Batalla entre Junts y Amorós: el partido estudia el informe de acoso y él amenaza con los tribunales

Voces del partido consultadas por Crónica Global sostienen que, el hecho de que el escrito se mantenga “exactamente igual” al emitido en enero por la Comisión de Garantías --que recopiló pantallazos de conversaciones e imágenes que Quim Amorós presuntamente mantuvo con algunos de los chicos de la JNC-- sólo deja a la cúpula del partido una posibilidad: “instar a las autoridades a que investiguen el caso”. Las mismas fuentes apuntan que, una vez se analice el escrito, “probablemente será trasladado a la fiscalía o a los Mossos d’Esquadra” para que sean las autoridades competentes quienes determinen si el militante se sobrepasó con los jóvenes. 

Amorós intentó frenar la investigación

Según han explicado a este medio fuentes cercanas a la investigación, Quim Amorós intentó que el informe no prosperase alegando que las acusaciones eran “mentiras infundadas”, pese a que el documento recoge conversaciones subidas de tono entre el Señor Q y jóvenes del partido que podrían ser “constitutivas de acoso sexual”. Sin embargo, la Comisión de Garantías siguió adelante con su investigación al considerar que Amorós, a través de su abogado, no pudo demostrar que esas acusaciones fueran falsas. 

Un usuario de Twitter señala a Quim Amorós como autor de estos hechos / TWITTER

Por su parte, el abogado de Quim Amorós, David Rocamora, se muestra indignado por “las formas” con las que el partido está actuando. En una conversación telefónica con Crónica Global, asegura que el único interés de Junts es “perjudicar la imagen” de su cliente. “El informe que ha emitido la comisión competente de Junts está falto de sustancia”, asegura el letrado, que carga contra la cúpula de la formación por "extralimitarse en sus funciones" y actuar “con ligereza y falta de fundamento” en un caso de tanta trascendencia. 

El 'Señor Q' amenaza con los tribunales

Asimismo, defiende la inocencia de su cliente: “Es una persona absolutamente digna que no merece el trato que se le está dando”. Por eso, advierte de que, si Junts sigue adelante con la investigación, estudiarán acudir a los tribunales por atentar contra la imagen y la honorabilidad de Amorós. “Espero que el partido político reflexione, estudie debida y tranquilamente las pretendidas diligencias probatorias que han ejecutado y los indicios que tienen sobre la mesa y que tomen las conclusiones, las únicas que se pueden extraer, que es la falta de fundamentos de las acusaciones”, dice. 

Por otro lado, Rocamora cree que la intención de JxCat es “que levante bandera blanca y abandone el partido”. Algo que, asegura, “no ha conseguido ni conseguirá”. Así pues, el letrado asegura que Quim Amorós sigue militando porque, hoy por hoy, “nadie ha notificado” lo contrario. Unas afirmaciones que contrastan con las intenciones de la formación, que quiere quitarle el carnet de partido.

Un mismo patrón de conducta

El caso de presunto acoso sexual en el seno de las juventudes del partido salió a la luz en julio, después de que un exmiembro de la JNC, Nil García, destapara haber recibido mensajes de contenido sexual por parte del Sr. Q, como lo apodó en la denuncia pública a través de sus redes sociales para mantener su anonimato. 

De poco sirvió el sobrenombre, porque enseguida otros exmilitantes --tanto de las juventudes del partido secesionista como de otras formaciones-- se refirieron a él con nombres y apellidos y aseguraron haber sufrido situaciones parecidas. Sostienen que era “una práctica habitual” por parte del dirigente contactar con chavales a través de las redes, algunos de ellos menores de edad, a los que escribía de forma “constante” y con los que presuntamente llegó a intercambiar fotos y mensajes subidos de tono. “Nos llamaba mientras estábamos en clase, nos preguntaba continuamente dónde estábamos, qué hacíamos, nos escribía todo el tiempo ejerciendo un control muy exhaustivo, además de las conversaciones de índole sexual”, expresa una de las presuntas víctimas.

El secretario general de Junts, Jordi Turull / EUROPA PRESS

Mensajes subidos de tono a menores

“Oriol [nombre ficticio] es de mi comarca, lo conozco muy bien. Muy buen chico y tiene pinta de tenerla grande. Te puedo pasar su número”, “Hace dos semanas que no me hago una paja, es duro. ¿Tú no te haces?”, son solo algunos de los mensajes que presuntamente habría enviado Quim Amorós a una de las víctimas y a los que ha tenido acceso este medio. Unos hechos que avala el informe elaborado por la Comisión de Garantías y que ahora analiza la Ejecutiva, que da “veracidad” tanto al testimonio de las presuntas víctimas como a las pruebas aportadas.

El informe, firmado por Josep Pagès y Massó, pone de relieve que “el target eran siempre jóvenes que estaban descubriendo su homosexualidad o bisexualidad y que, además, estaban comenzando un proyecto político o de estudios”. En esta situación de incertidumbre para ellos, aparecía “un señor que les ofrecía su experiencia, compresión, dedicación y apoyo en muchos aspectos”. Además, sostiene que los perjudicados eran personas especialmente vulnerables al tratarse de jóvenes, la mayoría menores --incluso con edades inferiores a los 16 años--, que acababan de entrar en la organización.

Pantallazo de una de las conversaciones aportadas por una de las presuntas víctimas de Amorós / CEDIDA

“No era una aproximación recíproca”

Entre las evidencias que recibió la Comisión de Garantías para elaborar el escrito figuran conversaciones que, “si bien no están debidamente certificadas” no parecen haber sido alteradas. Todas ellas siguen un mismo patrón, según el informe: Amorós entablaba conversaciones de carácter político que enseguida se tornaban “extrañas”. Introducía preguntas de carácter personal, e “incluso íntimas”, para acabar intercambiando con algunos de ellos mensajes de contenido sexual. Uno de estos pantallazos que ejemplifica la práctica recoge una charla entre Amorós y un menor de menos de 16 años al que le escribió: “Estoy muy orgulloso de ti!! Te quiero mucho!! Espero que no estés molesto porque hablemos de sexo en el grupo. Si te incomoda no diré nada. Tienes 15 años, así que es normal que el sexo… todavía lo veas un poco lejos”. 

El documento concluye que, teniendo en cuenta la “superioridad” de la persona que realizaba el presunto acoso y la “vulnerabilidad” de las personas a las que iba dirigido, no se trataba en ningún caso de “una aproximación libremente aceptada y recíproca”. Por todo ello, el instructor de la investigación interna considera que, por tratarse de hechos “muy graves”, se debe proceder a la suspensión del militante y a ponerlo en conocimiento de las autoridades.