Listas de espera catastróficas y deterioro 'indepe'
Ecuador de campaña. El independentismo sigue en horas bajas. Temor al voto útil. Ni Miriam Nogueras ni Gabriel Rufián logran asomar la gaita entre Sumar y Vox. Ni mucho menos entre populares y socialistas. Hablan de poner precio, de cobrar antes de facilitar una hipotética investidura de Sánchez, de tarifas y de posiciones de fuerza. En comparación con los Roca y Duran son unos auténticos pigmeos políticos. La última idea de Rufián es un frente independentista para exigir el traspaso de Rodalies. La vida real colisiona con los aspavientos republicanos. Se pasa del mandato del 1-O a la gestión de las infraestructuras sin solución de continuidad.
En su ensimismamiento, los candidatos pasan por alto algunos aspectos fundamentales de la vida ciudadana. Por ejemplo, la sanidad no es materia de debate, pero eso no significa en absoluto que esté garantizada la atención adecuada de los administrados. El País avisa de que el Vallés y Girona son las comarcas con más listas de espera en Cataluña. El subtítulo de esa información es demoledor: "Una primera visita para urología en el hospital Taulí de Sabadell tarda 606 días, cuando el plazo máximo son los 90 que marca una orden de Salud".
El texto en el diario de Prisa viene con la firma de Bernat Coll: "Una primera visita en consultas externas de urología en el hospital Taulí de Sabadell tarda 606 días. En otorrinolaringología, en el hospital del Vendrell (Tarragona), 461; en dermatología del hospital de Mataró (Barcelona), 262; y en digestología en el hospital de Blanes (Girona), 204. El máximo es de 90 días que marca una orden del Govern, plazo que superan 91 unidades hospitalarias de toda Cataluña. De estas, el 61% corresponden a especialidades ubicadas en las regiones sanitarias de Girona y Metropolitana Nord (engloba principalmente las comarcas del Vallès, Maresme y parte del Barcelonès), donde se registran las mayores listas de espera de la comunidad en consultas externas. “Son zonas muy tensionadas”, lamenta Josep Vilaplana, presidente del Consejo de Colegios de Médicos de Cataluña (CCOMC). Las listas han crecido en toda Cataluña un 12% en consultas externas y un 7% en pruebas diagnósticas respecto a julio de 2022. Las operaciones quirúrgicas, un 4%, aunque se mantienen estables en aquellas intervenciones más urgentes como las oncológicas y las cardiológicas; y la gran mayoría se realizan dentro de los 45 días de plazo establecidos".
Sigue la nota: "Los plazos de las intervenciones se aplican en función de la priorización establecida según la situación clínica del paciente, pero el Govern delimitó unos máximos para determinadas patologías “para garantizar la equidad” en los servicios (consultas, pruebas, intervenciones) que prestan los hospitales y que abona el Servicio Catalán de la Salud. Estos plazos van desde los 30 días para los casos de alta prioridad a los 365 días en las intervenciones de baja prioridad. En el caso de las pruebas diagnósticas y las consultas externas ordinarias, el plazo es de 90 días. “Este mandato debe concretarse en los convenios o contratos correspondientes”, defiende la orden, vigente desde el 2015".
El asunto tiene difícil solución. En el último párrafo del texto se apunta que "el desequilibrio requiere grandes replanteamientos ante un contexto adverso: no se cubren las plazas de todos los médicos jubilados, falta personal y la sociedad está envejeciendo. “Los CAP deberíamos tener la libertad de derivar a nuestros usuarios al dispositivo que consideremos, no al que toque; y tener la capacidad económica para abonar el importe desde el centro y no desde el Servicio Catalán de la Salud”, defiende Jaume Sellarès, vicepresidente del Colegio de Médicos de Barcelona. “Hay que enviar a la gente allí donde haya menos listas de espera, no donde esté establecido por sistema”, plantea. Vilaplana también propone cambios. “Tendremos que concentrar servicios y quizás no dar tantos servicios en todos lados”, defiende, y añade: “Y apostar mucho por la Primaria”".
Noticia judicial. El exconsejero de Interior Miquel Buch y el sargento escolta de los Mossos Lluís Escolà declararon ayer en el juicio que se sigue contra ellos por prevaricación y malversación en relación a la seguridad del expresidente Puigdemont. En El Confidencial cuenta A. Fernández que "el fiscal Pedro Ariche desvela en el juicio contra el sargento Lluís Escolà y el 'exconseller' de Interior Miquel Buch que la escolta no se nutre solo de 'mossos'". Del texto del digital: "No solo con Mossos d’Esquadra se protege el fugado Carles Puigdemont. Además de la quincena de agentes de la Policía catalana en activo que se han dedicado desde hace un lustro a garantizar su seguridad y la del palacete que habita en Waterloo, también se han detectado policías locales y bomberos dentro de un dispositivo ilegal que va rotando. Así lo expresó el fiscal Pedro Ariche en el juicio que este jueves se reanudó contra el sargento Lluis Escolà y el exconseller de Interior Miquel Buch".
Continúa la pieza líneas después: "Según la tesis de la Fiscalía, Escolà ayudó a Puigdemont a escapar de España y durante meses encadenó días festivos con bajas médicas y días de asuntos propios para dedicarse en cuerpo y alma a proteger al expresidente durante su fuga. Posteriormente, desde julio de 2018 hasta marzo de 2019, Buch lo contrató oficialmente como asesor, aunque el fiscal sostiene que eso era una socapa para que se dedicase, con sueldo público, a proteger a Puigdemont en Waterloo. De hecho, el propio sargento dejó constancia en las redes sociales de que su labor era dar seguridad al fugado. Y no solo eso: publicaba fotografías de los diferentes lugares del mundo que visitaba acompañando a Puigdemont. El expresident declaró por videoconferencia en junio y negó que tuviese escoltas porque “un escolta ha de ir armado, con chalecos antibalas y con porras extensibles”, pero el fiscal rechazó esa teoría. “Dice que son amigos. Pero es innegable que, en torno a Carles Puigdemont, hay un dispositivo de seguridad y lo podemos visualizar todos. El mismo Puigdemont lo reconocía en un programa de radio. El tema está en cómo denominamos a ese dispositivo en torno a su persona y a su domicilio. Puede ser de escolta, de seguridad, de protección, de acompañamiento o como le queramos llamar. Ese servicio ha sido prestado y sigue prestándose por funcionarios públicos. Pero no solo hay mossos d’esquadra, sino también policías locales y bomberos que se van incorporando. Nunca ha sido secreto ese servicio. Y, de hecho, se han detectado funcionarios que lo prestan. Es más, cuando Puigdemont fue detenido en Alemania en marzo de 2018, iba acompañado de dos mossos”, recalcó el fiscal".
Y: "Por si fuera poco, en un libro del expresident se reconoce que existe un dispositivo de seguridad “en torno a su persona y a su domicilio, aunque luego lo haya querido desvincular en su declaración ante el tribunal. Y no es un libro de un tercero, sino un libro inspirado por el señor Puigdemont”. Lo más sorprendente en la sesión de este jueves llegó de la mano del exconseller Buch, que justificó el hecho de que Puigdemont tenga escolta. “Es una prerrogativa fijada en la ley: tiene derecho a un servicio de escolta, y eso no se está cumpliendo”, afirmó Buch."
La deriva independentista registró ayer un nuevo episodio catastrófico, la designación de la alcaldesa de Sant Boi, la socialista Lluïsa Moret como presidenta de la Diputación de Barcelona. Así lo explica Gerard Melgar en El Mundo: "El intento de recuperar la unidad independentista pregonado tras el avance de las elecciones generales se ha dado de bruces con el día a día de la política catalana. Los pactos posteriores a los comicios municipales del 28-M, tanto en ayuntamientos como en organismos supralocales, han provocado que Esquerra Republicana y Junts per Catalunya exhiban nuevamente una actitud más cainita que presta a la colaboración. Como ya quedó perfilado ayer, tras el pacto del PSC con Tot per Terrassa (TxT) para obtener su voto en la investidura, este mediodía se ha confirmado que los socialistas conservarán la vara de mando de la Diputación de Barcelona por cuatro años más compartiendo, esta vez, el Gobierno con los comunes (en el último mandato, el aliado fue Junts, que hace dos semanas descartó revalidar esa suma). Los dos partidos independentistas han sido incapaces de unirse para arrebatar o, al menos, poner en peligro la presidencia del ente al PSC, que desde hoy recae en la alcaldesa de Sant Boi de Llobregat, Lluïsa Moret".
Y: "Además, una vez constatado el miércoles que la dirigente socialista contaba con una mayoría simple que difícilmente iba a ser superada, la incógnita que faltaba por despejar ha caído también del lado del PSC, que ha obtenido finalmente el voto favorable de dos diputados independientes del grupo posconvergente: el alcalde de Igualada, Marc Castells, y el de Torrelles de Foix, Sergi Vallès, que en principio entrarán en el Gobierno del ente y consiguen el compromiso de nuevas inversiones para sus respectivas comarcas. Los republicanos acusan a Junts de no tener el control sobre sus miembros y esa es la principal razón que esgrimen para no haber alcanzado un acuerdo previo a la sesión constitutiva".
Pero en el independentismo hay muchos dirigentes inasequibles al desaliento que esperan su turno para entrar en las cámaras, cobrar lo suyo y pregonar la buena nueva de la cofradía del 1-O. Atentos a este titular de El Món. "Antoni Castellà: “Aniré al Senat a desestabilitzar les institucions espanyoles”". Ojo con Castellà. Que se preparen en el Senado y en Madrid. El hombre del Consell de la República se une a Nogueras y Rufián en la batalla del Jarama. Ahí va un extracto de la entrevista con este desestabilizador que firma Quico Sallés:
Pregunta: Acosta més a la independència que Antoni Castellà sigui al Senat?
Respuesta: No sé si ens acosta més a la independència, però aquesta és la meva voluntat. Jo vaig al Senat només per un sol motiu que defenso des de fa molts anys: l’únic paper que ha de fer l’independentisme a les institucions de l’Estat és utilitzar-les per bloquejar-los i per desestabilitzar-los amb l’objectiu de la independència. És un instrument més. No tinc gens d’interès a reformar l’Estat espanyol, no és el meu problema, sinó que tinc l’interès d’utilitzar les seves institucions a favor del procés d’alliberament nacional. Igual que ells, des de fa anys, ho porten fent des de les nostres institucions.
P: Com es poden utilitzar les seves institucions per aconseguir un pas més en el procés d’alliberament nacional si fins ara no se n’ha obtingut cap?R: És un procés evolutiu. No ens n’hem sortit perquè és una qüestió de voluntat. Si repassem la història des de la Transició, el catalanisme polític, quan ha estat decisiu a Madrid, ho ha utilitzat negociant l’increment de competències i no està gens malament. Posteriorment, s’arriba a un punt que toquem sostre i no hi ha més remei que plantejar un nou Estatut. Aquest nou Estatut queda retallat absolutament i tornem a tocar sostre. És aleshores quan decidim que no hi ha més remei que, senzillament, anar a la independència amb un referèndum. Ara, una vegada fet el referèndum del Primer d’Octubre, el paradigma és diferent. Què vol dir ara el poder que tenim? Que de tu pot dependre que hi hagi estabilitat a l’Estat o no. Sobretot, en un moment, que el bipartidisme està tan ajustat. Fins i tot imaginem el missatge internacional i a Europa quan un Estat com l’espanyol no pot investir un president i ha de repetir unes eleccions perquè no es respecta allò que es va votar el Primer d’Octubre. És un missatge potent.
Potentísimo...
14 de julio, santoral: Camilo de Lelis, Francisco Solano taumaturgo, Heracles obispo, Juan Wang Guixin, Marchelmo de Deventer, Optaciano de Brescia, Tuscana de Verona y Vicente o Madelgario.