Calor y mar de fondo, de marejada a fuerte marejada. Las cartas de navegación no valen en la zona de negociaciones. La discreción es más bien secretismo absoluto. Hay que leer entre líneas los mensajes políticos en la red de Elon Musk. La Mesa del Congreso y la investidura están en barbecho. Las partes evolucionan con tacto, pero sin avances significativos más allá de la predisposición de ERC a evitar cualquier vacilación que favorezca al PP y a Vox. A todo esto hay que añadir el polvo sahariano en suspensión, que reduce la visibilidad con tanta eficacia como la misma niebla.
Total, que los medios siguen con el foco centrado en la figura del caballero de Waterloo, el expresidente de la Generalitat prófugo Carles Puigdemont. El hombre, consciente de su adquirida importancia, acaricia al gato y contempla la escena desde su mansión. Todavía no sabe si es Napoleón o Arthur Wellesley, el duque de Wellington. Hace ya seis años que vive en la incertidumbre y se complace en advertir esa sensación en rivales, adversarios, enemigos y amigos. Es probable que ni siquiera él sepa qué va a hacer con sus valiosos siete votos en el Congreso de los Diputados.
Sus acólitos, quienes tienen acceso a sus selectos tímpanos le susurran que apriete, que no ceda, que no se fue al extranjero para poner o quitar presidentes del Gobierno en España sino para lograr la independencia. Y la amnistía. Todo.
"Los afines a Puigdemont instan a paralizar el Estado si el PSOE no cede con el referéndum y la amnistía", titula El Mundo sobre el minuto y resultado de la cosa. El texto es de Germán González: "En Junts Per Catalunya (JxCat) crecen las voces que apuestan por bloquear una posible investidura del candidato socialista Pedro Sánchez, ya que no contemplan ni un hipotético «acercamiento» del PP para apoyar a su líder Alberto Núñez Feijóo, lo que no dejaría más salida que repetir elecciones al Congreso. Afines al ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, son los que más presionan al dirigente independentista para dinamitar cualquier tipo de acuerdo que facilitase un gobierno en España en respuesta a lo que consideran una represión por parte del Estado que ven constante. Así se escudan en decisiones como la tomada esta semana por la Sala de Vacaciones del Tribunal Constitucional (TC) que decidió inadmitir, con los votos de los dos magistrados conservadores, los recursos del propio Puigdemont y del ex consejero Toni Comín al procesamiento por desobediencia y malversación agravada y la orden de detención en territorio nacional emitidas por el Tribunal Supremo".
Sigue la nota: "Un grupo más duro dentro de Junts, en el que se posicionan los más vinculados al ex presidente, persiste la idea de «paralizar» el Estado, como explicaron fuentes de la formación a este medio, como respuesta a lo que consideran «represión del independentismo» catalán. En este sentido, la presidenta de JxCat, Laura Borràs ya dejó claro que la última palabra para investir de nuevo a Pedro Sánchez la tendrá alguien «declarado enemigo público número 1 de los defensores de la unidad de España» y recordó que el candidato socialista debe «decir si está dispuesto a hablar de autodeterminación y amnistía. Una amnistía significaría que el Estado detiene las hostilidades y abandona la senda de la represión, paso indispensable para abrir una negociación seria sobre la resolución del conflicto político». En este sentido, desde Junts son conscientes de que estas dos peticiones principales, referéndum acordado y amnistía, son una línea roja que el PSOE no está dispuesto a traspasar. Por eso planean mantenerse fuertes en ese inmovilismo respecto a estas dos propuestas con el escenario de la repetición electoral de fondo ya que creen que la imagen del partido saldría reforzada de cara a su auténtico objetivo: recuperar la Generalitat en manos de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en las próximas elecciones autonómicas".
En parecida línea va la crónica de Joan Guirado en Ok Diario. "Junts apuesta por dejar que el PP presida el Congreso para presionar a Sánchez: «Hay que darle un toque»" es el titular de una pieza que arranca así: "A seis días para la constitución de las Cortes, prevista para el próximo jueves, Junts per Catalunya apuesta por mantener su posición de las últimas legislaturas y ponerse de perfil en la elección de la Presidencia y la Mesa del Congreso. Fuentes del partido dirigido por Carles Puigdemont, consultadas por este periódico, señalan que «hay que darle un toque» al PSOE de cara a la negociación de la investidura, en la que los junteros esperan lograr la amnistía para el propio Puigdemont y todos los encausados por el procés y el referéndum de independencia a cambio de su apoyo a Pedro Sánchez".
Sigue Guirado: "Las conversaciones entre el PSOE y Junts empezaron oficialmente este jueves con un encuentro entre el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas, y varios miembros del grupo parlamentario de Junts que acudieron a la Cámara Baja para presentar sus credenciales como diputados. Hasta la jornada de ayer sólo se habían producido contactos telefónicos y de forma informal, por lo que ambos partidos tienen una semana de margen para acercar posiciones.
Y es que a día de hoy, según fuentes de la formación separatista, «no estamos cerca» de apoyar una investidura de Sánchez. Más bien todo lo contrario. Cabe recordar que en 2019 Junts ni apoyó la elección de Meritxell Batet como presidenta del Congreso ni la de Pedro Sánchez como jefe del Gobierno. Las posiciones maximalistas de Junts en la negociación, explican en el PSOE, «no son un buen punto de partida». La «dificultad» para «ver avances» entre lo que piden desde Junts y ofrecen desde el PSOE, explican fuentes del hermético grupo parlamentario comandado por Míriam Nogueras --al que ayer dieron orden de no soltar prenda--, es lo que estaría tras la decisión de Junts de no involucrarse en la elección de la Mesa del Congreso. Apostando por una abstención que con la configuración actual de los bloques, 172 a 171, auparía a la Presidencia del Congreso a un diputado del PP cuyo nombre todavía no ha trascendido".
Con ese telón de fondo, en Vozpópuli advierten que "Arrecian las dudas en el PSOE por el pacto con Puigdemont: “El partido está dividido”". Escribe Jorge Sáinz: "El PSOE no las tiene todas consigo. El pacto con Carles Puigdemont genera muchas dudas en amplios sectores del partido, que ven complicado sostener una legislatura sobre unos cimientos tan inestables. “Esto va a ser complicado”, admiten fuentes socialistas a Vozpópuli. “El partido está muy dividido”. Las dudas que verbalizó el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, sobre la conveniencia del acuerdo son compartidas por muchos dirigentes en otras comunidades. El Gobierno ha empezado a moverse para buscar los apoyos que necesita la investidura de Pedro Sánchez y la música de las cesiones al separatismo golpea a un PSOE muy mermado en los territorios por la debacle del 28-M".
Continúa la prospección líneas después: "El Gobierno ha empezado a acercar posturas dando a entender que está dispuesto a transigir con cesiones de todo tipo: financiación autonómica, catalán en el Congreso y, tal y como ha publicado este diario, un discurso más laxo sobre la “amnistía” de los condenados por el golpe separatista del 2017. Pero hay muchas dudas sobre cómo puede reaccionar Puigdemont desde Waterloo. Una de esas dudas es el pulso interno dentro del propio separatismo. “El que piense que Puigdemont va a ir de la mano de Junqueras es que no sabe el odio patológico que se tienen estos dos”, admite una voz del PSC".
Entre tanto, "La ANC apremia a ERC y JxCat: presionará el 11-S para evitar la investidura de Sánchez", apunta La Razón sobre un texto que firma Javier Gallego: ""Los partidos que se llaman independentistas han de hacer bloqueo en Madrid y no dar facilidades para que haya gobierno si no hay un camino hacia la independencia", ha señalado Dolors Feliu, presidenta de la ANC, en Rac1 este viernes. Lo cierto es que la Diada del próximo 11 de septiembre de antoja como un termómetro de cómo está el independentismo en estos momentos y puede ser clave de cara a las negociaciones de JxCat y ERC con el PSOE por el clima de presión que puede haber en esa manifestación que recorrerá las calles del centro de Barcelona".
Sigue Gallego: "De momento, no hay cifras sobre la estimación de inscritos en la Diada: desde la primera manifestación de la ANC en 2012, la afluencia ha ido poco a poco bajando y ya el año pasado apenas se registró una asistencia de 150.000 personas, según los datos de la Guardia Urbana (según las cifras de la organización, se llegó a las 700.000 personas). Muy lejos quedó la participación del año pasado del millón de personas que ha llegado a albergar en el momento álgido. No obstante, cabe recordar que ese descenso en la movilización del independentismo se está traduciendo también en peores resultados electorales para los partidos que defienden las tesis rupturistas: tanto JxCat, como ERC y la CUP, lo que los pone frente al dilema de atender o desoír a la calle. El independentismo perdió 700.000 votos y nueve escaños el 23 de julio con respecto a las elecciones generales de 2019: de esos 700.000 votos, 400.000 correspondieron a ERC. En este sentido, hubo mucho voto que voló al bloque constitucionalista (particularmente, al PSC), aunque también pudo haber mucho abstencionista independentista ya que en Cataluña votaron 350.000 personas menos que en 2019 (si bien, también es cierto, la abstención y los votos nulos tan solo aumentaron en 170.000 personas)".
En El País, la historiadora y politóloga Paola Lo Cascio apunta "Dos razones de peso para que Junts apoye a Sánchez". Ahí va un extracto de su análisis: "Junts no es un partido de izquierdas y, en algunas zonas, puede tener frontera electoral con Aliança Catalana, el partido nacionalista e independentista catalán de extrema derecha que ya gobierna el ayuntamiento de Ripoll. En esa población, el rechazo del partido de Puigdemont a querer consolidar un frente común para desbancar la extrema derecha ha permitido que la formación de Sílvia Orriols --que como muchas extremas derechas europeas ha basado su consenso en la defensa de la identidad nacional y en el rechazo a la inmigración--, ostentara la vara de mando del consistorio. Hay serias posibilidades de que Aliança Catalana opte en futuro por presentarse a las elecciones catalanas, y podría tener resultados significativos en las zonas y en los sectores sociales de la base electoral tradicional de Junts. Eso hace más difícil para algunos sectores del nacionalismo catalán facilitar el nacimiento de un nuevo gobierno de coalición progresista. Por otra parte, también se interponen al voto favorable de Junts a Sánchez la necesidad de unas contrapartidas rentables y aparatosas en términos nacionales, que permitan seguir en la competición incansable con Esquerra Republicana, que en definitiva ha sido una de las coordenadas constitutivas de lo que se ha llamado procés".
Ahora, las dos razones: "Sin embargo, existen dos razones poderosas para que Junts se preste a investir un nuevo gabinete de Pedro Sánchez. La primera es que el conjunto de la ciudadanía catalana ha manifestado claramente su apoyo al Gobierno y negarse a cooperar significaría ir en contra de la opinión mayoritaria de su propia sociedad. La segunda es el contexto europeo: las elecciones españolas de julio han sido la previa de unas elecciones europeas en las cuales se juega también la posibilidad de abrir las puertas a la extrema derecha, de reducir libertades y derechos y de retroceder en la integración. Esta ahora mismo es la encrucijada europea y el nacionalismo catalán debe decidir si es parte del problema o de la solución".
Por otra parte, el radar la de prensa afecta a la causa independentista ha localizado a Roberto Bermúdez de Castro, al que El Nacional tilda de "ejecutor del 155". El hombre ha trincado un puesto de consejero en el nuevo gobierno autonómico de Aragón, según cuenta Malena Ramajo en el citado medio: "Por si no había quedado clara cuál será la línea de este nuevo gobierno, Azcón ha nombrado consejero de Hacienda a Roberto Bermúdez de Castro, el ejecutor del artículo 155 en Catalunya. (...) Bermúdez de Castro fue nombrado en noviembre de 2016, bajo el gobierno de Mariano Rajoy, secretario de Estado para las Administraciones Territoriales, órgano que dependía del Ministerio de la Presidencia, entonces liderado por Soraya Sáenz de Santamaría. En un momento de gran tensión entre Catalunya y el Estado, lejos de rebajarla, este político aragonés exigió por carta a los alcaldes catalanes que no permitieran la celebración del referéndum, que aseguró que detendrían. No fue así, y después de la declaración de independencia, Bermúdez de Castro fue el encargado de aplicar el 155 para tomar el control del Govern. También defendió la actuación policial del 1 de octubre y fue especialmente crítico con los medios de comunicación públicos de Catalunya, que llegó a tildar de "vergüenza". Una vez se levantó la aplicación del 155, al haberse constituido el Govern de Quim Torra, Bermúdez de Castro decidió abandonar la política y marcharse a la empresa privada. Hasta que, cinco años después, un nuevo presidente del PP en Aragón lo ha invitado a regresar".
Cambio de tercio y buenas noticias. Rescatados los turistas, en su mayoría catalanes, atrapados en el fuego cruzado en Etiopía. Lo cuenta en La Vanguardia Xavier Aldekoa: "Un rescate de película para poner fin a la pesadilla. Un helicóptero del ejército etíope rescató ayer a los dieciocho turistas y su guía, la mayoría catalanes, atrapados en un hostal del noroeste de Etiopía desde el 2 de agosto, cuando se vieron sorprendidos por una revuelta violenta de la guerrilla Fano, enfrentada al Gobierno. Tras ser escoltados por soldados a una base militar a primera hora de la mañana de ayer, un aparato Mil Mi-171 Sh, de fabricación rusa, trasladó por aire a los integrantes del grupo hasta la ciudad de Bahir Dar, donde aterrizaron minutos antes de las 13 horas. Todos ellos viajarán hoy en avión comercial a la capital, Addis Abeba, y ya tiene billetes reservados para su llegada a España el lunes por la mañana".
Y: "Pocos minutos después de aterrizar, Noelia Bertran, guía del grupo, explicaba a este diario la emoción al ser rescatados por militares etíopes. “Muchos han explotado de los nervios y en el helicóptero hemos llorado de felicidad. Estamos felices de estar por fin a salvo. Al aterrizar nos hemos dado un abrazo enorme. Ha sido un grupo fantástico y hemos hecho piña”. Bertran, que durmió los diez días en la furgoneta mientras que sus clientes compartían camas en un hostal con medidas higiénicas deficientes, sin agua corriente, con pulgas y animales domésticos, describía el alivio general tras diez días de incertidumbre. “Es un descanso enorme. Aún no estamos en Addis Abeba pero es un paso más. Ha sido muy bestia que nos sacaran en un helicóptero, pero era la única manera porque no había seguridad en la carretera. Sentimos una felicidad enorme, estamos muy contentos”".
12 de agosto, santoral: Hilaria, Digna, Eunomia y Euprepia, todas ellas de Augsburgo. Aniceto y Focio de Nicomedia, Euplo de Catania, Felicísima y Graciliano de Faleria y Porcaro y compañeros.
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