Primeras planas

Ancianos tirados y expedientes de regulación desbocados

El Ejército encuentra cadáveres abandonados en varias residencias de mayores. El coronavirus se comporta como una mancha de aceite. Los ERTE afectan ya a medio millón de trabajadores

24 marzo, 2020 08:55

Si la calidad de una sociedad se mide por el trato que dispensa a sus ancianos, merecemos la extinción. No habría que esperar a que pase la emergencia por el coronavirus para paliar las condiciones de las residencias de mayores, el estado de abandono de decenas de miles de ancianos. La noticia de que el Ejército ha encontrado cadáveres abandonados en residencias de mayores debiera ser un aldabonazo. 

Bajo aparentes fachadas y cuidados jardines, la realidad es miseria, maltrato, demencia y abandono, cuidadores mal pagados, propietarios codiciosos, personal desbordado y administraciones irresponsables. Trasteros para personas. No en todos los casos, claro, pero sí en muchos, demasiados como para pensar que se trata de hechos puntuales. 

De la nota de Pablo Rivera en Crónica Global: "A medida que avanza la propagación del coronavirus por España se van dando nuevas imágenes, a cuál más dura. Fuentes de Defensa confirman que el ejército se ha encontrado, en varias residencias de diferentes puntos de España, a ancianos conviviendo con cadáveres en la misma habitación. La Fiscalía General del Estado ha prometido investigar cada uno de estos casos y asegura que castigará "con todo el peso de la ley" a los responsables de estos centros. Crueles imágenes de lo que está dejando el coronavirus a su paso por el país".

El Covid-19 todavía no concede tregua. Avanza desbocado y se expande como una mancha de aceite por todo el territorio, a diferencia de lo ocurrido en China e Italia. Escrib en El País Oriol Güell: "España ha empezado este lunes la segunda semana de aislamiento de la peor forma posible: la muerte de 462 personas en apenas 24 horas. Es el mayor incremento diario registrado hasta la fecha y consolida una tendencia que ningún experto espera que cambie en unos días. 'Seguimos en una fase de crecimiento del impacto del virus y esto todavía durará un tiempo', vaticina Pere Godoy, presidente de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE)".

Portada de 'El País' del 24 de marzo de 2020

Portada de 'El País' del 24 de marzo de 2020

Sigue la pieza: "La cifra de fallecidos asciende a 2.182 desde el inicio de la epidemia, lo que supone que España ha tardado solo tres días en duplicar las 1.000 muertes registradas el pasado viernes. Un ritmo que ni China ni tampoco Italia (el país más golpeado por el virus, que necesitó un día más para duplicar los primeros 1.000 muertos) han alcanzado. España, además, está viviendo una expansión territorial de la epidemia mucho más acentuada que Italia. En ambos casos, cerca del 90% de las primeras 100 muertes se produjeron en tres regiones. Si en Italia fueron Lombardía, Emilia-Romaña y Véneto, en España los primeros focos fueron Madrid, País Vasco-La Rioja (ambas comunidades sufren el mismo brote) y Aragón".

Mientras tanto, el Gobierno debate sobre las consecuencias económicas de esta catástrofe y las medidas para hacer frente a la recesión que se avecina. Hay debate sobre el aplazamiento de los alquileres y el establecimiento de una renta mínima. En el primer caso, muchas empresas se han anticipado al Ejecutivo y ofrecen a los arrendatarios aplazamientos y pagos fraccionados si se han visto afectados por expedientes de regulación o ceses de negocio.

En El Confidencial se ocupa de las disquisiciones del Gobierno Iván Gil, que escribe: "Las ayudas destinadas al pago de los alquileres y la implantación de una renta mínima para los sectores más golpeados por la crisis del coronavirus no se aprobarán en el Consejo de Ministros de este martes. El debate en el seno del Gobierno de coalición sobre las principales medidas que ha puesto sobre la mesa el sector del Ejecutivo que apuesta por políticas expansionistas, para crear lo que denominan un 'escudo social', se prolongará una semana más. Durante los últimos días se avanzó en el desarrollo de estas dos medidas --alquileres y renta mínima--, pero no lo suficiente como para poder aprobarlas de manera inmediata. Las posiciones todavía están alejadas, según reconocen fuentes conocedoras de las negociaciones".

Continúa la nota: "La tarde de este lunes se celebró un último encuentro centrado en la moratoria del pago de los alquileres, con propuestas de la vicepresidencia segunda, que lidera Pablo Iglesias, y del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que dirige José Luis Ábalos, pero tanto desde la vicepresidencia económica de Nadia Calviño como del Ministerio de Hacienda, al frente del cual está María Jesús Montero, pidieron más tiempo para estudiar la propuesta y diseñarla de la mejor forma posible".

La dimensión de la catástrofe modifica mucha percepciones. Por ejemplo, las del exminstro Luis de Guindos, según explica Marina Estevez Torreblanca en El Diario: "Luis de Guindos, actual vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), ha defendido este domingo una 'renta mínima de emergencia' durante la crisis del coronavirus. 'Tiene que actuar el Estado en este período transitorio para que después de la crisis sanitaria, con un impacto económico intenso y profundo, no se produzca una crisis social'. 'Que todos nos hagamos cargo de las necesidades básicas de la población más vulnerable', ha añadido".

En Público, Eduardo Bayona ofrece las cifras del desastre en materia de ocupación: "Los ERTE (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo) extraordinarios habilitados por el Gobierno ante la emergencia sanitaria por el coronavirus ya afectan a más de medio millón de trabajadores cuando ni siquiera llevan una semana en vigor, según los datos de los sindicatos UGT y CCOO y de las principales comunidades autónomas".

Sigue Bayona: "La cifra, a la que habrá que añadir el desplome de la contratación de precarios y el cese de actividad de autónomos para medir los efectos en el empleo, ofrece una perspectiva tajante sobre la escalofriante magnitud que, a las primeras de cambio, están alcanzando las consecuencias del parón económico por el confinamiento: el volumen de suspensiones de contratos solicitado por las empresas en los seis primeros días de vigencia del decreto que habilita el sistema extraordinario de ERTE, del miércoles pasado a este lunes, supera al de las suspensiones de empleo aprobadas en todo el año 2009, el de mayor dureza de la anterior crisis a efectos laborales con 465.215. También lleva camino de rebasar la cifra total de los afectados por ERE en aquel ejercicio, que fue de 549.282, con 63.476 víctimas de despidos colectivos y 20.591 reducciones de jornada, según los datos del Ministerio de Trabajo".

A escala mundial, las previsiones del Fondo Moneterio Internacional aluden a una crisis peor que la Gran Depresión. Escribe Lalo Agustina en La Vanguardia: "Tras mantener una reunión con ministros de Economía y banqueros centrales del G20, el fondo emitió un comunicado en el que asegura que las perspectivas actuales para la economía mundial en el 2020 apuntan a una recesión al menos tan grave como la vivida en la crisis financiera iniciada en el 2008. Ese año, el PIB mundial se contrajo un 1,7%, en lo que entonces fue la peor recesión en 80 años. El coronavirus ha logrado detener la actividad del planeta de tal forma que lo que hace unos meses apuntaba a un crecimiento superior al 3% ahora se ha convertido en un retroceso que se aproximará al 2% negativo".

Sigue la noticia: "El vaticinio del FMI, con todo, no acaba en el 2020 y eso le da pie a un cierto optimismo: “Esperamos una recuperación en el 2021”, añade la nota sin cuantificarlo, al tiempo que resalta la importancia de fortalecer los sistemas sanitarios en todo el mundo para superar la crisis. “El impacto económico es y será severo, pero cuanto antes detengamos al virus, más rápida y fuerte será la recuperación”, añade".

Más noticias internacionales. Boris Johnson cree que ya no es una buena idea someter a la población británica a la exposición del virus y que gane el mejor, según apunta en ABC Ivannia Salazar: "Las medidas del Gobierno británico para combatir la pandemia del coronavirus siguen llegando a cuentas gotas, y endureciéndose un poco más cada día. Con cada nueva comparecencia del primer ministro Boris Johnson para actualizar sobre el estado de la crisis, llega una nueva 'recomendación', pero este lunes el premier, que habló mientras los parlamentarios debatían en Westminster la legislación para otorgar al gobierno poderes adicionales para enfrentar el brote, fue más estricto y decretó medidas de distanciamiento social más duras diseñadas para mantener a las personas dentro de sus casas. 'A partir de esta noche debo dar al pueblo británico una instrucción muy simple: debes quedarte en casa', aseguró Johnson en una corta pero dura intervención en la que aseguró que es la única forma de salvar miles de vidas. 'Lo fundamental que debemos hacer es detener la propagación de la enfermedad entre los hogares', dijo".

Y aquí en Cataluña, la obligada reclusión está causando estragos en la salud mental de algunos individuos, como pone de manifiesto esta pieza del e-notícies: "L'activista independentista Marc Serra, del PDeCAT, ha amenaçat amb contagiar el coronavirus a 'traïdors' i 'colons catalans' en cas de contraure la malaltia. Així ho ha manifestat en una piulada al seu compte de Twitter, on també ha responsabilitzat a l'Estat espanyol de la situació pandèmica que es viu a Catalunya".

Sigue la cosa: "'Si em contagio aniré a escopir a la cara a colons catalans i traïdors als que tinc ganes des de fa temps i són tan culpables d’aquesta situació com Espanya. No em quedarà saliva', ha assegurat a la xarxa social. Serra ha afegit que 'si els passa alguna cosa a la meva família no descansaré fins que ho paguin per còmplices d’assassinat', en al·lusió al Govern central".

Serra no está solo. Un medievalista muy celebrado en la prensa nacionalista reclamaba el otro día un Núremberg contra socialistas y comunes. 

24 de marzo, santoral: Óscar Arnulfo Romero, arzobispo de San Salvador, Catalina de Suecia, Secúndulo de Mauritania y Severo de Catania