La UE amonesta a la Generalitat por su falta de planes hidrológicos
La administración autonómica, tan preocupada por la sequía, no ha comunicado a Bruselas sus previsiones sobre la gestión del agua. Eso sí, ya hay un tercer nanosatélite catalán en el espacio
16 abril, 2023 08:38Como todo el mundo sabe, al Govern de ERC le preocupa tanto la pertinaz sequía que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha prometido ponerse al frente de la procesión en materia tan árida y peliaguda. A tal efecto se le pudo ver el otro día ataviado con un chaleco reflectante y un vistoso casco de color blanco en una visita a la depuradora del Besòs, donde cumplimentado por los probos funcionarios de las modernas instalaciones, su excelencia comprobó de primera mano el proceso de depuración de las aguas fecales a fin de ser reutilizadas como agua de boca. Economía circular.
O sea que el Govern está en modo NO-DO (Noticiarios y Documentales), plenamente consciente del valor de la propaganda. Sin embargo, la realidad va por otros derroteros, según el titular de portada de La Vanguardia: "Bruselas expedienta a la Generalitat por no presentar su plan de gestión del agua". Salta la sorpresa en Las Gaunas, qué cosas. El texto es de Antonio Cerrillo: "La Comisión Europea ha abierto un expediente a España por no haber revisado, adoptado e informado a tiempo de los planes de gestión del agua de todas sus cuencas fluviales. Éstos debían ser remitidos a Bruselas antes de finales de 2022. El expediente afecta a la Generalitat, que aún no ha aprobado la planificación hidrológica de las cuencas internas catalanas para el período 2022-2027. Las otras dos comunidades incumplidoras son Andalucía y Canarias. Debido a este fallo, “la Comisión Europa ya nos ha advertido que estamos incumpliendo la directiva”, señala a La Vanguardia Hugo Morán, secretario de Estado de Medio Ambiente. La directiva de Aguas obliga a los estados miembros a revisar y actualizar cada seis años sus planes sobre el manejo del agua. Esta es una exigencia legal destinada a lograr la plena recuperación ecológica de ríos, lagos y reservas subterráneas, y organizar los servicios del agua. El nuevo ciclo de planificación debe cubrir el período 2022-2027".
Continúa la pieza: "Sin embargo, acabado el plazo de presentación, la Comisión Europea ha enviado una carta de emplazamiento a España recordando el incumplimiento. El Gobierno central, a su vez, ha transmitido la amonestación a la Generalitat y a las otras dos comunidades implicadas, y les ha advertido de que “si no cumplimos, esto puede dar lugar, en un momento determinado, a un expediente de infracción de la Comisión Europea”, recuerda el secretario de Estado. (...) “Es decepcionante que la Generalitat no haya aprobado esta planificación”, señalan expertos consultados, que detectan aquí una síntoma de “gestión ineficiente”. Catalunya fue la primera comunidad que presentó estos planes en el primer ciclo (2010-2015) y también fue puntual en la entrega del segundo (2016-2021). (...) Fuentes del Govern de la Generalitat indicaron que el Pla de Gestió del Districte de Conca Fluvial de Catalunya (es su nombre técnico) “está en la fase final de tramitación” y que la previsión es que se apruebe la segunda quincena de junio”. Y, “una vez superado este trámite, se remitirá a Madrid”. También descargan la responsabilidad sobre la anterior dirección de la Agència Catalana de l’Aigua".
Ah, la anterior dirección. Se deben referir a la del periodo de Quim Torra en el que el señor Aragonès era vicepresidente del Govern.
Entre tanto, El País presenta a sus lectores un completo reportaje sobre el funcionamiento de la planta que recicla las aguas del Llobregat. La pieza viene con las firmas de Gianluca Battista y Rodrigo Marinas y destacan estos párrafos: "Dos años antes de la gran sequía de 2008, que obligó a traer agua con barcos a Barcelona, se construyó una infraestructura que entonces era prácticamente experimental y que ahora se ha convertido en imprescindible para el suministro del área metropolitana y para la supervivencia del principal río que riega la capital catalana, el Llobregat. Se trata de la estación de regeneración de agua (ERA) de El Prat, infraestructura del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) que puede aportar hasta 50 hectómetros cúbicos anuales a la región, casi la mitad de capacidad del embalse de la Baells, el más grande del río, y casi lo mismo que la planta desalinizadora construida tras esa crisis por falta de suministro".
Y: "Las instalaciones de la ERA ocupan una décima parte de las 41 hectáreas de la depuradora de El Prat y un recorrido por la planta muestra la sofisticación del proceso de reciclaje del agua. Claudia Carbonell, jefa de la depuradora, recorre el lugar, inmune al ruido de los aviones y a los olores del agua procedente de la red de alcantarillado de calles, hogares e industrias. En la primera fase de tratamiento, explica, se retiran los residuos sólidos: cada mes sacan entre 30 y 50 toneladas de desechos como toallitas, latas de cerveza o compresas. Antes de recibir los tratamientos más técnicos para su reutilización, estas aguas pasarán por varios niveles de decantación para eliminar las partículas en suspensión y por “el corazón de la depuradora”: un reactor biológico donde turbosoplantes inyectan aire a gran presión en estas aguas con grumos de espuma para eliminar la materia orgánica que alimenta a sus microorganismos. Tras ese tratamiento estándar en la depuradora, estas aguas pasan por otro, de decantación lastrada. Es una microfiltración y una desinfección con rayos ultravioletas, que busca purificarlas todavía más. Finalmente, esa agua gris y enfangada reaparece con una transparencia como si pudiera fluir por una fuente o un grifo común. Antes de volver a decantarse quedan únicamente algunas algas verdes que son buena señal: “Si no las hubiera, significa que no es apta para la vida”, dice Carbonell. De hecho, se está construyendo otra instalación con varios tubos para que esta agua pase por una nueva etapa, aún más avanzada, de ultrafiltración y osmosis que permita, por ejemplo, ayudar a recuperar acuíferos".
Más que el agua, a la Generalitat le preocupa el "acuerdo de claridad" y la supervivencia del idioma catalán. Es en este último campo donde centra gran parte de sus esfuerzos el consejero de Enseñanza, Josep González Cambray, un estajanovista del control. "La Generalitat fuerza a los profesores a declarar por escrito que darán sus clases en catalán", apunta al respecto El Mundo. Escribe Víctor Mondelo: "La Generalitat se propone maniatar a los profesores contrarios a la inmersión haciéndoles firmar una declaración por la que se comprometen a impartir sus clases en catalán. El ardid es el siguiente: la dirección de los centros está haciendo llegar a los docentes un formulario con el membrete del Departamento de Educación en el que se especifica el horario que tienen asignado y se les indica que se hacen responsables de cumplirlo. Sin embargo, en el mismo documento se precisa que «el abajo firmante declara que imparte las materias en la lengua que consta en el Proyecto Lingüístico del Centro», lo que equivale a declarar que las imparte en catalán, puesto que los proyectos lingüísticos de todos los colegios públicos y concertados de Cataluña deben recibir el visto bueno de la Generalitat, tal como recuerda el decreto aprobado por el Govern el pasado año para sortear la sentencia del 25% de castellano".
Continúa Mondelo líneas después: "La especie de juramento obligatorio encubierto que ahora impone la Generalitat deja a los profesores que no imparten sus clases en catalán con sólo dos posibilidades: o mentir y jurar en falso, con las consecuencias legales que esto pudiera acarrear, o negarse a firmar y delatarse ante la dirección del centro y, por elevación, ante la propia Generalitat".
Pero sería injusto decir que a la administración autonómica no le importan los problemas reales de la gente. Ahí están sus esfuerzos en la "carrera espacial" para desmentir esa especie. "La Generalitat pone en órbita su tercer nanosatélite que refuerza «el ecosistema espacial catalán»", advierte el Abc. El "ecosistema espacial catalán". Ojo al piojo. La cosa, según el referido diario, sale por unos 650.000 euros, que es el chocolate del loro visto desde la perspectiva espacial de los altos cargos de la Generalitat. Del texto del Abc: "El 'Minairó', el tercer nanosatélite de la Generalitat de Cataluña, ya está en órbita después de que su despegue se haya aplazado dos veces esta semana debido a las condiciones meteorológicas. Su despegue se ha hecho desde la base espacial de Vandenberg, en California (Estados Unidos), según han informado el consejero de Empresa y Trabajo, Roger Torrent, y la secretaria de Políticas Digitales, Gina Tost. Torrent ha asegurado, en un tuit desde su cuenta personal de la red social, que se trata de una misión "tecnológicamente innovadora que permitirá seguir avanzando en la estrategia y reforzar el ecosistema espacial catalán, atrayendo y reteniendo talento en Cataluña". Este nanosatélite orbitará alrededor de 550 kilómetros de la Tierra y pasará por España cada cinco días, aproximadamente".
El consejero Torrent se pondrá poner todas las medallas que quiera, pero el pionero del programa es Jordi Puigneró, que recién llegado de una excursión en bicicleta por el desierto de Atacama comparece en El Nacional para anunciar su regreso a la política como número cinco de la lista de JxCat en las elecciones de Sant Cugat y poner a caer de un burro a Aragonès, del que dice que no volverá a ser presidente porque "no nos volverá a tomar el pelo".
En dicho digital entrevistan a Puigneró, Pedro Ruiz y Marta Lasalas. Ahí van algunas de las reflexiones del exvicepresidente:
Pregunta: Hace pocos días ha llegado de un viaje largo a América Latina. Durante las últimas semanas, ha estado reflexionando sobre su futuro político. ¿A qué conclusiones ha llegado?
Respuesta: Lo que sigo teniendo claro y tenía claro cuando me marché es que la política en Cataluña, cuando eres una persona que defiende la independencia del país, es para toda la vida. La defensa, en este caso, del procés de este país para convertirse en un estado, al menos para mí, siempre estará presente en mis ideales y en mi acción diaria. Otra cosa es que la defiendas desde una perspectiva institucional, profesional o sencillamente, la defiendas en tu día a día como ciudadano. Desde esta perspectiva, continuo al servicio de defender esta idea porque creo que es la única que permitirá que este país pueda progresar como se merece en su futuro. Mientras seamos parte de España, estaremos condicionados por las políticas españolas y, por lo tanto, no podremos sacar todo el potencial que tiene este país.
P: Esta semana hemos conocido que será el número 5 de la candidatura de Junts en Sant Cugat del Vallès. ¿Qué le ha llevado a dar este paso?
R: Sí, ha surgido la posibilidad de ayudar al candidato de Sant Cugat a las elecciones municipales. Me propuso ir en su lista para darle apoyo y para ayudarlo a ganar, y es lo que haré por dos motivos. Uno, por responsabilidad con mi partido político. El otro, porque he llegado a la conclusión —en este mes que he estado reflexionando— que la única manera que Esquerra Republicana cambie su estrategia actual de no avanzar hacia la independencia de Catalunya en los próximos años es que no le vayan bien estas elecciones y, por lo tanto, que a Junts le vaya bien. Es decir, que Junts pueda ganar en este caso y sacar más votos que Esquerra, porque eso significará que la gente avala nuestra estrategia y no la de ERC. Ambas son muy legítimas, pero en todo caso yo defiendo la de Junts per Catalunya. Por lo tanto, una manera de contribuir y ayudar al hecho de que en las municipales pueda haber una victoria de Junts es colaborar de una forma más estrecha en el proyecto de las locales. Por eso he aceptado la propuesta que me ha hecho el candidato en Sant Cugat. Además, la ciudad necesita un cambio. Hoy gobierna en Sant Cugat un tripartito fallido.
16 de abril, santoral: Engracia, Benito José Labre, Bernardita Soubirous, Contardo de Brona, Drogón, Fructuoso de Braga, Leónidas y compañeros mártires, Magno de las Orcadas, Optato y compañeros mártires y Toribio.