Tambores electorales y la estiba de la División Azul
La estupefaciente y cara historia de las tres diputadas que no cruzaron el charco a nado para poder votar. Turull y el triunfo absoluto del sincorbatismo. Rajoy en el alero
17 marzo, 2017 09:27Cuidado con los estibadores, gente recia, duros como el pedernal y recios como la estopa de calafatear. Girón de Velasco, el León de Fuengirola, camisa vieja y ministro de Trabajo, fue el diseñador del actual modelo asociativo de los estibadores al efecto de proporcionar trabajo a los veteranos de la División Azul tras la Segunda Guerra Mundial. La historia de la estiba en España está magníficamente explicada por Adrián Ángel Viudes, que fue presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena entre 1996 y 2014, en un artículo publicado en Libertad Digital en los albores del conflicto que hace tambalear el Gobierno y podría degenerar en unas elecciones generales anticipadas.
Lo de la tres diputadas, por cierto, es de nota y lo anota El Confidencial: "Faltaban menos de 24 horas para la votación sobre la reforma de la estiba y saltaron las alarmas en el Congreso. "Hay tres diputadas que están en Nueva York y eso puede cambiar el resultado de la votación", se escuchó en los pasillos del hemiciclo. Se trataba de Ángela Rodríguez (Unidos Podemos), Teresa Jordà (ERC) y Marta Sorlí (Compromìs), que cruzaron el charco para acudir a un importante congreso de la ONU sobre igualdad. Con todo, las tres heroínas (como insistían desde sus formaciones) anunciaron en las redes sociales que no faltarían a la cita en la Cámara Baja: "Mañana estaremos para votar no al decreto de la estiba, cueste lo que cueste"".
Pues ha costado una pasta entre el cambio de vuelo y la anulación de las habitaciones de las señoras en Grand Hyatt de Manhattan. Fueron recibidas en el Congreso como si acabaran de cruzar el charco a nado para poder votar, pero que va, sus votos no eran determinantes. Complicaciones de última hora al margen, vaya vidorra se pega la peña. Anda que no, Podemos, Compromís y ERC en la ONU.
Victoria Prego advierte en su columna de El Independiente sobre la debilidad del PP y la posibilidad de que la legislatura dure un suspiro: "Lo sucedido ayer en el Congreso con la no aprobación del decreto-ley del Gobierno para la liberación de la estiba en cumplimiento de una exigencia de la Comisión Europea ha puesto ante los ojos de todos la evidencia de que la vida de esta legislatura está en las exclusivas manos del PSOE. Pero, dado que la vida futura del PSOE está en las exclusivas manos de quien gane la carrera por la secretaría general del partido, resulta que la vida de este Gobierno está en manos de lo desconocido".
Alejandro Vara también explora la dimensión desconocida del Gobierno en su análisis en Voz Populi: ""No se puede gestionar nada, ni cerrar temas, ni aprobar leyes, ni avanzar en asuntos importantes y urgentes", menciona un alto cargo del PP, convencido de que es necesario despejar el horizonte cuanto antes, y abrir la puerta hacia unas elecciones que les serán favorables. El bofetón de Ciudadanos anima a quienes dentro del Gobierno los partidarios de tomar el camino de enmedio. "Nuestra mayoría parlamentaria es imposible, el PSOE no ejerce de partido responsable y sólo nos dedicamos a crear comisiones de investigación que no conducen a ningún lado, insisten. La derrota parlamentaria del Gobierno del jueves, con tan sólo un precedente en la historia del Congreso, ha perfilado un panorama sin demasiadas alternativas. Condenado a una mayoría imposible, a una persistente soledad, el horizonte aparece tenebroso".
Los estibadores, según es fama, forman parte de los cuerpos de élite del Estado sin ser funcionarios. Están en el rango de los controladores aéreos y los inspectores de Hacienda. El sueldo medio anual es de 70.000 euros, el puesto, vitalicio y hereditario, según nota de El Confidencial que también data del estallido del conflicto.
Cirio con los taxistas en Madrid y Barcelona, que la liaron parda en protesta contra Uber y Cabiby, empresas. De poco no asaltaron Can Colau con lo que el jueves fue uno de esos días caóticos, ásperos y difíciles, barra libre de claxons y ciclistas en slalom por las aceras.
Jordi Turull está que se sube por las paredes. Quiere multar a la oposición por no participar en la ponencia conjunta del cambio de reglamento de la cámara para votar las leyes de desconexión y eso. Y lo dice en serio, sin atisbo de ironía ni media sonrisa. Diputado, no fastidie. Turull milita en el sincorbatismo, que se ha impuesto por completo en el Parlament. Hace moderno y rebelde no llevar corbata, parece ser. Lo cierto es que la corbata práctica no es. Sólo indica que alguien se ha tomado la molestia de respetar los códigos de urbanidad indumentaria. Además, los ciudadanos se ponen corbata en las grandes ocasiones de la vida como bodas, bautizos y comuniones. En contra, que los banqueros la usan y tal como está el patio en ese gremio, la corbata va camino de convertirse en un "must" taleguero. Si Tarradellas levantara la cabeza...
17 de marzo, santoral: Patricio y José de Arimatea.