Pregón de las Fiestas de Gràcia del 2024

Pregón de las Fiestas de Gràcia del 2024

Primeras planas

Alquilar en Barcelona y "guiris" de Gràcia

Procesos de selección para lograr el alquiler de un inmueble en la zona más tensionada

Detectan la participación de extranjeros en la decoración de las calles de Gràcia

Publicada

Vivir en Barcelona es un reto. El mercado del alquiler de viviendas es una especie de zoco en el que operan algunos actores que podrían ejercer perfectamente de crupieres en los apostaderos de Minas Gerais. De modo que conseguir un pisito de alquiler en la Ciudad Condal está chungo, muy chungo.

No es que las condiciones sean draconianas, que también, o que los precios estén por las nubes, además, es que la demanda supera con creces la oferta y eso, según las leyes del capitalismo, es lo que tiene. Casi todo el mundo habla mal de Barcelona, pero casi todo el mundo quiere vivir en Barcelona.

La peripecia de encontrar una estancia digna a un precio razonable es de lo que va un amplio reportaje de El Mundo sobre el mercado inmobiliario en la capital de Cataluña.

Portada de El Mundo (España)

"Cómo sobrevivir a la búsqueda de alquiler en la ciudad más tensionada de España: '200 personas contactaban por el piso, 40 visitaban y 15 solicitaban. Aceptaban a uno'", describe el elocuente titular.

En el sumario se abunda en que "La búsqueda de pisos o habitaciones en Barcelona se combate con alarmas, plataformas de reseñas 'honestas' de pisos, CV impolutos para convencer al casero... y correr".

La pieza viene con la firma de Clara Rojas y arranca así: "'Los agentes de la inmobiliaria nos dijeron que 200 personas contactaban por el piso, 40 visitaban y 15 mandaban documentos. Aceptaban a uno', explica Berni (29 años). Él y su pareja, Ximena (30), tienen un trabajo estable. Sin embargo, ser dos inquilinos con nómina ya no parece suficiente: la caza de pisos en Barcelona, como la define, no solo se parece a una carrera contrarreloj, sino también a una entrevista de trabajo".

"A esta pareja de la Ciudad Condal la sorpresa le llegó cuando su contrato de alquiler venció en el mismo mes en el que les informaba su casero (les ofrecía extender el contrato seis meses más, a cambio de añadir 50 euros a su mensualidad). 'No me pareció bien, pero no había otra opción', resume Berni".

"Así que manos a la obra: ambos se sumergieron en la búsqueda de piso en Barcelona, capital de las zonas de mercado residencial tensionado. Esta medida, que busca poner límites a la escalada del precio del alquiler, cumplió su primer año de vida en marzo".

Sigue el texto: "La Generalitat declaró zonas tensionadas a 140 de sus municipios y posteriormente sumó otros 131. En este período, el desajuste entre oferta (reducida) y demanda (elevada) hizo que, para una vivienda, hubiese 341 interesados en diez días frente a la media nacional de 112, según los datos del Observatorio del Alquiler para el primer trimestre del año 2025. Para el segundo trimestre, la cifra escala a 437 en la capital catalana, y a 141 en todo el país".

"En este contexto, Berni y Ximena dieron con un truco que les facilitó, tras un mes y medio, la búsqueda de un nuevo hogar (con luz natural, habitaciones, y sin superar los 1.200 euros mensuales): la hora".

"Berni descubrió un detalle: de las 18.00 horas a las 19.00 horas se publican muchos anuncios de pisos... efímeros. '20 minutos después, ya no estaban disponibles', relata. 'Muchos arrendadores publican sus pisos en esa hora porque reciben miles de solicitudes. Así, a las 19.00 eliminan el anuncio, se van a casa, y al día siguiente comprueban qué les ha llegado al buzón', explica".

"Así que una vez se publicaba el anuncio, Berni y Ximena se guardaban los teléfonos de contacto, y a las 09.00 del siguiente día llamaban para una cita. 'Una vez llamé a las 09.15 horas, y me dijo que se les habían agotado las visitas', cuenta Berni. Por suerte, había ocasiones en las que sí les descolgaban el teléfono".

"De media, la pareja hizo tres o cuatro visitas de pisos por semana. Bastantes de ellas resultado de un '¿hoy mismo puedes venir?'. El piso que ahora habitan publicó su anuncio un jueves a las 09.30 horas; 15 minutos después había desaparecido, y la visita se cerró para las 12.00 horas. Al siguiente lunes les confirmaron que habían logrado las llaves. Un aquí te pillo, aquí te mato en toda regla, como reconocen".

Y: "'Tuvimos mucha suerte. Dimos con un anuncio que estuvo dos horas publicado, así que éramos pocos los candidatos que lo visitamos', relatan Ignasi y Lidia (29 años). Ellos buscaban fuera de Barcelona 'por precios y para tener mejor calidad de vida'. Dieron con lo que necesitaban, una renta inferior a 1.000 euros al mes, en Cornellà".

Otra de las personas contactadas para el reportaje explica más dificultades: "'Fianzas desproporcionadas', añade Ignasi. Hasta la fecha, la ley permite un mes de renta aunque si se aplican 'garantías adicionales', pueden llegar a ser dos. 'A veces pedían como tres o cuatro meses de fianza', explica Martí, 'o cosas poco transparentes o abusivas, como que nos quisieran cobrar por una visita'".

"Ignasi también describe otros obstáculos inevitables, como la competencia de los salarios nacionales con los extranjeros. 'Se debería facilitar más el acceso a vivienda a gente local. No puede ser que compitamos con gente extranjera o trabajando en remoto (de mayor poder adquisitivo) por la misma vivienda', opina".

"'Los agentes inmobiliarios a menudo me decían que había varias nacionalidades (franceses, americanos, suizos) buscando pisos, como nosotros. Y suelen tener nóminas mucho más altas', insiste Ignasi. Y ante salarios más altos, mayor confianza del casero en que el inquilino no desaparezca".

Y: "No obstante, la nacionalidad también puede ser un arma de doble filo, como puntualiza Marta: los caseros también estudian la falta de arraigo (mayores posibilidades de dejar el piso). La joven conoce casos cercanos en los que 'se ponían más trabas' porque el inquilino era nómada digital".

Tras relatar otros casos, el reportaje concluye así: "'Nos hemos acostumbrado tanto a que sea un desastre que ya casi ni nos lo parece', opina Martí sobre la vivienda en Barcelona. 'He pensado que no está mal un piso de 35 metros cuadrados, en una cuarta planta sin ascensor, por 950 euros, sin amueblar... No hay que normalizar lo que está pasando en Barcelona. Al fin y al cabo, es una primera necesidad. Que un café con leche cueste cuatro euros es alucinante, pero puedo tomármelo en casa. El problema de la vivienda es que no hay elección'".

Nómadas digitales, expats, esa gente especial que camina más feliz que una perdiz por las abrasadoras calles de la ciudad con un vaso de cartón en la mano... No son exactamente bienvenidos, pero a la mayoría de ellos les da igual. Ni se enteran.

En La Vanguardia detallan varios casos de residentes extranjeros en Barcelona e incluso visitantes que participan en la decoración de las calles de Gràcia, zona cero del odio al turista.

"Japoneses, italianos y franceses ayudan a montar las fiestas de Gràcia", reza el sorprendente titular del diario decano de papel.

El texto es de Clara Pérez Singla: "Crece el número de extranjeros que cada vez más se implican de algún modo en los preparativos de la fiesta mayor de Gràcia. Hoy arranca la última edición de la que en verdad viene a ser la fiesta de verano de toda Barcelona. Las alegrías y polémicas en torno a esta celebración van mucho más allá de los límites de las calles de Vila de Gràcia".

"Hasta 23 espacios del barrio, tantos como el año pasado, lucen ya nueva decoración. La entrega de premios a las mejores tendrá lugar el día 19, y el 21 será el momento de la despedida. Unos cuantos japoneses, italianos y franceses llevan ya unos cuantos días echando una mano para que esta entrañable tradición no pierda sus esencias".

"Hace ya tres años que Simone viaja ex profeso desde Italia hasta la calle Tordera para poner su granito de arena durante los preparativos. Aquí ya aprendió castellano, y estos días trata de dar el salto al catalán. Lo que más le llama la atención de las bambalinas de estas celebraciones es comprobar 'cómo los adultos pueden jugar tan seriamente como lo hacen los niños'".

Líneas después sigue así el texto: "No es una cuestión baladí, para nada, la de la progresiva incorporación de personas procedentes de las más lejanas esquinas del planeta a la organización de esta fiesta tan singular. A muchos les parece un buen modo de superar la falta de relevo generacional y la gentrificación".

"Muchos jóvenes dejan de involucrarse en los preparativos porque no tienen más remedio que irse a vivir a otros barrios. A otros, sin embargo, las globalizaciones venidas de la mano de los expats no les hace tanta gracia".

"El año pasado la calle Mozart denunció que varios de sus miembros sufrieron ataques xenófobos cuando acudieron a la plaza Vila de Gràcia a recoger el premio a la calle mejor decorada. 'Guiris, go home', les gritaron algunos, entre otras cosas. Además, aquellos días las pintadas turismofóbicas marcaron muchas calles de este lado de la ciudad".

"Este año la calle Mozart reúne ya a más de veinte nacionalidades con mucho interés por esta fiesta bicentenaria. A esta calle le caracteriza precisamente la diversidad de orígenes de los vecinos que llegan a convivir. 'Cada persona que viene abre la puerta a otra persona diferente', comenta Ali Cameron, de Australia, quien ya lleva siete años viviendo en Gràcia y contribuyendo a su cultura".

Y: "Cameron entró en todo esto por el lado artístico de la celebración, y en el recorrido se encontró con una comunidad muy variada. Y en esta ocasión los triunfadores del año pasado están revisando y reconstruyendo una leyenda muy catalana, la de Sant Jordi... ¡Ahora es la princesa quien se enfrenta al dragón!".

Huy, qué original...

Total, que así está Barcelona, la perla del Mediterráneo. Se comprende perfectamente el atractivo. No hay más que ver las obras del Camp Nou.

"Hartazgo vecinal en Les Corts por las obras del Camp Nou: 'Se les están yendo de las manos'", señala la apertura de Metrópoli Abierta. En el sumario se explica que "Los residentes en los aledaños del estadio azulgrana lamentan que no se les consultara sobre la prórroga de la licencia municipal para continuar los trabajos las 24 horas del día, e inciden en la necesidad de garantizar el 'descanso' de los vecinos".

El texto es de Rubén Pacheco: "Obras las 24 horas del día, semana tras semana. Esta es la realidad con la que conviven los vecinos de los aledaños del Camp Nou, una situación que se mantendrá después de que el ayuntamiento haya prorrogado el permiso al Barça por quinta vez consecutiva para facilitar el avance de los trabajos".

"El club, que debuta en la presente edición de la Liga este sábado, está sumido en un reto contrarreloj para disponer del renovado estadio lo antes posible. Pero ¿a qué precio? ¿El descanso de los vecinos es negociable?".

"Para los residentes de Les Corts esta es una línea roja que, bajo ningún concepto, se puede traspasar. Por ello, expresan su hartazgo ante la extensión de estas obras y reclaman participar en futuras decisiones relativas al desarrollo de estos trabajos".

"La Asociación de Vecinos del Camp Nou expresa su desacuerdo con la licencia de 24 horas con la que cuenta el Barça. 'Hace muchísima calor, las ventanas no se pueden abrir y las luces molestan. Estamos muy cansados de las obras', expresa Ana Ramón, su presidenta".

"La líder vecinal incide en el perjuicio que supone para los vecinos la realización de unas obras de este calado durante 'tanto tiempo', y lamenta la 'falta de descanso' que sufren los residentes a raíz de estos trabajos".

"La portavoz de la asociación señala que, en más de una ocasión, se han producido elevados niveles de ruido en horario nocturno. Sin embargo, la presidenta reconoce que el distrito 'está pendiente' y actúa con celeridad cuando se dan estos casos".

Y: "Los residentes de Sant Ramon comparten el inconveniente que supone la extensión de estas obras. 'Queremos que acaben y dejen de molestar. No tienen una fecha final, se les están yendo de las manos', afirma Andrés Quílez, presidente de la asociación de vecinos del barrio".

Portada de El País (España)

Más atractivos de Barcelona para expats. "La Boqueria, el mejor mercado del mundo, busca su modelo entre vecinos y turistas: 'Cuando un cliente deja de venir, sé que no tiene relevo'", reseña un titular de El País.

La historia viene con la firma de Alfonso L. Congostrina: "'Nos hemos mudado a las nuevas instalaciones para ofrecer un mejor servicio y calidad. Mientras, la parada del mercado de la Boqueria estará cerrada una temporada. Abriremos cambiando un poco la oferta. La reformaremos y volveremos con más ganas que nunca'. Con un breve comunicado, la histórica parada de setas Petràs anunciaba que debía reorientar su negocio".

"Los responsables de Petràs denunciaban que la Boqueria, reconocido como el mejor mercado del mundo, está orientada al turismo y al consumo rápido y su producto no acababa de encajar. El cierre temporal del Petràs activó de nuevo todas las alarmas sobre el presente y el futuro del mercado más famoso de Cataluña".

Lo que viene a continuación es una morcilla del suprafirmante de la revista: Petràs, imprescindible parada donde en ocasiones se trataba con cierto desdén a la clientela no habitual. Hay gente, por cierto, a la que le encanta que les miren por encima del hombro y les traten como ignorantes mientras se dejan una pasta. Les parece pintoresco. Cosas de ricos.

La pieza de Congostrina sigue así: "Un mercado que se ha vendido al turismo según unos, mientras que otros siguen pensando que no ha olvidado, o no debe olvidar, al cliente barcelonés. El País ha pedido a los paradistas que definan cuál es la foto fija de la Boqueria y cuenten hacia dónde va el mercado".

"Jordi Mas es, desde 2022, el presidente de la Asociación de Comerciantes de la Boqueria. Conoce el mercado como si fuese su casa y discrepa de la imagen negativa que se está dando de este conjunto de negocios. 'Si empezamos a hablar en negativo empecemos por la Rambla. Por culpa de las obras, este junio ha bajado un 10% la afluencia al mercado', advierte".

"Mas anuncia que el próximo 17 de septiembre se celebrará una asamblea para decidir hacia dónde va la Boqueria: 'Mi apuesta es que debemos luchar por mantener la esencia. Vamos a proponer un pacto con los comerciantes para que además de cambiar el techo, modernizar la isla de pescado y los lavabos y hacer una verdadera puerta de acceso en la plaza de la Gardunya nos comprometamos a que cada parada tenga un mínimo del 40% de producto fresco'".

"El mercado fue inaugurado en 1840. 'Algo bueno debe tener porque tiene 185 años cuando hoy día el 85% de las tiendas cierran en menos de cinco años', defiende Mas. Hay 175 paradas abiertas (de 200) en 4.800 metros, 1.300 trabajadores y 25 millones de visitantes al año (entre 60.000 y 90.000 al día)".

"Las frutas y hortalizas Soley llevan más de medio siglo en el mercado. Eduard Soley se enorgullece de que la séptima generación de su saga familiar siga en la Boqueria. 'Hablan de si turistas sí o no. Hoy todo el mundo hace turismo y hay que cambiar la mentalidad', sugiere".

"Mas, como presidente, no tira la toalla: 'Hay muchos que te dirán que en la Boqueria hay dos mercados. Uno para vecinos y otro para turistas. Yo creo en un mercado híbrido para todos. En Cataluña hay ocho millones de catalanes, imagínate que vinieran a la Boqueria una vez al año. Lo tenemos que lograr'".

Y: "Rosa Millán es la propietaria de Morilla Fruites, una de las fruterías que no vende zumos ni, apenas, fruta cortada para los turistas. 'No hago zumos, pero el 80% o el 90% de mi recaudación me lo da el turismo. El problema que tenemos en la Boqueria es justificarnos constantemente de cómo nos ganamos la vida', resume".

Más noticias. "Casi 100.000 personas, atrapadas en las listas de espera de la dependencia de Cataluña", denuncia La Razón.

Portada de La Razón (España)

En el sumario se indica que "El envejecimiento y la falta de recursos disparan las demoras en un sistema que acumula 286.000 casos pendientes en todo el país".

La información es de David Fernández: "El sistema de atención a la dependencia atraviesa un momento crítico en Cataluña y en el conjunto de España. Actualmente, casi 287.000 personas se encuentran en lista de espera para acogerse a la Ley de Dependencia, enfrentándose a retrasos que superan con creces los seis meses que fija la normativa".

"En Cataluña, la situación es particularmente preocupante: según datos del Departament de Drets Socials, cerca de 60.000 personas aguardan la valoración de su grado de dependencia, más del doble que hace un año y medio. Este trámite, imprescindible para acceder a las prestaciones, es ya el segundo procedimiento administrativo más lento de la Administración catalana, y ha sido incluido en el paquete de medidas que la Generalitat pretende simplificar para reducir la burocracia".

"En diciembre, el Govern aprobó una inyección de fondos en personal y tecnología que, de momento, solo ha servido para acortar parcialmente el tiempo de espera para la valoración inicial, que ahora es de cuatro meses y medio de media. Sin embargo, el atasco sigue siendo enorme".

"Una vez realizada la valoración, la Administración debe elaborar el Plan Individual de Atención (PIA), en el que se define a qué prestación tiene derecho cada persona: plaza en centro de día, residencia, atención domiciliaria, ayudas para cuidador no profesional, entre otras. Este segundo paso acumula casi cuatro meses más de espera, con unas 35.000 personas pendientes en Cataluña".

"El problema se agrava porque, incluso con el PIA aprobado, no siempre la ayuda llega de forma inmediata: en función de las necesidades, las familias pueden tener que esperar a que se libere una plaza en un recurso público o a que se asigne personal de asistencia a domicilio".

"En este tiempo, muchas personas fallecen sin haber recibido la atención que les correspondía por derecho. A nivel estatal, en 2024 murieron 34.252 personas en lista de espera, casi 94 cada día, y en lo que va de 2025 la cifra asciende a 16.866".

Y: "En el resto de España, la fotografía es igual de desalentadora. Según el Observatorio Estatal para la Dependencia, 286.861 personas están a la espera: 136.009 sin valoración, 123.857 con valoración pero sin PIA, y 26.995 con PIA aprobado pero sin prestación efectiva. El tiempo medio de tramitación alcanza los 342 días, muy por encima de los seis meses que marca la Ley 39/2006 de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las Personas en Situación de Dependencia. Con el ritmo actual, harían falta casi 94 años para atender todos los casos pendientes".

16 de agosto, santoral: Roque, Serena de Roma, Rosa Fan Hui, Teodoro de Sión, Frambaldo de Le Mans, Esteban de Hungría, Armagilo eremita, Arsacio de Nicomedia y Beatriz da Silva Meneses.