El independentismo bloquea la operación Iceta
JxCat y ERC quieren forzar una negociación a cuenta de la presidencia del Senado. La ANC asalta la Cámara de Comercio de Barcelona. Pasarela de votantes del 1-O en el Supremo
9 mayo, 2019 08:28Ni dos minutos han tardado los grupos nacionalistas del Parlament en marcar paquete a cuenta de la operación Iceta, "jugada maestra" (titula irónico El Confidencial) de Pedro Sánchez para dotar al Senado de un presidente federalista más propenso a ampliar o como mínimo consolidar el autogobierno catalán que a tramitar un nuevo 155. La mayoría de los medios conviene que el nombramiento de Iceta es un gesto y un guiño presidenciales a los partidos de los políticos presos y fugados, una manera de empezar con otro tono la legislatura.
Con lo que no contaba Moncloa es con hiperventilación general del secesionismo, ahora empecinado en la muy discutible tesis de que hay que suspender el juicio en el Tribunal Supremo y poner en libertad a los que han resultado elegidos en las pasadas elecciones generales. De modo que lo que no debería entrañar grandes problemas, la renuncia de José Montilla y su sustitución por Iceta en calidad de senador de designación autonómica, pues tendrá que esperar hasta el próximo miércoles y a ver qué pasa con el bloqueo de JxCat y ERC.
Junqueristas y puigdemontianos están en guerra cainita, pero en lo de poner palos en las ruedas van juntos y de la mano. Se tiende a ponderar una cierta comprensión de la realidad por parte de los dirigentes de ERC, pero ahí hay un exceso de optimismo vistas las consideraciones del portavoz Sergi Sabrià, un indignado permanente.
Iceta está en todas las portadas, ya sea en forma de ilustración, de titular o de ambas cosas a la vez, como en El Mundo (Sánchez sitúa al líder que pide indultos al frente de la Cámara del 155) y el ABC (Otro guiño al secesionismo). En El País apuntan que "Miquel Iceta opta a presidir el Senado como gesto a Cataluña" y en La Vanguardia, que "Sánchez pide a Iceta reforzar el diálogo territorial en el Senado".
Escriben Maite Gutiérrez y Juan Carlos Merino en el diario de Godó: "Dirigentes socialistas resaltan la importancia de esta apuesta, con la que Sánchez buscaría impulsar el diálogo y el debate territorial precisamente en el Senado, que según la Constitución es la cámara de representación territorial si bien apenas cumple con esta función. La propuesta también trataría de reconducir y encauzar a través de la Cámara Alta la resolución, por vías parlamentarias e institucionales, de la crisis política de Catalunya. El Senado, con Iceta de presidente, se convertiría así en “la plataforma” desde la que articular el discurso político de Sánchez y de todos los socialistas en favor del diálogo territorial para superar el conflicto catalán. Y con un federalista convencido, como es Iceta, como árbitro del debate. Un proyecto muy ambicioso, y un mensaje clarísimo hacia Catalunya, a las puertas de la campaña electoral del 26-M. El Senado pasaría así de ser la institución que aprobó la aplicación del 155 y la intervención de Catalunya en la pasada legislatura, al foro –ahora con mayoría absoluta del PSOE– donde encontrar una solución para la crisis territorial".
Magníficas y beatíficas intenciones las del presidente, cuya real figura glosa Raúl del Pozo en El Mundo: "Pedro Sánchez es el típico político rechazado, derrotado por su propio partido, por los electores y que, después, con una determinación de hierro, ha llegado a conseguir el poder. Se había desestimado su capacidad en los medios. Los barones y la vieja guardia le acusaban de tener un ego como el de un orangután, de no pertenecer al estilo del viejo partido. Al principio temían que llevara al PSOE a la pasokización. Luego, apoyado por un grupo de mujeres y de algunos otros fieles, después que los del aparato lo traicionaron, inició la descomunal aventura de llegar la Presidencia del Gobierno. Y cuando se platearon las elecciones como un plebiscito para echarlo, él le dio la vuelta a las previsiones y ahora recibe en Moncloa con empaque de monarca".
Portada de 'El Mundo' del 9 de mayo de 2019
Mientras Sánchez ultima la maniobra de apaciguamiento y distensión en el Senado, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) emprende con éxito su plan para monopolizar más los organismos de representación civil. Acaba de desembarcar en la Cámara de Comercio de Barcelona en lo que Crónica Global define como unas "elecciones caóticas". Es la marca de la casa, tal como se puede comprobar en las últimas sesiones del juicio en el Tribunal Supremo al hilo del 1-O. El letrado Jordi Pina, de los señores Sànchez y Turull, ha llevado a cabo un magnífico casting de votantes que sólo tiene una pega. Ninguno sabe quién metió las urnas ni quién se las llevó. Y eso que en pueblo se conocían todos. Qué cosas.
Del asunto se ocupa Pablo Ordaz en El País:
"La jornada transcurre veloz. El séptimo testigo, un informático jubilado llamado Alfons Barceló, declara antes de que den las once. Dice que en su pueblo, Alforja (Tarragona), la jornada del referéndum coincidió con la fiesta mayor, y que todas las actividades —castells, diables, coros— se trasladaron a la puerta del colegio. Cuando dice que todo el pueblo estaba allí, se cae en la cuenta de algo que se ha venido repitiendo hasta entonces y que volverá a suceder durante la tarde. Los testigos de Ana Bernaola se erigen con toda naturalidad —la naturalidad del “claro”— en la totalidad del pueblo. Aunque las urnas —las de de verdad— digan una y otra vez que el voto independentista no es mayoritario, el relato de los testigos consigue hacer invisible a la otra mitad. La “buena gente”, en expresión del testigo Carles Valls, eran los que estaban allí tan temprano, “Alexis, y Valentí, que ayudaron a meter las urnas cuando aparecieron, y Pere, el panadero, que trajo el almuerzo”.
–Todos son buena gente —insiste el electricista Valls.
–No lo dudo —responde la abogada del Estado.
El independentismo consigue llenar todos los días el salón de plenos de una parte de Cataluña que se considera el todo".
Los medios también consignan el ictus sufrido ayer por Alfredo Pérez Rubalcaba. No se teme por su vida del exdirigente socialista, de 67 años, pero aún es pronto para determinar si el infarto cerebral dejará secuelas.
Deportes. Nueva sorpresa en la Copa de Europa. El Tottenham de Mauricio Pochettino marcó un gol en el descuento del partido contra el Ajax (2-3) que le clasifica para la final a disputar en Madrid contra el Liverpool, verdugo del Barcelona.
9 de mayo, santoral: Gregorio Ostiense e Isaías profeta.