Mireia Boya, portavoz del secretariado nacional de la CUP / EP

Mireia Boya, portavoz del secretariado nacional de la CUP / EP

Política

Tres dirigentes de la CUP dejan la dirección del partido por la gestión del 'caso Boya'

Maria Ballester, Aina Delgado y Núria Alcaraz dimiten del secretariado nacional al considerar que se ha "minimizado" la agresión psicológica que denunció la exdiputada

13 junio, 2019 17:52

Tres dirigentes de la CUP han dimitido este jueves del secretariado nacional de la formación independentista al sentirse "incomprendidas y agotadas" en su defensa de la exdiputada Mireia Boya, que denunció haber sido víctima de maltrato psicológico por parte de un miembro del partido. 

Las dimisionarias son Maria Ballester, Aina Delgado y Núria Alcaraz, las dos primeras de las cuales han explicado sus motivos en una carta dada a conocer por Nació Digital.

"Cambio inmediato"

Boya abandonó la dirección de la CUP a finales de marzo tras denunciar dichos ataques psicológicos de un compañero, hecho que le llevó a reclamar que se apartara a su presunto agresor.

En su carta, las dimisionarias relatan que con sus bajas pretenden forzar un "cambio inmediato" en lo que respecta a las agresiones que se puedan denunciar en el partido. Y lamentan no haber podido generar este contexto ni desde el secretariado nacional ni desde la comisión feminista de la formación.

"Desconfianza"

"Nos hemos sentido incomprendidas y nos hemos agotado intentando hacernos valer", relatan. "No podemos ni queremos pasar ni una semana más alimentando la desconfianza que pensamos que se está generando a fuerza de minimizar y dar una respuesta burocrática a la demanda y la denuncia de la compañera Mireia Boya", añaden.

Ballester, Delgado y Alcaraz se muestran críticas con el secretariado nacional, y consideran que la dimisión de Boya "era evitable", puesto que pedía "no invitar al agresor a una reunión consultiva donde nadie era imprescindible". A su juicio, "se cuestionaba su dolor". Y agregan: "No queremos que ni una mujer más deje la militancia, ya no sólo por haber sido agredida, sino sobre todo por no haber recibido el apoyo que se esperaba por parte de la organización".

Voluntad "reparadora"

Con la renuncia de Boya y estas tres dirigentes, la dirección de la CUP pasa de 15 a 11 miembros.

La formación independentista se pronunció sobre el caso el pasado 2 de abril, después de que cuatro asambleas locales reclamaran transparencia tras la denuncia pública de la exdiputada, y anunció que el caso se abordaría a través de su protocolo de agresiones machistas con voluntad "reparadora", más que "punitiva". El presunto acosador psicológico, exmiembro de la dirección de la CUP, se ha desvinculado del partido, es guardia de montaña y en la actualidad trabaja en el Pirineo, según informó Crónica Global.