“Lo hemos dicho muchas veces, toda nuestra formación está de acuerdo: no haremos trasvases del Ebro”. Con estas palabras, el consejero de Acción Climática de la Generalitat, David Mascort, ha cerrado la puerta de forma definitiva al ministrasvase del único río grande que discurre por Cataluña sin problemas importantes de agua para paliar la situación de sequía que vive Barcelona y Girona.
La solución del Ejecutivo de Pere Aragonès para la zona donde se concentra la mayoría de la población del territorio es el “ahorro máximo de agua”. Prepara el terreno para nuevas restricciones de consumo que se aplicarán después de las vacaciones de Navidad y que serán de obligado cumplimiento en toda el área metropolitana de Barcelona, una zona que ahora está en aviso de preemergencia.
Embalses al límite
No es el territorio más crítico del país, aunque el Govern ya ha encajado críticas porque los recursos hídricos de los que bebe el territorio están al límite. Con todo, la situación en las dos comarcas del Empordà es peor. El embalse de Darnius-Boadella está prácticamente vacío y las poblaciones de esta zona de Girona están desde hace tiempo en situación de emergencia, con las restricciones de consumo más duras e inauditas en pleno diciembre.
Respecto a otras medidas más allá de limitar por ley el consumo de agua ciudadano, el consejero de ERC ha manifestado que pondrá en marcha nuevas infraestructuras del ciclo de agua. No ha dado más información sobre el presupuesto o el calendario de aplicación de estas inversiones que deberá ejecutar la Agencia Catalana del Agua (ACA), ya que Mascort tenía el tiempo limitado en su intervención en el Parlament.
Críticas a Junts
El republicano respondía a una pregunta de Junts en la última sesión de control al Govern del año. Ha cargado contra los neoconvergentes porque, a su juicio, son los responsables de dormirse en el capítulo de inversiones a ejecutar por parte de la ACA en la última década que ha propiciado que el primer gran episodio de sequía que sufre Cataluña en los últimos tiempos se tenga que abordar con las mismas infraestructuras que inauguró el último tripartito que estuvo en la Generalitat.
ERC tampoco ha avanzado mucho en este sentido. Sí que ha identificado las intervenciones más urgentes, pero plantea que se cubrirán las demandas de consumo de agua del próximo verano con la llegada de barcos cargados de este recurso y con más restricciones de consumo. Asimismo, se encomienda a la meteorología para que lleguen las ansiadas lluvias y caigan sobre las regiones que más las necesitan.
Reclamación del Observatorio Intercolegial del Agua
En cuanto al ministrasvasse del Ebro, es el parche urgente que el Observatorio Intercolegial del Agua exige al Ejecutivo de Pere Aragonès. La organización conformada por los colegios de Ingenieros de Caminos, Agrónomos, Industriales y el de Economistas de Cataluña ha señalado que el Ebro podría aportar 50 hm3 a la región de Barcelona en este período de necesidad. Se trata de una cantidad significativa pero que no mitiga la totalidad del déficit hídrico de la región, que se estima en 200 hm3.
Pero el Govern ha sido claro. “La interconexión no es una solución”, ha sentenciado en el Parlament.