Ponsatí desafía a Llarena, la Generalitat y la Eurocámara en su regreso

Clara Ponsatí se toma su regreso a España como un desafío no sólo contra el Estado central --en especial, el Poder Judicial--, sino también contra la Generalitat y el Parlamento Europeo. La eurodiputada de Junts per Catalunya (JxCat) ha planteado públicamente un pulso al juez Pablo Llarena presentándose por sorpresa este martes en Barcelona, donde ha ofrecido una rueda de prensa tras cinco años y cinco meses fugada a causa del procés, y sin presentarse ante el Tribunal Supremo a pesar de la causa que tiene abierta por desobediencia. Una maniobra que dejaba en manos de los Mossos d'Esquadra su detención para declarar. El arresto que se produjo apenas unos minutos después de acabar su comparecencia, mientras paseaba por la ciudad.

"No me persiguen a mí, sino a todo el país". Con sentencias de este estilo trufó Ponsatí su discurso ante la prensa, en el cual quedó claro que su acción no estaba sólo concebida como una estrategia para desafiar al Estado y los jueces, sino también para erosionar al Govern catalán --en manos de ERC, tras romperse su coalición con Junts el pasado octubre--, al cual llegó a calificar como "una herramienta de la ocupación española". Una muestra más de la evidente lucha fratricida en el seno del secesionismo.

"¿Si me tienen que detener? Ellos y sus superiores sabrán"

Buena prueba de ello fue --antes de su arresto-- su respuesta cuando se le preguntó si temía que los Mossos la detuvieran: "Como policía deben respetar la ley y ellos y sus superiores sabrán si una orden de detención sobre una eurodiputada que tiene impunidad se puede ejecutar o no". O también sus reproches a la actual consellera de Acción Exterior de ERC Meritxell Serret (ERC), afeándole que en su día se presentara "voluntariamente" ante el juez y que eso, según ella, "le ha servido". "Serret ahora viaja por el mundo y pone la bandera española más grande que la catalana", le ha recriminado.

Ponsatí, en cambio, subraya que su propio regreso a Cataluña no ha sido para hacer "ningún pacto con el Estado", sino para "plantar cara" y "denunciar la vulneración sistemática de derechos" que, según ella --y tomando la parte por en todo-- sufren supuestamente "los catalanes".

A su modo de ver, la orden de detención que pesa sobre ella es "ilegal" por ser eurodiputada, y ha enfatizado que no reconoce "la competencia del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena", por lo que cree que sería "una inconsistencia" que la detuviesen.

Críticas al Parlamento Europeo

Tampoco se ha librado de sus críticas el Parlamento Europeo por haberle retirado la inmunidad parlamentaria --todavía vigente, al estar recurrida ante la justicia por los afectados-- a los otros dos eurodiputados de Junts sobre los que pesa una euroorden de detención: Carles Puigdemont y Toní Comín.

Al ser preguntada sobre si creía que la Eurocámara se posicionaría a su favor en caso de ser detenida, ha admitido que "los precedentes no son buenos. La forma como la Eurocámara gestionó nuestra inmunidad fue vergonzosa, por eso hemos apelado. Levantaron la impunidad y ahora está en manos de la justicia europea. Sabemos a qué presiones están sometidos. No doy por hecho ni una cosa ni otra".

Contradicciones

Ponsatí, asimismo, se mostró ofendida cuando se le preguntó si no ve contradictorio el haberse beneficiado de la reciente reforma del Código Penal pactada por el Gobierno Español y sus aliados secesionistas de ERC en el Congreso --gracias a la cual se ha librado de ser procesada por sedición-- y al mismo tiempo criticarla con fiereza: "¿Me está criticando que vuelva?", le ha espetado a un periodista. "No veo contradicción, hay libertad de crítica y de pensamiento. En unas semanas tendré más espacios de libertad y estoy decidida a hacerlos servir por la independencia", ha esgrimido.

La dirigente secesionista ha aprovechado su comparecencia para presentar una página web creada junto a varios de sus colaboradores para denunciar supuestas "vulneraciones de derechos" en España y ha explicado que, debido a su labor como eurodiputada, su residencia seguirá estando entre Estrasburgo y Bruselas, aunque piensa visitar Barcelona "de forma frecuente y regular" si se confirma que puede "circular libremente" por territorio europeo. Cabe apuntar en este sentido que los procesos por desobediencia sólo conllevan penas de inhabilitación y/o multa, no de cárcel.

Con su regreso, ha añadido, pretende "visibilizar más intensamente" lo que considera el "combate" del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y el resto de fugados en Bruselas.