La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau junto al concejal de Barcelona pel Canvi-Cs Manuel Valls / EFE

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau junto al concejal de Barcelona pel Canvi-Cs Manuel Valls / EFE

Política

La primera medida de Colau: colocar el lazo amarillo en el ayuntamiento

“No seré una alcaldesa independentista ni antiindependentista”, ha dicho en su discurso de toma de posesión de la alcaldía, en el que ha admitido que no está cómoda con los votos de Valls

15 junio, 2019 19:11

Ada Colau ha asegurado que su primera medida, una vez revalidada la alcaldía de Barcelona, será pedir a la primera junta de portavoces municipales la colocación del lazo amarillo en la fachada del ayuntamiento de la ciudad. En su discurso de toma de posesión, ha asegurado que  “no seré una alcaldesa independentista ni antiindependentista” y que está dispuesta a superar el frontismo. Pero afirma que no puede tolerar la permanencia en prisión de los dirigentes independentistas, como Joaquim Forn, concejal que hoy ha formalizado su acta de concejal.

Colau había retirado este símbolo por orden de la Junta Electoral de Barcelona.

"No es un día feliz"

"No es un día feliz", ha dicho Colau, quien ha explicado que “ha sido una investidura difícil que se produce de una manera no imaginada, la complejidad del momento que vivimos y la diversidad de esta ciudad se expresó el 26M. Y también se ha expresado en este plenario. Nuestra apuesta era un acuerdo amplio de la izquierda. No ha sido posible, pero no renunciaremos. Es incomprensible que lo hayamos hecho en otros ayuntamientos y aquí no”.

Ha agradecido la oferta y los votos del PSC. Y también el apoyo de Manuel Valls, “aunque estos votos nos incomodan y no los hemos ido a buscar. Hay apoyos que nos obligan a demostrar que defenderemos políticas valientes. Buscaremos acuerdos con todos los grupos”.

"Un reto mayor que el de 2015"

La líder de los comunes ha aprendido que “cuando asumes la responsabilidad de gobierno, pasas a defender a toda la ciudadanía. Y ante situaciones difíciles, como las vividas en este mandato, es evidente que hay límites, temas que corresponden a otras administraciones. Hay que buscar lo mejor para todos”.

“Asumo un reto mayor que el que asumí en 2015 –ha dicho--. Debo esforzarme para ser más dialogante, superar bloques. Dicen que Barcelona en Comú somos equidistantes, no lo somos, no seré alcaldesa independentista ni alcaldesa antiindependentista. Pido a todos los concejales que también lo hagan. Que cada uno defienda sus posturas, pero respetando a los demás. Extender la mano a todos y superar una dinámica de bloques que no nos ha servido de nada”.

Ha deseado la excarcelación de Joaquim Forn, en prisión por el referéndum del 1-O. Un deseo, ha dicho, que no solo comparten los votantes de ERC y Junts per Catalunya. “Me comprometo a mantener un contacto regular contigo, te reconocemos como concejal de la ciudad de Barcelona”. Ha dicho que pedirá la primera junta de portavoces municipales la colocación del lazo amarillo en la fachada del ayuntamiento.

Ada Colau no ha podido evitar las lágrimas al final de su discurso, cuando ha agradecido a su familia, presente en el acto, el apoyo recibido en un anterior "mandato muy duro".