El presidente de la Generalidad, Artur Mas

El presidente de la Generalidad, Artur Mas

Política

Mas reconoce el alto riesgo de ruptura del proyecto independentista que promueve

Las discrepancias entre los partidos nacionalistas e independentistas y la ANC deja los planes secesionistas del presidente de la Generalidad al borde del fracaso. Mas es consciente de las pocas probabilidades de que se celebre una consulta y pide "resistencia" a sus fieles. Forcadell intensifica la presión.

25 noviembre, 2013 12:53

"Si todo el mundo tira de la cuerda hacia la pregunta [para un hipotético referéndum independentista] que idealmente le gustaría hacer, pues la cuerda se podría llegar a romper". Así de contundente se ha mostrado el presidente de la Generalidad, Artur Mas, este lunes, advirtiendo de que las discrepancias entre las formaciones partidarias de celebrar una consulta secesionista podrían suponer el fracaso del proyecto.

En declaraciones a los medios desde la India, donde se encuentra de viaje y desde donde ha asegurado que Gandhi inspira sus planes, Mas ha pedido "resistencia" a los independentistas:

"Esto acabará bien si se mantiene un grueso de la sociedad catalana que cree en ello firmemente y que es capaz de resistir en el tiempo el desgaste que un proceso de estas características significa. Si esto es así, acabará bien, pero esta capacidad de resistencia es muy importante".

Y ha añadido: "No me pronunciaré [sobre la pregunta de un hipotético referéndum independentista] hasta que todo esto no esté en vías de acuerdo definitivo por las formaciones políticas catalanas. [...]. Ahora no se trata de estirar la cuerda hacia cada una de nuestras posiciones, se trata de ver cómo adecuamos esta cuerda para encontrar el punto de consenso, el punto de común acuerdo".

Inevitable choque entre CiU y la ANC

Mas ha pronunciado estas palabras dos días después del ultimátum lanzado por la Assemblea Nacional Catalana (ANC), que este sábado aprobó un documento en el que exige a los partidos implicados en el proyecto independentista que convoquen un referéndum secesionista antes del próximo mes de junio en el que se pregunte "¿Quiere que Cataluña sea un Estado independiente?". De lo contrario, han advertido, pondrán en marcha nuevas movilizaciones para presionarles.

De hecho su presidenta, Carme Forcadell, también ha reclamado a los partidos nacionalistas e independentistas que presenten una candidatura unitaria a las próximas elecciones europeas, previsas para el 25 de mayo, y que formen un gobierno de "concentración nacional cuando haga falta".

Así, cada vez parece más inevitable el choque entre CiU y la ANC, una entidad que curiosamente la federación nacionalista ha contribuido a encumbrar desde la nada hasta el primer nivel del debate político en Cataluña, y que ahora podría volvérsele en contra.

Hace tres semanas, el  consejero de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, advirtió de que, si el supuesto referéndum independentista no se realizaba "ajustado a derecho", "nos haremos daño". Forcadell respondió de inmediato, exigiendo a los parlamentarios autonómicos defensores de la consulta a declarar unilateralmente la independencia si no es posible celebrarla.