Primeras planas

El efecto Montull y Luis Enrique hace un Puigdemont

Homs aseguró a un grupo de empresarios en Madrid que la independencia es una causa perdida, según 'El Confidencial'. Las agendas internacionales de los mártires de los tribunales

2 marzo, 2017 09:25

"Si arrastré por este mundo la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser" cantaba Gardel y murmuran cabizbajos Artur Mas, Francesc Homs y Carles Puigdemont. La culpa siempre es de los cantantes y de los contables. Y a la que ambos gremios se encarnan en un acusado con una hija al borde de la trena, los tipos como los antecitados tienen motivos para echarse a temblar.

Con sólo un movimiento de ceja, Jordi Montull, secretario, asistente y fiel infante de Félix Millet, dispone ahora de más poder que cuando apañaba las cuentas del Palau de la Música al calor del poder omnímodo del pujolismo. En los años locos era un perfecto desconocido que surfeaba en la cresta de la ola con la soltura de un discreto genio de la contabilidad alternativa. Ocho años después del ingreso en el infierno, Montull ya no es el prototipo de chupatintas mudo, obediente y cabal, sino un padre a la desesperada dispuesto a saltar del parapeto sin chaleco antibalas pero con un zurrón lleno de granadas de fragmentación.

El tembleque convergente ha obligado al letrado Xavier Melero a envainarse el desfile de exconsellers, exaltos cargos y fontaneros convergentes cuya función era la negarlo todo y salvar a Mas por la persona interpuesta de Daniel Osácar, uno de los tesoreros de CDC en la época en la que sus señoritos hacían florituras con el dinero de los impuestos a mayor gloria de la causa.

larazon.200

larazon.200

En medio de la tormenta, los prebostes del PDEcat aparentan una inmutabilidad samurai. Están rodeados, pero tampoco es la primera vez, así que mantienen la agenda. En La Razón, Carmen Morodo da noticia de la agenda internacional de Carles Puigdemont, que como el entrenador Luis Enrique, al que se han cargado entre TV3 y Messi, debe estar eufórico ante la inminencia de su obituario político.

Escribe Morodo: "El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, sigue la estela de Artur Mas y prepara con mucha reserva por parte de su gabinete otro viaje oficial a Estados Unidos (EE UU) para finales de mes, entre los días 26 de marzo y 1 de abril. Mañana es el turno del ex presidente Mas en Harvard, después de pasar por Oxford. Respecto al desplazamiento de Puigdemont no hay más información que un enlace de un acto organizado por el director del Real Colegio Complutense de Harvard, dentro de las actividades de la Harvard Kennedy School. El acto estudiantil lo publicita en internet este centro americano desde diciembre del año pasado, aunque la Generalitat no haya informado de él. La actividad en la que está prevista la participación de Puigdemont no es una conferencia propiamente dicha, sino una clase dentro de un curso para alumnos de postgrado titulado «Nuevas democracias europeas. La revolución democrática española desde una perspectiva comparada»".

O sea que se van a dar charlas a estudiantes universitarios. Ellos son el futuro y, por lo demás, nadie recibe de momento a Puigdemont. La gestión de Romeva es menos lesiva que la de Comín (que está destrozando la sanidad catalana sin ayuda de ninguna conspiración), pero tan desastrosa como la de su par en el Govern. Eso sí, Romeva es un dandy, un magnífico floripondio dispuesto a hacer el ridículo siempre que sea mundial. He aquí, en CRÓNICA GLOBAL, su última hazaña. El rollito de la transparencia...

Inquietante asunto en El Confidencial en torno a Homs, un hombre que tuvo el cuajo de recordar a los jueces de lo suyo que si le condenan ya nada será igual entre Cataluña y España, además de insistir en que habrá referéndum. En cambio, semanas antes del juicio participó en una reunión que Agustín Marco anota en el citado medio: "Francesc Homs, el diputado del Partido Demócrata Europeo Catalán (PDeCAT) y 'exconseller' de Presidencia de la Generalitat, terminó ayer su declaración por el juicio de la consulta del 9-N en el Tribunal Supremo con unas palabras firmes sobre su deseo de mantener el proceso independentista, sea cual sea la decisión de los magistrados. Sin embargo, en una reunión mantenida recientemente en Madrid con un grupo de multinacionales, el hombre de confianza de Artur Mas confesó que la realización de un referéndum para separar Cataluña de España sería un fracaso, porque los nacionalistas no cuentan con el apoyo social necesario".

Sigue el texto: "Ante representantes de Google, Nissan, Endesa, Visa y responsables de bancos de inversión internacionales, Homs declaró que la nueva convocatoria en las urnas para permitir a los ciudadanos catalanes votar a favor de una ruptura con España es imparable. Pero matizó rápidamente que el referéndum ilegal, según las leyes nacionales, no tendrá futuro ninguno, puesto que los sondeos internos que maneja el PDeCAT advierten de que la corriente nacionalista no saldría vencedora. Incluso expuso sus dudas sobre la capacidad de llevar a cabo una votación con carácter legal, por lo que dio por perdida la guerra de la independencia".

Para fiarse y no temblar con la sociedad de amigos del reglamento del Parlament y la ley de transitoriedad jurídica de 24 horas. No se desatienda que ese encuentro fue días antes de su estreno en el Tribunal Supremo, al que entró con mucho acompañamiento y de donde salió con su esposa y el ayudante que siempre camina dos pasos por detrás de él.

PP y PSOE negocian a pachas los candidatos a magistrados del Tribunal Constitucional y el juez De la Mata reabre el abracadabrante caso de los papeles de Bárcenas, lo de la maldita contabilidad, que es el virus troyano que infecta la política. Es la hora de los jueces, el momento de los fiscales y el renacimiento de la abogacía, aunque parece que en España sólo haya cuatro abogados: Roca, Melero, Pina y Martell. 

Fuera de la coordenada Madrid-Barcelona, los burócratas europeos comienzan a advertir un cierto malestar en la ciudadanía. La bronca es antigua, comenzó en el 2007/08, pero ya es un avance que nuestro querido Jean Claude Juncker y Ángela Merkel comiencen a ser conscientes de las enormes vías de agua del paquebote europeo. En El País, Claudi Pérez asume la información sobre un libro blanco de la UE que bien podría titularse "No lo vimos, lo sentimos mucho". Escribe el corresponsal: "En Europa conviven con perturbadora promiscuidad las causas más nobles con inconfortables zonas de sombra. Y esas sombras no dejan de crecer: a las crisis de los últimos tiempos, Brexit incluido, se les suma ahora la incertidumbre política, con la extrema derecha al alza. Bruselas ha presentado este miércoles su esperado Libro Blanco sobre la futura UE. Paradójicamente, lo más interesante de ese ejercicio de prospectiva es la mirada por el retrovisor: la Comisión hace un inusual y duro ejercicio de autocrítica sobre su papel en la policrisis del último decenio".

Continúa: "La Unión ha evitado los mea culpa a pesar de una gestión de la crisis insuperablemente mediocre, en un estado de negación permanente del que solo salía al borde del abismo. La Comisión corrigió el tiro de las políticas económicas con algo más de flexibilidad fiscal y un plan de inversión, pero nunca hizo nada parecido a una autocrítica en toda regla. Hasta este miércoles: el Libro Blanco sobre el futuro de Europa ofrece varios escenarios sobre la nueva Unión sin Reino Unido, pero de paso lanza un mensaje claro y directo sobre el papel de las instituciones europeas en los últimos tiempos. La crisis ha puesto a prueba la UE. Y la Unión ha demostrado una resistencia formidable. Pero también han aflorado graves problemas: “La Unión ha estado por debajo de las expectativas en la peor crisis financiera, económica y social de la posguerra”, resume el texto".

Lo de que nunca es tarde si la dicha es buena, es mentira. A veces es demasiado tarde.

Según una parte de la prensa, tres españoles han ganado el Pritzker de arquitectura, cosa a la que llaman el Nobel de la disciplina pero que también se podría comparar con las estrellas Michelín. Otra parte tilda a los arquitectos de catalanes. Es la parte pueril de la contaminación del proceso. Que si la selección es el Barça, que si el piloto motorista es catalán o el piragüista y la sirena, españoles y catalanes. Es pesadísimo, un monotema palurdo que se debe agradecer a Pujol y sus herederos.

El asunto es el premio a los componentes de un pequeño taller de arquitectura que no está en Barcelona sino en Olot, que también existe. Anatxu Zabalbeascoa firma el texto en El País: "“Había dos pritzkers portugueses y solo uno español. De un plumazo tenemos cuatro”. Carme Pigem (Olot, Girona, 1962) bromea ante los amigos y empleados reunidos en el patio de su estudio. También han llegado su padre y su suegra. En la antigua Fundición Artística Barberí, “donde se fundieron las cuádrigas de Gargallo del Estadio Olímpico”, una joven arquitecta pincha discos. Ha empezado la fiesta. Carme y sus dos socios —su marido, Ramon Vilalta (Vic, Barcelona, 1960), y Rafael Aranda (Olot, 1961)— llevan tres décadas dedicándose a la arquitectura con devoción casi religiosa. Por eso la celebración del premio Pritzker, el galardón mundial más importante en el campo de la arquitectura, concedido al estudio RCR Arquitectes, formado por el trío, tiene algo de liturgia".

Bien por ellos.

2 de marzo, santoral: Basilio, Hereclio y Lucio Pablo.