 23 de julio respecto a los comicios de noviembre de 2019 ya habían tenido un aviso previo dos meses antes. En las municipales del 28 de mayo, estos tres partidos se dejaron por el camino 350.000 sufragios en comparación a la cita de hace cuatro años. La desconexión juvenil es una de las principales causas que explican un descenso que había manifestado sus primeros síntomas en las autonómicas de febrero de 2021 (600.000 apoyos menos que en 2017), aunque las circunstancias relacionadas con la pandemia de covid, con una votación marcada por las restricciones, impiden extrapolar aquellos datos de cara a una comparación equitativa".

Continúa el texto: "Varios de los últimos estudios demoscópicos muestran que es precisamente el colectivo de menor edad el menos identificado con la idea de que Cataluña se convierta en un Estado. Se da de bruces con ello el hecho de que los dirigentes del movimiento independentista vieran en la juventud un puntal para sostener el proceso soberanista por ser el grupo con más recorrido de voto y mayor porcentaje de nacidos en la región. Los jóvenes, de hecho, fueron los grandes protagonistas de la tercera manifestación de la Diada organizada por la ANC, que consiguió en 2014 reunir a 1,8 millones de personas en Barcelona según la Guardia Urbana. El vértice de la letra uve que formaban los manifestantes distribuidos en dos de las principales arterias de la ciudad (la avenida Diagonal y la Gran Vía) estuvo ocupado por adolescentes que cumplían ese 11 de septiembre 16 años, ya que dos meses después, en la consulta del 9-N, se iba a permitir el voto a partir de esa edad (fueron llamadas a participar 134.000 personas de 16 y 17 años). El debate en estos años para incorporar a este segmento de la población al censo electoral ha llegado incluso al Congreso, que en septiembre de 2022 rechazó la toma en consideración de una proposición de ley orgánica presentada por ERC para que pudieran acudir a las urnas".

Y: "La estampa juvenil de aquel 11-S de hace casi diez años contrasta con las últimas Diadas o manifestaciones por causas independentistas, donde la base de las movilizaciones, mucho menores en su número de participantes que las de tiempo atrás, la forman adultos y personas de edades avanzadas. Tampoco las expectativas demoscópicas son halagüeñas. El viejo sueño de conseguir mayorías reforzadas con la incorporación de nuevos votantes se ha ido diluyendo. El último barómetro del CEO deja al secesionismo sin opciones de mayoría absoluta en el Parlamento catalán por primera vez desde 2015, año de las elecciones que Artur Mas convocó con objetivos plebiscitarios ideando la coalición Junts pel Sí entre Convergència Democràtica y Esquerra. En el último barómetro del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat (CEO), quienes respondieron "no" a la pregunta binaria sobre la independencia de Cataluña aventajaban en 11 puntos a los partidarios de la secesión (52% frente a 41%). Los alineados con la unidad de España se mantienen por encima del 50% desde hace más de un año y medio y son mayoría desde julio de 2019".

La clase política catalana es partidaria de los cambios siempre que no les afecten. De ahí la persistencia en aferrarse a la poltrona del ínclito Oriol Junqueras, que preside ERC desde el momento fundacional de la última fase del Procés, allá por 2011. Y ahí sigue, impasible el ademán. Pero ojo a este titular de El Confidencial: "Sectores de ERC quieren que Junqueras dé un paso al lado como Otegi en el País Vasco". Escribe Antonio Fernández: "Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) no se libra de la crisis. Mientras las familias de JxCAT andan a la greña, la situación empeora por momentos dentro de la casa de Oriol Junqueras. Los distintos grupos que anidan en el partido republicano se plantean importantes cambios a medio plazo, pero urgen a tomar decisiones inmediatas para las elecciones autonómicas previstas para primeros de 2025, pero que podrían adelantarse a 2024. Las encuestas que les pronostican una bajada o, como mal menor, un estancamiento, mientras el PSC avanza, son un motivo de nerviosismo que provoca recelos en algunas de las corrientes internas. Y hay que preparar el partido para tomar decisiones que Junqueras nunca permitiría. Durante las últimas semanas, ha habido movimientos internos en ERC que les han permitido calibrar la situación. Grupos de distinta orientación política que anidan dentro del partido han puesto en la picota al líder, Oriol Junqueras, que ya lleva más de una década con las riendas de Esquerra en su mano".

Portada de 'El Mundo' del 2 de enero de 2024

Portada de 'El Mundo' del 2 de enero de 2024 KIOSKO.NET

Sigue el texto: "“Hay un clamor común, que es que debe dar un paso al lado, como han hecho recientemente otros dirigentes como Arnaldo Otegi en el País Vasco. Hay un relevo en otros partidos de dirigentes que llegaron después que él. Y ya va siendo hora de que dé un paso al lado. No decimos que se retire, pero sí que ceda el testigo, como hacen otros”, cuenta a El Confidencial una fuente interna que conoce bien la galaxia republicana. Hasta el momento, Junqueras ha ejercido un férreo control de Esquerra, colocando en los lugares clave a sus personas de confianza. Tras su paso por prisión, y después de que Pere Aragonès asumiese la presidencia de la Generalitat, el líder republicano perdió cuota de poder y se evidenciaron fricciones en la cúpula. Estas fricciones fueron motivadas por el hecho de que Aragonès ha ejercido de president sin supeditar sus decisiones al parecer de Junqueras, especialmente durante el año y medio que gobernó en comandita con JxCAT. La tirantez entre ambos llegó a crear algunos problemas internos dentro de ERC, que fueron solventados de manera discreta para no erosionar al president. Pero ahora aparecen otros problemas con las bases. De hecho, en los comicios internos para elegir las cúpulas locales se evidenciaron desavenencias entre la estructura oficialista del partido y las bases: en Tarragona y Barcelona capital, el divorcio entre la cúpula y las bases se hizo más que evidente. En la poderosa Federación de Barcelona, ganó la oficialista Eva Baró frente a la favorita de los sectores históricos, Patrícia Gomà, aunque con un severo voto de castigo, por solo 23 votos, es decir, acabaron 365 a 342. Este ajustado resultado es un síntoma de la división interna y delata el divorcio entre las bases y la cúpula".


Mientras tanto Puigdemont brinda con champán belga por un 2024 convulso y erizado. Que no será un año fácil pronostica el hombre de Waterloo, según recoge El Nacional en una pieza que firma Quim Riera Guitart: "El presidente en el exilio y eurodiputado de Junts, Carles Puigdemont, ha querido compartir este 1 de enero de 2024 una felicitación de año nuevo con sus seguidores de X (antiguo Twitter) para dar la bienvenida al año nuevo. Después de un 2023 intenso, políticamente hablando, y de un año más lejos de su tierra, Puigdemont ha querido desear un "muy buen año 2024, de salud, trabajo y libertad" a sus seguidores. En este sentido, el presidente en el exilio destaca en su publicación que el año 2023 ha sido "un año vivido, intenso y difícil" y remarca que el año entrante, 2024, será "un año por vivir que tampoco será fácil"".

Y: "El año 2023 de Carles Puigdemont ha estado repleto de momentos relevantes. En primer lugar, porque ha sido un año más lejos de su tierra y su familia, pero en el ámbito político ha sido también desafiante. El punto álgido se produjo cuando, después de las elecciones del 23 de julio, los 7 diputados que obtuvo Junts per Catalunya se convirtieron en la clave de una futura investidura. Primero lo intentó Alberto Núñez Feijóo, del PP, pero sin éxito. Después fue Pedro Sánchez, liderando a un PSOE que había sobrevivido a los comicios, quien pudo llegar a un pacto con Junts, en interlocución directa con Puigdemont, para cerrar un acuerdo de investidura. De aquí surge la ley de amnistía, que ha hecho reavivar los clamores de la ultraderecha española contra Puigdemont, y que ha encendido una oleada de movimientos reaccionarios contrarios a la amnistía. Finalmente, pero la amnistía ha salido adelante y Pedro Sánchez en la Moncloa con el apoyo, en ningún caso incondicional y siempre ligado al cumplimiento de los acuerdos, de Junts".

Salud, trabajo y libertad, pide Puigdemont. Versión catalanista del clásico salud, dinero y amor.

Necrológicas. "Adiós a Colita, la fotógrafa que retrató a la Barcelona del Barrio Chino y la 'gauche divine'", apunta El Periódico. El texto es de Marta Cervera: "Colita, la gran cronista de la Barcelona de los años 60 y 70 a través de originales imágenes, falleció a los 83 años el último día de este 2023 rodeada de sus seres queridos y sin sufrir, tras ser intervenida a causa de una peritonitis. El funeral se celebrará mañana en el Tanatorio de Les Corts este martes a las 16:30 horas aunque la capilla ardiente estará abierta a partir de las 11 de la mañana".

Continúa el obituario: "Nacida en Barcelona como Isabel Steva Hernández -aunque ella bromeaba diciendo que sólo Hacienda y la policía la llamaban así- Colita se marchó de joven a París a estudiar Civilización Francesa en la Universidad de la Sorbona. A su regreso bebió del oficio junto a los fotógrafos, y luego amigos, Oriol Maspons, Julio Ubiña y Xavier Miserachs, con los que trabajó en 1961 como laboratorista y estilista. Sin embargo, ella reivindicaba a Paco Revés, el descubridor de La Chunga, como su verdadero maestro. Fue quien la introdujo en la fotografía y le dio su primer trabajo remunerado (a 50 pesetas la foto). Aquel primer encargo, que consistía en tomar fotos de los gitanos que salían en la figuración de 'Los Tarantos' (1963), de Francisco Rovira Beleta, significó para ella el descubrimiento del flamenco y el contacto con la bailaora Carmen Amaya, la segunda persona que le pagó por sus fotos. Se fue dos años a Madrid, con la promoción de Antonio Gades y La Chunga, donde gestó el libro 'Luces y sombras del flamenco' (1975)".

Y: "De vuelta a Barcelona, Colita fue la fotógrafa de los intelectuales y artistas de la 'gauche divine' (sobre la que montó, en 1971, una exposición patrocinada por Boccaccio y el promotor Oriol Regàs que a los dos días fue clausurada por la policía), de la progresista y antifranquista Escuela de Barcelona de cine (con Vicente Aranda, Jaime Camino, Jacinto Esteva, Carlos Durán...) y de la Nova Cançó (con la discográfica Edigsa y con Guillermina Motta, Núria Feliu o Serrat ). Se diversificó en prensa trabajando como "fotógrafa periodista", como le gustaba definirse, en medios como Tele/expres, Fotogramas, Interviú y Cuadernos para el Diálogo, entre otros".

2 de enero, santoral: Basilio Magno, Gregorio Nazianceno, Adalardo, Airaldo, Argeo mártir, Bladulfo, Juan Bueno, Mainquino, Marcelino mártir, Narciso mártir, Telesforo papa, Teodoro obispo de Marsella y Vincenciano.