Ciudad de ferias y fuego, hora feliz de cócteles molotov
Torra condena la violencia con la boca pequeña mientras el columnismo procesista alaba el fuego purificador y censura a la policía de la Generalitat. Buch y Sallent se niegan a dimitir
17 octubre, 2019 10:07Barcelona la nuit es el decorado de un videojuego, el grand theft auto de la kale borroka, rosa de foc pro evolution. El Govern pinta y colorea. Meritxell Budó está enfadada y Quim Torra ha dicho que ya vale. Qué miedito. La chavalería está on fire. Semana blanca de algaradas, disturbios y carreras, parkour frente a los Mossos, fuego, ácido y cócteles molotov. Y cohetes pirotécnicos contra el helicóptero que sobrevuela l'Eixample. De Mad Max a Black Hawk Down. La ciudad de las ferias y los destrozos. Los turistas que quedan se hacen selfies con las llamas de fondo, los alborotadores se refugian en los hoteles de lujo. Pasen y vean, están en su casa, amigos.
El menú de la prensa es casi idéntico al de la víspera. Hay medios que no ven las llamas. El Diario titula que Pedro Sánchez deja abiertos todos los escenarios en Catalunya tras reunirse con los líderes de la oposición; Público, que El Gobierno cree que la gestión que haga de Catalunya será determinante el 10-N.
El resto de la prensa digital repara en la segunda noche de algaradas. Así, Crónica Global apunta que Una Generalitat descabezada deja Cataluña en manos de la anarquía; El Español, que Torra atribuye a "infiltrados" la violencia que azota Barcelona y pide que cese. También en El Independiente el sujeto es Torra, que "culpa a "grupos de infiltrados" del caos violento en Barcelona". En El Confidencial la apertura es que La tercera noche de fuego y furia en Barcelona fuerza una tibia condena de Torra. Ok Diario va contra el ministro del Interior: Marlaska cenaba anoche en el bar de copas de moda de Chueca mientras ardía Barcelona.
Ya tardaba en salir la teoría de los infiltrados y el "no nos representan", excusa de carril para desmarcarse de cualquier tropelía cometida en nombre de la independencia. En la prensa de "obediencia" catalana, El Nacional persiste en rebajar a tercera o cuarta noticia los disturbios. Cuestión de estilo. Titula con su revista de prensa, un palo a la prensa de Madrid: Les portades d’avui ja les havien fet ahir. Los demás abundan en la violencia, desde el e-notícies con un Cóctels molotov a Barcelona a El Món, El foc torna a apoderar-se del carrer, y Nació Digital: La contundència policial marca la nit més violenta fins ara a Barcelona. La república sigue a lo suyo: "El model policial espanyol ha contaminat el model català de policia".
En cuanto a la prensa de papel, tres optan por Sánchez como sujeto. Son El País, Sánchez garantiza ante la violencia "firmeza, unidad y moderación", El Mundo, Sánchez desoye a PP y Cs y paraliza la respuesta a Torra y el ABC, que titula con un Esperando a Sánchez. La Razón apunta que El jefe de los Mossos se negó a dimitir como exigió Torra.
En Cataluña, La Vanguardia titula que La protesta degenera en una segunda noche de fuego y disturbios y El Periódico, que Torra se ve obligado a condenar la violencia. El Ara apuesta por la réplica de Buch a las peticiones de dimisión y dice que el conseller "defensa els Mossos i demana aillar els violents". El Punt Avui, por su parte, habla de las marchas sobre Barcelona: "Pas ferm".
Parece que el independentismo escrito avala que la tesis de que no se puede conseguir la independencia sin romper papeleras. Los columnistas de El Nacional son el ejemplo. Así, Agustí Colomines carga contra el Govern: La resposta popular a la sentència ha estat massiva i pacífica. Només la policia, la “nostra” i la d’ells, ha exercit la violència contra el dret a manifestar-se. Els Mossos, comandats políticament per suposats independentistes, han contribuït tant com la Policia Nacional a l’esforç governamental i mediàtic espanyol per responsabilitzat els manifestants del relat de la violència. Això és molt greu. I no té justificació. Els vells “convergents”, que són els que remenen les cireres a Interior, no estan a l’altura del moment. Mentre ells fan proclames sobre la independència, qui se la juga al carrer és la gent. Els que perden un ull o un testicle, com explicava el meu amic Oriol (Izquierdo), són les persones que van ser maltractades per la fatxenderia d'uns policies la intenció dels quals era, des del primer moment, estomacar-les, masegar-les i insultar-les".
Bernat Dedéu, por su parte, hace un elogio del fuego y anima a leer el futuro en las cenizas: "Ahir Barcelona semblava sumida en el caos, però recordeu que sovint l’ombra del desordre fa brollar idees que en un entorn de calma serien impensables. El foc ens ha ajudat a veure que, en l’autonomia, mai no tindrem el poder. I fixeu-vos si les flames són boniques i permeten veure allò més bell, que ahir Barcelona festejava la seva ira mentre Javier Cercas rebia el premi Planeta en una de les poques operacions d’estat, xarona i patètica, que Espanya encara es pot permetre a Catalunya".
Pilar Rahola, en La Vanguardia, se acoge al recurso de arremeter contra Ciudadanos, en su opinión los auténticos pirómanos, y contra las fuerzas policiales. Escribe la musa de TV3 que "la permanente acusación de violencia por parte de líderes del españolismo, con Ciudadanos al frente, con la única intención de demonizar la causa catalana y negar cualquier tentación de diálogo, es una maldad intrínseca, una perversión de la política. Hablan de fuego y hace años que son ellos quienes llevan la gasolina. Especialmente ahora, cuando los ánimos catalanes están tan calientes. Eso no quita que sea del todo rechazable cualquier manifestación que acabe en disturbios incívicos o violentos, y así lo han expresado los líderes independentistas a raíz de los actos de la noche del martes. Pero, desde ese rechazo frontal, también es obligatorio hablar de actuaciones policiales que han generado una gran indignación colectiva. Un joven ha perdido un ojo, otro ha perdido un testículo, ha habido decenas de heridos, y los periodistas que estaban en primera línea de la manifestación del paseo de Gràcia han denunciado una actuación policial desproporcionada. Jean Mackenzie, de la BBC, lo describía como la llegada de policías “disparando balas de goma a la multitud, creando una situación terrorífica y violenta al instante”. La violencia es rechazable del todo. También cuando se ejerce con la ley en la mano".
En cuanto a las dimisiones en Interior, La Razón apunta que el consejero Buch y el jefe operativo, comisario Eduard Sallent, se negaron a dimitir ante Torra, que exigía al menos la cabeza de uno de ellos. Firman Joan Planes, J. M. Zuloaga y Toni Bolaño: "El conseller, lejos de acceder a estas exigencias, se plantó en una reunión que mantuvo con el president a primera hora de la mañana en el Palau de la Generalitat. En ese encuentro también estuvieron presentes el vicepresidente económico, Pere Aragonès, y la portavoz del Govern, Meritxell Budó. Buch, tras recibir estas exigencias, se marchó del encuentro, según explican las mismas fuentes. Un desencuentro entre Buch y Torra que no ha hecho más que acentuar sus diferencias. El conseller, más tarde, se reunió con su propio equipo y trasladó esta propuesta a Sallent, que se negó a aceptarla. De hecho, Sallent exigió que, en todo caso, le cesaran porque no se iba a marchar por iniciativa propia".
El sondeo del día viene de la mano de El Mundo. Situación estacionaria: PSOE, 27,1%, 122; PP, 21,2%, 98; Vox, 11.3%, 34; Unidas Podemos, 12,8%, 33; Cs, 9,3%, 19; Más País, 4,2%, 6; ERC, 4,2%, 16; JxCat, 1,4%, 4; PNV, 1,7%, 7; Otros, 6,8%, 11.
17 de octubre, santoral: Florencio de Orange, Ignacio de Antioquía y Oseas profeta.