Domingo de entrevistas y buenos deseos. Se acerca el final del año y aumentan los balances y resúmenes de una temporada política marcada por las elecciones generales de julio, los pactos de investidura y la amnistía. Del frenesí a un cierto sosiego navideño con el telón de fondo del inicio de una legislatura movida y con puntas de convulsión. El trasunto principal sigue siendo el procés, ese bucle entre melancólico e inagotable.
En La Vanguardia presentan en portada una entrevista con Artur Mas, el expresidente de la Generalitat que activó el botón del "Procés" en medio de una oleada de recortes presupuestarios que amenazaba con llevárselo por delante. Aguantó hasta que la propia criatura independentista lo depositó en la papelera de la historia a manos de la entonces diputada de la CUP Anna Gabriel.
El expresidente se presenta como una especie de pitoniso sosegado que regala consejos para el orbe soberanista. "Artur Mas: 'El proyecto independentista hoy no tiene las condiciones para salir adelante'", concluye en el titular principal de una entrevista que firman Silvia Angulo e Iñaki Pardo Torregrosa. Ahí van la entradilla y las preguntas y respuestas más interesantes:
"Artur Mas (Barcelona, 1956) atiende a La Vanguardia mientras Pedro Sánchez y Pere Aragonès se reúnen en el Palau de la Generalitat. Valora el escenario político tras la investidura de Sánchez y la negociación entre el soberanismo y el PSOE. El expresident advierte de la debilidad del independentismo y apunta que 'el gran tema' a negociar es el pacto fiscal.
Pregunta: ¿Cómo valora el panorama político?
Respuesta: Es una gran oportunidad, aunque haya un lío enorme y sensaciones negativas. En la política española se ha abierto una gran oportunidad de esas que pasan muy de vez en cuando o casi nunca y se tiene que aprovechar desde una óptica catalana y catalanista.
P: ¿Cómo?
R: Se tiene que hacer lo que ya se está haciendo [negociar]. Junts podría haber hecho otra cosa. Si Carles Puigdemont dijera que solo quería hablar del referéndum hubiera sido coherente con lo que ha dicho estos últimos años. A pesar de ello se ha investido a Pedro Sánchez. Si el independentismo estuviera preparado para dar el paso definitivo, yo no habría recomendado investirle. Pero, con el desbarajuste que tiene el proyecto independentista ahora, no podemos castigar al país durante los próximos años escondiendo las incapacidades del proyecto independentista y haciendo ver lo que no es gesticulando excesivamente de cara a la galería. Se está haciendo lo que toca. El proyecto independentista hoy no tiene las condiciones para salir adelante. Eso no quiere decir que no las vuelva a tener.
P: ¿Tiene la sensación de que hemos vuelto al inicio del procés?
R: Creo que estamos en el postprocés.
P: Entonces, ¿da por cerrado el procés que hemos conocido?
R: Sí, y creo que es mejor que sea así, porque de estos diez años largos de proceso político soberanista, ya que no hemos conseguido los objetivos que nos propusimos, tenemos que aprender las lecciones. Tal y como lo hemos conocido, el procés ya está. Eso no quiere decir que la aspiración soberanista se haya acabado o que el objetivo de la independencia no se tenga que fijar en el horizonte.
P: Ha habido un retroceso general del soberanismo en las urnas.
R: Eso es alarmante. Es el gran toque de atención para los próximos meses. Queda como máximo un año para las elecciones catalanas y el riesgo es que los partidos soberanistas no sumen mayoría en el Parlament. Si eso pasa, cambia todo.
P: ¿Por qué?
R: Serían los propios catalanes los que dirían que el proyecto independentista queda, como mínimo, aparcado. Con un gobierno presidido por Salvador Illa y no se con quién dentro del ejecutivo –tripartidos clásicos u otros del tipo del Ayuntamiento de Barcelona, con socialistas, comunes y PP–, la enorme oportunidad que tenemos en Madrid pierde gas. Los partidos independentistas no tendrán los mismos incentivos para hacer lo que hacen si las instituciones catalanas pasan a estar gobernadas por partidos ligados a las formaciones españoles.
P: ¿Cuál es su relación con Puigdemont?
R: Muy correcta e incluso buena. Nunca nos hemos peleado y hay un respeto mutuo. Es verdad que no siempre hemos coincidido en las decisiones clave, pero ojalá en el mundo independentista, pensando y actuando diferente, hubiera habido entre todos los actores la sintonía que hay entre él y yo. No tendríamos un espejo roto, solo un poco agrietado.
P:Sánchez pide al independentismo pragmatismo a cambio de hablar de economía y autogobierno.
R: El mundo independentista no debe renunciar a la idea del referéndum, porque al final, un día u otro, si los catalanes no desisten, será la solución y llegará. Pero es muy evidente que no pasará en los próximos años y ahora hay que llenar el cesto. Yo creo que lo que defendí en el 2011 y el 2012, que tenía un apoyo enorme entre los catalanes, un pacto fiscal en la línea del concierto económico, no es un gran tema, es el gran tema. Aunque eso no tiene que anular el tema del referéndum o la soberanía de Catalunya.
P: ¿Esa es la gran oportunidad?
R: Del mismo modo que digo que el independentismo tiene una oportunidad, también la tiene el PSOE. Tiene la gran oportunidad de promover, desde un partido genuinamente español como es el PSOE, la idea de la España real, que no es unitaria, por mucho que lo diga la Constitución. Es plurinacional, pluricultural y plurilingüística. El PSOE puede hacer pedagogía de que la única España posible es esta, porque la otra es una idea impuesta por las dictaduras, por los franquistas, por monarcas absolutos, por sistemas judiciales, por las armas... La gran oportunidad del PSOE es esa más allá de los deberes que tenga para sacar España adelante.
P: Xavier Trias ha vuelto. ¿Veremos su retorno a primera línea?
R: En política no existe el nunca, ya lo hemos dicho. Pero la respuesta ahora es no. No quiero ser prisionero de mis palabras, no sé qué pensaré en un tiempo. La vida cambia mucho y no sé qué pasará en el futuro, todo está abierto. Ya he estado 30 años en primera línea; sé cómo se entra y cómo se sale".
De modo que 2024 podría ser el año del regreso de Artur Mas a la política activa. O no.
Más expresidentes de la Generalitat. Montilla es el protagonista de la apertura de El Nacional, que también opta por el género de la entrevista. "José Montilla: 'Hay que aislar los intentos que hay y habrá de dinamitar la reconciliación'", advierte el exdirigente socialista. Las preguntas son de Marta Lasalas y este es el resumen:
P: En aquel discurso del 2007 dijo que era necesario que se reconociera y respetara la singularidad de Catalunya, que se dejara de agitar la singularidad como diferencias separadoras o injustos privilegios. Pero parece no le escucharon lo suficiente...
R: No. Está claro que no. Agitar las diferencias es una tentación siempre. De los separatistas y de los separadores. Yo no he jugado nunca a eso. Creo que lo necesario es la cooperación, el trabajo en común, en un mundo como el que nos toca vivir, donde cada vez hay más interdependencias.
P: También habló de despolitizar la lengua y la cultura catalana. Han pasado 16 años y estamos con la inmersión en los tribunales, con una comisión de eurodiputados de derecha y ultraderecha denunciando la inmersión... Hay cosas que parece que no cambian, president.
R: La tentación de algunos de utilizar la lengua como instrumento político es demasiado fácil, seguramente, para exacerbar sentimientos y emociones de la gente. Aunque sean posiciones minoritarias incluso aquí hay gente que no asume que el sistema de inmersión ha dado buenos resultados y que hay que mantenerlo. El problema de la educación, ahora que está tan de actualidad el tema de PISA, no es la lengua. Ojalá no se politizara, para tratar de obtener votos. La lengua es de todos y lo que hace falta es utilizarla.
P: Y pasaron los años y llegó el procés. Ahora usted me decía que tampoco previó que evolucionaría de esta manera.
R: No. El procés fue un gran error. ¿Qué hemos sacado? ¿Catalunya está mejor situada? Hemos conseguido más autogobierno, más transferencias, mejorar el papel en Europa, la proyección en el mundo...? Yo diría que al contrario, hemos retrocedido. Y, además, hemos sacado una cosa que afortunadamente se va superando, que es una división social, una cierta fractura en torno a este tema en la sociedad catalana. Y desgraciadamente, también vimos a gente que acabó en la prisión. La pérdida de libertad, y lo que significa para las familias, los hijos y los amigos de estas personas. Tratar de superar eso es el objetivo en este momento de las personas que tienen responsabilidades políticas. Y me parece que es el camino correcto, rebajar la tensión, devolver a la política lo que no tendría que haber salido de la política y tratar de aislar los intentos que hay y que habrá de dinamitar este proceso de reencuentro, de reconciliación. Lo estamos viendo. Ojalá esta vez no funcionen estos intentos y consigamos avanzar para fortalecer la convivencia.
P: Una de las voces que ha llamado más la atención entre los intentos de dinamitarlo ha sido la del expresidente del Gobierno y exsecretario general del PSOE Felipe González. Y no solo González, también otros líderes del PSOE. ¿Por qué?
R: En sus manos no está dinamitarlo. Son otros. Felipe González fue presidente del Gobierno hace muchos años. Su voz todavía hay gente que la escucha, hay otros que no, no es una persona conocida por las nuevas generaciones. Por lo tanto, hay que relativizar también su papel. Es lo que pasa normalmente a todo los ex. Me preocupan los actores que hay hoy en la política y en la sociedad, que son elementos, digamos, muy activos y con poder para tratar de hacer descarrilar esto. Y eso tiene relación con las dos formaciones políticas que están combatiendo todos los intentos, el PP y Vox. Eso es lo que me preocupa.
P: El Poder Judicial también está respondiendo con mucha contundencia...
R: Por eso digo los poderes políticos y otros. El poder judicial no es el Consejo General del Poder Judicial, el poder judicial son todos los jueces. Poder judicial lo es cada juez, y entre los jueces hay de todo. Hay buenos profesionales, me consta, al margen de su ideología, y después hay otros que seguramente no lo son tanto. Como en todas las familias.
P: ¿Y cómo valora el hecho de que se haya pronunciado el Consejo General del Poder Judicial con tanta contundencia y asociaciones de jueces y magistrados oponiéndose a la amnistía?
R: Los jueces tienen que hablar con sus sentencias, con los procedimientos que en un determinado momento se abren, sobre la base de denuncias o de querellas. Posicionar políticamente sobre leyes que todavía no están aprobadas, que ni se habían presentado, es un poco esotérico. Francamente, sorprendente. Hay otros países en que eso no lo veríamos. Se puede discrepar de una ley. Pero ellos, que tienen que aplicarlas, es un poco sorprendente que tomaran esta decisión. Lo digo con todo el respeto, sobre la base que yo creo en la separación de poderes, en la independencia judicial, y me consta que en la justicia hay también grandes profesionales.
Y para cerrar el capítulo de las entrevistas, una sobre la sequía al presidente del Consorci Aigües de Tarragona, Joan Alginet, en El País. "Es gracioso que quienes apoyaron el Plan Hidrológico de Aznar ahora se presenten como los más antitrasvase" se titula la entrega, que firma Marc Rovira:
Pregunta. ¿Vamos a ver cómo se manda agua de Tarragona a Barcelona a bordo de barcos?
Respuesta. Es una solución que se ha puesto sobre la mesa. Lo ideal sería que lloviese y que no hiciera falta recurrir a medidas extraordinarias, pero es lo que hay. Se trata de una solución concreta para el momento de excepcionalidad en el que nos hallamos, no es en ningún caso una acción estructural.
P: Ni que sea excepcional, en las Terres de l’Ebre la medida causa rechazo. ¿Entiende la controversia?
R: El debate apela al sentimiento territorial, y la gente de las Terres de l’Ebre tenemos un sentimiento de agravio histórico, porque solo se acuerdan de nosotros cuando hay una necesidad. Yo creo que esto ha cambiado, y que ahora tenemos un Govern de la Generalitat que está comprometido con el Delta y con su gente. En Cataluña hay dos realidades distintas. Las cuencas internas están en fase de excepcionalidad por sequía, con medidas restrictivas. Abarca a una buena parte del país, incluida Barcelona, y la competencia es de l’Agència Catalana de l’Aigua (ACA). En cambio, la cuenca del Ebro está mejor. No tenemos los mismos estadios de sequía que define el ACA y Mequinenza, nuestro pantano de referencia, está a más del 80% de su capacidad.
P: Entonces, ¿el Ebro va sobrado de agua?
R: El agua siempre ha sido un elemento de debate y de polémica. Yo soy de Deltebre y conozco esa realidad, porque he formado parte del movimiento antitrasvase en las Terres de l’Ebre. Se tiende a simplificar debates que son complejos. Si yo ocupo la silla del Consorci d’Aigües de Tarragona (CAT), lo que quiero es rebajar la dependencia del consumo de agua del Ebro. Y puedo intentarlo a base de hacer brindis al sol o planteando alternativas para que eso se cumpla. Hay una ley que fija que el agua del Ebro es para la provincia de Tarragona, y para dar servicio a uso urbano e industrial. Si el agua del Ebro tiene que salir de su ámbito, se hace necesario un cambio legislativo. No deja de ser gracioso que quienes daban apoyo al Plan Hidrológico de José María Aznar, ahora se presenten como los más antitrasvase.
En El Mundo optan por reparar en las dotaciones presupuestarias y humanas de los Mossos d'Esquadra. "El dispendio de Sánchez con los Mossos: 2.600 millones de euros y un 20% más de agentes", se titula la pieza que firma Cristina Rubio y que arranca así: "La cara B de las cesiones del Gobierno de Pedro Sánchez al independentismo beneficia directamente y de forma cuantiosa al cuerpo de los Mossos d'Esquadra. En los últimos tres años, de 2021 a 2023, el Ejecutivo central ha invertido algo más de 1.000 millones de euros en reforzar la policía autonómica catalana. Una cantidad a la que ahora hay que añadir los 1.600 millones de euros arrancados por Esquerra en la negociación con el PSOE para la investidura del socialista y que empezarán a ejecutarse ya, como confirmó la consejera de Economía de la Generalitat, Natàlia Mas, en el pleno del Parlament. La transferencia se prevé inmediata y para este 2024 Cataluña recibirá 93,5 millones de euros, una financiación ya rubricada por ambas partes. La cifra para financiar a los Mossos d'Esquadra variará anualmente, aunque el acuerdo actual es que el montante acumulado alcance los 1.600 millones en 2030".
Sigue la pieza: "Con esta cantidad, la Generalitat quiere dar un espaldarazo a la policía autonómica catalana -eterno objeto de politización del nacionalismo- y ampliar su plantilla hasta sobrepasar los 22.000 agentes cuando en otoño de 2017, justo coincidiendo con el 1-O y el desafío independentista, eran 16.610 los agentes del cuerpo. En concreto, el plan del Govern es sumar alrededor de 3.700 nuevos mossos en los próximos años, un 20% más que ahora (18.267 agentes) gracias a las aportaciones del Ejecutivo de Sánchez. 'El Gobierno se compromete a transferir anualmente, al objeto de que Cataluña ejerza competencias transferidas no homogéneas vinculadas a la seguridad ciudadana, desde 2024 y hasta 2030, el resultado de aplicar al módulo acordado, la diferencia entre el número de efectivos de Mossos d'Esquadra certificado de cada año y los efectivos certificados de 2021', señala la letra pequeña del acuerdo entre ERC y PSOE ya ejecutado en una Comisión bilateral entre la Generalitat y la Moncloa. Por si fuera poco, el Gobierno se ha comprometido a aportar un importe fijo por efectivo policial, que se actualizará de acuerdo con el IPC y se incluirá en los Presupuestos Generales del Estado que se vayan aprobando año tras año con el apoyo de ERC en el Congreso".
Clásicos navideños. La típica felicitación de la Generalitat. "La Generalitat cambia la Navidad por el 'solsticio de invierno' cuando Aragonés sí felicitó el Ramadán", titula Ok Diario sobre un texto que firma Joan Guirado: "La Generalitat de Cataluña ha cambiado las vacaciones de Navidad por las del 'solsticio de invierno' en una carta remitida por la Consejería de Educación a los profesores y al personal que depende de dicho departamento. Un cambio en el lenguaje que no ha pasado desapercibido por todos aquellos que han recibido la carta ya que, con esta denominación, la Generalitat quita a la Navidad el carácter religioso que tiene. El president Pere Aragonés, sin embargo, sí felicitó el Ramadán a la comunidad musulmana que reside en Cataluña. En la misiva remitida desde los servicios territoriales de Gerona, que los trabajadores públicos recibieron este viernes, coincidiendo con el periodo vacacional que los alumnos y ellos mismos empezaron para disfrutar de la Navidad, se les agradecía el trabajo y se les animaba a encarar los nuevos retos de cara a 2024. Un año en el que, mediante una gran crisis de Gobierno tras la ruptura de la coalición con ERC por parte de Junts per Catalunya y su posterior salida del Govern, Anna Simó se hizo cargo de la dirección política del sistema educativo catalán por encargo de Aragonés".
Y: "El documento empieza con el saludo del director de los servicios territoriales de Educación en esta provincia catalana, Adam Manyé, a los miles de empleados que dependen de él. 'Se acercan las fiestas del solsticio de invierno y tendremos unos días de reposo con la familia y los amigos. Os mando este mensaje, en primer lugar, para desearles buenas fiestas' escribe Manyé en el encabezamiento de la carta que han recibido los funcionarios públicos de la Generalitat el mismo día que iniciaban las vacaciones de Navidad".
24 de diciembre, santoral: Gregorio de Spoleto, Delfín de Burdeos, Irmina de Tréveris, Metrobio mártir y Tarsila de Roma.
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- José Montilla