Campaña mediática para reformar la Carta Magna
El País y La Vanguardia abogan por introducir cambios en la Constitución en lo relativo a la Corona y el Estado de las Autonomías. Primera encuesta (El Mundo) que no da ganadora a la suma de PP y Vox
6 diciembre, 2021 09:00Día de la Constitución. El País y La Vanguardia salen en tromba con propuestas de reforma. Se escudan en argumentos tales como las muchas veces que Alemania ha reformado su texto constitucional frente a las dos reformas realizadas en España. A su parecer, en el cambio está la virtud. La Constitución, según esa mirada, debe ser un texto líquido, sometido a revisión permanente. La tesis contrasta con la sustancia de la Carta Magna, que no es la Biblia, pero tampoco el reglamento de una comunidad de propietarios. Dos fuerzas chocan en el terreno. Los partidarios de no tocar ni una coma al texto y quienes aprecian la necesidad de una actualización al hilo de los tiempos.
En el diario de Prisa editorializan al respecto. "El día de la marmota" se titula la cosa. Originalísimo encabezamiento. Qué bárbaro el equipo de editorialistas, tremendo hallazgo. El día de la marmota... El caso es que en el texto se dice que "la no reforma de la Constitución profundiza en la brecha de descrédito y distancia entre la ciudadanía y la clase política" y que "una vez más, como cada 6 de diciembre en los últimos años, este periódico vuelve a expresar la desazón que causa en múltiples estratos de la ciudadanía el incumplimiento de las obligaciones de los partidos políticos. La Alemania de los últimos 40 años ha hecho 60 reformas en su Constitución. España ha hecho dos, una para permitir el sufragio de europeos en las elecciones municipales y la otra, casi a oscuras, para fijar el techo de gasto y garantizar el pago de nuestras deudas".
En el plano informativo se titula así: "La sucesión de la Corona y las autonomías, reformas necesarias". El periodista José María Brunet ha hablado con "seis intérpretes de la Ley Fundamental" y los seis, según el diario, defienden cambios en el texto. Ahí van algunos fragmentos de la nota: "Seis juristas que fueron miembros del Tribunal Constitucional (tres expresidentes, dos exvicepresidentes y un exmagistrado) defienden que se debe reformar la Ley Fundamental española; entre otros puntos, en lo relativo a las autonomías y a la sucesión monárquica. El País ha consultado, en el 43º aniversario de la Constitución, a los expresidentes Pascual Sala, María Emilia Casas y Francisco Pérez de los Cobos; a los exvicepresidentes Luis López Guerra y Adela Asúa, y al exmagistrado Andrés Ollero. Los seis responden sobre esos dos aspectos y también sobre la inviolabilidad del Rey, el estado de excepción, los aforamientos y los derechos fundamentales. (...) Pero de la misma forma que afirman su vigencia, coinciden en que convendría introducir reformas, entre otras, sobre el Estado autonómico que desarrolla el título VIII y sobre la prevalencia del hombre frente a la mujer en el capítulo dedicado a la sucesión de la Corona".
Ninguno de estos "intérpretes" explica exactamente qué es lo que hay que cambiar (o El País omite el detalle) salvo Pascual Sala, quien "subraya que “están pendientes de afrontar los problemas que la articulación completa del Estado de las autonomías tiene planteados”, que no pueden ser resueltos “a golpe de sentencias del Tribunal Constitucional”. Sala opina que Cataluña “necesita un reconocimiento de su singularidad en la Constitución, lo mismo que legítimamente están reconocidos los derechos históricos de los territorios forales”. El también expresidente del Supremo añade que “todas las circunstancias que han llevado al procés no son determinantes para consolidar este reconocimiento de singularidad”".
Confusa redacción. ¿No son determinantes las circunstancias que han llevado al procés y hay que consolidar el reconocimiento de la singularidad? ¿El reconocimiento de la singularidad se debe hacer a pesar de las circunstancias que han llevado al procés? ¿El procés sería la acción y la reforma para reconocer a Cataluña su 'singularidad' sería la reacción?
En La Vanguardia operan por tierra, mar y aire con un editorial que afirma que hay que modificar la Constitución para "frenar el descrédito de la democracia". En el texto se señalan los capítulos susceptibles de reforma, pero no en qué debería consistir la reforma: "Ámbitos que reclaman una reforma, desde luego, no faltan. Tienen que ver con la regeneración democrática, con el blindaje de derechos sociales, con la sucesión monárquica o con la ordenación territorial. Pero mientras que el PSOE propone estos y otros cambios, el PP rehúsa tocar la Constitución, señalando que eso abriría la puerta a poco menos que la desmembración de España".
En la misma línea va el texto de Carles Castro, que arranca así: "La Constitución se ha convertido en un tótem tan manoseado como intocable. Quienes más apelan a la Carta Magna son los que menos interés muestran en ponerla al día. Y eso que el texto constitucional ha cumplido más de 40 años sin un solo retoque que lo rejuvenezca. Sin embargo, el complejo procedimiento de reforma y los antagonismos irreconciliables que laten en la sociedad española convierten en una tarea imposible cualquier proyecto de cambio. Entretanto, el respaldo ciudadano al régimen democrático pierde fuerza en un contexto de ascenso de ofertas populistas como Vox".
Según los datos que expone Castro, "en apenas dos años, los partidarios de la democracia frente a una dictadura han caído siete puntos (ahora ya por debajo del 80%). Y lo más preocupante es que ese descenso alcanza los 13 puntos entre los más jóvenes. Su apoyo ha pasado del 83% a poco más del 70%. Nunca había caído tan bajo. Y, paralelamente, la aceptación o la indiferencia ante un eventual régimen autoritario roza el 30% en esa franja de edad. Ahora bien, la evolución histórica de ese indicador podría restar dramatismo a las cifras actuales. En 1985, el respaldo a la democracia se situaba nueve puntos más abajo que hoy (no llegaba al 70%) y el apoyo activo o pasivo a un régimen autoritario superaba en casi diez puntos el actual. Sin duda, un reflejo de la pervivencia del llamado “franquismo sociológico”, sobre todo entre los mayores de 45 años. Posteriormente, solo en 1995, en la fase final del gobierno socialista de Felipe González, y en el 2012, en medio de una recesión inédita y de severos recortes, el apoyo al régimen democrático fue inferior al actual 78,6%".
Iván Redondo también es fan de cambiar la Constitución y arranca así su pieza: "Decía Thomas Jefferson que el tiempo ideal de vigencia de una Constitución no debería superar los 19 años. Lo argumentaba por razones biológicas, económicas, históricas y hasta culturales. Cada generación merece su propia Constitución. El aserto era un canto a la reforma frente al inmovilismo. Pero las generaciones crecen y tras 43 años finaliza definitivamente la época de una España que hemos superado: la del principio monárquico, la del bipartidismo imperfecto, la de entender todo lo relativo a la Constitución como las tablas de Moisés".
Claro que para pesar de los arriba firmantes, la derechona impide la modernización de la Constitución y, por ende, de España, según cuenta Juan Carlos Merino en el diario de Godó: "“A España le convendría renovar y fortalecer el consenso constitucional, pero la derecha no está por la labor”, reconoce el ministro Miquel Iceta a La Vanguardia. Hoy se conmemora el 43.º aniversario de la Constitución de 1978, y el propio Pedro Sánchez resaltó ayer que “no es una festividad más”. En tanto líder del PSOE, y también heredadas de sus predecesores en el cargo José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba, el presidente del Gobierno acumula casi 40 propuestas puntuales de reforma de la Carta Magna, que siempre chocan con el muro infranqueable del PP, cuyo respaldo sigue siendo imprescindible para acometerlas. En el Gobierno asumen que la aritmética parlamentaria, sin el necesario concurso del principal partido de la oposición, bloquea todas las reformas plasmadas en los programas del PSOE, y por eso optan por poner el foco en la “reivindicación” de la vigencia del texto constitucional, más que en el amplio catálogo de actualizaciones que tienen en cartera".
Sólo un periódico refuta todas estas tesis y es La Razón. "Los españoles temen que los socios de Sánchez liquiden la Constitución" titula el diario de Planeta, que aclara en el sumario que no son exactamente todos los españoles: "Un 51,9% cree que puede llegar a ocurrir y un 55,5% ve en peligro la Carta Magna, según una encuesta de NC Report". El texto viene con la firma de C. S. Macias y apunta, entre otras cosas, que "los españoles, según se desprende de una encuesta de NC Report consideran en un 64,2 por ciento que el texto de la Carta Magna sigue teniendo vigencia más de cuatro décadas después. Esta es la opinión de la mayoría de grupos de edad, siendo los más mayores (70,9%) los que le dan un mayor aval. Son quienes vivieron la Transición y el esfuerzo y la generosidad que supuso por parte de todos los partidos aquel acuerdo. Solo un 26,2% no lo ve así".
Líneas después resulta que la necesidad de reformar la Constitución sería un clamor: "La reforma constitucional parece una entelequia más si quiere hacerse conforme a los mecanismos establecidos en la Ley Fundamental (2/3), y ni siquiera para aquello en lo que sí están de acuerdo socialistas y populares se consiguen avances porque quedan cortocircuitados por la presión nacionalista e independentista. Sin embargo, la reforma constitucional la ve necesaria un 75,7% de los encuestados subiendo 11,5 puntos con respecto a la encuesta de NC Report del año pasado donde el 64,2% de los españoles veían necesaria entonces que se retocara. A día de hoy solo un 16,8% no lo estima necesario. En este caso, son los más jóvenes (77,6%) quien apuesta más por ello".
O sea que aunque ustedes no lo sepan, no lo vean o no se den cuenta, en las calles, en los bares y en todos los cenáculos, foros y peñas no se habla de otra, la reforma de la Carta Magna y, sobre todo del Título VIII. Al pairo de ese título, el texto de La Razón dice lo siguiente: "Ahora que las comunidades autónomas comienzan a estar tan cuestionadas, más aún después de que tras la pandemia se viera que se actuaba de hasta 17 maneras diferentes, los españoles consideran en un 52,6% que no se les debe dar más autogobierno. Por el contrario, un 39,9% de los encuestados apuesta por que lo tengan. Son de nuevo los grupos de más edad los que, con un 53,5% apuestan porque no se les transfieran más competencias una cifra que se repite casi igual con respecto a 2020 (53,1%)".
El Mundo apunta sobre la Constitución que Sánchez renuncia a impulsar reformas constitucionales de calado por falta de apoyos y también presenta una encuesta, pero no sobre la referida Ley Fundamental, sino sobre lo que ocurriría hoy en caso de haber elecciones. "La crisis interna aleja al PP de la mayoría absoluta con Vox" afirma el titular, que se completa con este sumario: "Los partidos de Casado y Abascal obtendrían hoy 173 escaños y dejarían atrás la mayoría absoluta que se les pronosticaba desde septiembre". Los resultados serían los siguientes:
PP, 28,6%, 126 escaños; PSOE, 26,4%, 106; Vox, 15%, 47; UP, 10,1%, 24; MP, 3,5%, 7; Cs, 3,5, 1; ERC, 3%, 12; JxCat, 2%, 7; PNV, 1,9%, 8; Otros, 6%, 12.
Así es que buenas noticias demoscópicas para Sánchez, según el análisis de Marisa Cruz: "La aprobación en el Congreso de los Presupuestos del Estado, los buenos datos de empleo con vistas a las Navidades y la constatación de que, al menos de momento, Ómicron, la nueva variante del Covid, golpea menos en España, han supuesto para el PSOE una inyección de ánimo electoral que le permite situarse de nuevo con una cierta holgura por encima del listón de los 100 escaños. Es un salto insuficiente para amenazar la posición dominante que ocupa en el tablero el bloque de la derecha pero ciertamente amenazante porque, a resultas de la guerra interna que padecen los populares por el pulso entre Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado, PP y Vox pierden la mayoría absoluta que les venía pronosticando el sondeo de Sigma Dos para El Mundo desde el pasado mes de septiembre".
Noticias de Cataluña. Nueva evidencia científica del indiscutible carácter cívico, pacífico y festivo del independentismo. "Un independentista radical llama a apedrear la casa de un niño que pide clase en castellano" es el titular de una información de Crónica Global. Escribe María Jesús Cañizares: "La campaña de acoso a los padres que han defendido la escolarización de sus hijos en castellano ante la Justicia ha dado una vuelta de tuerca. Jaume Fàbrega, conocido independentista radical, ha propuesto literalmente apedrear la casa de un menor de Canet de Mar (Barcelona). "¡Me apunto a ir a apedrear la casa de este niño!. Que se vayan fuera de Cataluña. No queremos supremacistas castellanos que nos odian", ha escrito".
6 de diciembre, santoral: Nicolás de Bari, Asela, Bonifacio, Dativa, Dionisia y compañeros, Emiliano médico, José Nguyen Duy Khang, Leoncia, Mayórico, Obicio, Policronio, Servio y Tercio.