Venezuela y el autobús de la CUP
Las "elecciones" de Maduro se saldan con una decena de muertos, por el momento. Arran reivindica el ataque a un bus turístico. Terricabras se propone no comer
31 julio, 2017 09:45Venezuela, la tragedia. Al menos una decena de muertos en la jornada "electoral" montada por el chavismo para el tránsito de una democracia de pega a una tiranía bolivariana sin ambages. El propósito es que la asamblea constituyente redacte una carta magna para consagrar el poder absoluto de Nicolás Maduro mientras pandillas de motoristas hostigan a los opositores.
El país se va por el desagüe. Aquello de los problemas de abastecimiento suena a los felices tiempos en los que sobrevivir era esquivar el hambre, no las balas. Maduro y sus cuates, insensibles al sufrimiento, continúan con el saqueo. En El País, Alfredo Meza y Francesco Manetto firman la crónica del hundimiento venezolano: "El Gobierno siguió adelante con su plan de escribir una nueva Constitución y celebró unos comicios rechazados en bloque por la oposición, que no presentó candidatos y promete ahora redoblar su pulso al régimen, y buena parte de la comunidad internacional. El primer efecto de la decisión de Maduro de seguir adelante con su proyecto es que Venezuela tendrá a partir del lunes un Parlamento exclusivamente oficialista ignorado por todos los partidos de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) y sectores críticos del chavismo. La abstención fue, incluso según las cifras del Ejecutivo, muy elevada. El Consejo Nacional Electoral (CNE) la cifró en un 41,43% del censo, es decir, casi 8,1 millones de votos, mientras que la oposición rebajó ese dato hasta el 12%".
Un éxito, según el chavismo. Los medios más afines a Podemos se abstienen de abrir con las nuevas bolivarianas. Es de mal vender semejante desastre. Aún así, en Público no bajan los brazos. Singular texto de Alberto Pradilla. Los chavistas son buenos, civilizados y muy democráticos. Los opositores, unos cerdos. Ahí va: "Con música y cohetes, antes de que amanezca, feudos del chavismo como el barrio 23 de enero despertaban a los votantes a las 6 de la mañana. La hora es intempestiva para un domingo, pero en Venezuela es tradición madrugar mucho, hacer cola para votar lo antes posible y ya disponer de toda la jornada. (...) En las filas, antes de las urnas, lo que más se escucha es un llamamiento a votar por la pacificación".
Sigue Pradilla: "Hoy, cuando 19 millones de electores de un censo total de 30 millones está convocado a las urnas, siguen existiendo dos Caracas que viven de espaldas una a la otra. En medio existen grises, que no todo es tan fácil, pero la diferencia es abismal y real entre el centro y el oeste, donde la mayor parte de colegios están abiertos, y el este, encerrado en sí mismo, lleno de barricadas y con la basura desparramada por el suelo. (...) Da la sensación de que trancar las calles es la única estrategia sostenible para los antichavistas. Permite, con un número relativamente pequeño, dar una sensación de caos. Aunque lo de llenar de basura tu propio barrio es más incomprensible".
Actualidad local. Cuatro días, cuatro ha mantenido oculto la alcaldesa Colau que unos chavalitos con pasamontañas habían amenazado con un cuchillo a un grupo de turistas, desalojado un autobús y pinchado las ruedas. "El turisme mata els barris", pintaron en la luna delantera del vehículo. Como Barcelona es Can Pixa, Arran, las juventudes de la CUP, reclaman la autoría del ataque en Twitter. Están encantados. Por supuesto que a Anna Gabriel, Gabriela Serra, Joan Garriga y compañía no les parece mal. Cosas de la edad. A todo lo más, un acto de "vandalismo", según la consigna nominativa del nacionalismo. Mera turismofobia; una gamberrada. Santi Vila amenaza con pedir un informe por si hubiera que presentar denuncia. Está desatado el consejero.
Para hoy está prevista una curiosa manifestación sin permiso de ningún tipo ante el cuartel de la Guardia Civil en Gràcia y puede que haya hasta contramanifestación. Muy cívico y pacífico todo. Sonrisas a mogollón. Gran labor previa del portavoz Turull. El tipo sabe cómo calentar el ambiente y poner a tono a los escuadrones cuperos. Como no hay dos sin tres, la CUP y sus muchachos de la capucha están con Maduro a muerte.
Cierto eco de las declaraciones del amigo Terricabras, eurodiputado de ERC que está dispuesto a emprender una huelga de hambre si el Gobierno impide el 1-O. Como será la cosa que es de lo más sensato que se ha dicho en las últimas horas sobre el proceso. Destaca, por ejemplo, esta frase que remata un texto de Enric Vila en El Nacional sobre el nuevo consejero de Interior: "Forn anirà molt bé per acabar amb aquesta rucada provinciana que per fer la independència cal pit i collons. Fins i tot encara que se'n surtin els que intenten que no s'arribi a celebrar el referèndum, la Catalunya del conseller acabarà portant l'home espanyol a l'extinció, igual que la caiguda del mur de Berlín es va carregar l'home soviètic".
Exacto, como lo de los gays en Marruecos de Empar Moliner.
La implacable represión del Estado tiránico viene de la mano de José María Brunet sobre la actualidad constitucional en La Vanguardia: "El Tribunal Constitucional (TC) decidirá hoy por unanimidad admitir a trámite el recurso de inconstitucionalidad presentado por el Gobierno contra la reforma del reglamento del Parlament destinada a facilitar por vía exprés la aprobación de las leyes de “desconexión” con el Estado y la convocatoria del referéndum del 1-O. A finales de la semana pasada, el presidente del TC, Juan José González Rivas, llamó personalmente, uno por uno, a los once restantes componentes de la institución, que ya se hallaban de vacaciones, y les citó a las cinco y media de la tarde de hoy. El objetivo de la reunión extraordinaria del pleno es adoptar una primera resolución sobre la impugnación del Gobierno, que solicita expresamente en su escrito la suspensión automática de la citada reforma para la ruptura con España".
Esclarecedor artículo en El País de Francesc de Carreras del que extractamos dos párrafos sobre las irresponsabilidades compartidas: "En todo este proceso, y ante el pusilánime silencio de los poderes fácticos de la sociedad catalana, el Gobierno español se limitó a interponer recursos judiciales contra toda ley o acto contrario a derecho. En los últimos meses, conforme se acercaba la hora decisiva y debían aprobarse medidas administrativas para preparar la subversión del orden constitucional, tanto políticos como, sobre todo, funcionarios, empezaron a asustarse, a no querer comprometerse con una estrategia sin salida que les conduciría probablemente a sufrir penas de cárcel, sanciones pecuniarias o inhabilitaciones profesionales. Muy astuto el Gobierno de Rajoy al no dejar pasar ni un acto ilegal con el fin de llegar a esta situación".
Y: "Cuando el conseller Baiget dijo que estaba dispuesto a ir a la cárcel pero no a perder parte de su patrimonio, el asunto empezó a aclararse. Como la heroicidad de los dirigentes separatistas tenía límites, la moral de derrota empezó a cundir en las bases. La semana pasada dimitieron otros cuatro miembros del Gobierno, conscientes de que el camino emprendido no conduce a nada, solo a un sacrificio inútil. Pero a los nacionalistas de buena fe, a los independentistas de corazón, aquellos que quizás saldrán a protestar en la calle, les habían prometido algo fácil, rápido y legal, cuando es todo lo contrario. Pronto, o tarde, se darán cuenta del fraude".
31 julio, santoral: Ignacio de Loyola, Segundo y Fabio.