Las malas noticias económicas se amontonan en los medios. No hay espacio, ni siquiera virtual, para albergar tantos índices en rojo y tantas predicciones nefastas. Baja el precio del gas, pero no consta en las facturas. Y las familias se embarcan en arriesgadas operaciones de ingeniería financiera para llegar a fin de mes. Según El Diario, los salarios reales sufren la mayor caída en cuarenta años a pesar de que las empresas ya están como antes de la pandemia. Eso, las que han sobrevivido. La capacidad adquisitiva de los salarios es el argumento principal de la portada de El País, que avisa a sus lectores de un descenso del poder de compra de un 6,2% en un año.
El panorama se balancea entre los sombrío y lo trágico, según la crónica que firman Andrea Rizzi y Emilio Sánchez Hidalgo en el referido diario de papel. Arranca así el texto: "La galopante inflación está obligando a familias y comercios a hacer malabares con sus finanzas. Con un crecimiento solo moderado de los sueldos en la UE --donde empieza a aflorar el malestar--, el poder adquisitivo se ha desplomado. Sobre todo entre las clases trabajadoras. Según datos recopilados por la consultora Macrobond, los salarios bajo convenio de la zona euro acumulaban en el pasado junio un retroceso de la capacidad de compra del 6,2% con respecto al mismo mes del año anterior. Entonces, España e Italia registraban el peor dato de las principales economías, un 7,5% frente al 2,7% de Francia, pero indicadores nacionales más recientes rebajaban el castigo a los bolsillos españoles al 6,4%. Los hogares, además de consumir menos, están abonados a la ingeniería financiera. Microcréditos, cambios de hipotecas, tarjetas revolving".
O sea, pan para hoy y hambre para mañana.
Uno de los temas de la semana ha sido el fenómeno de las okupaciones. Como se recordará, el ayuntamiento de Premià de Dalt, en manos de una alianza entre JxCat y el PSC por aquello de que en la política local todo vale, ha contratado a la empresa Desokupa que se distingue por utilizar los mismos procedimientos que los okupas. Esto es, patada en la puerta y desalojo por la fuerza, sin visita al juzgado ni requerimientos formales. El drama es que ese método funciona y es más expeditivo que el que propone la legalidad vigente.
En El Mundo le dedican la portada dominical a la cuestión con el siguiente titular: "El vacío legal dispara las okupaciones un 63% en cinco años". El texto es de Gema Peñalosa: "La sorprendente modificación legislativa -por inesperada- que ha impulsado el PSOE para que los jueces puedan desalojar a los okupas en un plazo máximo de 48 horas sigue su curso avalada por la estadística y por la profundidad de un problema crónico. Las múltiples aristas de este fenómeno han empujado a Pedro Sánchez a conectar con un sentimiento que hasta ahora abanderaba la derecha --el PP está en plena ofensiva contra la okupación-- y a enfrentarse incluso con Unidas Podemos en un tema tan sensible para la formación morada, que mantiene que la propiedad ha de estar supeditada a la necesidad".
Sigue la pieza: "Los datos atestiguan que este fenómeno no deja de crecer y de inflamar la inquietud. Los afectados y la Justicia, por su parte, certifican sus poliédricas variables y la dificultad infinita para ponerle coto. La estadística que maneja el Ministerio del Interior indica que en los últimos cinco años (desde 2017 hasta 2021) las okupaciones de viviendas crecieron un 63% al pasar de 10.619 a 17.274, con especial incidencia en Cataluña, Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana. La mayoría de casos, eso sí, hace referencia a usurpaciones --ocupaciones de pisos vacíos (una herencia, por ejemplo) o del banco-- mientras que los allanamientos --cuando se okupa una vivienda habitual, ya sea primera, segunda o tercera residencia-- son residuales. Los expertos consultados por este periódico alejan el universo de la okupación de una visión catastrofista, por esa leve incidencia de allanamientos, aunque exponen el angustioso, a veces interminable, camino para la recuperación de un inmueble por parte del propietario".
De las entrevistas dominicales destaca la que le hace Enric Juliana a la ministra de Transición Ecológica Teresa Ribera en La Vanguardia a cuento del cambio del MidCat por el BarMar, es decir el tubo submarino entre Barcelona y Marsella para transportar hidrógeno verde y si se requiere, gas metano. "El gasoducto Barcelona-Marsella se adelanta al futuro", apunta Ribera. Ahí va el arranque de la entrevista y las preguntas y respuestas de mayor relieve:
La reanudación del gasoducto Midcat nunca suscitó el entusiasmo de la vicepresidenta tercera Teresa Ribera (Madrid, 1969), poco partidaria de nuevas infraestructuras para los hidrocarburos. La titular de la cartera de Transición Ecológica defendió desde un primer momento que una nueva interconexión con Francia debía tener como prioridad el hidrógeno verde, considerado uno de los combustibles del futuro. Ribera aceptó, sin embargo, la orientación del presidente del Gobierno de incluir el gas en la discusión con Francia. El acuerdo alcanzado esta semana en Bruselas parece haberle dado la razón. La Vanguardia conversó el viernes con la vicepresidenta.
Pregunta: ¿Tiene solidez el pacto sellado en Bruselas por Emmanuel Macron, Pedro Sánchez y António Costa?
Respuesta: El pacto tiene solidez. Tiene la palabra de tres jefes de Gobierno. Ese acuerdo surge después de un periodo muy complicado durante el cual el Gobierno de España creyó que era muy importante dar respuesta a la petición de solidaridad de Alemania y otros países europeos ante las consecuencia de la guerra de Ucrania. Establecimos como condición que la nueva interconexión no fuese pensada exclusivamente para el transporte de gas metano, un proyecto que tendría difícil viabilidad en el medio plazo. Proponíamos una infraestructura de anticipación al hidrógeno verde, que también pudiese ser utilizada, durante cierto periodo de tiempo, para el transporte de gas metano. Pusimos como condición la financiación europea y que tuviera continuidad más allá del Pirineo. Nuestra propuesta topó con muchos problemas. Francia está en una situación energética complicada [la mitad de su parque nuclear ha estado fuera de servicio por problemas de mantenimiento]. Francia no tenía como prioridad un esquema como el que proponía España. Insistimos. Finalmente, Francia ha aceptado la propuesta alternativa al Midcat, consistente en la conexión por Marsella.
P: Ahora se deberá escribir la letra pequeña del acuerdo.
R: Ahora falta una segunda etapa de diseño y concreción de la infraestructura. Hemos contactado ya con los transportistas, con la industria y con los reguladores para poder tener listo un primer proyecto a principios de diciembre [el 9 de diciembre tendrá lugar en Alicante una cumbre de los países mediterráneos de la Unión Europea]. Vamos a presentar ese proyecto a la Comisión Europea.
P: ¿Con qué plazos se trabaja?
R: Tras unas primeras conversaciones con Enagás esta última semana, podríamos estar hablando de entre cuatro y cinco años. Contamos con una ventaja que no me parece menor: España ya ha construido otras conducciones submarinas [gasoducto Magreb-Europa a través del estrecho de Gibraltar y gasoducto Medgaz por el mar de Alborán].
P: ¿Costes?
R: Quisiera ser muy prudente sobre esta cuestión. Esperemos a los estudios técnicos.
P: ¿Gas e hidrógeno por una misma conducción? Hay quien pone en duda la viabilidad y eficacia de ese transporte mixto.
R: Mire, una infraestructura de gas natural no está preparada para transportar grandes volúmenes de hidrógeno, no está preparada para transportar una mezcla con más del 15% de hidrógeno. En ese dato se fundamentaban parte de las suspicacias francesas para la reanudación del Midcat. Una infraestructura nueva diseñada para el hidrógeno puede transportar gas metano. Esa es la diferencia. Y esa es una de claves del acuerdo adoptado esta semana en Bruselas.
Más entrevistas. Salvador Illa dice en El Periódico que "Sánchez cumplirá con el compromiso de reformar el delito de sedición". En el Ara comparece Joan Ignasi Elena, el consejero de Interior de la Generalitat, quien alega al hilo de las acusaciones de su antecesor, el dicharachero y locuaz Sàmper, de JxCat, que si le constara que hay mandos que frenan investigaciones, actuaría en consecuencia. Y en La Razón, la portada es para Elías Bendodo, el coordinador del PP y número dos de Alberto Núñez Feijóo, que sostiene que a la que lleguen al Gobierno "bajaremos los impuestos que activen el crecimiento". La receta suena a Liz Truss, la primera ministra británica más breve la historia.
Es Carmen Morodo quien interroga a Bendodo, que no se sale del manual del partido conservador, como lo prueban las respuestas a estas dos preguntas:
P: Es compatible arañar voto al PSOE y también a Vox?
R: A Feijóo, que es sin duda el dirigente más sólido que tenemos en este país, le puede votar cualquier ciudadano porque sus políticas son transversales. Por eso puede recibir voto tanto de antiguos votantes de Vox como del Partido Socialista. Las políticas de centro, moderadas, liberales y de consenso permiten aunar a una base sociológica muy amplia, que va desde el centro izquierda hasta la derecha.
P: ¿A costa de dejar a un lado la ideología?
R: En el PP somos los que somos y la gente ya nos conoce. Pero vivimos un momento en el que la gestión es muy importante, y el sentido común, también. En el PP siempre hemos dicho, por ejemplo, que en nuestro ADN está la bajada de impuestos, y esto no es ideología que pueda ajustarse a unas circunstancias o a otras, sino que es una manera de entender la base del crecimiento y de la creación de empleo.
Convergència i Unió está de moda. "Locos por CiU: grupos catalanistas se pelean por heredar las viejas siglas", subraya un titular de El Confidencial sobre una información que lleva la firma de Antonio Fernández. Destacan dos párrafos: "Lo cierto es que Aragonès no necesita las siglas CiU para hacer lo que hace, pero hay otros que quieren reivindicar el espectro político que está invadiendo ERC y no quieren que los republicanos se apropien del espacio ideológico de los antiguos convergentes y democristianos. Por eso, están apostando fuerte por la marca CiU y la están revalorizando. Prueba de ello es el registro, el pasado día 11 de octubre, del nuevo partido llamado Espai CiU, cuyo presidente es Mateu Comalrena de Sobregrau Esteve, alcalde de Gallifa, una pequeña localidad de 183 habitantes que está cerca de Manresa. Este dirigente político fue elegido en las listas de JxCAT, pero milita en el PDeCAT (en el momento de las municipales de 2019 todavía no se había quebrado el PDeCAT ni se había formalizado Junts como partido). Además, la sede de Espai CiU, en la céntrica Avenida Diagonal de Barcelona, se ubica en el despacho profesional del abogado Genís Boadella, que es el secretario de Organización del PDeCAT".
Y: "Una de las explicaciones que se dejan caer para justificar el registro del nombre es que, de lo contrario, "lo podría registrar Junts per Catalunya". A los de Junts, según las fuentes consultadas, les gustaría contar con el espectro político de CiU, pero no con sus 'mochilas' o herencia ideológica. Los posconvergentes agrupados en JxCAT apuestan ahora por la unilateralidad y cierran la puerta al diálogo y la negociación. Por eso no necesitan perentoriamente las siglas del antiguo centro catalanista. JxCAT no puede reivindicar las viejas siglas del nacionalismo catalán porque sus proyectos son radicalmente distintos. Lo único que ambicionan es un peso específico como el que tenía CiU no solo en la política catalana, sino incluso en la española".
Internacional. Muchas de las portadas de papel de este domingo reflejan el momento de la purga de Xi Jinping contra su antecesor, el señor Hu Jianto, sacado casi a rastras del congreso del Partido Comunista Chino. Del texto de Pablo M. Díez en Abc: "Tras una semana de reuniones a puerta cerrada dentro de una burbuja anti-Covid, el XX Congreso del Partido Comunista de China ha concluido este sábado coronando a Xi Jinping, el emperador rojo, como el dirigente más poderoso desde Mao. Además de aprobar las enmiendas a los estatutos del Partido que el propio Xi había promovido, el cónclave ha dejado un momento para la Historia que dará mucho que hablar: la salida a la fuerza del anterior presidente, Hu Jintao. El incidente, extraño y lleno de tensión, ha tenido lugar justo cuando se acababan de abrir las puertas para los periodistas y las cámaras, que llevaban más de una hora esperando en el Gran Palacio del Pueblo. En ese momento, Xi Jinping ha ordenado a un bedel que se llevara a Hu Jintao, quien se sentaba a su izquierda y cuya salud parece muy deteriorada a sus 79 años. A su espalda, dos bedeles lo han levantado de la silla, pero Hu se ha mostrado reacio a marcharse. (...) Debido a la tensión del episodio y la presencia de las cámaras chinas y de todo el mundo, podría tratarse de una purga pública ante los casi 2.300 delegados del Partido Comunista congregados en el Gran Palacio del Pueblo".
23 de octubre, santoral: Juan de Capistrano, Alberto Hurtado Cruchaga, Alucio de Campugliano, Benito de Herbauge, Etelfleda de Rumsey, Gaetano Catanoso, Ignacio de Constantinopla, Jozef Bilczewski, Juan de Siracusa, Pablo Tong Viet Buong, Román de Rouen, Severino Boecio, Severino de Colonia, Teodoreto de Antioquía y Zygmunt Gorazdowski.