El Congreso plurilingüe y Europa, refractaria al catalán
Satisfacción entre los diputados nacionalistas por el nuevo régimen lingüístico en la Cámara Baja. Junqueras dice que lo de la amnistía ya está. El modelo irlandés de Puigdemont
20 septiembre, 2023 07:57Paso a la España plurilingüe en el Congreso de los Diputados. Gran satisfacción entre las señorías partidarias del uso de las lenguas cooficiales en una sesión tachada de histórica. La derecha, en cambio, destacó que el debate de la reforma del reglamento para introducir el empleo de los idiomas vernáculos no debía llevarse a cabo en tales idiomas porque faltaba el trámite de aprobar el nuevo reglamento. Una cuestión de orden que la presidenta del Congreso, doña Francina Armengol, superó por elevación al referir que la Mesa había dado el visto bueno a la paradoja.
El caso es que en el Congreso ya se puede hablar catalán, vasco y gallego, así como aranés. También se podrá hablar en aragonés y asturiano. Y en castúo. Otra cosa será el andaluz, ayuno aún de reconocimiento. En cuanto al castellano, ese idioma queda para quienes no sepan hablar algún otro de los que recorren el solar ibérico, tan fértil en materia de parlas como seco y duro a la hora de los entendimientos.
Día de fiesta en la Cámara Baja con los idiomas a modo de trajes regionales. Pero hete aquí que "El Congreso no se responsabiliza de la traducción durante los debates: 'No constituye una grabación autentificada'", apunta El Mundo como con ganas de fastidiar la fiesta de la lengua despendolada. La pieza viene con las firmas de Marisa Cruz, Álvaro Carvajal y Vicente Coll y destacan estos párrafos: "El Congreso empezó por reconocer que no puede garantizar al 100% la veracidad de la traducción durante los debates, una merma para los diputados y para el propio ciudadano que sigue las sesiones. La Cámara activó ayer un «aviso legal» en su página web en el que se protege de errores con una «cláusula de exención de responsabilidad en caso de interpretación». En su primer punto asegura que la traducción «no constituye en ningún caso una grabación autentificada de los debates». Y ahonda: «El Congreso ofrece la interpretación simultánea de los debates con el único fin de facilitar la comunicación entre los participantes y no constituye en ningún caso un registro autentificado de los debates». Así, «únicamente dan fe el discurso original o la traducción escrita revisada»".
Y: "El aviso se eleva por las consecuencias legales de un error de traducción. Que puede ser anecdótico o tener implicaciones. Un diputado podría alegar indefensión porque no ha podido entender con precisión lo que se propone, debate y acuerda. Esto adquiere importancia capital en los textos escritos -proposiciones, enmiendas, mociones-, que se expresan en actos jurídicos -votaciones-, donde la traducción daría fe, pero la parte de debate se ve afectada. De ahí que la Cámara remarque que en el caso de existir «diferencia entre la interpretación simultánea y el discurso original (o la traducción escrita revisada del mismo), prevalecerá el discurso original (o su traducción escrita revisada)».
Como todo día de estreno, lo primero que hubo que hacer fue adaptarse. E incluye a todos. Los diputados, en primer lugar, porque son los que se interpelan y debaten. Los periodistas, en segundo, porque tienen que seguirlo e informar sobre lo que allí se dice. Y el ciudadano de a pie, en último lugar, si quiere aproximarse en algún momento a la vida parlamentaria. Para todos aparece ahora una voz superpuesta que traduce al castellano lo que se dice en catalán, euskera y gallego. O un texto si se elige seguir la sesión por la señal que emite el sonido real con subtítulos".Los diputados del PP se abstuvieron de utilizar el pinganillo y prefirieron leer los subtítulos mientras que los de Vox se dieron el piro de manera muy teatral y dejando sus aparatos auditivos en el escaño del ausente Pedro Sánchez.
Sea como fuere, el Congreso ya es multilingüe. Gran noticia para los traductores jurados y los redactores de subtítulos.
Mientras tanto y en Europa, el Gobierno no logró que el Consejo de Europa tomara en consideración la posibilidad de que el catalán se constituya en idioma oficial de la Unión Europea. El ministro José Manuel Albares, titular de Exteriores, se batió el cobre, pero no logró desactivar las resistencias nórdicas y los recelos generalizados. De tres idiomas, catalán, gallego y vasco, pasó a pedir que tan sólo se reconociera el primero de ellos, pero ni así. Ojo a cómo vende la renuncia La Vanguardia: "El Gobierno prioriza la oficialidad del catalán en la UE para abrir paso al gallego y al euskera". No opinan lo mismo los nacionalistas gallegos y vascos. El texto de la pieza en el diario barcelonés es de Beatriz Navarro: "Golpe de timón en la estrategia de España para conseguir el reconocimiento de la oficialidad de las lenguas cooficiales en la Unión Europea. A la vista de las dudas expresadas por algunos países sobre la posibilidad de sumar de golpe tres nuevos idiomas de golpe al régimen lingüístico de las instituciones comunitarias, el Gobierno ha decidido que va a "priorizar" el catalán y postergar el despliegue del gallego y el euskera, ha explicado en Bruselas el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, que ha recalcado no obstante que el "objetivo" de conseguir el reconocimiento de las tres lenguas no cambia. "Hoy se ha dado un paso clave (...). Era un día muy importante para seguir avanzando en la reforma del régimen lingüístico. Es lo que se ha conseguido, no ha habido ningún veto y a partir de ahora vamos a trabajar con los mecanismos y habituales previstos por el Consejo para resolver dudas" ha celebrado Albares al término de la reunión del Consejo de Asuntos Generales de la UE, en el que a la vista de que todos los países pedían más tiempo y más información se ha acordado seguir analizando la petición dentro de los cauces habituales del Consejo. El balance del Gobierno en funciones es altamente exitoso: "Hoy se ha puesto en marcha la reforma del reglamento 1/58" y el proceso "va a seguir los cauces habituales" para tratar de resolver las dudas de las demás delegaciones".
Sigue la nota: "Albares ha negado que priorizar el catalán suponga una discriminación respecto a las demás lenguas cooficiales reconocidas en la Constitución española. "En absoluto", ha recalcado. "Algunos estados miembros han planteado que incluir tres lenguas de una sola vez era mas difícil y nos hemos abierto a que el idioma cuyos representantes han solicitado con más insistencia su inclusión dentro de la modificación del reglamento y que es hablado por más de 10 millones de personas (el catalán) sea el primero en su despliegue", ha explicado Albares, pero el objetivo final "no cambia". "Seguidamente", se avanzará "con las otras dos lenguas"".
O sea que según Albares, lo del catalán en Europa es cosa hecha.
Superadas las peticiones independentistas catalanas en materia de lengua, queda la amnistía. O ni eso, según la versión de Oriol Junqueras, que ayer decidió exhibirse delante del Congreso de los Diputados para celebrar la babélica sesión. "Junqueras da por hecho que el PSOE asume la amnistía y celebra que Puigdemont aterrice en “la vía de la negociación”", titula El Diario. El texto es de José Enrique Monrosi y destacan estas líneas: "“Hay que poner justicia donde hay injusticias y hay que ponerla cuanto antes. La amnistía forma parte ya del acuerdo al que llegamos para la mesa”, ha dicho este martes Oriol Junqueras ante los medios de comunicación a las puertas del Congreso y a pocos minutos de que dé comienzo la sesión que acabará habilitando el catalán, junto al euskara y el galego, como lenguas de uso parlamentario. Sin querer ofrecer detalles de las conversaciones con el PSOE, el exvicepresident de la Generalitat se ha mostrado confiado en todo momento en la predisposición de los socialistas para llevar a cabo una medida que, en su opinión, ya fue pactada para la votación de la Mesa del Congreso aunque no se nombrara de manera explícita. “Una ley de amnistía debe incluir a todos aquellos perseguidos injustamente por hacer algo que no era ilegal, que es un referéndum”, ha comentado".
Y: "Junqueras ha lanzado varios dardos a Junts y a Carles Puigdemont, de quienes también depende de la viabilidad de la investidura. “Les damos la bienvenida al ámbito de la negociación y deseamos que se sumen definitivamente a esta vía”, ha expresado tras reprochar que hayan llegado tan tarde a esa vía. “Si nos hubieran apoyado igual podríamos haber conseguido más rápido la salida de la cárcel de gente inocente o la reforma del código penal”".
Mal rollo entre Junqueras y Puigdemont y líneas divergentes. Atención a este titular de El Nacional: "El acuerdo del Viernes Santo, el modelo de autodeterminación que serviría a Puigdemont". En el sumario se apunta que "El equipo del president en el exilio trabaja con el texto que encauzó el conflicto de Irlanda del Norte". Escribe David González: "Waterloo no mira ni al Quebec y la ley de Claridad del Supremo canadiense, ni a Montenegro y su 55% de sí para validar la independencia... ni tampoco a Escocia, a pesar del referéndum del 2014. El modelo de autodeterminación que serviría a Carles Puigdemont en su perspectiva de un "compromiso histórico" para superar el conflicto político Catalunya-Espanya pasa por el acuerdo norirlandés del Viernes Santo. Así lo cree el núcleo duro de colaboradores del president en el exilio, que trabaja con elementos y principios del también conocido como acuerdo de Pascua o de Belfast que pueden resultar útiles para enfocar una negociación con el Estado, según fuentes consultadas por El Nacional.cat. El pacto del 10 de abril de 1998, puso fin a 30 años de sangrante conflicto en Irlanda del Norte y encauzó el futuro del territorio, todavía hoy parte integrante del Reino Unido, con la autodeterminación como llave del pacto político y constitucional. El acuerdo permitió a todas las partes ver reconocidos sus planteamientos, que eran diametralmente opuestos, pero condicionados a la voluntad de los ciudadanos".
Continúa la nota: "Salvando las distancias evidentes entre los casos de Irlanda del Norte y Catalunya, la cuestión es extremadamente importante en unos momentos en que la autodeterminación forma parte -en una segunda fase- de la hoja de ruta que Puigdemont detalló en Bruselas el 5 de septiembre pasado, la primera parte del cual incluye las condiciones previas para el apoyo de los independentistas de Junts per Catalunya a la investidura del aspirante a continuar en la presidencia del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, incluida la amnistía para los encausados del procés independentista catalán. Puigdemont valora especialmente que el acuerdo de Viernes Santo, un prodigio de ingeniería política, jurídica y diplomática, pivotara sobre el respeto absoluto a la voluntad de los ciudadanos sobre su futuro, ya fuera para que Irlanda del Norte siga siendo parte del Reino Unido -como ha continuado siéndolo- o bien para que se pueda unir en el futuro al resto de Irlanda. El caso norirlandès constituye un ejemplo, ciertamente poco invocado en el debate político y jurídico, de aplicación del derecho de autodeterminación en Europa Occidental en un territorio que el derecho internacional no considera colonial, como también sucede con Catalunya o Euskadi. Ello cuestiona la tesis de los que descartan que se pudiera aplicar este principio a las nacionalidades del Estado español porque la autodeterminación únicamente se reconoce y se aplica en situaciones de colonialismo, como sucedió durante la oleada descolonizadora de los años sesenta y setenta del siglo pasado".
Pero mientras Puigdemont maquina su particular Viernes Santo, el magistrado Llarena no abandona su rastro. "Llarena da 10 días de plazo a Puigdemont para que acredite si ha pedido que le devuelvan la inmunidad como eurodiputado", notifica El País. La pieza es de Reyes Rincón y Silvia Ayuso y el caso tiene enjundia porque podría ser la antesala de una nueva orden de detención: "El pulso interminable que mantienen Carles Puigdemont y el magistrado instructor de la causa del procés en el Tribunal Supremo, Pablo Llarena, vive este martes un nuevo envite, en pleno debate sobre la amnistía que reclama Junts, la formación que lidera el expresidente de la Generalitat, para apoyar la investidura de Pedro Sánchez. Llarena ha dictado una providencia en la que concede un plazo de 10 días tanto al expresident como al exconseller Antoni Comín -huido con él a Bélgica desde octubre de 2017- para que acrediten si han recurrido ante el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) la sentencia que el pasado 5 de julio les retiró la inmunidad parlamentaria como eurodiputados. El magistrado pregunta, además, si las defensas de Puigdemont y Comín han pedido también la suspensión cautelar de ese fallo, y aquí puede estar la clave del escrito de Llarena: el propio TJUE confirmaba el lunes la recepción de los recursos, pero señalaba que todavía no había recibido una petición de medidas cautelares. Algo que la defensa del expresident apuntó que tiene previsto hacer, aunque sin fijar hasta el momento una fecha. Según el tribunal de Luxemburgo, no hay un plazo fijo para hacerlo, ya que se pueden presentar “hasta que se resuelvan los asuntos principales”".
Sigue el texto: "El escrito de Llarena, aunque formalmente obedece solo a un trámite, deja entrever que el juez pretende seguir teniendo a Puigdemont atado en corto. El magistrado le da ahora 10 días de plazo para que acredite qué ha pedido, por lo que si el expresidente no ha solicitado para entonces ante el TJUE que le devuelva la inmunidad mientras decide sobre su recurso, el instructor del Supremo podría reactivar las euroórdenes y las órdenes internacionales de detención, tal y como han reclamado la Fiscalía y la acusación particular que ejerce la Abogacía del Estado. En un escrito dictado el pasado 27 de julio, el juez acordó tener por presentadas esta petición de las acusaciones, pero estableció que resolvería sobre ella cuando el TJUE se pronunciase sobre las posibles medidas cautelares que ambos procesados pudiesen presentar contra la decisión del TGUE. De ahí que Llarena quiera ahora saber si Puigdemont y Comín han solicitado estas medidas provisionales".
20 de septiembre, santoral: Andrés Kim Taegön y compañeros, Adelpetro de Arco, Clicerio obispo, Dorimedonte de Sínada, Eustaquio de Roma, Francisco de Posadas, Juan Carlos Cornay y Lorenzo Han I-hyong y compañeros.